A causa de la premiere, los estrenos y demás, la fecha de la boda se atrasó un par de meses. Sin embargo la espera se hizo corta.

Aquel era su gran día, el día de la boda. Tan sólo unas horas la separaban de ser soltera a ser la mujer de Christopher Robert Evans Capuano.
Iba a casarse a sus veinticuatro años, con un gran futuro por delante ahora que su carrera como actriz había despegado.

Las emociones la invadían: casarse con Chris, volver a ver a sus padres, el triunfo en su carrera...

Como sus padres ni Arturo habian llegado aún, ya que aterrizarían en menos de dos horas, Alyson era la encargada de cuidar de Beatriz. Aprovechando que ella ya habia pasado por la misma situación consiguió que los nervios de Beatriz se calmaran notablemente.

- Relajate o no vas a disfrutar nada hoy. Es tu día, todo va a salir a pedir de boca, ya lo veras -aseguró Alyson.

- Ya lo sé pero creo que algo no va bien, lo presiento.

- Las corazonadas desmoralizadoras son muy comunes el dia de tu boda. Nos pasa a todas, pero si así te sientes más segura me daré un voltio para comprobar que todo va bien -sugirio

- No, déjalo, preferiría que no me dejes sola -dijo casi suplicando.

La casa de Chris era bastante grande, sobretodo comparada con la de ella, sin embargo sentía como si las paredes de la habitación se encogieran de la misma forma que le pasa a Indiana Jones en los templos malditos. Por todo ello decidió abrir la ventana y asomarse.

^ No está muy alto, creo que si salto no me voy a romper nada.

Alyson, como si hubiera leido sus pensamientos se acercó a ella para apartarla de la repisa.

- Alto ahí, no se te ocurra huir saltando por la ventana.

Se sentó en la cama sin contestar. Ahora era Alyson la que se asomaba a la ventana.

- Necesito salir de aquí, me siento encerrada, cada vez siento más claustrofobia -dijo a Alyson que sin mirarla asintió indicando así a Beatriz que la estaba escuchando- Además aun falta una hora para que vengan a maquillarme y peinarme.

- Si me prometes que vas a relajarte no tengo ningún problema en salir.

- Genial. Total si me ve Chris no pasa nada, ¿no? La mala suerte es que me vea con el vestido, no como voy de normal.

- Claro... Ya se por dónde vas, vam... -se quedó sin habla, no podía creer lo que había visto.

^ Joder, tienen que ser imaginaciones mias. Mierda ahora no puedo dejar que salga...

- Esto... Beatriz, te importa buscar en mi bolso un pintalabios rosa mate, por favor -ordenó, necesitaba tiempo para comprobar si había visto bien o simplemente su imaginación la había jugado una mala pasada.

Al tiempo que Beatriz estaba ocupada buscando el pintalabios Alyson se fijó en todas las personas que estaban en el jardín, buscando a la persona que creía haber visto hace unos instantes atrás.

- Aquí esta -anunció Beatriz- lo tenías bien escondido, madre mía.

Alyson se volvió para coger el pintalabios, no vio nada sospechoso.

- Falsa alarma -susurró.

- ¿Qué dices?

- Nada, pensaba en alto. Salgamos ya de aquí -exclamó.

Abrieron la puerta, Alyson fue la primera en salir, recorrió la estancia con su mirada. Beatriz se extrañó por su comportamiento, sin darle mayor importancia.

- ¿De quién te escondes? -Alyson se dió la vuelta mirando a Beatriz con sus ojos aun como platos- Vaya Alyson, ni que hubieras visto un fantasma -bromeó.

Alyson se rió nerviosa, disimulando para no preocupar a la novia.

- Chris estará con Scott y Sebastian -indicó- lo que ya no se es en qué parte están.

- Pues les buscamos, yo no tengo problema.

Tras revisar los pisos superiores encontraron a Chris en la cocina, con su hermano y Sebastian. Justo como Alyson había dicho.

Los chicos y Alyson se fueron, dando así intimidad a los futuros novios.

- No soportaba estar allí arriba más tiempo, tenía que verte -dijo Beatriz rodeando a Chris del cuello.

- De no ser por los chicos te habría ido a buscar, te echaba de menos -dijo Chris acercándo a Beatriz por la cintura- te quiero futura señora mía.

- Yo te quiero más futuro Bambi -dijo antes de plantarle un suave beso.

- Hasta el fin de los tiempos -afirmaron a la vez.

Permanecieron unos minutos mirandose a los ojos, imaginando la vida de casados que les aguradaba, dejándose invadir por la felicidad. El sonido de un movil al que llamaban les despertó de ese sueño. 

Era el móvil de Sebastian, quién se dió prisa en cogerlo e irse de nuevo.

La enamorada pareja volvió a fundirse en un gran beso, lo que siempre suscitaba rubor en las mejillas de Beatriz.

Volvieron a ser interrumpidos, esta vez por Alyson.

- Perdonad la intromisión pero acaba llamar Arturo, dice que el vuelo se ha adelantado asi que en media hora estarán aquí. 

Las rodillas de Beatriz no pudieron mantenerla de pie, afortunadamente Chris la sostuvo en sus fuertes brazos.

Las lágrimas asomaban en los ojos de Beatriz, a punto de desbordarse. 

- Me va a dar algo, ¡Por fin!

Chris abrazó a Beatriz, también alegre de conocer a sus suegros.

- Tenemos que volver a la habitacion para que te maquillen y te vistan, ya se lo he dicho.

En un abrir y cerrar de ojos subieron a la habitación, dentro estaban ya las tres chicas encargadas de maquillarla y peinarla.

El maquillaje resultó sorprendentemente natural. Realzaron sus ojos e intensificaron levemente el color rosado de sus labios. En cambio el peinado era más recargado, una trenza estilo griego. Fueron muy rapidas en su cometido pues tardaron media hora justa.

Ahora tenia que ponerse el vestido. Mientras las demás recogían la habitación Beatriz fue a cambiarse al baño donde tenía sitio de sobra incluso con Alyson dentro a la que necesitaba para abrochar el vestido.

Casi diez minutos despues Beatriz estaba ya lista, asi que salieron del baño, con una sorpresa.

Concretamente era una muy ingrata sorpresa.

^ Joder, lo sabía -pensó Alyson.

- ¡¿Qué coño haces aquí?! -gritó Beatriz

- Estas muy guapa con ese vestido... -dijo antes de soltar sonoras carcajadas- Lo siento, no se me da bien mentir, pobre Chris, le has engañado bien para que se case contigo.

- Vete a la mierda. ¡Sal de aquí ahora mismo! -balbuceó cabreada

No se inmutó.

- Ha dicho que te vayas, cabrón.

-No se trata así a los viejos amigos -dijo tranquilo.

- Yves, no sé como te has colado pero vas a irte ya. Gritaré, y si hace falta te echo yo misma.

- Qué miedo -dijo sarcástico- ¿Y tú que miras? -preguntó a Alyson.

- ¡Que te vayas ya a la puta mierda coño! -ordenó Alyson.

- Cuida ese lenguaje -dijo disgustado.

En ese instante Chris entró por la puerta.

- Tus padres ya...-su voz se cortó en cuanto vió a Yves- ¿Qué cojones haces aquí? Ya te estas largando.

El alboroto atrajo la atención de Scott, Sebastian y el recién llegado Arturo, todos entraron a la habitación.

Un ruido hizo que sus miradas se volcaran en Beatriz, su cara pese al maquillaje se veía realmente pálida. 

Alyson la estaba sujentando, pero no era lo suficientemente fuerte.

- ¡Beatriz! -gritó Chris enormemente preocupado, con los ojos llorosos, se acercó a ella para tumbarla con el máximo cuidado en el suelo- Shh tranquila, todo va bien.

-El... el... -murmulló entre respiraciones- aprieta...

-Llevaos de aqui ahora mismo a este hijo de puta -ordenó Chris a su hermano y los otros dos.

- Creo que el vestido la aprieta -dijo al tiempo que lo desabrochaba.

- Te dije que no me volvieras a hacer esto....

- Lo... siento... -se disculpó- ¡Ahh! -gritó dolorida, los malditos pitidos volvieron más fuerte que nunca.

- Shh, es mejor que no hables -dijo con la voz más tranquilizadora que fue capaz de poner.

Beatriz acarició la mejilla de Chris, atrayéndole para darle un beso.

- Bésame -suplicó.

Se besaron muy tiernamente.

- Te amo Chris, eres mi bambi, te amaré hasta el fin de los tiempos.

- Te amaré hasta el fin de los tiempos -la susurró, estallamdo seguidamente en un llanto.

Los pitidos eran cada vez más fuerte, no pudo evitar gritos de dolor que causaban uno similar en Chris por escucharlos.

Volvió a besarla. Fué lo último que sintió Beatriz, ese abrasador beso, los tiernos labios de Chris en los suyos, haciendola sentir anestesiada frente al inmenso dolor que esos pitidos la estaban provocando.

Todo se fundió en negro.