Capítulo 036
Para Jungkook, el domingo pasó como el mismísimo infierno en la tierra, si es que se le permitía ser extremista (aunque para él, no lo era en absoluto).
Fue como permanecer todo el tiempo en el borde de un abismo, esperando. Aguardando por un mensaje, una llamada, una señal de humo, lo que fuera.
Pero jamás llegó.
Jungkook pasó todo su domingo con los ojos rojos, brillantes e hinchados. Agradecía que sus padres no estuviesen ese día en su mayoría, porque sino probablemente en la hora de las comidas, hubiesen notado algo extraño en él, y no le gustaba preocuparlos, mucho menos cuando tenían tanto trabajo encima.
Ese día no se decidía. Deseaba con todas sus fuerzas recibir un mensaje de Taehyung, demasiado asustado como para hacerlo él mismo porque, si se le permitía tener el beneficio de la duda, ¿qué haría si al hablarle, Taehyung le dijera que lo mejor era terminar su relación? Y en su defecto, que Taehyung, sin más, le enviase un mensaje diciéndole lo mismo. Jungkook tuvo esa idea paseándose durante todo el día en su cabeza, y es por eso que se sintió en un abismo constante.
Se la pasó en su celular, expectante a que le llegara un mensaje de Taehyung, pero también jodidamente asustado por recibirlo.
Cuando no hubo rastros de Taehyung en todo su día, se permitió a sí mismo llorar por varias cosas. Primero, porque se arrepentía muchísimo de las palabras que había soltado en uno de sus puntos más altos de cólera, todo porque se había puesto ridículamente celoso al ver a Taehyung con otro tipo, y más si estaban sus inseguridades de por medio ante la mentira. Segundo; porque Taehyung no se había contactado con él y no había sabido de él. Tercero y último, pero no menos importante, se dijo a sí mismo que estaba bien sentirse feliz por no recibir un mensaje de ruptura. Así que, estuvo llorando bordeado de felicidad y tristeza, aunque predominando este último, por supuesto.
Se tiró sobre su cómoda a enterrar el rostro y llorar —al parecer no le bastaba a su propia cabeza haberlo hecho durante todo el día— por esas tres cosas y unas cuantas más relacionadas principalmente con su novio. Porque seguía siendo su novio. Jungkook se aseguraba de no pensar lo contrario, porque sería muchísimo peor para su ahora estabilidad emocional.
Le dolía la cabeza y se sentía miserable. Ni siquiera se había bañado, y tampoco contestó los mensajes de sus amigos, tanto preguntando a dónde se había ido la noche anterior, como cuestionando por qué no respondía los mensajes, preocupados por si estaba bien. Se aseguró de mandarle un corto "bien" a Dowoon para que pudiera comunicar mundialmente que estaba vivo, al menos. Pero de ahí, solo podía permanecer estancado en un solo chat.
Desenterró su rostro lloroso, prendiendo su celular con la huella digital, apareciendo directamente en su chat con Taehyung.
Olfateó, decidiendo ser masoquista otra vez, leyendo lo último que compartieron ayer por la tarde-noche, antes de la fiesta en el club.
Enfocó sus ojos acuosos, deslizando su dedo por la pantalla mientras leía.
Taehyung: no, tienes que ir, le dijiste a tus amigos que irías
Jungkook: nooo bebé, sera aburrido sin ti
Taehyung: claro que no, irán ellos
Jungkook: aun así
Jungkook: voy a tu casa y vemos una peli, si?????
Taehyung: no-uh
Taehyung: lo tengo, lee
Taehyung: si en algún momento te sientes aburrido de verdad, entonces me hablas por aquí, y vendré como si fuera el último día en la tierra
Jungkook lloró un poco más. Siempre lo hacía con ese mensaje en particular.
Taehyung: trato?
Jungkook: nooo, yo quiero que estes allá conmigo :(
Taehyung: bebé kook >:(
Taehyung: verás que no será aburrido en absoluto
Taehyung: además, tal vez al final te lleves una sorpresa y en realidad te guste
Jungkook: no no no no no
Jungkook: sera muy aburrido amor (perdon a mis amigos)
Taehyung: (perdon a mis amigos)
Jungkook sonrió ligeramente sin poder evitarlo, sintiendo cómo su pecho dolía y se presionaba sobre sí mismo.
Jungkook: hey, no te burles de mi
Taehyung: no me estoy burlando, bebé
Taehyung: y ya te dije, seguro y te llevas una sorpresa
Jungkook presionó su rostro contra el edredón otra vez, sin poder continuar con la lectura porque en ese mensaje, siempre se preguntaba por qué no había podido leer entre líneas. Era evidente que Taehyung se refería a él mismo. Él era la "sorpresa" de esa noche.
Jungkook pensó (después de leer ese mensaje con ojos llorosos), que a lo mejor, Taehyung tenía arreglado aparecer frente a él esa misma noche, pero más tarde, para que de ese modo, pudiera disfrutar de la compañía de sus amigos y luego la de él. Eso nunca lo sabría, o al menos no por ahora.
Terminó leyendo las mismas palabras una y otra vez, la pantalla iluminada a través de la oscuridad de su habitación cuando la noche se hizo presente, esperando, observando sus "en línea" y sus "última vez, hoy a las..." cuando se desconectaba, durmiéndose en el chat de su novio con las mejillas húmedas.
Sólo esperaba con todas sus fuerzas, que al día siguiente algo se solucionara. Incluso si para alguien parecía exagerado, no podía estar sin Taehyung, de eso estaba seguro.
