Noah estaba cansado, llevaba casi una semana cuidando de su hija; los médicos habían dicho que finalmente podían sacar la intubación, pero había algo raro, él lo presentía.

—Hola... -dice Noah contestando su télefono. Era Scott.

—Derek volvió... -dice con calma- es por eso que Eli se mudó con Peter, para poder traerlo de vuelta. Pero parece estar desorientado, podría ser peligroso...

—Entiendo, estaré atento... -cuando Noah cuelga, Stiles se endereza gritando- Stiles...

          Noah abraza a su hija tratando de calmarla, ella patalea mientras continua gritando y trata de zafarse del abrazo de su padre.

—No!, ¡Dejáme! -grita ida mientras llora- ¡Mi bebé, quiero a mi bebé!

          Noah se queda de piedra mientras su hija sigue llorando y suplicando por un bebé que no hay.

—¡Heather! -grita la mujer- ¡Traéme a mi bebé!, ¡Traéme a Elias!

          Las enfermeras entran al oir todo el desastre, sostienen a Stiles para poder sedarla mientras que ella en ningún momento deja de gritar y pedir que le traigan a su bebé.

          Más tarde llega el amigo de Stiles, Ross Taylor, ve como ella se está quedando dormida.

—Despertó... -dice aliviado, pero Noah lo mira seriamente- ¿Sucede algo Sheriff?

—¿Hace cuánto conoces a Stiles? -Pregunta el mayor con seriedad.

—Hace dos años aproximadamente, soy su subordinado más cercano...

—Bien... ¿conoces a una tal Heather?

—Oh, ella era una doctora, Heather O'Malley... era la mejor amiga de Stiles... -dice Ross algo incómodo.

—¿Hay alguna forma en que pueda contactarme con ella?, Stiles la llamaba y lloraba por ella -dice con una verdad a medias el sheriff.

—Ella falleció el mes pasado, en un accidente... había acordado en reunirse con Stiles y mientras cruzaba la avenida un camión con los frenos averiados la atropelló... -dice el joven cabizbajo- fue la primera vez que vi a Stiles tan destrozada, tenía que llevarle algunos informes del trabajo al hospital ya que no se separaba de ella en ningún momento hasta que falleció en la UCI.

          El Sheriff asiente, ¿cuántas cosas pasó su hija estando lejos y él no se enteró?, debió haber sido más insistente con las llamadas périodicas y no las llamadas mensuales que tenían.

          "¡Tráeme a mi bebé, tráeme a Elias!", los gritos de su hija estaban grabados a fuego en su cerebro, ¿qué bebé?, ¿Elias?, es obvio que Stiles estuvo embarazada.

          Recuerda que alguna vez ella le dijo, luego de que Noah le contará como había sido su padre con él, que llamaría a su hijo Elias: "Su nombre tendrá un nuevo significado y te aseguró que él te amará", la pequeña Stiles 14 años parecía brillar en su mente en ese momento.

—¿Sabes si ella estuvo embrazada y perdió al bebé? -pregunta abruptamente Noah a Ross, sintiendo su corazón hundirse.

—En su expediente sale que tuvo un bebé, pero que lo dio en adopción. -dice el joven incómodo con la conversación- ¿Por qué pregunta?

—Por una corazonada -responde Noah con su corazón lleno de amargura, ¿por qué no le confió el bebé?, en su mente no encajaba que Stiles se hubiese deshecho tan desalmadamente de su propio hijo sin haberselo dicho a él, pero por cómo suplicaba por su bebé era obvio que había algo más, un detalle que se le escapaba entre los dedos.

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          Derek corría por el bosque con un gran dolor en su cuerpo, como si mil dagas cubiertas de Wolf's bane estuviesen atravesando su cuerpo. Además se sentía desorientado, era obvio que el chico que estaba con Peter era hijo suyo, pero... ¿por qué le costaba recordarlo?, ¿qué le sucedió?

          Llega a la mansión Hale y se pone ropa, aun con mucho dolor en el cuerpo sale a buscar a Stiles, ella le diría que sucede, ella siempre lo hace.

          Llega a la casa del sheriff y nuevamente percibe el aroma de su hijo, esta vez en la habitación de Stiles. Eso le causa un dolor de cabeza intenso, haciendo que deba sentarse en la cama.

          La puerta de la habitación se abre, por ella entra su hijo, tenía los ojos rojos y la respiración agitada.

—Papá... -dice con la voz quebrada queriendo acercarse a él, el corazón de Derek se encoge.

—Niño... -empieza a hablar, haciendo que su hijo se detenga- sé que soy tu padre, pero hay tantas lagunas en mi cabeza que no sé que sucedió y no te encuentro en ningún recuerdo... necesito encontrar a mi amiga y que me diga que sucede o yo simplemente me volveré loco...

—Moriste... el Nogitsune volvió y te sacrificaste para acabarlo -Derek se tensa.

—¿Stiles está bien? -pregunta, lo último que recuerda es haber peleado contra el Anuk-ité.

