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Capítulo 042

—Creí que Hanna te lo había dicho.

No, no me ha dicho nada. Esa niña... —su madre suspiró. Taehyung pudo escucharlo mediante la llamada—. Pero está bien, cariño. Mándame foto cuando estén en el agua.

—Sí, claro...

Taehyung, sé que estás siendo sarcástico en este momento —regañó ella, y Taehyung no pudo evitar reír—. Quiero ver. No seas malvado con tu madre.

—Yah. Prometo mandarte alguna foto. Ahora debo irme, mi clase comenzará en cinco minutos.

Y no es que fuera una mentira. Varios de los estudiantes comenzaban a dispersarse en el pasillo, camino a sus salones.

Está bien. Suerte, y mándale saludos a tus amigos, y a Jungkook, por supuesto.

Taehyung se sonrojó. Aun no estaba muy acostumbrado a que su familia supiera al respecto, sobre todo porque conocerían de alguna manera su lado más cursi. Eso no le gustaba en lo absoluto; se sentía avergonzado.

Y a ver si un día de estos viene a casa a cenar —siguió Amalia—. Dile que está invitado.

—Bebé —una tercera voz se hizo presente, siendo Jungkook el propietario, abrazándole desde atrás. Pronto, se posó frente a él, sin dejar de acariciar su cintura—. Oh, lo siento. —se disculpó al notar el celular en su otra mano.

¿Es Jungkook?

—No, mamá, es otro chico que me dice "bebé" —rodó los ojos, sus mejillas probablemente más rojas que antes, notando la ceja alzada de su novio frente a él—. Um, sí, es él.

Maravilloso. Invítalo ahora.

Taehyung tragó saliva.

—¿A-Ahora?

Su madre emitió un pequeño zumbido en afirmación.

Jungkook, ajeno a todo, hizo una pequeña seña con las manos, informándole que iría a la cafetería para no interrumpir la llamada con su madre. Sin esperar alguna respuesta, dio media vuelta, alejándose.

—Oh, es una pena, justo debe irse. —inventó Taehyung, oportunamente.

Jungkook detuvo su caminar al escuchar eso. Volteó la cabeza y observó a su novio con el ceño fruncido, más que confundido. ¿Su lindo novio estaba evitando decirle algo?

Kim Taehyung —regañó ella nuevamente—. No sé por qué tienes tanto miedo de presentarnos a Jungkook, pero lo invitas ahora mismo. Tú ya has ido a su hogar y conociste a sus padres. Es justo que ahora él nos conozca a nosotros. Anda.

Taehyung tragó saliva nuevamente y elevó sus ojos hasta Jungkook, quien estaba a punto de seguir con su camino para definitivamente darle privacidad. Sin embargo, Taehyung se acercó hasta sostener su brazo suavemente, antes de que se fuera.

—Um, Kook. Mamá quiere que vayas a casa para cenar uno de estos días...

Jungkook se tensó, abriendo más los ojos ante la repentina información. ¿Su suegra deseaba conocerlo?

—Ah... Oh, sí —asintió con palabras atropelladas, no queriendo tardar en responder cuando la madre de su novio estaba escuchando—. M-Me encantaría. —sinceró, a pesar de sentirse nervioso desde ya.

Dile que este mismo sábado está invitado —dijo ella con entusiasmo tras escucharlo—. Ahora sí, cariño, no te robo más tiempo. Suerte en tus clases y diviértete con tus amigos.

Escuchando sus besos a través del móvil, Taehyung se despidió fugazmente y colgó, guardando su celular. Tan pronto como miró a Jungkook, este besó su mejilla dulcemente.

—Así que, ¿cena con tu familia? —Jungkook preguntó, y ambos comenzaron a caminar rumbo al salón de Taehyung.

—Sí... Este sábado. ¿Puedes?

—Por supuesto que puedo, hermoso. Pero no te prometo estar vivo para entonces.

Taehyung rió, comprendiendo fácilmente su nerviosismo. Él se sintió igual cuando esa vez, tan repentinamente, tuvo que conocer a los padres de su novio.

