Capítulo 015
Luego de aquel pequeño incidente —para Taehyung, puesto que nunca se había encontrado queriendo marcar territorio—, el castaño se había comportado algo extraño según la percepción de Jungkook. No sólo estaba muy callado, sino que repentinamente parecía más distante. Es decir, Jeon sabía que recién se estaban conociendo, pero puede notar y sentir, y sabía que había una distancia marcada desde que salieron del local.
Sin embargo, Jungkook no iba a dejarlo así.
—Bonito... —le llamó con cautela, posando una de sus manos en la espalda baja del mayor— ¿Ocurre algo? —cuestionó un tanto miedoso ante la respuesta que podría recibir.
Taehyung dio una lamida al helado, viendo al frente y negando con la cabeza.
Jungkook dio un suspiro tembloroso.
—¿Hice algo que te molestó? —intentó una vez más, examinando de cerca a Taehyung—. ¿Hice algo malo? —preguntó, viéndole con aquellos ojitos brillosos cual Bambi.
Sí, ser demasiado lindo hasta el punto donde tengo que mentirle a una chica para que no se interese en ti.
Dios, eso sonaba tan mal.
Taehyung se sentía mal. Se sentía pésimo porque lo había dicho como si tuviera un sentido de pertenencia sobre Jungkook, algún derecho. Bien, él estaba consciente sobre esa mierda de que las personas no eran un objeto, pero al menos si Jeon fuera su pareja, o algo, podría sentirse con el derecho de marcar territorio, pero aquel momento fue tan aparte, que se sintió incorrecto, porque qué sabía él si en realidad a Jungkook le interesaba hablar con esa chica o no.
—Tú... —empezó Taehyung. Se dijo a sí mismo que se sacaría la duda antes de carcomerse a sí mismo por un impulso— ¿Has visto a la chica del local?
Jungkook asintió.
—¿Qué pasa con ella? —cuestionó, sus ojos abriéndose levemente al pensar en algo—. ¿Te dijo algo malo? —preguntó, deteniéndose, y Taehyung igual lo hizo— ¿Ha dicho algo que te hizo sentir mal? —hizo el ademán de volver hacia la heladería—. Porque puedo ir y hablar con ella ahora mismo, Taehyung.
El mencionado negó efusivamente, agarrando su antebrazo.
—No seas idiota, ella no hizo nada malo —negó, bajando la mirada—. Solo... quería hacerte una pregunta. —dijo, retomando su caminar mientras Jungkook se posicionaba a su lado.
Suspiró, viéndole de reojo antes de hablar.
—¿Te... Te interesaría hablar con esa chica? —preguntó, volteando por un segundo a Jungkook, observando su ceño fruncido—. Quiero decir, tener su número, conocerla, etc... —mencionó, siguiendo con su helado.
Jungkook rió un poco.
—Ni siquiera recuerdo su rostro —dijo con simpleza, lamiendo su helado para después ver a su mayor—. No, creo que ni siquiera la vi —sinceró, pensando por un momento para después encogerse de hombros y seguir su camino al lado de Taehyung—. Digo, estabas tú en el mismo espacio, era poco probable que pudiese desviar mi atención —sonrió—. ¿Por qué preguntas?
Taehyung sonrió levemente, tapando aquella sonrisa con el cono del helado.
—Es que... —su mente debatía entre si comentarle o no, porque estaba arriesgándose a que descubriera lo que dijo, y no estaba en sus planes que justamente Jungkook supiera que le había de alguna forma mentido a la muchacha. Se sentía un poco más aliviado al saber que al menos Jungkook no quería contacto con ella, y no por celoso, sino porque en serio se había sentido mal por su acción impulsiva—. Verás, la chica me preguntó si estabas soltero. —soltó sin más.
Jungkook rió con ganas.
—¿En serio? —preguntó entre risas. Era un halago para él, aunque estaba bastante acostumbrado—. ¿Y qué le dijiste? ¿Que ya tengo dueño, lindo? —sonrió sugestivamente, rodeando con el brazo el cual no tenía el helado la cinturita de Taehyung, apegándole suavemente a él.
Taehyung se atragantó con su propia saliva, intentando alejarse un poco de Jungkook, puesto que estaban demasiado cerca uno del otro, mas no lográndolo.
