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Capítulo 013

Taehyung observaba aburrido a Jungkook, quien se encontraba jugando a quién-sabe-qué en su celular.

—Si esta es tu idea para citas, ya entiendo por qué estás soltero y decidiste ser un playboy. —el de cabellos castaños interrumpió el silencio entre ambos, diciendo casi en broma, pero no tanto. Jungkook levantó la vista de la pantalla de su celular.

—Lo siento, es que... Estoy realmente nervioso. Lo siento. —repitió, guardando su móvil en uno de sus bolsillos.

Habían llegado hacia algunos minutos a una cafetería que se encontraba dentro del centro comercial. El sitio era agradable, colores marrones, negros, oscuros y blancos (mayormente) abundaban la vista de ambos jóvenes. Minimalista, sin dudas bonito.

—Bueno, podemos, no sé, ¿Hablar de algo? ¿Conocernos? Como habías dicho. —obvió Taehyung, no entendiendo el punto de su falta de habla, después de todo sí había tema de conversación.

Jungkook mordió su labio inferior. Taehyung sintió un pinchazo de culpa por alguna razón que no comprendió, pero se encargó de disiparlo con palabras.

—Jungkook, sé cómo te sientes, también he tenido citas en un pasado, pero tranquilo, soy una persona al igual que tú. Háblame de lo que sea, pregúntame lo que quieras, el fin de esto es poder conocernos. No muerdo, ¿Sí? Háblame de cualquier cosa, a veces así inician las conversaciones. —trató de animar y tranquilizar. No quería que Jungkook pensara que lo estaba arruinando o algo así.

Jungkook asintió, creando una pequeña sonrisa.

—Eres muy lindo. —observó, diciendo algo que inevitablemente salía de su boca en cada ocasión que se veían.

Y algo que no esperó, fue escuchar la suave pero grave risa que salió de los hermosos labios rosáceos de su cita. Sin dudas, esperaba que le rodeara los ojos, no obstante aquello que logró era mucho mejor.

—Tú también eres lindo. —aceptó Taehyung, asintiendo.

Jungkook abrió levemente la boca, sintiendo sus mejillas enrojecer.

—Eso quiere decir que... ¿Saldrías conmigo? —preguntó, porque se sentía como un a todo o nada.

—Ya lo estamos haciendo.

—No, me refiero a... No lo sé, ¿Como pareja? —cuestionó en un tono inseguro, sonriendo levemente.

—Bueno, que me parezcas lindo no significa que me gustes o que quiera ser tu novio, ¿Sabes? —rió, un poco confundido con la pregunta.

—No, no, ya lo sé... —murmuró, abochornado de sus propias palabras—. Pero ¿Existe alguna posibilidad?

Vio una mueca pensativa instalarse en el rostro de Taehyung.

Oh, dios. Lo está considerando. pensó Jungkook.

—No lo sé —finalmente habló, para la larga espera de Jungkook— ¿Tú nos verías como una pareja funcional?

—Definitivamente —Jungkook asintió al instante, sus ojitos haciéndose un poco grandes ante la ilusión—. ¿Conoces ese dicho sobre que, los opuestos se atraen? —preguntó, bajando un poco la voz como si le estuviese contando un secreto.

—Y nosotros somos opuestos. —trató de verificar si eso es lo que el pelinegro pensaba, recibiendo un asentimiento efusivo.

—Demasiado. Por ejemplo, me enteré que había una biblioteca hace algunas semanas y tú me dijiste que desde que entraste al colegio, es decir, primer año, el lugar a donde fuiste por primera vez fue a la biblioteca. Segundo, para ti soy maldito playboy, mientras que para mí, además de hermoso, precioso, bonito, caliente y tierno, me pareces alguien reservado con las personas, que no se metería con la primera persona que se lo pida.

—Um... —asintió, un poco de acuerdo— Espera, ¿Te parezco caliente?

—Uff... —Jungkook sonrió, mordiendo su labio inferior mientras veía de arriba abajo —en realidad, lo que la mesa le permitía llegar a ver— al chico en frente suyo.

