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La familia Evans

La entrevista fue bien. Chris tenía algo de razón, el periodista se interesó más por Marvel en cuanto a Chris y por la vida de Beatriz que por la propia película que estaban rodando. No fue nada del otro mundo a decir verdad.

— Tenías razón, creo que hasta me ha gustado.

— No sabes lo que dices, cuando hagas tantas entrevistas que hayas perdido la cuenta dudo que pienses igual...

— Calma, yo sólo hablaba de esta, no me agobies.

Ese día y el siguiente rodaron la película según lo previsto.

Era sábado por la noche, y Chris invitó a Beatriz a cenar fuera.

— Ponte algo cómodo

— Em vale... —esperaba que fuera una cena romántica (aunque no la apeteciera mucho).

Sin embargo hizo caso, además se puede ir cómoda y con estilo. Se puso una sudadera gris, roja y negra con unos leguins negros y unas convers rojas.

Lo que ella no sabía es que Chris se había compinchado con Alyson.

Su plan era llevarla a L.A., a su casa, donde Beatriz conocería a su familia. Pero queria que fuera una sorpresa y por eso la llamó, para que ella la hiciera la maleta. De esa forma estaría todo listo sin que ella sospechara nada cuando llegaran al avión privado.

Así que tras un trayecto lleno de curiosidad para Beatriz al fin llegaron al aeropuerto.

— ¿Qué hacemos en el aeropuerto? —preguntó Beatriz con intriga.

Sin embargo Chris no contestó, simplemente sonreía. Se bajó del coche y le abrió la puerta a Beatriz.

— ¡Chris! ¿Dónde es la cena? —dijo alucinada.

— Es una sorpresa.

Se montaron en el avión, pronto despegaron rumbo a Los Ángeles, el viaje sería largo desde la costa Este a la costa Oeste.

— Ahora que no puedes bajar te lo diré —Chris sonreía mientras Beatriz sentía gran curiosidad— vamos a mi casa en Los Ángeles.

— ¡¿Cómo?! Wow, ya estaba alucinando montada en ¡un avión privado! Estás loco —dijo riéndose entusiasmada.

— Mañana he invitado a mi familia a mi casa para que os conozcáis.

— Eres un sol Chris y te quiero, pero no se que me da que te hayas molestado en, bueno, debe ser muy caro el avión...

— No te preocupes por el dinero, además lo he hecho precisamente porque también te quiero.

Beatriz besó a Chris y se abrazaron.

— Sé que no es un restaurante pero aquí también hay comida, no se tú pero a mi me apetece cenar ya.

— Sí por favor, me vendría bien comer.

— Jajaja, pediré que nos traigan la cena.

El azafato les sirvió la cena, había lasaña, muslos de pollo y helado de postre.

— No suelo coincidir con chicas que coman como yo.

— No te acostumbres, me lo puedo permitir porque estoy activa si no como más sano. Y por eso pretendo estar siempre activa para comer a mi gusto —informó guiñandole un ojo.

— Eres adorable, ahora toca el postre, ¡helado! —Chris se relamió cual Homer Simpson pensando en comida.

— Dame helado y galletas y seré tuya, y si son de chocolate, lo seré por siempre —bromeó con un tono oculto de seriedad.

— Tomo nota jajaja.  Pero el helado que sea para compartir.

— Yo sería tuya de todas formas—confesó en un susurro que Chris escucho muy bien.

Al decir esto se produjo un silencio incómodo.

Chris ahora estaba pensativo, absorto en sus pensamientos, Beatriz sabia que él estaba pensando en el matrimonio > el quería casarse y tener hijos pero ella era aún joven.

Por otra parte quería muchísimo a Chris, el podría ser algún día su marido o el padre de sus hijos pero no quería pensar en ello. Entonces escucho las palabras que Alyson le dijo la otra vez.

Beatriz no quería casarse, en verdad la daba igual, sólo lo haría si él quería hacerlo o quizás no sabía lo que quería. Y por supuesto quería tener hijos algún día pero lo que ella quería en ese momento era centrarse en su carrera y en disfrutar de su relación con Chris.

— Beatriz, tienes pensado casarte algún día.

Esa pregunta dejó pálida a Beatriz.

— Quizá algún día, si me lo pide el hombre adecuado...-se sentía incómoda y se notaba.

— Ahora eres joven y...

— ¿Y qué? Puede haber llegado ayer, estar delante de mí o puede que le conozca dentro de treinta años... —(Espero que delante de mi)— y por la edad no tengo problema, parece que me van los mayores.

Los dos rieron.

— Bueno, no hablemos de eso ahora, vamos a dormir —la besó en la frente.

El vuelo fue tranquilo así que durmieron bien.

Cuando llegaron fueron directamente a la casa de Chris.

— Bueno pues.... Esta es mi casa —dijo Chris al entrar con Beatriz a su casa— ¿Qué te parece?

— Es más grande por dentro...

— ¿Qué?

— Nada, es algo que siempre he querido decir.... Esta genial, es más grande que la mía desde luego.

— ¡Para que me matas a halagos!

— Me gusta tu casa, pero se nota que aquí vives tu.

— No se cómo tomarme ese comentario.

— Olvidalo —Beatriz se tornó con ánimo entusiasta— ¡Es una casa preciosa! ¡Qué buen gusto tienes! ¡Vaya que acogedora parece! ¡Me encanta! —exclamó Beatriz con un disimulado tono sarcástico.

Esto hizo reir a Chris.

— ¿Mejor así?

— ¡Sí! —respondió Chris con sarcasmo.

Chris enseñó toda la casa a Beatriz.

— ¿Sabes cual ha sido mi parte favorita?

— ¿Cuál? —dijo levantando una ceja sensualmente.

— El baño —Chris parecía ahora confundido— nunca entenderé qué sentido tiene enseñar el baño, y me hace gracia cuando la gente me lo enseña —dicho esto se rió.

Salieron al jardín donde estaba la piscina.

— Ves, esto si que me gusta, que tengas piscina.

— Podríamos bañarnos más tarde —sugirió Chris.

— A todo esto... ¿Dónde está tu familia?

— Scott vendrá para cenar, el resto está dando una vuelta, les dije que volvieran a las cinco —Chris se acercó a Beatriz para susurrarla en el oído— para que nos dejaran un rato a solas.

Beatriz le besó, él no se dió cuenta de que estaba al borde de la piscina. Beatriz aprovechó y le dió un empujón.

— Ahh —gritó Chris justo antes de zambullirse.

Beatriz estaba partiendose de la risa, Chris surgió del agua y al verla reír aprovechó a cogerla de las piernas y tirarla a la piscina con él.

— Quién ríe último —dijo Chris entre risas.

— Ríe mejor —dijo Beatriz y aprovechó que Chris estaba distraído riendose para hacerle una aguadilla.

Entonces Chris levantó a Beatriz y la tiró al agua de nuevo. Así estuvieron riendo y jugando un rato con el agua para luego besarse.

— No sabes cuánto me alegro de no haberme puesto rimel.

— ¿Y eso?

— Porque ahora parecería un mapache —Chris se lo imaginó y se rió— cualquiera que nos viera ahora... Anda vamos dentro que estamos calados.

Llevaban la ropa aún.

— Jo...

— Ya nos bañaremos debidamente otro día —dijo ella mordiendose los labios para parecer sexy.

— Esta vez ganas tú.

Salieron de la piscina, por suerte no tuvieron que entrar en casa para secarse, había unas toallas limpias guardadas fuera. Cuando dejaron de chorrear entraron dentro.

— Voy a ducharme, y tú te vienes conmigo, al mismo baño —afirmó Chris.

— El hecho de que hayas remarcado lo del mismo baño no querrá decir que no te fias de mi, ¿no?

— No diré nada sin mí abogado.

Beatriz le dió un golpe en el hombro, él se rió.

— Mira que eres bobo —ella entornó los ojos y luego se rió.

No hace falta decir lo que pasó en la ducha.

Después se vistieron, él se puso una camisa azulada y un pantalón negro con el que estaba imposiblemente sexy (como siempre) y ella el vestido que se compró con Alyson.

— Wow —Chris no podía apartar la vista de Beatriz- wow.

— Tú también wow —bromeó Beatriz al ver que Chris estaba sin habla.

— Nunca te había visto con vestido, estás...

— Estoy deslumbrante sí jajaja gracias. No suelo llevar vestidos, me gustan pero prefiero unos pantalones, son más prácticos y cómodos.

— Ya no me da pena no cenar en casa tortilla jajaja.

Eran las cinco en punto, se escuchó ruido en la casa.

— Creo que ya han llegado, vamos a bajar —Chris cogió la mano de Beatriz con la suya entrelazado los dedos.

Lisa, Robert y Shana estaban en el sofá y Carly en el sillón.

Chris y Beatriz aparecieron en la sala de estar.

— Familia, os presento a Beatriz.

Todos fijaron sus ojos en ella, la madre de Chris fue la primera en hablar.

— Qué chica más guapa, encantada de conocerte —Lisa la abrazó con cariño— al fin —dijo mirando a Chris.

— Igualmente, me alegra mucho conoceros —aseguró Beatriz con una sonrisa sincera.

— Chris nos ha hablado mucho de ti —dijo Shana, se acerco a ella y la abrazó también.

Bob y Carly también la saludaron.

— Si estáis listos podemos irnos ya. Nos encontraremos con Scott en el restaurante.

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