—C-Claro que n-no. Suéltame. —murmuró lo último, empujando levemente a Jungkook.
El pelinegro abrió un poco la boca, sorprendido.
—No me jodas, bebé, ¿Le dijiste eso? —preguntó con un toque de emoción reflejada en su habla.
—No me digas "bebé". —se quejó Taehyung, frunciendo el ceño cuando sintió sus mejillas enrojecer mínimamente sin llegar a ser notorio.
—Taehyung, ¿Le dijiste eso? —volvió a preguntar, ahora el tono de su habla insistente y emocionado, ignorando la queja anterior.
—Ya deja de hablar, bobo. —pidió con nerviosismo encima, alejándose de Jungkook completamente, a unos pasos de distancia, avergonzado.
—Taehyung, Taehyung, Taehyung, Taehyung, ¿Le dijiste que somos pareja? —insistió felizmente, una sonrisa ancha permaneciendo en su rostro mientras seguía al castaño.
—¡P-Por supuesto que n-no! ¡Basta! —chilló, tan avergonzado como nunca se había sentido, su ceño frunciendose aún más ante las sensaciones que estaba sintiendo junto con el sonrojo involuntario en sus mejillas.
Jungkook chilló también, sonriendo abiertamente mientras seguía a Taehyung quien trataba de escapar de sus preguntas.
—Taehyung, lo dije en broma porque nunca creí que le dirías algo así a alguien. Soy el hombre más feliz del mundo en este momento, te lo aseguro, mi amor. —sonrió, escuchando a Taehyung quejarse y amenazarle con golpearle si seguía hablando y llamándole con apodos así. Daba igual porque nada ni nadie podría quitarle aquella estúpida sonrisa a Jungkook, ni tampoco evitar que gritase en su interior.
Taehyung había sido descubierto, y no podía sentirse más abochornado.
***
Ahora Taehyung podría decir que el Jungkook de siempre había regresado, o un poco más intenso.
Estaba siendo empalagoso, cariñoso, pegajoso, y muy, muy dulce.
Mientras caminaban fuera del centro comercial para terminar la cita a orden de Taehyung e ir a su casa —quería gritar en su almohada lo más rápido posible por ser tan torpe e impulsivo—, Jungkook le había confesado que se había estado controlando lo más posible en su cita. Uno, porque estaba algo nervioso, y dos, porque no quería arruinarlo, pero ahora que sabía lo que Taehyung había hecho, no se tomaba siquiera la molestia de despegarse un poquito de Taehyung, no, él le daba besos en la mejilla cada vez que podía, y le hablaba con apodos tiernos cada vez que abría la boca.
Como ahora.
—¿Alguna vez me dejaras darte un besito, mi vida? —preguntó Jungkook, jugando con el cabello de Taehyung.
Éste rodó los ojos.
—Deja de llamarme así —se quejó por enésima vez, viendo a Jungkook quien estaba frente a él, caminando hacia atrás mientras le sonreía y observaba con cariño—. Te vas a caer si sigues así, idiota —le advirtió, y como supuso, si no fuera porque le sostuvo de ambas manos y jalado hacia su anatomía, ahora estaría cayendo de bruces al suelo por el cordón que separaba la acera de la calle. Taehyung negó suavemente con la cabeza, apretando sus labios en una fina línea llevando su mirada al menor—. ¿Qué te dije? —preguntó, y Jungkook se acercó a su rostro, depositando un beso en su frente de forma suave, para su sorpresa.
—Mi bebé —Jungkook murmuró, peinando los cabellos de Taehyung delicadamente—. Gracias. —le dijo, ahora mirándole a los ojos con un brillo particular.
—D-De nada. —murmuró Taehyung, desviando la mirada y soltando al azabache, pasando por al lado y caminando al estacionamiento donde la motocicleta de Jungkook se encontraba.
Jungkook no perdió el tiempo en darse media vuelta y trotar hacia el mayor, rodeando con sus fuertes brazos su cintura desde atrás, caminando con las piernas un poco abiertas para no tropezarse con los pies de Taehyung, inclinando su cabeza hacia delante en el hombro del castaño para dejarle un pequeño beso en el cuello.
Jungkook no perdería ni un segundo del tiempo para demostrarle a Taehyung lo loco que lo tenía a través de muestras cariñosas de afecto.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro