Capítulo 027
Una semana después del ferviente beso que
compartieron, Taehyung se sentía un poco confundido.
Luego de aquel acontecimiento, los besos ya no eran cortos ni suaves, al contrario, eran tal y como el de hace unos días: fuertes y deseosos.
Y no lo malentiendan, no se estaba quejando, pero le mareaba la manera en que sucedían.
Le confundía porque definitivamente le gustaba. De hecho, siempre detestó aquellos gestos que veía a otras personas hacer; desaparecer al baño, en los pasillos donde nadie transitaba, o en caso contrario, donde cualquiera pudiera ver para besar a tu novio. Nunca fue entusiasta, pero ahora él los estaba viviendo y creando, y no estaba quejándose en lo absoluto. Le descolocaba de cierto modo.
No faltaba a clases, no, eso sería una catástrofe para Taehyung, pero últimamente llegaba tarde a varias por estar... En algún lugar besándose con su novio.
Le sorprendía incluso cuando él jalaba de Jungkook, cosa que al parecer ya se había hecho rutina.
Quizás las hormonas se habían dispersado finalmente, porque jamás deseó besar tanto a alguien como ahora.
Jeon Jungkook estaba cambiando su forma de ser en el instituto. Iba a enloquecer.
—Es inaceptable. —Taehyung dijo en un murmuro para sí mismo.
—Inaceptable el que no me saludes. —aquella voz le sobresaltó por el silencio antes presente en la biblioteca, así que levantó la mirada y Younghoon estaba allí, parado a unos metros de él.
Ese chico se había hecho... ¿Cómo decirle? ¿Su amigo? No lo consideraba un amigo en sí, más bien un ¿Compañero? Como sea, conoció a Younghoon en el campamento, ya que fueron compañeros en badminton, y unos pocos días después, intercambiaron un par de palabras en el pasillo. Nada realmente interesante, pero un compañero a fin de cuentas.
—Buenos días, Younghoon —saludó el castaño cortésmente, adentrándose más al lugar. Oportunamente para él, habían pocos estudiantes—. ¿Cómo estás? —preguntó distraídamente, buscando alguna mesa vacía.
—Bastante bien. ¿Y tú? ¿Apeteces de leer?
Taehyung le miró.
—Bien y sí. Un buen libro. —asintió levemente, mostrándole que en sus manos yacía "Orgullo y prejuicio".
—Un romántico encapuchado. No sabía que te gustaban ese tipo de libros. —sonrió, siguiendo a Taehyung cuando este se acercó a una mesa.
—Las apariencias engañan —sonrió, acomodándose en su lugar una vez se sentó—. Siéntate si quieres. —sugirió, y Younghoon no dudó en hacerlo, tomando lugar frente de él.
—¿Primera vez? —preguntó el rubio, refiriéndose a la leída, observando a Taehyung abrir la tapa del libro.
—Milésima vez.
Hubo un pequeño silencio, hasta que Younghoon repentinamente sostuvo la mano de Taehyung, posándola frente a él para verla más de cerca.
—Tienes una bonitas manos, son delicadas. —murmuró, acariciando el dorso suavemente.
—Ah, sí, gracias... —sonrió. No pudo evitar pensar cuando, en una de esas ocasiones donde acariciaba el rostro de su novio, Jungkook se lo había dicho, tan bajo y dulce que sintió su corazón saltar como esa vez, que en realidad pasó exactamente ayer, día domingo, cuando le invitó a salir a almorzar. Alejó su mano sutilmente y volvió al libro. Se preguntaba dónde estaría su novio, ya que había decidido escabullirse sabiendo que a Jungkook no le gustaba leer ni la biblioteca.
—Chico difícil. —murmuró Younghoon, divertido.
—Vendría mejor el término; chico con novio. —murmuró sonriendo, pasando de página.
En realidad eso iba más a juego, pero todo quedó en silencio y Taehyung levantó la mirada.
—Oh, yo... —Taehyung frunció el ceño mientras Younghoon hablaba— No sabía que tenías... Que tenías...
Su celular sonó interrumpiendo al muchacho, y Taehyung lo sostuvo entre sus manos, encendiendo la pantalla y bajando el panel de notificaciones, entrando al mensaje reciente.
Jungkook: mi amoooor
Jungkook: se puede saber por dónde estás??? te extraño, necesito tus abrazos
Sonrió inevitablemente, tecleando.
Taehyung: estoy en la biblioteca. tú dónde estás? deja que vaya por ti y comemos algo antes de entrar a otra clase, quieres?
—Tae —Younghoon llamó su atención, ocasionando que el nombrado elevara la mirada de su celular—. ¿Hace cuánto tienes novio? Recuerdo que, cuando te lo pregunté en el campamento, me habías dicho que no tenías. —ladeó ligeramente la cabeza, confundido.
Su pantalla brilló en otro mensaje, provocando que por instinto, descendiera la vista al aparato.
Jungkook: sii
Jungkook: te espero afuera bebé, sabes que no me gusta la biblioteca
Jungkook: y por favooor
Jungkook: no tardes
Sonrió levemente ante la cadena de mensajes, apagando la pantalla.