—¡Jeon Jungkook! —exclamó Taehyung con las mejillas levemente rojas.

—Cariño... Es que estás para co-

En ese momento, su charla fue interrumpida por una amable mesera que había llegado a atenderles.

—Buenos días. ¿Cuál será su orden?

—Um... Un cappuccino para mí, y para mi cita... —miró a Taehyung en interrogativo.

—Una malteada de fresa con arándanos está bien.

—Bien... —alargó, anotando en su libreta—. En unos minutos estará listo.

—Gracias. —dijeron ambos y la muchacha se alejó al interior.

—¿Me consideras tu cita? —Taehyung preguntó tan rápido como la mujer se fue, virando a Jungkook.

—Esto es una cita. —afirmó el pelinegro, señalando entre ambos.

—Claro que no —se negó el castaño, frunciendo
los labios—. Es una salida.

—No. Nos estamos conociendo y estoy tratando de conquistarte. Es una cita. —Jungkook volvió a recalcar.

Taehyung bufó, mirándole con mala cara.

—Pareces un bebé. —Jungkook dijo en un tono adorable.

—¿Y lo dices tú? Pareces un bebé todo el tiempo, no entiendo cómo es que las personas te tomaban en cuenta como un playboy. Mira, desde aquí veo tus pañales. —se burló el castaño, disfrutando la cara indignada que Jungkook había puesto.

—Es la misma situación con el hecho de que te consideren un nerd. Eso no es así. Además, me di cuenta de que aquél término es como del siglo pasado o algo así. —rió, escuchando la linda risa de Taehyung seguirle.

—¿Verdad? Me parece ridículo. Que me guste estudiar y leer me convierte en una persona culta y que quiere aprender de ello.

—Te contaré un secreto —advirtió el pelinegro, captando la total atención de Taehyung—. Antes de comenzar a sentir cosas por ti, yo sí creía que eras un nerd, pero era como un pensamiento vago, no le daba mucha importancia. Eso, señorito, es lo que pasa cuando hablas sin saber ni conocer, que es lo que tú haces, o hacías hace unas semanas, no creyendo en que me gustabas porque soy un "playboy".

—Pero tú también lo hacías. —contraatacó el mayor con su dedo acusatorio señalando a Jungkook, observando de soslayo a la mesera dejarle sus pedidos en la mesa para luego retirarse.

Jungkook llevó una mano a la parte donde se posicionaba el corazón, fingiendo estar herido.

—Sí, pero apenas te empecé a conocer me dejé en claro que no eras un nerd, sin embargo, tú creo que incluso sigues pensando que soy alguien a quien sólo le importa el sexo. —atacó de nueva cuenta, bebiendo de su capuchino.

—Es que tienes pinta de malhechor, ¿Qué quieres que haga? —cuestionó, bebiendo de su malteada rápidamente, viendo a Jungkook casi escupir el café por la risa que quiso soltar.

—¿¡Malhechor!? ¿¡Qué se supone que significa eso!? —estalló Jungkook, riéndose vivamente del término utilizado. ¿Es que acaso habían vuelto al siglo pasado?

—¡No lo sé! Lo escuché de los backyardigans. No puedes culparme. —señaló Taehyung.

Ambos siguieron tomando de sus bebidas, teniendo temas de conversación rápidamente.

—¿Sabes? —Jungkook empezó unos cuantos minutos después, poniéndose de pie, observando la expresión confundida de Taehyung. Arrastró su silla hasta rodear la mesa y dejarla al lado de la de su cita, muy pegados, y se sentó junto a él—. Opino que así está mejor, ¿No crees? —sonrió, posando su brazo por encima del respaldo de la silla de Taehyung.

Taehyung mordió su labio inferior, sonriendo mientras negaba con la cabeza ante su atrevimiento.

Ambos brindaron con una sonrisa. Jungkook con su capuchino y Taehyung con su malteada de fresa.

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