—Ella está en el hospital... pero estará bien, ahora que volviste... -dices Eli mordiéndose el labio inferior- ¿puedo abrazarte?, fueron dos meses duros sin ti...

          Derek iba a negarse, pero al ver los ojos rojos de su cachorro no pudo evitar asentir antes de enderezarse. El adolescente se lanza contra él, lo abraza con fuerza mientras empieza a sollozar contra su pecho. Derek con el corazón hundido le devuelve el abrazo y no puede evitar que unas lágrimas escapen de sus ojos, besa la coronilla de su hijo.

—¿Por qué estás tan triste cachorro? -pregunta sin pensarlo.

—No tenía a nadie, sin ti y sin mamá, estaba solo... -murmura Eli contra el pecho de su padre- pero ahora que has vuelto ella se pondrá bien...

—Eli... -dice Derek, pudiendo recordar ya el nombre de su hijo; su corazón se estruja y abraza nuevamente a su hijo, aspirando su aroma. No lo recordaba totalmente, pero su lobo lo reconocía y sentía un gran amor por él, eso era lo importante.

—Deberías descansar... y yo tengo que ir hasta el hospital junto al sheriff, le debo una disculpa... te prometo que te contaré todo...

—Iré contingo -interrumpe Derek- no te dejaré solo.

          Eli trató de razonar con su padre, pero Derek no cedió. De tanta insistencia Eli suspiró y cedió, por lo que media hora más tarde ignoraba a su padre que le preguntaba porque iban en el Jeep de Stiles, ¿así de obsesionado estaba su padre con su madre en aquel entonces?, Dios, seguro que su madre estaba harta de él.

—Elias Hale... ¿por qué demonios tienes la Jeep de Stiles?, ¿se la robaste al Sheriff otra vez? -Derek se detiene a medio regaño, se sostiene la cabeza y gime de dolor; los recuerdos con Eli empiezan a golpearlo de repente, desde que llegó a sus manos hasta su último momento dónde le encomendo a Scott su cuidado.

—Papá... -Eli frena abruptamente y lo mira preocupado- ¿te sientes bien?, ¿qué sucede?...

          La oscuridad de la madrugada no deja ver el sudor en la frente de Derek, que sentía un gran dolor físico y culpa en si mismo.

—Te prometí que te hablaría de tu madre y... -Derek gime de dolor mientras sostiene su frente.

—Ya lo sé... después de lo sucedido todo se dio con naturalidad, sólo que el sheriff aún no lo sabe...

—Stiles... -murmura Derek recordando- lo siento Eli, tal vez malinterpretaste mi silencio con respecto a lo sucedido con ella...

—Mamá me lo explicó todo... -Derek suspira cansado- ella llegó cuando iban a cumplirse dos meses de que moriste, solo que entró en estado de coma... ella me explicó sobre el vínculo, también que hay que revivirte o eventualmente ella moriría, me habló de como se dio mi bella existencia y que en ningún momento tú la forzaste...

—¿Por qué debes disculparte con el Sheriff? -pregunta.

—¡Carajo! -Eli vuelve a emcender la Jeep cuando lo recuerda.

—¿Con esa boca besas a tu madre? -reprende Derek por su vocabulario.

—Aún no la he besado, pero lo tendré en cuenta... -Eli empieza a acelerar, mientras que su padre dormita en el asiento del copiloto.

          En cuestión de 15 minutos llegan al hospital, por lo que su Derek espabila y se baja del vehículo junto con su hijo.

—Puede que haya un tipo molesto, se llama Ross Taylor y acompañó a mamá hasta Beacon Hills... él dice que es una cita de ella –Derek aprieta la mandíbula pero respira profundamente para tranquilizarse.

—Bien... lo tendré en cuenta. –dice Derek con voz rígida.

          Cuando caminan por el hospital todos los miran, Derek camina tenso y Eli algo nervioso. Cuando llegan al piso en el que Stiles está imternada su aroma llega a Derek, sus pupilas se dilatan levemente sin poder evitarlo.

          En la habitación están Noah, Ross y Stiles, finalmente está despierta y calmada, ambos hombres la observan fijamente mientras ella se la veía como si fuese un fantasma. Eli carraspea para que noten su presencia. Noah rápidamente saca su arma y apunta a Derek.

—¡Sheriff! –exclaman Eli y Ross al mismo tiempo.

—No hagas ningún movimiento brusco Hale... porque te juro que disparare –Eli se para delante de su padre y mira suplicante al Sheriff– Eli... quitate del medio.

          En ese momento Stiles levanta la mirada y sus ojos se cruzan con los de Eli; con esfuerzo ella se para de la cama del hospital y sin pensarlo mucho pasa por al lado de su padre que la ragaña preocupado.

—¡Stiles!, debes volver a la cama... –ella no lo escucha y abraza al adolescente con fuerza.