—Ellos te amarán, así que no tienes de qué preocuparte. —restó Taehyung, justo cuando la campana que daba por finalizado el receso sonó.

—¿Sí? ¿Incluso ese chico... Minjae?

Taehyung le miró con confusión tallada en sus facciones.

—¿Por qué no te querría?

Jungkook sonrió.

—Tal vez porque compliqué sus posibilidades de casarse contigo... —bromeó.

—Oh, cállate —Taehyung carcajeó, observando la sonrisa de su novio mientras sujetaba su cintura con ambos brazos, deteniéndolos en medio del pasillo porque estaban demasiado cerca de tener que separarse por dos horas hasta el próximo descanso—. Te adorarán. Incluso él a pesar de que le hayas quitado a su prometido. —decidió también jugar, enganchando sus manos alrededor del cuello de Jungkook.

Jungkook dejó de reír, cambiando bruscamente a una mueca seria. Lo apretó contra su cuerpo, robándole un corto beso.

—Ya no me parece divertido si lo dices tan serio.

Taehyung rodó lo ojos.

—Sabes que es mi hermanastro oséase, mi hermano. Sólo jugaba.

Jungkook sonrió.

—Lo sé. Y aunque no fuese tu hermano, seguiría sin tener posibilidades, ¿cierto?

Taehyung le miró fijamente por un momento. Había algo extraño respecto a su tono, como si viniera desde otra parte más que por simple juego entre ambos.

Taehyung lo entendió casi al instante.

—Oh, por Dios. ¿Estás celoso de mi hermano?

Lo confirmó cuando Jungkook borró progresivamente su sonrisa, boqueando constantemente en busca de algo para decir. Para excusarse.

Taehyung abrió la boca levemente por la sorpresa, soltándose de su novio, con una expresión incrédula en toda su extensión.

—¿Es en serio?

Taehyung no podía creerlo.

Jungkook no supo responder.

—¡Taehyung! —Jungkook llamó cuando este se encaminó hacia su salón.

—No voy a tener esta charla contigo —Taehyung declaró, negando con la cabeza—. ¡Es mi hermanastro!

—¡Lo sé! P-Pero...

Taehyung le miró, a un centímetro de entrar al aula, dándole una oportunidad para explicarse.

—Si él no fuera tu hermanastro...

Taehyung chilló, deteniendo cualquier otra palabra cuando supo que no tenía reparo, entrando sin más a su salón, con su novio pisándole los talones y dándoles, sin realmente quererlo, un divertido espectáculo a quienes presenciaban la extraña mini discusión.

***

Ese día, el sol brillaba en lo alto, apuntando sus rayos ultravioletas orgullosamente, otorgándole una brisa veraniega que avisaba la llegada imperiosa de la estación más esperada por algunos; el verano.

A pesar de no ser la estación favorita de nuestros protagonistas, ambos estaban emocionados por ese día en particular, ya que, junto a sus amigos, decidieron pasar la tarde en el hogar de Jungkook, quien contaba con un pool en la zona baja de su casa/mansión. Hacía bastante calor y querían aprovechar la ocasión todos juntos.

—Entonces, apenas acabe la jornada nos encontramos en la puerta del instituto. —corroboró Yoongi. Los siete se hallaban en una mesa de la cafetería, compartiendo el último receso del día.

—Pero por favor, esperenme si no estoy ahí
—Jisoo pidió con ojos de cachorro—. Mi hermana debe traer mis cosas.

—¿Cómo nos iríamos sin ti?

—Una vez se fueron del centro comercial cuando yo aun estaba en el baño...

—¿En serio? —Tzuyu preguntó, mirando a la chica bastante consternada.

Jisoo asintió, adoptando una pose triste para enfatizar su punto.

Taehyung rodó los ojos.

—No es cierto. Ella desapareció de la nada y bromeó por mensaje diciendo que se había ido a casa.

—¡Exacto! Era una broma y aun así...

—¿Por qué sabríamos nosotros que estabas bromeando? —Yoongi rió con confusión—. ¿Somos adivinos ahora?

Jisoo bufó, cruzándose de brazos.

—Ya hemos tenido esta conversación, Jis. Cambia esa cara y mejor hablemos sobre lo que haremos hoy. —Taehyung pidió para detener el tema.

—¡Cierto! —y como lo supuso, pronto la felicidad de Jisoo volvió consigo, observando emocionada a sus amigos.

—Bueno, ¿alguno de aquí es vegano? —Jungkook dudó para empezar, preguntándole principalmente a los amigos de su novio que, bueno, ahora también eran los suyos.

—Ninguno lo es. Para decepción de todos. —Taehyung negó.

—Cállate. Bien podrías serlo tú. —Yoongi tiró, alzando su mentón.

—Está bien, entonces podemos preparar algo en la parrilla —Jungkook siguió tras su confirmación—. ¿Qué les parece?

—¡Sí! —Jisoo asintió—. Ya me dio hambre.

—¿Necesitamos ir de compras primero?

Jungkook negó.

—En mi casa tengo todo lo necesario.

—Las personas millonarias no suelen ir de compras, Yoongi. Duh. —Jisoo dijo con obviedad. Jungkook se sonrojó, un poco avergonzado.

La campana sonó, avisando que debían ir a las últimas clases del día.

—Entonces reunámonos en la salida y ya. Jungkook, ¿vives relativamente cerca o lejos? —Jimin preguntó, levantándose de su asiento al igual que los demás.

—Cerca. En veinte minutos a pie estaremos allí.

Con todo ya previamente dicho, se encaminaron por el pasillo juntos, hasta que tuvieron que desviarse para llegar a sus respectivos salones. Dowoon y Tzuyu subieron las escaleras y, sin embargo, Jungkook no soltó a Taehyung y siguió junto a ellos.

—Sabes, Taehyung no se perderá. —Yoongi bromeó, volteando a ellos por un segundo.

Jisoo soltó una risita.

Jungkook se sonrojó otra vez, apretando la mano que sujetaba la cadera de su novio. No estaba tan acostumbrado a hablar con ellos, y ciertamente deseaba caerles bien, así que estaba más avergonzado de lo normal.

—Puedes ir a tu salón ya... si quieres. —Taehyung murmuró, solo para que él pudiera escucharle.

Jungkook le miró.

—No —negó, y picoteó sus labios—. Quiero estar contigo hasta que me vea obligado a irme. Eso pasará cuando lleguemos a tu salón —bromeó. Taehyung rió, devolviéndole el beso en los labios dulcemente—. ¿No te molesta?

—Para nada. —negó, tocando su barbilla suavemente.

***

—Yoon —llamó Taehyung, y cuando este le observó, notó que tenía su celular elevado para un selfie—. Es para mamá. —aclaró, y Yoongi sonrió para posar, levantando el dedo pulgar. Taehyung sacó la foto donde ambos aparecían y se lo envío a su madre.

Ya se hallaban en la casa de Jungkook, turnándose para cambiarse en el baño de la planta baja. Habían más baños en la estancia, pero probablemente estaban en el piso de arriba y les daba pereza subir escaleras, además de que preferían no invadir demasiado el espacio del hogar, a pesar de que Jungkook les aclaró cien veces que podían sentirse cómodos y usar lo que quisieran.

Jimin salió un momento después, con su traje de baño puesto y el torso desnudo. La toalla colgaba sobre su brazo. Taehyung fue el siguiente en adentrarse al espacioso baño. Los demás chicos ya estaban listos en el patio trasero, con Jungkook, Tzuyu y Dowoon encargándose de la parrilla, y Jisoo cortando un par de verduras en la mesada que yacía también allí.

Poco después, tras colocarse protector solar, Taehyung se observó frente al espejo con su traje de baño puesto; era de un tono azul mar. Le gustaba cómo le quedaba, sin embargo, le daba un poco de pena tener el torso desnudo y sus piernas descubiertas, sobre todo porque, a pesar de su seguridad constante, de algún modo le daba miedo que a Jungkook no le pareciera realmente atractivo.

