28 de Noviembre del 2016

Hola, mami...

Hace mucho que no te escribo algo, la razón a ello es que realmente no ha pasado mucho, nunca estás, ya casi no nos vemos, y cuando nos vemos no hablamos nunca. De todos modos, ese día en que salimos todas juntas no peleamos demasiado, te portaste muy bien y comimos muy delicioso, es algo que tengo que reconocer. A pesar de uno que otro comentario fuera de lugar e hiriente estuvo bien. 

Pero no estoy aquí hoy para hablarte de eso.

No sé por qué yo soy la que sale mal parada de estas situaciones, quiero decir, fue mi hermana quien te reclamó, quien te dijo todo eso, quien te exigió, no yo, yo no te dije absolutamente nada y aún así la más regañada fui yo.

Llegaste a casa normal, sí, estabas demasiado tranquila y yo me alteré un poquito, el perro con sus ladridos me altera y, sin querer, estoy un poco enojada contigo por todo lo que haz hecho... Pero de verdad, por mucho que me hagas sentir mal no puedo cambiar... En fin, grité, pero pedí disculpas por ello.

Mi hermana te pidió que me dijeras que me bañara yo primero, que ella no tenía porqué hacerlo y que simplemente era mi turno... Tú te enojaste y comenzaste a gritar a diestra y siniestra, sin importarte que yo no haya hecho nada... Me callaste, mamá, amenazaste con vender a mi hermoso perro... Y lo peor de todo es que a mi hermana no le pasó nada.

Sé que le dijiste que ella no hacía nada en casa, pero a ella le vale un comino todo, le importa poco que la regañes... No sé por qué de verdad sólo yo salgo perdiendo si soy yo la que hace todo por tratar de hacerte feliz.

Mami, ¿es normal que tenga ganas de morir?

Mami, ¿es normal que quiera quedarme dormida para siempre?

Mami, ¿es normal alejarme de todos?

Mami... ¿Es normal que me insulte a mí misma por todo lo que hago?

Se supone que nos alejamos de papá para estar mejor, pero ¿realmente estamos mejor?, ¿realmente crees que las cosas van bien?.

Esta carta no debe tener mucho sentido, pero es que realmente estoy demasiado distraída ahora como para escribir algo decente... Perdóname si esta carta no es lo que esperabas tampoco.

Atte: Tu hija mayor.