Esa nochebuena no iba tan bien como lo planeado. El ambiente era tenso, triste, melancólico y lejano en la casa de los Flirtz. Nivey acababa de tener una discusión con sus padres en la cena de navidad, la forma en la que sus padres ignoraban la muerte de su hermano la ponía histérica, y ese momento, ellos incluso negaban el hecho de que alguna vez estuvo vivo, ella no pudo hacer otra cosa más que estallar junto con sus sentimientos. Muchos hubieran guardado su enojo "para un mejor momento", pero ella no podía permitirse hacer eso, ella no podía contener su enojo y el de su hermano, que no podía expresar sus sentimientos con palabras, por tanto, cargaba la responsabilidad de hacer que lo que su hermano sintiera saliera a la luz frente a sus padres y el mundo.

Pero obviamente la discusión no tuvo un muy buen final.

Después de la pelea Nivey subió a su cuarto y, agotada del mundo, observaba los fuegos artificiales buscando una razón para seguir viviendo.

Y ahí estaba. Cosme, su hermano menor, tocó su hombro para llamar su atención.

—¡Oh! Cosme— Exclamó Nivey, aparentando estar tranquila mientras mostraba una sonrisa frustrada.

"¿Está todo bien?", le preguntó Cosme a Nivey en lenguaje de señas, con su característica expresión pacífica en su rostro.

—Por favor, define "bien"— Dijo en un tono algo cortante, se volteó y se recargó en el barandal.

Cosme sabía que no tenía porqué ofenderse por eso. Su hermana podía ser algo insolente cuando se enojaba, especialmente después de enojarse con sus padres, y eso no le molestaba. Él estaba consciente de que sus padres eran unos insolentes que no se interesaban ni un poco por ellos desde que Nokka falleció, incluso llegaba a sentirse muy agradecido con Nivey por expresar gran parte de los sentimientos que no podía gritarles al mundo. Su hermana era su única compañía desde la muerte de su hermano y, a pesar de sus cambios negativos de humor, él sabía que ella también lo quería.

Su casa estaba algo lejos del centro del pueblo, en medio de una colina, lo que dificultaba la bajada a la zona principal de la comunidad, por eso preferían quedarse en casa aunque fuera un festejo importante, especialmente porque ellos tenían la mejor vista del festival de los fuegos artificiales. Esa era otra de las razones por las cuales Nivey había decidido subir al balcón, así podía olvidarse de todo admirando un bello espectáculo que solo se presencia una vez al año.

Ella se conmocionó mucho, pero sabía que llorar implicaba recordarle a su hermano cosas que prefería dejar por el momento. Sin embargo, había algo que no le podía ocultar, un hecho que podía cambiar drásticamente la historia oficial sobre la muerte de su hermano: una carta anónima.

—Cosme... hay algo que quería decirte desde hace un tiempo— Dijo Nivey volteando a ver a su hermano, esta vez con un tono más amigable.

Él asintió en señal de que la estaba escuchando.

—Verás, hace un tiempo recibí un regalo con una carta anónima, no tiene más de una semana que la recibí, pero no te quería decir nada hasta que fuera seguro que mamá no iba a enterarse— ella pudo ver en los ojos de Cosme algo de sorpresa y dolor, pero ella tenía que continuar— el autor dice haber visto al asesino de Nokka cometer el crimen, pero que por distintas razones prefirió no confesar ante la policía.

El rostro de Cosme expresaban un enojo y frustración desmesurados, sus ojos derramaban algunas lágrimas y dijo en lenguaje de señas "¿¡Qué razones pueden justificar eso!?", Nivey dio un profundo suspiro y puso su mano encima del hombro de su hermano, acto que lo tranquilizó un poco.

—Tienes que leerla— Sacó del bolsillo de su capucha un trozo de papel amarillento doblado en forma de cuadrado y se la entregó a Cosme, que tenía las manos temblorosas.

La carta decía:

Nivey Flirtz:

Antes que nada, espero que esté teniendo un buen día, pero con los problemas familiares con los que se enfrenta dudo que goce de uno, por eso he decidido ayudarla.

No es un secreto que su familia no ha tenido el mejor ambiente desde la muerte de su hermano Nokka, nadie me lo ha contado, yo lo ví de primera mano hace algunas semanas. Su madre no dejaba de quejarse acerca de cómo usted y su hermano Cosme no son nada en comparación de su difunto hermano, que hubiera sido mejor que ustedes hubieran muerto en su lugar y que es su culpa que no se descubra la verdad.

Eso me dejó pensando. Ustedes ya tienen demasiado con la muerte de su hermano como para tener que resistir las locuras de su madre diariamente, me gustaría poder ayudar, así que tomé la decisión de informarle lo que ví.

Hace casi un año yo estaba en casa disfrutando de una taza de café cuando escuché el grito ahogado de auxilio de un niño pequeño, era de madrugada y el alarido apenas pudo escucharse, así que dudo que alguien más lo haya oído. Me asomé discretamente por la ventana y vi a quien creo que era Nokka en los brazos de una persona de no más de dieciocho años, de cabello oscuro, hasta los hombros y lacio, vestía un poncho largo de color gris y llevaba guantes anaranjados. Esa persona le ató una cinta en la boca, le dio un golpe que lo dejó inconsciente, lo subió a una carroza en dirección a la calle Rosette y... el resto no pude verlo, creo que es evidente lo que pasó.

Pero hay algo que sé con seguridad, su asesino proviene de este pueblo. Sus facciones eran muy características de la gente de por aquí, la carroza en la que lo subió son como las que fabrican en la carpintería local y ¿Por qué alguien de un pueblo lejano querría asesinar a un niño de aquí? Además a veces veo a alguien pasar frente a mi casa y quedarse quieto por un rato.

Yo no tuve tiempo de reaccionar, todo pasó muy rápido, pero tengo la certeza de que esta información será de ayuda si es investigada.

Espero pronto descubra la verdad.

Una vez que Cosme terminó de leerla alzó la vista con algunas lágrimas en sus ojos, dobló la hoja como estaba antes y se la devolvió a Nivey.

"¿Y qué piensas hacer?", expresó el hermano menor con una expresión de tristeza.

—Pensaba que tal vez podríamos ir a investigar. La policía se venda los ojos siempre que le conviene y decirle a papá o a mamá de esto es un suicidio. La verdad es que ya nada es especial desde que Nokka murió, no siento que me vaya a perder de algo si no estoy en casa para navidad.

"¿Piensas salir a investigar hoy?"

—Sí. ¿Quieres ir conmigo? Si no quieres yo no tengo ningún problema, sabes que nunca te obligaría a hacer algo que no quisieras— Nivey volteó a ver a su hermano a los ojos para demostrarle que lo que decía era cierto.

"No quiero que te pase algo malo, voy contigo".

—No te preocupes por mí, me puedo cuidar sola.

"Lo sé, pero quiero ir. A final de cuentas solo quedamos tú y yo".

—Entonces vámonos— Dijo la hermana mayor con una delicada sonrisa, pero totalmente decidida.