Carla:

-¡Tu historia se hizo viral!- chillo Valeria, llena de emoción.

-Eres tendencia en Wattpad -dijo Zoe con una sonrisa de orgullo

-Veinte capítulos llenos de amor, pasión y traición. -añadió Cariza.

-¡Si! Ojalá le dé sida a ese desgraciado.

El último comentario de Valeria me hizo reír.Mis amigas hablaban y hablaban del tema, con alto entusiasmo. Ya han pasado 3 meses desde la traición de Erick. Me terminó por mensaje diciendo que lo nuestro ya no tenía... "Chispa". Y luego descubrí que ese era el apodo a su nueva pareja.

Mi "pequeño" libro de 20 capitulos se volvió muy popular en la plataforma, y más cuando mis amigas estaban distribuyendo la noticia por los pasillos del instituto.

-¿Que le viste en primer lugar?- me preguntó Cariza con una mirada fulminante llena de curiosidad.

-Pues... No lo sé, supuse que era diferente.- dije, restándole importancia.

-Todos los hombres mienten. -dijo Zoe -Por eso soy lesbi.

Reí levemente ante su comentario.

Una parte de mi era feliz y se reía de aquel recuerdo, otra parte seguía lastimada y me hacía preguntarme.. ¿Que había de malo conmigo?.

-¡Hola chicas! -una voz a mis espaldas, saludo con entusiasmo. Y con facilidad sabía quién era.

-Hola, Eduardo- respondieron las chicas, con sonrisas en su rostro.

-Hola guapa. -dijo en mi oído, y una sonrisa se formó en mi rostro.

-Hola Eddie. -dí la vuelta para tenerlo de frente. Cosa que se me hizo imposible por nuestra gran diferencia de altura.

-¿Lista para tomar un romántico almuerzo con tu mejor amigo? -pregunto coqueto.

-¿Que hay en el menú?- dije con gracia.

-Sandwich de pollo.

Era inevitable no reír, cuando a Eddie decía ese tipo de cosas. Me despedí de mis amigas y me dirigí al comedor con él. Eddie sacó los sandwiches antes nombrados y empezó a comer con alegría.

Yo me detuve a ver los sandwiches, tenía hambre. Pero al ver mi estómago... Su tamaño.... Me negué a tocar todo el sándwich, corte la mitad y la comí.

Eddie me miró con cierta tristeza. Tragó lo que tenía en la boca y luego me dijo:

-¿Te ves linda hoy, lo sabías?

Le devolví la sonrisa que tenía en su rostro. Siempre buscaba la manera para que me sintiera feliz y cómoda.

Así que con confianza, tome el resto del sándwich y lo comí, cosa que hizo que mi mejor amigo se sintiera orgulloso de mí.

Sonó el timbre lo cual nos dió la señal de regresar a clases. Y aunque el día era hermoso, y las clases no eran tan aburridas, sentía inquietud sobre mí. Mire a todos lados viendo que todo era normal, pero una vez me distraía, sentía miradas sobre mi, mi estómago, mi brazos... Todo. Saque el suéter de mi bolso y me la coloqué, y decidí darle atención a la profesora María y su clase de física.

El resto del día fue normal. A la hora de regresar a clases me despedí de mis amigas y Eddie me acompaño a casa, como de costumbre.

-¿Tienes frío?- preguntó Eddie con curiosidad.

-No del todo... -Mis brazos abrazaban mi torso y y estaba cabizbaja.

-Entonces lo haces por eso. -dijo en un murmuro. -¿Quieres jugar algo?.

-¿Qué?.

Mi amigo se colocó delante de mi con una sonrisa en su rostro. Extendió las manos hacia mí. Yo lo mire dudosa, ya que Eddie era experto en hacerme jugar juegos que terminan molestandome por completo.

-Dame tus manos. ¿O ya no confías en tu mejor amigo?.

-Confio en mi mejor amigo. Más no confío en los juegos de mi mejor amigo -aclaré.

-¡Dame las! -ordenó.

No estaba del todo convencida, pero al final me rendí y extendí mis manos. Eddie las sujeto con firmeza las analizó un poco ya que estaban cubiertas por el suéter que cargaba.

-¿Sabías, que eres una de las personas más importantes en mi vida?.- Me miro con uka sonrisa a boca cerrada.

Yo me sentí halagada y algo mal por él. Sus padres estaban en un terrible trámite de divorcio, y era lindo que a pesar de eso, él siempre buscaba la manera de hacerme sonreír.

-Lo sé -admití -Tu también eres importante para mí.

-Entonces, sabes que lo que voy a hacer en este momento, es una locura y una muestra de mi amor. ¿Verdad?.