—Yo... Hace un tiempo estaba conociéndome con una persona y... Las cosas se dieron —sonrió un poco más, levantándose—. En realidad, él me gustaba desde hace bastante, sólo que cuando me lo preguntaste aún no éramos pareja. —aclaró, agarrando sus cosas. Younghoon copió su acción, poniéndose de pie.
—¿Quién es?
—Oh... Bueno, por si es muy interesante la noticia —bromeó—. Estoy saliendo con Jungkook.
Younghoon pareció desconcertado.
—¿El que tiene sexo con todos? —cuestionó, incrédulo.
Taehyung quiso rodar los ojos.
—Sí, el que tiene relaciones sexuales con todas las personas del instituto. Ese mismo. —respondió, pasando por al lado, dispuesto a salir a encontrarse con Jungkook.
—Pero... —volteó a Taehyung—. Ese chico en menos de lo que esperas te engañará.
Él se detuvo—. Gracias por preocuparte, Younghoon, pero si eso pasa, no sólo es asunto nuestro, sino que le patearé las pelotas —sonrió—. Ahora, si me disculpas, debo ir a encontrarme con el playboy. —burlando se despidió, agitando su mano en el aire mientras se alejaba.
Taehyung salió de la biblioteca con una sonrisa, notando a Jungkook a unos pasos de él, apoyado en uno de los casilleros.
Jungkook reaccionó tan rápido como le vio—. Hey, dulzura —se acercó a él con los brazos abiertos, y lo estrechó entre estos cuando lo tuvo cerca, cerrando los ojos, disfrutando del olor a cítricos que desprendía el cabello de su novio, fundiéndose ahí—. Te extrañé. —murmuró, tan dulce.
Taehyung también le abrazó desde la cintura, escondiéndose en su cuello.
—Hola. —murmuró, besando allí suavemente.
El silenció hizo paso entre ellos, cómodo y familiar.
—Amor... —llamó Jungkook luego de unos cuantos segundos. Taehyung hizo un sonidito con la garganta, haciéndole saber que le estaba escuchando—. Hay un chico en la entrada de la biblioteca mirando hacia aquí, específicamente hacia nosotros. —susurró, frunciendo el ceño, sin apartar la vista.
—Um... No le hagas caso —murmuró, inclinándose hacia atrás para ver a su novio. Sonrió—. ¿Vamos a comer? El receso va a terminar como en cinco minutos. —hizo una mueca, y Jungkook bajó la mirada para verle, sus ojos suavizándose y olvidándose por completo del chico que les observaba.
—De igual manera llegarás tarde a tu clase. Aún no tengo mi lengua en tu garganta. —susurró, lamiendo el labio inferior contrario.
—Mhm... ¿Qué es ese descaro, ah? —Taehyung frunció el ceño, separándose de su novio para esta vez él pasar sus brazos por el cuello contrario. Se acercó a sus labios, mirando directamente y susurró—. No tardemos tanto, así puedes comer esta boquita tan linda que tengo más rápido.
Jungkook se sintió ansioso, acercando sus cuerpos. Apretó las caderas de Taehyung, haciendo presión allí porque su miembro pedía a gritos que el castaño hiciera algo o seguiría endureciéndose.
Por Dios, estaban en medio del pasillo, eso era muy poco conveniente.
Aunque tampoco es que le importara, porque más rápido que lento, ladeó la cabeza y recibió la boca de Taehyung. Estuvieron besandose sin complicaciones por un momento, movimientos lentos y caricias controladas, sin llegar a mucho más. Cuando se separaron, Taehyung sonrió.
—Travieso —susurró Taehyung, alejándose de Jungkook, bajando sutilmente los ojos hasta la entrepierna contraria. Parpadeó y ahora sus ojos estaban en los de su novio—. ¿No querrás que te vean con eso, o sí?
Jungkook negó efusivamente, mordiendo su labio inferior.
Parecía un precoz.
—Ven —agarró su antebrazo, volteando para guiar a Jungkook hasta la entrada de la cafetería. Todos estaban allí, así que por instinto, se apegó a la espalda de Taehyung tan pronto como llegaron—. Te sentarás, yo me sentaré encima tuyo y entonces nadie verá eso que tienes abajo. —murmuró Taehyung, sintiendo a Jungkook abrazarle desde atrás, percibiendo su erección.
Jungkook quiso replicar; prefería ir al baño y que Taehyung practicara artes manuales sobre él, y de tan pensarlo se ponía aún más duro. Pero entonces se dejó guiar y terminó en la mesa de los amigos de su novio. Se sentó, y Taehyung lo hizo encima suyo, con las piernas a un lado. Jisoo chilló, pero no podía prestar demasiada atención con Taehyung encima.
Y en realidad era todo una trampa, porque Taehyung comenzó a removerse suavemente encima suyo y Jungkook sintió que en cualquier momento comenzaría a gemir vergonzosamente si su polla seguía siendo apresada entre sus pantalones de esa manera.
Él no era el único descarado después de todo.
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