
Capitulo XVI
New York, Estados Unidos.
Inside The New Horizons High School
Narra Anabel:
¡Vaya, si es que es grande el aula! Todos al verme se giraron en frente de la profesora. Me sentí un poco atemorizada, pero se me pasará. Es hora de estudiar, conocer a mis nuevos compañeros y sentirme como en casa en esta magnífica escuela. Espero que todo salga bien como quiero en este primer día de clases:
-Muy bien, clase. Ella es Anabel y es su nueva compañera de clases a partir de hoy- dijo Miss López y un chico subió los pies en la mesa mirándome fijamente.
Se encontraba atrás, en el último asiento y después de unos minutos observándome:
-Bienvenida Anabel a esta escuela, eres muy linda la mera verdad- dijo el chico y la clase lo miro de reojo a él y luego hacia mí para ver como reaccione.
¿Me está coqueteando o es sólo un halago más? Vaya, que sorpresa:
- ¡Raphael, por favor retira los pies de la mesa y siéntate correctamente! - dijo Miss López con autoridad.
El chico llevaba puesto una chaqueta de cuero encima de una camiseta blanca sin mangas, zapatos negros, guantes negros y pantalón jean ajustado. Parece un "Bad Boy" de películas o eso parece porque la mera verdad, lo estoy observando detenidamente ahora mismo, pero ni lo conozco para comprobar si lo que digo es cierto o falso. Tiene un bonito acento por lo que puedo deducir que es de España y es blanco de ojos marrones:
-Ok, Miss López si usted me permite, pregunto una cosa, ¿de dónde es Anabel? - preguntó Raphael.
-Soy de República Dominicana- respondí seriamente.
-Vaya, un lugar que me gustaría ir a visitar, es muy hermoso- dijo y yo asentí con la cabeza.
-Bien Anabel, siéntate al lado de la joven Hannah y continuemos todos con la clase- dijo Miss López.
-Anabel, te pondré al corriente de todas las clases que hemos dado- añadió la profesora y asentí con la cabeza.
Me senté no sin antes visualizar al tal Raphael que se encontraba copiando lo que la maestra dejó escrito en el pizarrón. Me parece inteligente el chico y él me vio a los ojos sonriendo, pero luego siguió escribiendo:
-Hola, mi nombre es Hannah. Veo que te gusta Raphael ¿no? - dijo con picardía y yo negué la cabeza con una pequeña risa.
-No, que va. Acabo de llegar y ni siquiera lo conozco- dije seriamente.
-Pues, te diré... Todas las chicas mueren por él, es guapísimo, inteligente y el capitán del equipo de Fútbol Americano- describió Hannah y él escuchó todo.
- ¿Hablabas de mí, eh Hannah? - dijo Raphael con curiosidad y ella lo negó.
-No lo niegues, nena porque le estabas diciendo cosas a la chica nueva... digo a Anabel- dijo seriamente.
-Bueno sí, además eres popular aquí, no se nota, ¿eh? - dijo Hannah con ironía.
-Sí, lo soy, pero no es para alardear tanto. Mejor te dejó porque ando escribiendo lo de la Miss López, de tu parte deberías hacer lo mismo querida y Anabel por igual. Mis disculpas y con permiso- dijo Raphael quién se sentó en un asiento vacío que había delante de nosotras.
-Es un poco pesado la mera verdad, pero ya sabrás más cosas de él cuando tengas más de un año aquí en esta escuela- me susurró Hannah y asentí levemente.
Me dispuse a sacar mi cuaderno y lápiz de mi bolso para escribir lo que la maestra dejó en el pizarrón y Hannah por igual. Ambas estábamos muy concentradas y no nos mirábamos a los ojos. Pasaron las horas, sonó la campana que da por terminada la clase de Lengua y Literatura Castellana.
La maestra antes de irse, me dejó unos folletos con las clases que me faltaban con los mandatos escritos en un pequeño papel pegado al dorso. No eran muchos y me dio un mes para entregarlos. Hoy no dejó clases lo cual es una ventaja para mí.
Todos salieron mientras que yo y Raphael nos quedamos solos:
-Las cosas que te dijo Hannah sobre mí son ciertas, excepto la parte de que soy un poco pesado- dijo él mientras yo entraba mis cosas en el bolso para luego mirarlo fijamente.
- ¿En serio? Pues... interesante- dije sin rodeos.
-Ah, ya sabes mi nombre que es Raphael, pero mi apellido es González por si las moscas- dijo él, comencé a reírme un poco y estiró su mano.
-Es un placer, Anabel Castillo- dijo y él levantó las cejas.
-Oh, vaya un apellido de prestigio ¿eh? - dije y me reí.
-No, que va. No soy millonaria porque vivía en un barrio allá en mi país natal y por cosas de la vida, terminé aquí viviendo con mi tía- narré y el escuchó atentamente.
-Interesante... Espero que nos llevemos bien en todo este año de clases- dijo Raphael seriamente.
-Eso espero- dije y él empezó a empacar sus cosas para marcharse.
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