No obstante, tan pronto como ese pensamiento llegó a la cabeza de Taehyung de forma impertinente, lo arrolló. Su ceño se frunció. ¿Parecerle atractivo a alguien? Taehyung jamás fue ese tipo de personas. Le importaba muy poco lo que opinasen de él o su cuerpo. Si a él le gustaba, entonces ¿Por qué tendría que interesarle gustarle a otras personas a posta? Sí, le parecía lógico desear parecerle bonito a su novio, pero jamás permitiría que se convirtiera en una inseguridad. Taehyung sabía que, si Jungkook lo amaba tanto como siempre adulaba, entonces le parecería bonito sin importar qué. Y apreciaba creer que así era.

Apartando ese pensamiento de su mente por completo, Taehyung le sonrió a su reflejo suavemente, porque de verdad le agradaba cómo lucía, y con ese bonito sentimiento cálido resguardado en su pecho, salió del baño, más seguro de sí mismo que previos minutos antes.

Yoongi ingresó ulterior a él, y Taehyung caminó al exterior con su toalla blanca en mano. La depositó en una de las sillas de la gran mesa que acompañaba al mobiliario del hogar, y fijó su atención en sus amigos. Jimin y Tzuyu estaban frente a la piscina soltando un par de carcajadas, compartiendo un momento divertido donde se retaban a lanzarse al agua sin más. Por otro lado, Jisoo continuaba preparando lo que parecía ser una ensalada de col, echando la característica salsa de soja al recipiente con variedad de verduras en ella. Y por último, pero no menos importante —por Dios, posiblemente fue lo más atrayente que sus orbes percibieron alguna vez—, trasladó su vista hacia la parrillada, donde yacían Dowoon y Jungkook conversando, ambos en traje de baño. Jungkook portaba un bañador rojo y unos lentes de sol sobre su rostro, dándole ese toque tan atractivo que le hacía babear. Sin contar que su torso permanecía desnudo, con sus abdominales de infarto mostrándose al sol.

Taehyung nunca fue de admirar vigorosamente a los hombres, y no porque no le gustasen —al contrario—, simplemente no le atraía en absoluto la idea de quedarse viéndolos. Incluso si un chico increíblemente atractivo se posaba frente a él, jamás tuvo ese tipo de deseos por admirar la belleza de otros de ese modo. Pero ahora, con Jungkook situado a unos pocos metros de él, viéndose tan condenadamente encantador y sexy, pensaba que sólo no se había embelesado realmente por alguien. Lo que sentía por Jungkook sobrepasaba todo lo que alguna vez creyó que era. Sólo deseaba ir y comérselo a besos enteramente, y pasear sus inquietas manos por todo su formidable físico.

Cuando los ojos de Jungkook se clavaron en los suyos incluso a través de los lentes de sol, una sonrisa —cuyo único objetivo, parecía ser hacerlo más atractivo que cualquier otro ser que haya pisado la Tierra— apareció en su rostro. Taehyung decidió reaccionar, moviéndose nervioso en dirección a la piscina con los ojos de Jungkook sobre él en todo el trayecto.

Llegó al borde y volteó a su novio, observando el preciso momento donde mordía su labio inferior suavemente antes de otorgarle otra hermosa sonrisa. Taehyung la correspondió y volvió su vista a Jimin y Tzuyu, quienes ya se habían sumergido al agua.

—¡Taehyungie! ¡Métete! El agua está muy agradable. —Jimin expresó con una sonrisa al tan sólo verle, mirándole desde abajo.

—¿Sí? —preguntó, sólo para desvanecer la sensación de nerviosismo de su cuerpo. Dios, definitivamente, en cualquier situación parecida, su novio siempre le pondría ansioso. Necesitaba despejarse antes de pensar en cosas indebidas.

