—¿Listo para esto? —Jimin preguntó, abrazando por los hombros a Taehyung, sonriéndole.

Taehyung le sonrió de vuelta y asintió. Ya habían llegado, sólo faltaba que todos bajaran de los buses.

—Yo estoy como lo que le sigue a emocionada. —Jisoo chilló, muy alegre.

Yoongi hizo una mueca, bajando sus lentes de sol, posándolos en el puente de su nariz.

—¿Qué tal me veo? —preguntó el pelimenta, levantando sus cejas y abriendo sus brazos.

—Sexy. —Jimin asintió, y Jisoo estuvo de acuerdo.

—Te ves cool. —Taehyung le hizo saber, y todo eso al parecer le subió el ego a Yoongi.

—¡Bien! Ya estamos todos —dijo el profesor segundos después—. Ahora, entraremos y una guía nos abordará. Si hay preguntas, por favor, sean ordenados y respetuosos. —pidió, haciéndole una seña a la profesora del otro salón, así haciendo que ambos cursos se reunieran.

Las puertas fueron abiertas y los profesores dieron la palabra para entrar. Apenas eso hicieron, una guía apareció frente a ellos.

Fue una breve presentación, al parecer la muchacha se llamaba Youngmi y sería la guía personal de ellos. Habían otros encargados y ayudantes, pero en sí, la guía sería ella. Algunas preguntas fueron lanzadas y ella las recibía y respondía con gusto, así disipando las dudas de los estudiantes.

Mientras iban avanzando conforme les habían dicho que mostrarían las cabañas para proceder a ordenar las maletas antes del almuerzo, una mano se aventuró a tomar la de Taehyung, el cual volteó encontrándose con los ojos de Jungkook, quien le sonrió y se apegó a su brazo.

—Si quieres ignorarme, hazlo, sólo déjame estar a tu lado, precioso. —murmuró, besando uno de sus hombros por encima de la tela de ropa.

Entonces, cuando Taehyung no refutó nada en negativa ni en contra, Jungkook se permitió entrelazar sus dedos, apretando la mano del castañito un segundo, la felicidad embarcando en su interior al estar tan cerca de Taehyung; el chico del que estaba enamorado.

Bueno, Jungkook había tenido una larga charla con Tzuyu por llamada, pidiéndole ayuda a encontrar sus sentimientos, así que luego de una extensa hora, pudo llegar a la conclusión de que finalmente se enamoró de Kim Taehyung.

—Bien, estas son las cabañas —presentó, haciendo que los alumnos observaran las más de diez cabañas esparcidas por todo el lugar, algunas se veían muy a lo lejos—. Están a distancias razonables una de otras, así que, como sus profesores se encargaron de mandarme la lista de alumnos que se quedarán juntos en cada cabaña, los iré nombrando y dándoles un número, a partir de ahí ustedes deberán buscar sus cabañas. —finalizó, y una de sus compañeras le pasó la lista de alumnos, a lo cual Youngmi empezó a nombrar a los grupos.

—Me siento muy feliz. —le susurró Jeon, haciendo que Taehyung girara a verle.

—¿Y eso por qué? —cuestionó el mayor, sus facciones mostrándose tan tranquilas que realmente Jungkook se sentía en el cielo.

Enamorado.

—Porque me permites estar así contigo —obvió, levantando sus manos entrelazadas para mostrarle su punto—. Hace unas semanas no me permitías siquiera tocarte el cabello. Me siento feliz. —repitió y sonrió enormemente.

Taehyung arrugó la nariz.

—Eres muy tierno, Jungkook, detente. —abultó su labio inferior, y Jeon tuvo el impulso de besar esos tentadores labios rosáceos, quedándose embelesado viéndole. Se acercó a su rostro, apoyando su mentón en el hombro del chico, mirándole directamente.

—No sé cómo explicar lo hermoso que te ves ante mis ojos —murmuró, levantando la mirada para ver los ojos de Taehyung, no siendo capaz de escuchar a la guía ya, ni el poco barullo de sus compañeros al encontrarse con esos ojitos almendras—. Ya no sé qué palabras usar para que notes lo loco que me tienes. —y decía la verdad, ya no sabía qué rayos decir para que Taehyung pudiese entender lo tan embobado que lo tenía con sólo existir.

No es como si tuviese la obligación de hacerlo, pero deseaba poder demostrarle a Taehyung que no era ningún juego. Que iba en serio. Que le tenía comiendo de la palma de su mano sin esforzarse.

Taehyung rió suavemente.

—No te preocupes, puedo entenderte. —murmuró, ocasionando que Jungkook frunciera un poco el ceño, sintiéndose ansioso repentinamente.

—¿Eso qué quiere decir? —cuestionó sonriente, impaciente en escuchar lo que esperaba que fuera a lo que se refería.

—Bueno...

—¡Jungkook! —Tzuyu apareció en interrupción, dándole un zape en la nuca para hacerle reaccionar—. ¡Que la guía nos llama! —se quejó, jalando de él—. Lo siento por la garrapata esta, Taehyung, es que lo tienes medio tonto. —se disculpó la castaña, llevándose a Jungkook el cual casi arrastra a Taehyung al no querer soltar su mano.

Taehyung mordió su labio inferior, intentando no hacer tan evidente su sonrisa.

—Yo... Estoy impresionado —Yoongi se posicionó a su lado cuando se encontró solo, llamando la atención de Taehyung—. Se ven muy bien, y realmente parecen una pareja.

—No-

—Ya basta de negar, Taehyung; te gusta, punto, y está bien, ¿Sí? —cuestionó, pasando sus brazos por encima de sus hombros—. No necesito tu palabrería acerca de que no te gusta y que bla bla bla, se nota desde lejos —obvió, pellizcando su mejilla—. Entiendo si aún no quieres decírselo, o formalizar, pero no niegues, y menos a tu mejor amigo.

Taehyung hizo una mueca, frunciendo sus labios, y antes de que pudiese decir algo al respecto, la guía los llamó.

Los cuatro se acercaron, y una ayudante de la guía les indicó el número de cabaña.

—Son el número seis —les dijo—. Su cabaña está por allá —indicó, señalando una residencia a lo lejos, al oeste—. Por favor, asegúrense de no desviarse y desempacar todo. En una hora deben estar reunidos aquí, en donde nosotros estaremos para almorzar.

Ellos asintieron, recibiendo una pequeña nota donde decía que eran el grupo seis de la cabaña número seis.

El lugar era cerrado pero extenso, por lo tanto si se perdiesen o intentaran desviarse del camino, no llegarían muy lejos.

—¡Taehyung! —escuchó el llamado de Jungkook cuando había comenzado a caminar con sus amigos en busca de su cabaña, volteando para ver a lo lejos al menor sonriéndole—. ¡Nos vemos en un rato! —agitó su mano en el aire, tirándole un beso.

Taehyung se sonrojó ya que todos podían escucharle y verle, así que solo agitó levemente su mano en el aire para después darse media vuelta y seguir con el camino, avergonzado.