Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

► Prólogo PT2: Equipo Ruler


=Y/n'n POV=

Al día siguiente, me conecté a la sala de chat en una tarde libre.

Comencé a mirar todos los avatares, buscando a esa pelirroja, Tama, pero no la encontré.

En la sala virtual sólo había solo 3 chicas, y La Pucelle, cuyo avatar tenía un semblante de enojo en su rostro.

La monja de ayer se acercó a mí.

—Sister Nana— Oh, hola, Heavy Storm.

—Yo— Y/n. —corrijo.

—Sister Nana— Y/n, es cierto. —se armó de valor. —La Pucelle dice que fuiste grosero con ella. —me cuenta, preocupada.

Me encogí de hombros.

—Yo— Ni siquiera me enteré de que estaba molesta conmigo. —haciéndome el tonto.

Eso que dije fue la gota que derramó el vaso para La Pucelle.

—La Pucelle— ¡¿Y cómo no?! ¡Si te fuiste tan pronto te dije lo que querías saber! ¡Eres un desconsiderado!

—Sister Nana— Calma, calma, por favor. Estoy segura que Y/n no lo sabía y que lo siente mucho, ¿no es así, y/n? —me mira, preocupada por como han escalado las cosas.

Bufé, cerré los ojos un rato, para luego abrirlos y ponerme a escribir.

—Yo— Es verdad. Fui grosero contigo. Lo siento por lo que te dije.

Y siento porque no seas un hombre de verdad.

—Yo— ¿Puedes perdonarme? —comencé a reírme desde fuera del chat por este teatrito.

—La Pucelle— ¡No te perdono!

Mi avatar voltea a ver a Sister Nana.

—Yo— Ya me disculpé, pero ella no quiere aceptar mis disculpas. El avatar de Sister Nana se menea de aquí para allá, viéndonos a ambos, más preocupada que antes.

—Sister Nana— Oh... ¿qué podemos hacer?

En lugar de continuar con este ridículo tema, preferí pasar a uno más de interés personal.

—Yo— Nana ¿podrías decirme cómo dar con el grupo de chicas de ciudad Monzen? Escuché que son un grupo de cinco.

—La Pucelle— ¡Eso lo escuchaste de mí! —protestó La Pucelle.

—Sister Nana— Bueno, no sabría decirte, no las conozco demasiado. Y parecen tener sus reuniones fuera de la sala de chat.

—Yo— ¿Sabes cómo puedo encontrarlas? ¿Su lugar de reunión quizás? —presiono más.

—Sister Nana— Puedes usar tu magical phone para comunicarte con otras chicas mágicas, puedes enviarles mensajes directos o unirte a grupos.

Nana me dio una explicación de cómo mandar mensajes al privado. Que estúpido soy, La Pucelle me envió un mensaje ayer, debí revisar más esta cosa. ¿Quién diría que era tan parecido a un celular corriente?

—Yo— Gracias, Nana. Eres de gran ayuda.

—Sister Nana— Siempre me hace feliz ayudar a los demás, sobre todo a compañeros mágicos. —su avatar juntó las palmas con una sonrisa serena.

Sin despedirme, me desconecté de inmediato y comencé a revisar las funciones del Magical Phone. Es increíble lo parecido que es a un teléfono, podía entrar a plataformas de vídeo y hacer búsquedas en internet.

Me contacté con su líder, Ruler, yendo al grano, pidiéndole una oportunidad de encuentro.

Para mi sorpresa, no contestó nunca.

¿Será que tampoco le da tanta atención como yo?

Habiendo pasado más de 24 horas, me impacienté y decidí contactar con la única otra miembro de su grupo que ya había visto: Tama.

La única que no tiene un nombre ridículo como el resto.

A diferencia de Ruler, ella contestó al cabo de 2 horas.

Por fin tenemos a alguien responsable~

Tan pronto contestó, escribí de inmediato como respuesta.

—Tama— 《Hola, eres Heavy Storm...》

—Yo— 《Sí, soy yo.》

—Tama— 《¿Qué necesitabas?》

—Yo— 《Quisiera conocer a tu grupo. ¿puedo?》

—Tama— 《a Ruler... no le gusta la idea...》

Ya veo, entonces Ruler sí vio mis mensajes, pero hizo caso omiso. Que miserable.

—Yo— 《¿Por qué no?》—presiono.

—Tama— 《Dice que un chico no tiene lugar en un grupo de chicas... lo siento.》

—Yo— 《Hablaré con ella en persona. ¿Serías tan amable de pasarme el lugar dónde hacen sus encuentros? No diré que fuiste tú, no te preocupes.》

—Tama— 《Puedo hacerlo... pero ¿puedo preguntar por qué tienes interés en mi grupo?》

Suspiré pesado. Las mujeres siempre son tan desconfiadas. Pero claro, conmigo tienen razones de sobra, pero si no me conocen, ya me están prejuzgando.

