ADVERTENCIA:

Contenido altamente explícito, detallado y sangriento.
Se exige una total discreción.
Y sí... ESTO ES TRAUMANTE.
Estás advertido.

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ACTO 0 : DESESPERACIÓN

Mi nombre es Mike, y estoy pasando por el peor día de mi vida.

Mi vientre... Está hinchado.

No sé que hacer.

No sé cómo se lo voy a decir.

Tenía mis dudas en un principio, creí que solo era la mala comida, exceso de chocolate, o no sé.

Pero ahora está todo claro, estoy embarazado, y no quiero tener al bebé.

No sabía que me podía embarazar. De haberlo sabido, no tendría sexo sin condón.

¿Qué puedo hacer?

Ir a la clínica para abortar sería lo más sensato, pero... Ahí trabaja un amigo.

No quiero que nadie se entere, en especial, él. Si él se entera me podría odiar y me culparía por todo, no quiero eso.

Yo... Haré todo lo posible para que esto quede en el pasado.

Estoy a punto de cometer el acto más nauseabundo y doloroso de mi vida.

ACTO 1: ABORTO

Agarré unas pinzas lo suficientemente delgadas para que no duela demasiado, y lo suficientemente larga para que llegue a mi vientre.

Soy muy flexible, así que puedo hacerlo yo mismo sin causarme calambre al estar en posición de U.

También, investigue cómo funciona el útero de una mujer embarazada y leí toda información de como es el proceso del aborto.

Tengo miedo, tengo mucho miedo.

Estoy en el baño de la casa, no hay nadie porque están en el supermercado, tengo que aprovechar está oportunidad. Solo será rápido.

Se que voy a gritar mucho y no me gustaría escuchar eso, así que decidí amordazar me para hacer el menor ruido posible. Y para que la pinza entre con facilidad lo embarre con lubricante.

Bien Mike... Tú puedes, eres el ¡Super Perro Mike!

Está va a doler... Esto va a doler... ESTO VA A DOLER, JODER. Si lo hago rápido, la agonía será corta.

Miré las pinzas con tanto miedo de lo que estoy a punto de hacer.

Con toda la rapidez comencé a introducir las pinzas en mi ano, esto me da un dolor muy fuerte así que grité, pero como estaba amordazado, mis gritos se escuchan como si estuviera gritando con la almohada, seguido con quejidos cortantes que sacaba.

Comencé a meterlo hasta llegar a mi vientre, y serrando las pinzas comencé a jalonear a algo que parece ser la bolsa.

Esto mientras sangraba mucho, me torcía y lloraba, quería que esto se terminará pronto.

Fue cuando de un jalón logré expulsar de mi cuerpo la bolsa con el feto adentro. Hay un río de sangre que se metía en el desagüe.

Muy agotado solté las pinzas que cayó fuera de la tina, comencé a quitarme la mordaza débilmente, estoy inhalando y exhalando como nunca había hecho, sudando y adormecido estaba por desmayarme.

Los segundos pasaban y los minutos también. Yo no quería ver la bolsa de carne y tejidos blandos que había en  otro extremo de la tina, tenía miedo de ver a mi propio hijo. Era una situación muy traumante que espero nadie esté en esta misma situación.

Cerré los ojos, y me tapé la nariz para no ver ni oler como agarraba la bolsa de tejidos y la lanzaba en el inodoro, afortunadamente la bolsa era pequeña y blanda así que no se tapó.

ACTO 2: LIMPIEZA

Con las fuerzas que me quedaba, usé mis poderes de la energía para moverme rápido para limpiar todo el desastre que había hecho, quité cada sangre que se había derramando en el baño, cada mancha mínima de sangre podría ser mi fin. Después, lo perfume toda el baño para que el olor de la sangre y el olor fétido de una carne en descomposición se desaparezca, para finalmente abrir las ventanas para que todo se disipe. Y finalmente bañarme y secarme.

Todo esto hice mientras sentía un dolor agudo en mi recto, no le tomé importancia porque leí que esto es normal después de un aborto.

Con todo ya hecho, exhausto, me dirijo a mi cuarto para tomar una siesta. Lo único malo de todo esto, es que me duele mucho el recto y es insoportable.

Cuando me toqué la cola sentía una humedad pegajosa, sentía igual la sabana, y note que estaba sangrando.

Espantado, grité y salte fuera de la cama, la sabana estaba manchada de sangre que salía de mi ano, mire el pasillo donde pasaba y en el suelo había manchas de gotas de sangre.

Rápidamente, con un puñado de algodón absorbente me tape el ano y use un bóxer para mantenerlo ahí.

Comencé a cambiar mis sábanas y las que estaban con mancha las metí al lavadero. Con el rastro de manchas de sangre en el pasillo comencé a trapear el piso.

Pensé mucho del porqué seguía sangrando, parece que sin quererlo, jale tan rápido que los extremos de la pinza rasgaron una parte del recto, esto explica del dolor tan agudo que siento y el sangrado.

Minutos de desesperación, dolor y terror sentía al mismo tiempo, la desesperación de quitar todas esas manchas antes de que ellos regresen, el dolor tan agudo que siento que sentiré todo el día, y el terror por el terrible acto que hice.

ACTO 3: UNA TRAMPA.

¡RING - RING!

Timbres se escuchan en la casa, son ellos, quienes llegan despues de una larga compra.

Mi ano dejó de sangrar así que me quite el bóxer y el algodón, los tiré al basurero fuera de mi casa.

Abrí la puerta con una sonrisa falsa, miré la cara de todas las persona que estaban en la puerta incluyendo al que amo mucho y los dejé pasar.

Un pensamiento me llegó a la cabeza, uno muy fugaz que es opacado por la falsa sensación de comodidad, ellos me dejaron solo porque yo causé un desorden en el mercado la última vez, saben que soy adicto al chocolate, pero... ¿Y si fuera por otra cosa?

Espero que esto, no sea... UNA TRAMPA.

Continuará...