Sólo es Jungkook en traje de baño, contrólate. Quiso dispersar cualquier pensamiento ocurrente.

—¡Sí! Ven. —pidió Jimin, optando por pucherear y juntar sus manos, mirándole con ojos de cachorro.

Taehyung rió. Se veía adorable.

—Quiero ayudar a Jis antes. En un momento entro.

—¡Traidor! —manifestó Jimin cuando dio media vuelta rumbo a la mesada donde Jisoo se hallaba.

—¡Sólo soy un buen amigo, no como otros! —burló sin una pizca de ofensa real. Jimin intentó salpicarle pero ya estaba lo suficientemente lejos como para que el agua no le alcanzara.

Taehyung se acercó a su amiga, ojeando brevemente a su novio mientras caminaba, y se sorprendió al coincidir con sus ojos de nuevo. Jungkook no quería perderse de ningún sólo movimiento suyo, eso estaba claro. Por ello, Taehyung decidió que además de sonrojarse, asímismo podía coquetear un poco, por lo que le lanzó un beso y un guiño de ojo más discreto. Jungkook evidentemente lo notó, por lo que, alzando una ceja y lamiendo sus labios nuevamente, le hizo una seña con la mano para que se acercara.

Sin embargo, el silbido repentino que Jisoo produjo cuando se aproximó a ella, le hizo apartar los ojos de Jungkook y observarla.

—¿Cuántas veces te he visto en traje de baño? ¿Una? ¿Dos?

—Una —corroboró Taehyung con una sonrisa, posándose a su lado—. He venido a ayudarte.

—Tan gentil —suspiró Jisoo con encanto—. Pero no es necesario, ya terminé —señaló, vertiendo otro poco de sal—. Sólo lo pondré en el refrigerador mientras esperamos por la carne asada.

Justo cuando Taehyung estaba por ofrecerse para llevarla él mismo, Yoongi salió por la puerta corrediza de cristal, con una botella de agua fría en las manos, tres vasos de plástico y su celular. Jisoo por el contrario, con el despiste de su amigo, caminó hasta meterse a la casa con el gran recipiente de ensalada.

—Creo que somos más de tres... —Taehyung dudó cuando Yoongi se colocó a su lado, dejando las cosas en la mesada y los tres vasos puestos uno encima del otro—. ¿Te entrometiste en la cocina?

—No, saqué el agua del inodoro —negó con la cabeza, destapando la botella para servirse un poco de agua fresca—. Desde la escuela me estoy deshidratando.

Taehyung rió cuando Yoongi bebió el agua como si fuera la última gota en el desierto.

—No quería tomar diez vasos de la cocina —explicó ante su anterior acusación silenciosa tras terminar de consumir el líquido—. Soy un chico penoso, ¿sabes?

—Claro... por eso ingresaste con total libertad a la cocina.

Yoongi pellizcó sus costillas, adulando que Jungkook les había dado permiso para hacer lo que quisieran. Ambos compartieron una pequeña charla mientras Taehyung bebía un poco de agua.

—Amigo, babea hacia otro lado que empaparás la carne. —bromeó Dowoon, observando a Jungkook completamente maravillado e inmerso en la presencia de Taehyung a pocos metros de ellos.

Jungkook sonrió, sin despegar sus brillantes orbes de Taehyung en ningún momento. Parecía un imán, y Jungkook un simple objeto metálico queriendo adherirse al cosmos tan especial y adictivo de Taehyung.

—Dowoon, ¿recuerdas esa charla que tuvimos meses atrás cuando quería descubrir el nombre de Tae?

—Um... ¿Donde estabas desesperado por saberlo? Y nos tuvimos que meter a la oficina del director... —un escalofrío recorrió al chico—. De milagro jamás se enteraron de eso.

—¿Recuerdas lo que dije en una de esas charlas? —preguntó, ignorando lo que mencionó Dowoon.

—Hablas mucho sobre él, amigo —objetó él, mirándole—, que esperes que recuerde cada una de tus palabras me parece...

