Agarró la toalla que acaba de tirarme pero mis ojos están puestos en su cuerpo, se que no debería pero se me hace imposible cambiar mi mirada.

—Lo siento. -—comenta ella cubriéndose con las sábanas de su aún regada cama.

—No, perdoname a mí no debí...— me interrumpe.

—Vale, entiendo. Podrías marcharte ya, llegaré tarde al ensayo. —asiento.

—Por supuesto, yo también voy tarde al trabajo. ¿Nos vemos luego? —ella asiente.

Dejo su toalla encima de su cómoda y luego salgo de su habitación.

Mierda Andreu le acabas de hacer un escáner a su cuerpo.

¿Se habrá dado cuenta?

Por supuesto que sí, fui muy obvio.

Diablos ese es el mínimo de mis problemas. ¿Ahora como olvido esa imagen? Esto hace que la desee aún más? Porque si con ropa se ve hermosa desnuda aún más.

¡Plan olvidar a Ame complicado!

La piscina es un buen entretenimiento pero la verdad necesito algo más, no podré dejar de pensar en ella si sigo viéndola diario.

Abandonar la casa e irme no es una opción, este ha sido un año muy duro para todos y mi madre no soportaría que me marcharse, se lo feliz que la hace que estemos todos juntos.

¿Buscarme otra chica?

Tal vez si vuelco mi atención en otra persona el dolor de tenerla cerca y no poder tocarla se hará menos.

Pero no me gustaría ilusionar a alguien y jugar con los sentimientos de otra persona. Además ¿Con quién saldría?

El choque brusco que he tenido me saca de cualquier pensamiento. Una chica de ojos tristes acaba de tropezar conmigo.

—Lo siento. —se disculpa apenada.

—¿Estas bien?—pregunto por el impacto pero creo que era justo lo que ella necesitaba oír. Rompió en llanto.

—No, no estoy bien. Te puedes creer que el estúpido de mi novio me ha estado engañando.—me mira a los ojos haciendo que me dé algo de pena, está llorando.

—Pues supongo que se un poco sobre eso.

—Y lo peor de todo es que me e enterado por un puto video, delante de todas las chicas. ¡Oh dios! Me e quedado sin pareja para el baile. —la acerco a mi pecho y dejo que se desahogue se lo difícil que es saber que te han estado engañando.

Justo en ese momento mi hermano y Ame salen del vestíbulo y me ven abrazando a la chica. La sonrisa tan grande que traía Ame se ha desaparecido. Sé que no le gusta verme con otras es un poco celosa, supongo que piensa que la abandonaré.

—Ey.—comenta Dan ya a mi lado.

—Lo siento tanto, creo que debería irme.—susurra la chica de ojos tristes al notar la presencia de estos.

—No es ninguna molestia y respecto a lo de tu pareja de baile, podría serte de ayuda en lo que encuentras otra persona si gustas.

—¿Lo dices en serio? —asiento. —Me encantaría, nos vemos mañana aquí.—dice ya algo más animada.

—Por supuesto. —esta asiente y sigue su camino mientras se limpia la cara.

—Valla valla, parece que alguien a encontrado a su nueva presa.

—¿De que hablas? Solo me dió algo de pena. —me defiendo ante el comentario de mi hermano.

—Si por supuesto.—insiste irónicamente.

—Ame y ¿qué tal tu ensayo?—pregunto ya que no ha mencionado palabra desde que llegó y está algo sería.

—Bien.

—¿Bien?—asiente.

¿Por qué siento que cada vez me está evitando más? Tal vez este incómoda por lo del suceso de hoy en la mañana.

—No te lo tomes personal hermano es que alguien aquí no durmió bien anoche. —interviene Dan a lo que Ame da una pequeña sonrisa, fingida por cierto.

—Nos vemos luego.—dice está cogiendo en la dirección contraria.

—¡Ame! ¿No íbamos a por un batido?— ha dejado como un loco a mi hermano hablándole al aire porque no respondió. —¿Por qué las mujeres son tan complicadas?

—No lo son, solo que debes entender sus perspectivas.

—Hablo el doctor rompe corazones.

—Ya puedes dejar de decirme así, sabes que no es mi culpa que se enamoren cuando solo busco divertirme.

—Ok ok, siempre pondrás la misma escusa. La verdad no sé cómo puedes ser tan frío y sin sentiemientos.

Bueno, con alguien no soy así.

—Si tengo sentiemientos solo que no son para cualquiera, no puedes dejar que todos vean tu lado bueno. Solo quién se lo merece de verdad tiene mi lado cariñoso.

—Pues se caerá una estrella el día que conozca a la chica que te haga ser el verdadero tu.

Pues ya la conoces, solo que no puede ser.

—Ya no hablemos de amor que me da hambre. —digo tocando mi barriga. —Salgo en  cinco minutos me esperas y vamos a por algo de comer.

—Vale, de todos modos mi compañera me ha dejado solo.

(…)

Después de pasar la mayoría de la tarde con mi hermano fui a la casa.

No les voy a negar que la busqué por todos lados pero no hubo suerte. Quería hablar con ella de lo que sucedió en la mañana y pedirle que por favor no me evitará pero fue en vano no la vi. Después de estar esperándola decidí no pensar más en eso y cojo mi tabla de surf y me encaminó al mar. De todos modos son mis vacaciones.

Apenas siento la arena en los pies una pequeña sonrisa cubre mi rostro, me trae tantos recuerdos. Avanzo hasta la orilla y dejo la tabla en el suelo. Comienzo a quitar mi ropa para colocarme el traje de surf.

—Sabes que no deberías estar desnudo en la playa.—me sobresalto un poco al oír una voz detrás de mí. —Nunca sabes quién podría estar mirando.

Doy media vuelta cubriendo mis partes y ahí la veo. Con un traje de baño azul cielo y su pelo negro todo mojado. Resulta que llevo toda la tarde buscándola y aparece cuando estoy en pelotas.

—No podemos hacer costumbre encontrarnos cuando uno de los dos esté desnudo.—ella asiente dándose la vuelta.

—Termina de vestirte.

Hago justamente lo que dijo y me siento en la arena.

—Ya.

—Perdona mi comportamiento de horita no me sentía bien.—comienza a hablar mientras se sienta a mi lado.