***
—Tae...
Un susurro le hizo removerse sobre sus sábanas.
—Tae, cariño... —llamó ese susurro de nuevo. Taehyung identificó a su madre rápidamente—. ¿Quieres ir al colegio? ¿O te quedarás?
Taehyung abrió uno de sus ojos suavemente, intentando acostumbrarse a la tenue luz del día que se filtraba tras sus cortinas. Observó a Amalia, su madre, inclinándose sobre él, acariciando su cabello.
—¿Mhm? ¿Quieres quedarte, cielo?
Como era de esperarse, la mujer sabía que algo había pasado, después de todo Taehyung llegó llorando a casa el domingo por la madrugada. No preguntó directamente, ni siquiera sus hermanos lo hicieron al día siguiente, porque Taehyung se encerró todo el domingo, apareciendo solamente en las horas de comida con aspecto desaliñado y ojos cansados.
Fue honestamente preocupante porque ¿Quién llegaba llorando de un lugar al que inicialmente se iba para pasar un buen rato? Evidentemente algo había ocurrido. Hanna intentó hablar con él, pero Taehyung sólo negó con la cabeza, así que respetaron su espacio.
—Está bien si prefieres no ir. Una falta no dañará a nadie.
La voz de su madre sonaba tan suave, que Taehyung recordó incluso con el sueño encima la razón por la que quería pasar las próximas horas encerrado en su habitación.
Pero no podía faltar al instituto. ¿Y si explicaban algún tema nuevo? Taehyung no quería arriesgarse.
Negó con la cabeza lentamente, parpadeando hacia ella—. Iré.
—¿Seguro?
Taehyung olfateó, asintiendo.
Quince minutos después, una vez desayunando en la cocina, sus hermanos estaban encima suyo, abrazándole como si sus vidas dependieran de ello.
—Están- Mi uniforme. —advirtió Taehyung, devolviéndoles el abrazo.
—¡Quédate en casa! —Minjae dijo, separándose—. Nos quedaremos contigo y te daremos muchos mimos. ¿Aceptas?
—No.
—¿¡Por qué no!? —Hanna se inclinó hacia atrás, mirándole con el labio inferior abultado—. Deja de ser aplicado por tan solo un día, Kim Taehyung. Necesitas un descanso y mucho cariño por parte de tus hermanos.
—Y de tu mamá y yo. —Seung asintió, apoyándose en la encimera.
Taehyung sonrió un poco. Tenía una familia muy bonita—. No me estoy por morir, por Dios —aunque así se sentía, honestamente—. Estoy bien... Solo- Vamos al colegio. Llegaremos tarde.
Y veinte minutos después, sin haber podido convencerle, Taehyung salió del coche de su padrastro, observando el instituto como si fuera su primer día. Suspiró profundamente, y Seung le dijo que si por algún motivo deseaba irse del colegio, le enviara un mensaje y vendría a buscarle rápidamente. Ambos sabían que eso no pasaría, pero no estaba de más mencionarlo.
Taehyung sólo le sonrió, agitando la mano hacia su dirección, volteando para caminar por el sendero de la entrada.
Entró al establecimiento mordiendo su labio inferior. Había hablado brevemente con sus amigos el día anterior, así que tenían conocimiento de que su estado actual no era el mejor.
—Buenos días, Tae, ¿cómo te sientes? —fue lo primero que Yoongi preguntó tan pronto como se vieron. Jisoo a su lado le codeó, y Yoongi volteó a ella—. ¿Qué?
—Estoy bien. —Taehyung dijo, caminando junto a ellos hacia su casillero.
Jisoo comenzó a regañar a Yoongi desde atrás, y Taehyung fingió que no los escuchaba, abriendo su taquilla cuando llegaron.
—Tae. —alguien llamó y Taehyung volteó. Era Jimin, quien llegó entre la aglomeración de personas en el pasillo, haciéndose paso entre sus amigos hasta estrecharlo entre sus brazos.
—Jimin, estoy bien. —pese a sus palabras, le devolvió el abrazo, y Jisoo se ocupó de sus libros en su casillero, sacando los necesarios para que Taehyung no tuviera que hacerlo después.
—Lo sé. ¿No puedo querer darle un abrazo de oso a mi mejor amigo? —Jimin susurró, alzando a Taehyung cariñosamente. Taehyung rió, aferrándose a él hasta que sus pies tocaron el suelo.
Cuando se separó y Jisoo le tendió sus cosas, él le agradeció, y los cuatro comenzaron una charla trivial de cualquier otro tema, caminando tranquilamente hacia el salón.
No fue hasta el primer receso del día que sus ojos percibieron a Jungkook. Iba camino hacia la biblioteca junto a Yoongi, buscando un lugar tranquilo para conversar y distraerse cuando se topó con la cabellera azabache de Jungkook, quien abría su casillero con Tzuyu a su lado.
—¿No quieres hablar con él? —Yoongi murmuró a unos pasos de ellos—. Quiero decir...
—No. No es el momento, Yoonie. —negó Taehyung, notando cuando Tzuyu le advirtió a Jungkook de su presencia cercana, ya que volteó a su dirección tan pronto como su amiga le susurró. Taehyung fue quien desvió la mirada cuando se encontró con aquellos ojitos tristes y casados.
—Pero...
—No... No es el momento... —Taehyung repitió en un murmuro, sosteniendo el brazo de Yoongi, pasando de Jungkook sin volver a dirigirse a él, camino a la biblioteca.
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