17 de noviembre del 2016

Hey, mami.

¿Sabes algo?, estoy empezando a cansarme de aceptar mis errores y que tú sigas queriendo convencerme de que todo lo que hago está mal. Es decir, ayer no tenías motivos para decirme nada, más sin embargo lo hiciste, casi me golpeas y ni siquiera hice nada... ¿Por qué haces esto?.

Me regañaste por no haber lavado los trastes, pero, mami, no podía hacerlo, el escurridor estaba lleno y no cabían más trastes, mi hermana no los había guardado y así no puedo, te lo dije, te importó poco y la afectada al final fui yo.

"Mamá: ¿Lavaste los trastes?

Yo: No, porque mi hermana no los guardó.

Mamá: No me interesa, ¿lavaste los trastes, sí o no?

Yo: No, ya te dije que mi hermana no los guardó.

Mamá: Hija de la chingada, no me hables así."

Y sólo llegaste extendiéndome la mano con el gesto de pegarme, ¿por qué, mami?. Era real, mi hermana no había guardado los trastes y por ello no pude lavar, no era la intención que te enojaras o algo así... Estaba diciéndote las cosas como eran, mi hermana no había cumplido con su parte, yo no podía hacer la mía.

La levantaste, sí, pero al final la más regañada fui yo, la culpable de todo esto fui yo, todo por no haber lavado los trastes. ¿Te das cuenta?, haces de algo pequeño algo enorme, admito que tal vez alcé demasiado la voz, pero, mami, esa es la única manera en la que me escuchas, además de que también estabas gritando, era obvio que tenía que defenderme.

Estos días no habíamos tenido internet, te aprovechaste de ellos para mantenernos a raya, todo por no querer pagarlo. Sabes que el internet es lo único que tengo para poder hablar con ella, sabes que el internet es lo único que me mantiene cuerda y lo único que hace que no entre por completo en depresión...

Mami, ¿por qué quieres quitarme lo que me hace feliz?.

Quiero ser libre, quiero salir de este infierno, quiero... Quiero sentir que me amas. Créeme que cuando oí el coro de esa canción quise cantártela en voz alta, pero aunque te cante todas las canciones con las que me siento identificada me entenderías, ya lo he intentando, incluso te puse la canción de la primera carta una vez, pero la ignoraste completamente por estar en tu celular.

Te canté Sayoko aquella vez y la dejaste pasar completamente, a pesar de que te dije que me identificaba con esa canción pasaste de mí... A pesar de que te la canté y casi lloré mientras la cantaba sólo dijiste "está bonita". Ya no vale la pena mencionarte el coro de esa canción, mami.

Y aún así, sigo aquí, sigo luchando para que algún día te des cuenta de qué haces mal, sigo luchando para que al fin me aceptes y me digas que me amas, para que no haya más regaños... Para ya no decepcionarte.

Seguiré aquí, no pienso moverme. Todo esto porque te amo, mami. Nunca dudes eso.

Atte: Tu hija mayor.