—Bueno... —detuvo Jungkook en interrupción— una vez dije que encontraría la forma de caminar de la mano con él, y ustedes dirían que me lo tenía merecido por lo que hice para conseguir su nombre. ¿No es curioso? Míralo —señaló, sin apartar sus resplandecientes y abundantes ojos en amor y admiración de Taehyung—. Tan hermoso. Y es mi novio. A veces aún no puedo creer que lo sea...

—Ow, no, ya te pondrás cursi —Dowoon gimió en frustración. La cantidad de veces que hablaron de Taehyung en los últimos meses era sorprendente. Sus pijamadas constaban de largas y largas charlas sobre lo enamorado que Jungkook se encontraba y cuan impresionante era Taehyung y su relación en sí (además de también hablar por horas sobre los pequeños romances fallidos de Dowoon y Tzuyu). Y era aún más sorprendente observar a su mejor amigo, que no quería ningún tipo de relación sentimental un año atrás, tan en el fondo después de simplemente ser consciente de un chico pocos meses después. Era adorable honestamente. Ambos lo eran. Dowoon los envidiaba un poco, aunque jamás lo admitiría frente a Jungkook—. ¡Taehyung, ven rápido! —chilló, y Jungkook comenzó a reír.

Taehyung levantó la vista hacia los dos chicos postrados a un lado de la parrillada con carne que se asaba lentamente sobre las brasas, cada uno con una lata de cerveza en la mano. Dowoon le hizo un par de señas para que se acercara, y fue suficiente con observar a su chico reír para querer aproximarse hacia ellos.

¿Por qué se tenía que ver tan atractivo simplemente al reírse?

Taehyung mordió su labio inferior luego de decirle a Yoongi que iría a ver qué tal. Se encaminó hacia Dowoon y Jungkook, quien dejó de reír para apreciarle mientras se acercaba a ellos.

—¿Qué haces con una cerveza en la mano? —sermoneó Taehyung, llegando frente a ellos segundos después. Jungkook esperaba un profundo beso de bienvenida tras los (en realidad pocos) minutos en los que estuvieron alejados, pero Taehyung estaba con los brazos cruzados, mirándole con reproche fingido.

—Oh, ¿no hay siquiera un pequeño beso para tu pobre novio? —Jungkook expresó con dolor, abultando su labio inferior.

Dowoon lanzó una pequeña risa antes de alejarse hacia la mesa donde Yoongi estaba para ofrecerle una lata y, además, escapar de la parejita que próximamente se pondría empalagosa.

—¿No te gusta la cerveza, amorcito? Prueba. —alzó la lata frente a él, y Taehyung arqueó una ceja.

—Déjala en la mesa. —señaló Taehyung a la superficie tras su novio.

Sin rechistar en absoluto, Jungkook volteó ligeramente su cuerpo para apoyar la lata en la mesa, volviendo a su posición inicial un segundo después.

Taehyung sonrió, acercándose a él para darle un pequeño beso en la comisura de sus labios.

Jungkook rodeó su cintura rápidamente, sintiéndose dichoso al poder tener contacto con su tersa piel desnuda, mirándole con una media sonrisa en el rostro.

—¿Eso es todo lo que me darás, precioso? Y yo que te extrañé tanto. Por favor... —frunció sus labios a su dirección, esperando pacientemente por una unión más estrecha que esa.

Taehyung rió tenuemente, rodeando su cuello con gusto, sintiendo sus torsos tocándose mutuamente. Le concedió un pequeño toque de labios, dándole un pico casi imperceptible. Jungkook puchereó.

—No te conformas con nada, Kook. —reprendió Taehyung en broma, negando con la cabeza.

Jungkook lo apretó más contra su pecho, acariciando suavemente su cintura con sus dóciles dedos. Taehyung se estremeció por lo tan cuidadoso que era para acariciarlo.

Jungkook tenía que culpar infinitamente a las hormonas y a lo hermoso que era su novio, porque probablemente no podría alejarse de él ni un segundo —como siempre— y, además, sentiría la necesidad de tener que tocarlo constantemente como ya estaba surgiendo en cada fibra de su ser. Pocas veces podía tener el privilegio de tocar su piel sin una prenda de ropa encima, así que estaba enloqueciendo muy lentamente por ahora tener la oportunidad. No es que quisiera comportarse como un precoz cada vez que pudiera admirar el físico de su chico, pero lo amaba tanto como también ansiaba por tocarlo más allá de lo que siempre se les permitía. Taehyung traspasaba cada punto sensible suyo. Desde el más vulnerable y cálido al más excitante y caliente.

Un segundo después, Jungkook se inclinó ligeramente para susurrar sobre su oreja.

—No sabes todos los pensamientos que haces que lleguen a mi cabeza...

La respiración de Taehyung quedó atascada en su garganta, perdiendo el aliento fácilmente tras las palabras tan insinuantes y repentinas de su novio.

—Jungkook...

Jungkook sólo respondió otorgándole un húmedo beso a la dermis de sus clavículas. Taehyung sufrió de un escalofrío en su espina dorsal.

—¿Quieres que vayamos al agua, hermoso? —murmuró Jungkook encima de su piel, irguiéndose para observar a Taehyung—. Hace calor, ¿no?

Y mucho. Taehyung suspiró para enterrar ligeramente sus deseos. Acarició el cabello de su novio antes de asentir, dándole un beso a sus finos y hermosos labios que tanto le llamaban.

—Espero que te comportes.

—Pero si yo siempre me comporto... —Jungkook dijo con una sonrisa, sin poder detenerse de acariciar la espalda de su chico. Amaba tocarlo de por sí, así que tenerlo ahí, pegado a su torso, provocaba que sus dedos cosquillearan inquietos por acariciar cada recóndita parte.

—Sí, claro —sonrió, abrazándole para atrapar la lata que yacía tras su novio, en la mesa. Se alejó ligeramente de él y se la entregó. Jungkook le miró con ojos encorazonados antes de aceptar y sostenerlo, tomando un pequeño trago—. Te ves muy atractivo, ¿sabías? No puedo contenerme. —Taehyung enrojeció tras su confesión, pero no declinó, sino que, al poder posarse un poco de lado al tener tan sólo una mano en su cintura, le dejó la oportunidad de poder tocar sus abdominales, cosa que no desperdició en absoluto, paseando sus dedos suavemente por su estómago marcado. Amaba sus músculos. Si al Taehyung de un año atrás le dijeran que un chico y sus abdominales le tendrían babeando se reiría por días enteros ante las ocurrencias de esa persona. Pero ahí estaba.

Jungkook dejó la lata en la mesa nuevamente para no sufrir de un nuevo atragantamiento con el líquido, e infló el pecho, orgulloso de su físico y, por supuesto, más orgulloso de que su novio estuviera tan fascinado por ello.

—Son todos tuyos. —susurró nuevamente. Taehyung mordió su labio inferior, apartando la mano para sostener su rostro y darle un beso más firme y sólido. Jungkook se sorprendió pero no dudó en corresponderlo.

Pronto, el viroteo de sus amigos se hizo presente, lo que les hizo detenerse antes de que cualquier cosa se desatara. Ambos se rieron observando a los chicos en la piscina, un poco avergonzados —sobre todo Taehyung.

—¿Se convertirá esto en un video porno inesperado? —Jisoo preguntó al aire, haciendo reír al grupo.

La pareja se acercó al borde luego de que Jungkook le echara un vistazo a la carne, dispuestos a pasar una divertida tarde con el grupo de amigos que se vinculaban cada vez un poco más.

Pueeede que en el siguiente capítulo pase lo que tantos esperan, ejem. Pero no sé todavía, así que no se ilusionen.

Por cierto, "papi" está siendo subida nuevamente en mi perfil. Espero que le den una oportunidad quienes jamás la han leído y quienes sí, bueno, por si les interesa, está de vuelta. <3

Gracias por leer. Nos vemos. ♡

-fcksign.

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