Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Las cosas claras.

Chris no apartaba los ojos de Beatriz, la miró de arriba a abajo. Se levantó y se acercó a ella.

— ¿Qué pasa? ¿Tengo algo mal? —dijo preocupada mirando su ropa por si se la había puesto del revés o tenía cualquier desperfecto.

— Estás guapísima, eso es todo.

Beatriz se ruborizó con el cometario. Chris lo notó y soltó una pequeña risa.

— Eres muy adorable cuando te pones roja.

Ella se puso más roja aún.

— Cállate —ordenó.

Chris rodeó por la cintura a Beatriz con un brazo, atrayendola hacia él. Con la otra acarició su pelo. Ella tenía los brazos en el torso de Chris, con sus manos en los pectorales de él.

> Está aún más duro de lo que aparenta... Madre mía —pensó Beatriz.

Ella notó cómo rápidamente el pulso de Chris se aceleró, lo que provocó el mismo efecto en ella.

Sus labios casi se rozaban, cerraron los ojos y se besaron. Primero fue un beso dulce, que fue transformandose en uno más apasionado.

Chris levantó a Beatriz por la cintura y ella se sujetó a él rodeandolo con sus piernas. Ella ahora acarició el cabello de Chris con una mano mientras la otra seguía en el torso de Chris. Beatriz notaba cómo latía su corazón. Chris apoyó a Beatriz contra la pared. El impacto subió más la temperatura.Entonces ella se apartó de él.

— Chris espera, bájame. Tenemos que hablar.

Al oír estas palabras se asustó y la dejó en el suelo. Ella cogió su mano y le llevó hasta el sofá.

— Chris, yo... —hizo una pausa— yo estoy enamorada de ti, pero... —la cara de Chris mostraba preocupación— no quiero que esto sea una aventura amorosa que no va a ninguna parte, yo necesito a alguien a quien realmente le importe porque he sufrido mucho y no pienso conformarme. Quiero estar segura de que lo nuestro es real, y que tú también me quieres.

Chris pareció sentir alivio, Beatriz tenía los ojos llorosos y una lágrima recorrió si mejilla.

— Te quiero Beatriz, lo creas o no —dijo a la vez que secaba la lágrima de la mejilla de Beatriz— Entiendo bien lo que dices, tras mi última relación lo último en lo que pensaba era en enamorarme para que luego me partieran el corazón. Sin embargo luego te conocí y no se por qué dejé de tener miedo a enamorarme.

— Es que todo va tan rápido, no se...

— Sé que para tí es así, pero yo a estas alturas tengo algo de prisa. No me entiendas mal... Sólo se que te quiero, todo lo que sé de ti me encanta, tu me encantas. Me enamoré de tí nada más verte. Por mucho que me duela entenderé que no sientas lo mismo —confesó.

— Chris, tengo pánico a las relaciones pero contigo me siento diferente, me siento segura. Esto me confunde, nunca había sentido lo que siento por tí... A eso me refería con lo de ir rápido, con quererte en tan poco tiempo.

Ahora los dos tenían los ojos llorosos.

— Me vas a hacer llorar.

— No me digas eso porque entonces lloraré yo.

Se dieron un fuerte abrazo, de sus ojos escapó alguna lágrima por el dolor recordado. Se besaron de nuevo.

— Tienes que prometerme algo Chris —se calló un instante para intrigarle más— no volvamos a tener conversaciones tan cursis.

— Te lo prometo.

Y sin motivo aparente rieron, y rieron y volvieron a besarse y se dijeron "Te quiero".

Así estuvieron abrazados un buen rato.

— Tengo hambre.

— Jajaja, ¿quieres que salgamos o pido algo?

— Tengo una pizza en el congelador, no me apetece ir a un restaurante. Más bien lo que no me apetece es que nos vean juntos comiendo —confesó.

Chris alzó una ceja.

— Ya sabes que soy rara, aunque amo ser actriz lo de que me atosiguen por la calle y todo eso me agobia un poco.

— Te entiendo muy bien.

— La verdad es que siempre he pasado desapercibida, pero contigo pues... Aunque podría acostumbrarme. Ni siquiera me atrevo a buscarme en Google ahora.

— Te daré un buen consejo, nunca te busques en google.

— ¿Y exactamente que somos?

— ¿Qué? Menudo descaro para cambiar de tema. Jajaja. Somos novios —afirmó Chris.

— Vale, sólo quería escucharlo.

— Tengo una novia muy rarita...

Beatriz se encogió de hombros cómicamente y los dos se rieron.

— Voy a encender el horno para que se vaya haciendo la pizza

— Voy contigo, ¿tienes cervezas?

— Me temo que en esta casa nunca ha entrado una cerveza.

— Uh, nuestra primera diferencia.

— No, la primera es que tu eres un viejales y yo una jovenzuela.

— Ahora que lo pienso no se cuantos años tienes. No he querido saberlo. Cuando te vi aparentabas 18 pero ahora que te conozco pensaba que tenías 30. ¿Y cómo que viejales con 34 años? —preguntó con falsa indignación.

— Tengo 23.

— ¡¿Qué?! ¡No jodas! Jajaja

— Sí jodo, siempre me echan años de menos hasta que me conocen. Quizá sea porque siempre voy con gente mayor que yo, me siento más cómoda.

— ¿Alguna otra cosa que deba saber, doña caja de sorpresas?