Su sonrisa paso de ser linda y dulce, a malvada y desconfiada. Me sentí inquieta y algo incómoda de que sostuviera mis brazos.

-¿Que vas a hacer, Eduardo? -dije su nombre completo, para que supiera lo mal que me estaba callendo.

Me guiñó el ojo, y después de ahí todo fue en cámara lenta. Eddie hizo unos movimientos para quedar detrás de mi y quitarme el suéter, para luego correr varios metros y colocarse el suéter bajo la camisa con rapidez.

-¡Te quiero, Carla! -gritó desde lo lejos y me lanzó un beso.

Yo estaba parada en el mismo lugar. ¿En qué momento paso tanto? No lo sabía, pero tampoco le quise dar mucha importancia. Asi que a pasos lentos y constantes, me acerque a Eddie, mire su enorme estómago, confirmado por mi suéter, y seguí de largo, restándole importancia.

Eddie camino a mi lado con una sonrisa de oreja a oreja, hablando de lo orgulloso que estaba de mi, y el gran paso que di, y bla bla bla.

Una vez, ya en mi casa. Toque la puerta un par de veces con Eddie detrás de mi, repitiendo mi acción cuando no hubo respuesta la primera vez.

-¿Quién es? -preguntaron desde adentro.

-¡Soy yo mamá!.

Abrió la puerta, y una enorme sonrisa apareció.

-¡Eddie!. -mi madre abrió sus brazos y abrazo a mi amigo. Este sin pena, la abrazaba con mucha calidez. -¿Cómo estás, querido? ¿Cómo están tus padres?.

-En proceso de divorcio, señora Martínez.

Ambos rieron ante la "broma" de Eddie.

-Bienvenida, cariño -mi madre se acercó a mi en un cálido abrazo, y dejo un beso en mi frente. -Veo que no llegaste con suéter. Felicidades.

Entre a la casa, y mi amigo ya se había puesto cómodo en la sala, con un vaso de agua.

Me senté al lado de él, e hice un ruido para captar su atención.

-¿Podrías?... -mire su estómago en dónde estaba el bulto de mi suéter.

Él se miró el estómago y luego lo sobó.

-Es niño, y se llama Pepito.

Está vez no me aguanté y reí a carcajadas. Era un bobo, un bobo muy gracioso. Después de un momento Eddie se me unió en las risas.

-¿De que te ríes? -dije mientras recuperaba un poco de aire.

-De tu risa -continuo riendo él- te ríes gracioso.

Una sonrisa quedó en mi rostro. Me encantaba reír a carcajadas con Eddie, era una terapia muy efectiva.

Eddie me extendió el suéter y cuando voltee a ver, tenía una cara de enojo.

-¿Todo bien?.

-Me acaba de llegar un mensaje de mi papá. Quiere que lo acompañe este fin de semana a él y a su prostituta a una feria en el norte. -dijo con asco y enojo.

-Dile que tenemos planes.

-No será suficiente...

Pensé un momento en una solución. El padre de Eddie era un hombre recto y directo, sino le dábamos una buena excusa, no iba a dejar a Eddie.

Mi madre se acercó con comida para los dos. La mire con curiosidad y ella me devolvió una sonrisa.

-Mamá.

-Dime

-¿Tenemos planes para este fin de semana? -pregunté curiosa.

-No... Creo que no. ¿Por qué?.

Mire a Eddie, quien miraba con confusión a mi madre y a mí.

-¿Que te parece ir a una feria en el norte?.

Voltee a ver a Eddie, quien me miraba incrédulo.

-¿Es, en serio? -dijo sin poder creerse lo.

-¿Y por qué no?.

No pude decir nada más, porque se lanzó sobre mi y me dió un fuerte abrazo. Luego miramos a mi mamá para que confirmara.

-Me parece una excelente idea. Después de todo, es mi fin de semana libre. -dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

Eddie me levanto y empezamos a saltar de la emoción.

-¡Eso será estupendo!.¡No tendré que aguantar a los insoportables de mis hermanastros ni a la bruja de mi padre!.

Seguimos saltando, y saltando de la emoción, hasta que me canse y me volví a sentar en el sofá.

-¡Salud!.Por la mejor amiga que podría tener.

-¡Salud por mi!.

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Hola gente bonita.
¿Cómo están?. Espero que bien.

Este es el primer capítulo y un breve conocimiento de ciertos personajes, espero les guste y lo disfruten.

Recuerden pasarse por mi ig.
En dónde haré spoilers de los capitulos, promociones, imágenes, un calendario literario y mucho más.

Y bueno...

¿Que les parecióel cap?