          Noah se queda paralizado. Eli sin poder evitarlo la abraza de vuelta y esconde su rostro en su pelo. Derek por su parte observa a Stiles y su hijo, no sabe como manejar lo que está sintiendo en ese momento. Y Ross mira todo sin comprender que sucede.

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        Stiles está sentada en el sillón cabizbaja, a su lado está Eli y junto al adolescente se encuentra Derek, ambos también miran al suelo incómodos. El único que pudo huir de la situación fue Ross. Suertudo, pensó Eli.

—Papá... –trata de hablar la mujer, nerviosa.

—Manhoor Elizabeth Stilinski... –la voz del Sheriff sale grave y profunda– ¿en qué estabas pensando?

—Eh... pues... bueno –Eli ve cómo su madre se rasca la nuca nerviosa– fui a visitar a Derek, nos despedimos... una cosa llevo a la otra y buenas noticias... eres abuelo... tadán... –dice señalando a Eli, el sheriff masajea su sien con un suspiro.

—Voy a matarte de nuevo Hale... –dice el Sheriff– ¿cómo se te ocurre involucrarte con una niña?

—Yo no... –Stiles iba a protestar.

—Silencio –la mujer abre la boca ofendida– ¿Dime en que pensabas Derek?

—Noah... yo... yo lo siento... no quería que esto pasara –Stiles lo mira dolida y Eli se remueve incómodo entre ambos– pero no me arrepiento de nada. Stiles es una mujer hermosa, inteligente, astuta y graciosa, y lo más importante, fue la primera persona que me vio y me hizo sentir como un humano y no como un lobo o un moustro.

—Sigue siendo siete años menor que tú... –dice Noah.

—Tú eras mayor que mamá también –dice Stiles.

—Un año –dice Noah cruzandose de brazos, pronto su mirada se dirige a Eli y su expresión se suaviza– Eli...

—Yo de verdad lo lamento... pero es que si no hacia algo mamá iba a... –Eli pasa su mano por su cuello en señal de muerte– y el plus era recuperar a papá, nunca quise preocuparte... en serio aprecio todo lo que hiciste, cuidarme cuando estaba solo y todo lo demás.

—Ven aquí –Eli se acerca al Sheriff y este lo abraza con fuerza. Besa la coronilla de su cabeza y le sonríe– está bien, nada de esto es tu culpa; Dios... eres mi nieto... –Noah vuelve a abrazar a Eli, y el adolescente se deja.

—¿Entonces no estás enojado? –pregunta el adolescente.

—No... no contigo... –luego mira a Derek y Stiles– por otra parte ustedes dos... par de adultos irresponsables.

—Bien... ¿puedo irme? –Noah asiente y el adolescente sale corriendo.

          Derrk y Stiles se encuentran uno junto al otro, ambos tensos y sin mirar a Noah.

—Ahora sí... cuentenme porque no me dijeron nada.

—Pues... que quede claro... tú siempre supiste que me gustaba Derek –dice Stiles, y Derek la mira sorprendido.

—Creí que era un amor plátonico, no pensé que te irías a embarazar de él –le regaña Noah.

—Me enteré cuando Eli estaba por nacer.... –dice Stiles suspirando– fue un embarazo críptico, sin síntomas y ni señales. Trate de cuidar a Eli durante tres meses, siempre fue un bebé tranquilo, pero en mi trabajo me dijeron que si quería seguir no podía ser madre... iba a decirtelo, iba traerlo junto a ti, pero tuve miedo...

—¿Miedo de qué?, soy tu padre Stiles, no importa lo que hagas siempre te amaré –dice viendo a su hija.

—Temía que te decepcionaras de mí... y soy consciente ahora, que de todo lo que pude haber hecho, el ocultarte la verdad es lo que más te decepcionó.

          Noah suspira y observa a Derek mientras se cruza de brazos.

—Yo no sabía como decirte... no podía simplemente llegar y decirte que mi hijo era tu nieto –dice Derek tratando de no observar a Stiles.

—¿Y qué hay sobre ustedes?, me ocultaron durante 15 años que tengo un nieto, ¿también me ocultan su relación? –Stiles se sonroja y se apresura a hablar.

—No es así... Derek y yo no somos nada, no nos hemos visto y hablado en todos estos años... –dice la pelinegra, Derek por otra parte quería decirle que ella era su todo y que debería decirle a su padre del vínculo, que se casarán y vivieran juntos con Eli; sin embargo las palabras de Stiles parecían un puñal en su corazón.

—Es verdad, ni siquiera hablamos sobre Eli. –dice Derek, sin querer perder su dignidad.

—Entonces, ¿es una cosa de solo una noche? –pregunta Noah con el ceño fruncido.

—Papá... creo que ya son suficientes preguntas... –dice Stiles avergonzada. Derek la mira y siente que se quedará sin aliento, era tan adorable sonrojada.

—Bien... debo ir a la comisaría, volveré a para el almuerzo. –Derek y Stiles se queda en el sillón, ambos mirando el suelo sin decir nada.