— Tengo fama de dar buenos masajes —dijo Beatriz guiñando el ojo

— Eso quiero comprobarlo.

> Y yo comprobar tu espalda —pensó, mordiendose el labio por un momento.

— Ahora cuéntame algo de ti que no sepa.

— Yo tengo fama de ser romántico.

— Dije algo que no sepa, sin embargo te lo daré por bueno.

— Tu turno.

— Mi palabra favorita en italiano es bambinosus ojos emitieron un brillo a tono con la idea que se la ocurrió—. Acabo de tener una idea, voy a llamarte bambino.

— Eso me recuerda a Bambi, recuerdo que lloré con esa película.

> Con que Bambi.. ¿Eh?

— Ídem, además tengo una foto con uno -hizo una pausa— ¡La pizza! Creo que ya está.

La sacó del horno, tenía un borde casi negruzco pero era comestible.

Se sentaron en el comedor a comer la pizza.

— Deja de mirarme así que me da vergüenza, y me vas a desgastar la cara con la que, te recuerdo, me gano el pan. Además, no se que haces admirando mi feo careto.

— Acabas de soltar una tontería enorne. Para que te quede claro tu eres guapísima. Y si alguien dice lo contrario que se vaya a la óptica.

— Pues yo no voy a ir a ninguna óptica, y dejalo estar porque no quiero discutir lo equivocado que estas.

— ¿Por decir que eres guapa?

— Sí, porque por mucho que me lo digan, y lo han hecho, nunca lo creeré. Es un caso perdido.

— Anda que... —. Chris puso los ojos en blanco y se rió.

Acabaron de comer y volvieron al sofá.

— Sabes qué, no me importa que nos vean juntos, salgamos -dijo sonriente— pero si nos rodean y me agobio... Bueno, da igual.

— ¿Estás segura?

Se lo pensó unos segundos hasta contestar.

— Afirmativo.

— Creo que ya se donde podemos ir. Será una sorpresa. Hoy no me voy a separar de ti, no quiero volver al hospital.

— Lo siento mucho, como eres tan dulce ese día se me pasó tomar azúcar y el bajón me dió igualmente.

Se besaron una última vez antes de salir.
Chris llevó a Beatriz al Common, un bonito y antiguo parque de Boston.

Él llevaba una gorra y unas gafas de sol para pasar desapercibido, lo que no duró mucho tiempo. Cuando pasaron dos horas la gente empezó a agobiar a Beatriz y para el colmo había paparazzis. Al final tuvieron que volver a casa de Beatriz.

En casa:

— No creí que me reconocieran tan pronto, iba de incógnito...

— A decir verdad me lo he pasado bien. Ha sido divertido, excepto cuando nos rodeaba tanta gente.

— Quiero presentarte oficialmente a mi familia. Les caeras bien —soltó

— ¿Tan pronto? —preguntó sobresaltada.

— La semana que viene, cuando volvamos a tener día libre.

— Supongo que me parece bien — dijo ocultando su entusiasmo, eso significaba que iba en serio.

Se miraron a los ojos, un fuego interno encendió su pasión en ese instante.
Chris se lanzó a besar a Beatriz, la puso contra la pared. Se besaron apasionadamente. Entonces Beatriz empujó a Chris guiándolo hasta la habitación sin dejar de besarse. Estaban de pie junto a la cama. Ella se quitó la camiseta, seguidamente Chris hizo lo mismo, momento que Beatriz aprovechó a desabrochar el pantalón de Chris.

Él la desabrochó el sujetador y ella masajeó el fuerte torso de Chris, sus pectorales, sus abdominales.

Chris tiró a Beatriz a la cama...
Y al final lo hicieron, hicieron el amor.

El cielo negro indicaba que era de noche, la pareja estaba entre las sabanas.
Chris acariciaba el vientre de Beatriz y la besaba en el cuello.
<<¿Esto es real?>>
Abrazó a Chris y se besaron un buen rato.

— Voy a ducharme —dijo Beatriz.

— Te acompaño

Ella le hizo un gesto con el índice para que fuera con ella, tenían dibujada en la cara una sonrisa maliciosa. Se ducharon juntos.

— Te quiero.

— Te quiero, Bambi.

Se abrazaron, fueron al sofá.

— Deberías irte ya...

— Cinco minutos más por fa —pidió Chris haciendo pucheros

— Sólo porque eres muy adorable.

— Háblame en español.

— Jajajajajajajjajaja ¡¿Qué?! —dijo sorprendida

— Sí, podrías enseñarme.

— No te gustaría...

— ¿Y eso?

— No valgo para profesora, y no quiero que me veas enfadada. Cuestión de paciencia querido.

— Al menos dime algo

— (En español) Chris Evans eres un hombre jodidamente adorable y estás buenísimo, también un bobo muy encantador. Te amo tanto que casi te odio. Ahora mismo tu cara es increíblemente graciosa y si estoy hablando tan rápido es para que entiendas lo menos posible.

— No sé qué narices me has contado, hasta me has dejado sin aliento.

Se rieron.

— Anda vete ya, mañana madrugamos por si lo habías olvidado.

— ¿Por qué haces eso?

— ¿El qué?

— Cuidar de mi, soy yo el que quiere cuidar de ti

— ¿Cuidar de tí? Sólo me preocupo por ti. Tu vete ya que me estás hartando.

— Yo también te quiero.

— Hasta mañana.

— Buenas noches, te quiero —dijo Chris, se dieron un beso de despedida y se fue.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro