—Basta.

—Pero...

—No. —interrumpió, presionando los libros contra su pecho.

—Sólo quiero-

—Jeon, basta. —Taehyung cortó otra vez, suspirando en superación, y no de la positiva.

Iba a llegar tarde a clases; era algo que no podía permitirse.

—Sólo es salir —aclaró el azabache por décima vez, caminando tras Taehyung—. Vamos, ya han pasado días.

—Que no —bufó Taehyung—. Fue un receso juntos, te lo dije. Te dije que no te ilusionaras. Además, no está bien exagerar; solo han pasado como dos.

—Tres días y dos horas. —corrigió Jungkook.

—Como sea —restó importancia, haciendo un ademán—. No iré al cine contigo.

—¿Por qué no? Dime una razón y la tomo en cuenta.

—Porque eres Jeon Jungkook, con eso es suficiente. —espetó sin pensar, rodando los ojos.

JungKook bufó, acercándose más al castaño y sosteniéndole desde atrás; desde la cintura, deteniendo su caminata.

—¡Ah! —gritó ante el repentino agarre—. ¡Suelta! —ordenó, dándole pequeños golpes al brazo alrededor de su cintura, usando su mano libre para presionar con más fuerza los libros contra su pecho.

Jungkook hizo oídos sordos y acercó al castaño a su anatomía, pegando la espalda de Taehyung a su propio pecho.

—Vamos. Di que sí, bebé. —habló en voz baja, y Taehyung sintió un escalofrío cuando el aliento cálido sopló sobre su oreja.

—¿Quieres que te lo deletree? —resopló, queriendo soltarse del agarre que el pelinegro tenía en su cintura mas no lográndolo—. ¡Agh! Llegaré tarde a mis clases, Jeon. Ya basta. No es no. —dijo en un tono más calmado, tocando los brazos que Jungkook tenía alrededor de su cintura.

Jungkook suspiró.

—Está bien, hermoso —cedió difícilmente. Taehyung creyó y eso sería todo, pero Jungkook agregó:—. Pero no creas que me rendiré tan fácil. Cada vez me gustas más y eso no es algo que pase a diario. Ahora sí, nos vemos más tarde, bebé. —abrazó con fuerza el cuerpecito de Taehyung, dejándole por último un suave beso en el cuello.

Beso que por cierto, Taehyung no regañó, dejándole ser.

Finalizando con su insistencia, le soltó, y Taehyung suspiró.

—Nos vemos luego, Jungkook. —despidió, mirándole sobre su hombro, dándole una última mirada antes de dirigirse hacia su salón.

Jungkook sonrió, observando la silueta de Taehyung desaparecer por el pasillo.