Stiles estaba agotada, Eli tenía tres meses y, si bien era un bebé tranquilo, absorbía toda su energía. Se sentía varada en ese punto de su vida. La doctora O'Malley, o Heather, se volvió una buena amiga y confidente de Stiles, tenía 32 años y era un gran apoyo para la joven y el bebé Eli la quería mucho. Ese día Heather le había obligado a salir a una cafetería con Eli.

          —Debes decirle a su padre, que te ayude en algo... –Eli balbucea molestó en brazos de Stiles y ella ríe.

          —parece que Eli no está de acuerdo –la joven besa la mejilla del bebé con cariño, ella podía decir que amaba al niño con todo su corazón pero había días que le dolía verlo– pero consideraré tu consejo.

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          Stiles llegó llorando a su pequeño departamento con Eli dormido en sus brazos, su jefe prácticamente le dijo que se deshiciera de su bebé porque el cuidarlo le impide avanzar. Le dio una semana libre para decidir, su bebé o su carrera.

          Stiles colocó a Eli en su cama y empezó a armar su equipaje, junto toda la ropa que tenía de Eli, sus juguetes y todas sus cosas. Su padre entendería la situación y podría ayudarla, ella vería a Eli cada mes y podría progresar. Con las cosas y Eli en brazo toma el primer vuelo a Beacon Hills que encontró en la noche, llegó a su pueblo de origen alrededor de las 4 am.

          Cuando revisó su cartera se dio cuenta que no tenía dinero para el taxi. Maldijo en su mente, y camina con su hijo y equipaje a cuestas. Mientras más se adentraba al pueblo más dudaba. Se quedó en una parada de buses, sacó una pluma y papel de su bolso y empezó a escribir.

          "Enserió lamento hacer esto, el es Eli, tuve un embarazo criptico... ya sabes no tenía síntomas y demás, lo amo demasiado pero estoy asustada y cansada. En mi trabajo me dieron un ultimátum. Eli o mi carrera. No quiero dejarlo en manos desconocidas, pero tampoco puedo dejárselo a mi padre, ya es bastante mayor para esto, quisiera poder verlo siempre pero volveré cuando sea el momento. Te confío a nuestro hijo Derek, con todo el dolor de mi corazón. Psdta, tiene tres meses, nació el 15 de junio"

          Stiles se dirige hasta la residencia Hale, Eli sigue durmiendo como nada malo estuviese sucediendo y a ella se le rompe el corazón dejarlo así, ni siquiera tuvo el valor para hablar con Derek desde su última llamada.

          Cuando llegan todo se ve igual, el hogar Hale se ve arruinado, baja el porta bebés y coloca a Eli bien abrigado en el, besa su frente mientras sus lágrimas corren por su mejillas.

          —Te amo mi bebé, pero no puedo seguir cuidando de ti.

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          Derek se despierta a las 5 am para poder ejercitarse, pero al bajar las escaleras percibe un olor parecido al de Stiles. Siguiendo el olor llega a la puerta de entrada, su corazón se aceleró por un momento antes de abrir la puerta.

          No se esperaba lo que encontró al abrir la puerta, un bebé estaba frente a su puerta, durmiendo abrazando un peluche en forma de zanahoria, junto al porta bebés había una pañalera que parecíaestar repleta. También había un trozo de papel junto a él, con cuidado de no despertar al pequeño lo tomó. Inmediatamente percibió el olor de Stiles en el.

          Su corazón pareció romperse al leer la nota que tenía en manos, tenían un hijo y él no se enteró. Un enojo y tristeza lo invadieron. De repente en medio de toda esa situación el pequeño despertó, miraba a su alrededor y cuando lo vio empezó a llorar desconsoladamente. Balbuceaba cosas inentendibles para él, pero su instinto protector reconoció al pequeño y con mucho cuidado lo recogió.

          —Shh... papá está aquí... –Derek mecía al bebé con una torpe delicadeza. Eli agarra un puñado de la camiseta de Derek y sostiene con fuerza mientras hipa y solloza levemente, ya más calmado.

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Salto de tiempo
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        Derek suspira al ver a su pequeño hijo preparado para su primer día en el jardín de niños. Estaba de brazos cruzados sentado en su cama.

          —Ño... –Derek había adquirido una casa en el lado de los suburbios, porque reconocía que la casa Hale no era el mejor lugar de crianza para un pequeño como Eli.

          —Eli, tienes que ir, vas a hacer amigos –Derek suspira mientras ata los cordones de su cría.

          —Ño quieyo –la voz infantil era adorable, pero el tono testarudo era irritante.

          —Te llevaré al cine a ver la nueva película de super héroes –dice Derek y, ocultando su satisfacción, ve como los ojos del castaño brillan con emoción.

          —Vamos papi, no hay que llegal taide –el niño se endereza de un salto y toma la mano de su padre para que lo acompañe afuera. Derek sonríe antes de seguir a su hijo.

          Derek colocó a Eli su mochila con forma de perrito, que dentro tenía su merienda. Eli estiró sus manitas a su padre mientras hacía un puchero con los labios.

          Sabía como manipular a su padre. Derek cedió y tomó al pequeño de cinco años en brazos.

          —Payeces un oso –dice Eli mientras Derek avanza para salir de la casa– edes muy peludo, yo quiedo sel como tú.

          Derek beso la cabecita de si hijo; siempre creyó que los niños eran una peste insoportable, pero Eli cambio esa idea y lo amaba demasiado, era un niño fácil de querer, muy adorable, siempre con una sonrisa, sus hoyuelos marcándose con cada gesto que hace y lo inteligente que era para su edad sin dejar de ser inocente. A veces no podía creer que un niño tan bueno pudiese ser su hijo.

          —¡Shediff! –Derek ve al Sheriff Stilinski pasar cerca suyo y siempre se pone nervioso de que pueda notar alguna similitud de Stiles y Eli.

          —Buen día Eli, Derek... ¿primer día? –Derek suspira y asiente– te deseo suerte, yo solo puede convencer a Stiles de ir si lla llevaba al cine...

          El Sheriff ríe y se marcha poco después. Derek suspira aliviado por la poca interacción de Eli y el Sheriff hasta ahora, poder evitar la catastrófica realidad era un alivio hasta el momento.

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N/a: Así imagino a Derek y Eli en su primer día más o menos.