Capítulo 009
Los gritos eufóricos de sus compañeros estaba seguro que podrían escucharse hasta Argentina porque, bueno, nos encontramos en Corea del Sur.
El profesor no refutó nada más, a sabiendas de que aquella sería la reacción de sus alumnos cuando relató un "la escuela ha programado días para ir a un campamento por, aproximadamente, una semana".
Taehyung estaba emocionado, siempre le habían agradado esos tipos de actividades, y más si eran al aire libre, donde no puedas quedarte encerrado jugando Overwatch hasta el cansancio.
Lo negativo —para Tae— es que irían con el curso contrario, es decir, donde Jeon Jungkook estaba.
Sólo esperaba no tenerlo todo el día encima suya.
Aunque a veces le parecía adorable, esos pensamientos pronto se disipaban.
—¡Esto estará genial! —Jisoo festejó, sacudiendo a Taehyung de atrás hacia delante, demostrando su emoción.
Era viernes, últimas pequeñas horas antes de que el preciado fin de semana llegara. Según el profesor, irían el lunes de la otra semana para poder dejarles tiempo a preparar todo y, a la vez, traer las autorizaciones que ahora mismo se estaban encargando de entregar, dando toda la información necesaria para que los padres pudiesen enterarse y dejarles ir.
—Recuerden que desde la semana que viene tendremos unas clases especiales compartidas con el otro curso, más que nada para hablar de lo que haremos en dicho campamento y demás cosas. —anunció otra vez el adulto, y con ello dio finalizada la clase para que unos segundos después el timbre del último receso del día, es decir, el segundo, sonara.
—Esto es emocionante. —Jisoo chilló, dando un salto fuera de su silla, acomodándose el uniforme.
—Claro. Si sacamos el hecho de que vamos a tener que compartir unas horitas con los del curso contrario la semana que viene. —Yoongi rodó los ojos.
—Supongo que serán algunos minutitos —Jisoo empezó—, porque sino sacarían horas de aprendizaje a otros profesores. Bueno, no lo sé. Sólo sé que ya quiero ir al campamento. ¿Escucharon ese rumor, de que la mayoría pierde su virginidad allá? Bueno, no soy virgen pero la podría perder de nuevo. —alzó ambas cejas, una y una de forma sugestiva.
—¿Qué estás diciendo? —Jimin rió.
Taehyung se encontraba ordenando su escritorio como acostumbraba a hacer antes de salir, pero unas manos en sus caderas le sobresaltaron.
—Vaya, tenemos visitas. —Jisoo sonrió, alzando ambas cejas nuevamente, cosa que hizo reír a Jimin.
Taehyung estaba preparándose mentalmente para decirle que se detenga en mil idiomas, pero por lo que mucho no esperó fue darse vuelta y encontrar a otro chico en lugar de Jungkook. Él creyó ingenuamente que era el pelinegro intenso. Jisoo y Jimin soltaron risas escandalosa, sabiendo que el castañito había pensado que era el menor.
—Hola, Taehyungie. Lo siento. Pasaba a buscar el libro que me habías dicho que...
Una bola de papel había golpeado directamente en la cabeza a Minjae.
Ambos miraron hacia el lugar por donde había llegado la pelotita, pero nadie parecía ser el propietario de tal elemento. Todos estaban hablando casualmente, incluso Jeon se encontraba hablando con una castaña de p- Un momento...
Jungkook ni siquiera era de su mismo curso.
—Bueno... —retomó Minjae, riendo un poco—, como decía, vine a buscar el libro que me prestarías para historia. Tengo en la próxima hora. —informó, entrelazando suavemente sus manos. Eran como hermanos, básicamente; el padre de Minjae estaba con la madre de Taehyung. Así que sí, eran hermanastros.
—Claro. —sonrió al menor, dándose la vuelta y buscando entre sus cosas Lo que el viento se llevó de Margaret Mitchell. Cuando finalmente lo tuvo entre sus manos, dio vuelta en su eje y se lo tendió, con la sorpresa de que ahora Jungkook estaba atrás de Minjae hablando con otra persona quien fruncía el ceño, y quiso reírse cuando escuchó a la chica decir "no entiendo lo que dices, articula".
—Aquí tienes. Luego dámelo en casa. —sabía que aquello ocasionaría una gran confusión en Jeon, quien "hablaba con alguien" detrás de Minjae.
—Con gusto. Nos vemos luego, Tae. Gracias. —y con ello, acompañado de una sonrisa, se alejó para salir del salón.
Taehyung observó cómo Jungkook le miraba y, para mayor diversión, decidió sonreír como tonto enamorado hacia donde Minjae había salido.
—Hey —Jungkook llamó al instante de notarlo, siendo ignorado deliberadamente—. Deja de mirarlo —pateleó el pelinegro, cruzándose de brazos—. Yo soy más guapo. —murmuró, abultando su labio inferior visiblemente.
Taehyung rió, sacudiendo su cabeza de lado a lado, negando.
—Claro. —con sarcasmo dijo, y empezó a caminar para ir fuera del salón.
—Bonito, ¿Por qué le dijiste al chico ese que te devolviera el libro en casa? —cuestionó, siguiéndole fuera, camino a la cafetería—. No-
—Estamos casados. —interrumpió. A veces Taehyung podía ser tan especial.
—¿Qué? —escuchó al azabache decir casi inaudible. El paso de Taehyung paró cuando notó que Jungkook no le seguía más.
¿Había sido muy pesado?
Dándose media vuelta, vio a Jungkook con la cabeza gacha.
—Hey, es broma. —se apresuró a decir, observando los ojos brillantes de Jungkook frente a él.
No era para tanto.
—Lo siento, ¿Sí? —disculpó, acercándose al menor, escuchando a este sollozar—. No pensé que te pondrías así. Lo siento, en se...
Y detuvo su discurso cuando vio la sonrisa de Jungkook, acompañada de una estruendosa carcajada.
Taehyung levantó una de sus cejas, confuso.
—¡Aww! —exclamó Jungkook, acercándose y dándole un asfixiante abrazo—. ¡Eres tan tierno, bebé! —dijo, besando su rostro por distintas partes.
Taehyung empezó a protestar, tratando de alejarse del azabache, rojo como un tomate.
Una vez pudo liberarse, frunció el ceño.
—¿Ahora qué? ¿Eres actor? —cuestionó, y escuchó la risa sarcástica —que consistía en un "ja ja"— de Jungkook.
—Sí, muy gracioso, pero no. Debiste haberte apreciado para entenderme. Fue adorable el cómo te preocupaste. Eres tan lindo, en serio, eres hermoso. —afirmó sus palabras con un asentimiento, acariciando las mejillas de Taehyung, estando lo suficientemente cerca de él.
—Ugh, no exageres —refunfuñó, alejando las manos de Jungkook de su rostro, cruzándose de brazos—. O sea, si estoy haciendo mis necesidades y te llamo porque se acabó el papel vas a decir que estaba cagando pensando en ti. Deja de exagerar tanto las cosas. —pidió, escuchando la carcajada que Jungkook soltó al escuchar su relato.
—Ya, pero en serio, fue muy lindo de tu parte. —sonrió, sus lindos dientes saliendo a relucir y las arrugas formadas a cada lado de sus ojos negros haciéndole ver peculiar.
"Lindo." pensó Taehyung.
—Gracias. Tú lo eres aún más, mi amor. —escuchó a Jungkook decir, sus ojos brillando a más no poder y su sonrisa más reluciente de lo que recién estaba.
Bueno, su pensamiento al parecer no había sido un pensamiento.
¿Qué?
Taehyung quiso morir.
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