—Yo— 《Quiero ver a las que me faltan por conocer. Me gustaría tener un mentor apropiado.》

—Tama— 《Oh, que bueno saberlo. Es que, apenas llegaste a la sala de chat hace dos días y ya quieres reunirte con nosotras.》

—Tama— 《No digo que no puedas... pero supongo que Ruler desconfía por eso...》

—Yo— 《Estoy aquí como un amigo. Seré tan amable y respetuoso como me sea posible, por favor.》

Tama aceptó. Y me envió la dirección del lugar de reunión. Veamos si mi búsqueda avanza lo suficiente.

Me encontraba afuera de un viejo templo abandonado, con la capucha baja. Según la descripción de Tama, este era el supuesto lugar de reuniones del grupo de Ruler. El templo Ouketsuji.

Sin ninguna formalidad o aviso previo, deslicé la puerta para entrar. Nadie escuchó mis pasos, porque aligeré mi peso para ser tan sigiloso como un gato.

Tan pronto mostré mi cara por ahí, todas las chicas del lugar instantáneamente voltearon a verme.

—???— ¡¿Quién rayos eres tú?! —gritó la que se encontraba sentada en el pequeño escenario, poniéndose de pie. Definitivamente tiene que ser Ruler, según La Pucelle, Ruler es estricta y amargada.

—Yo— Heavy Storm. Te escribí hace poco ¿recuerdas? —sonreí.

Ella hace una mueca y me fulmina con la mirada.

—Ruler— ¿Qué haces aquí?

—Yo— Dando una visita a las más veteranas.

—Ruler— ¡Nunca dije que eras bienvenido!

—Yo— Ni tampoco dijiste que no podía venir. —me encogí de manos, aún manteniendo mi sonrisa arrogante.

—Ruler— Bueno, ahora que te tengo enfrente, te exijo amablemente que te vayas.

—Yo— Vaya, ¿qué son esas formas de tratar a tus visitas, y esa agresividad?

Caminé más adentro, provocando que se enojara aún más y gruñera.

Miré al piso, viendo toda la basura dispersa, dirigiendo mi cabeza de manera obvia, también fijándome en el suelo sucio y manchado por la humedad.

—Yo— ¿Y este es tu lugar de reunión? —pregunté, con un tono levemente burlón.

—Ruler— ¡¡¡Es un sitio abandonado!!! ¡¿Qué rayos esperabas?!

—Yo— Es sólo una pregunta. —mantuve mi sonrisa.

Miré al resto de chicas en el lugar, 4 en total. La primera es Tama, pasemos de ella. Veo a dos gemelas del lado opuesto. Cada una tiene un ala en un lado diferente de su espalda, y se ven muy jóvenes, como niñas pequeñas.

Y luego está la pelirosada, que... wow, mataría por una noche con ella. Tiene unas curvas y unos melones de otro mundo.

—Ruler— ¿Puedes decirme qué es lo que buscas para que te vayas de una vez?

—Yo— Sin rodeos. Me gusta. —mi rostro estaba de perfil, pero mis ojos puestos en ella.

La miré de frente.

—Yo— Tienes un grupo muy grande. Y me gustaría formar parte de él.

Ruler me miró con desdén, cruzando los brazos.

—Ruler— Definitivamente NO, este es un grupo de chicas, ¿o es que estás ciego?

—Yo— ¿Y es esa la única razón?

—Ruler— No, también tenemos el hecho de que ni siquiera tienes un candie. Ha pasado una semana desde tu inclusión, y estás en lo más profundo del top.

—Yo— Todos empezamos desde abajo, Ruler. —con una sonrisa sinvergüenza, me encogí de hombros. —Solo necesito tener una oportunidad para demostrar mis virtudes.

Ruler brincó de su pequeño escenario.

—Ruler— Muy bien. Si eso es lo que quieres... ¿por qué no tenemos una pequeña entrevista? —su mirada se tornó interesada.

Sonreí en respuesta, y me senté en el suelo.

Ruler comenzó a caminar de derecha a izquierda, mirándome constantemente cada vez que me hacía una pregunta.

—Ruler— ¿Tu nombre?

—Yo— Y/n.

—Ruler— ¿Y tu apellido? ¿Es que acaso no tienes? —tu tono de voz se tornó molesto.

—Yo— No lo uso desde hace años.

—Ruler— ¿Por qué?

—Yo— Motivos personales. No es que pretenda ser misterioso. Todo a su tiempo. —prefiero guardarme esta información.

—Ruler— Bien... ¿la edad que tienes es la que aparentas? Oí vagamente por ahí que no tienes una apariencia diferente como el resto de nosotras.

Voltee a ver a Tama, ella se estremeció y bajó la cabeza con culpa. Cosita tonta más bocona y tierna.

—Yo— Sí, tengo 15 años. —confesé, no ganaba nada con esconderlo, ya todos lo saben a estas alturas.

—Ruler— Y ahora, la duda qué más me intriga, más que tú razón para entrar aquí. —dejó de caminar para posarse frente a mí con las manos en sus caderas. —¿Cuál es tu habilidad?

—Yo— Mi habilidad. —repetí. —Control de la gravedad.

Su mirada seria cambió a una de poca sorpresa, y pude escuchar a las otras chicas asombrarse desde sus lugares. Menos a la pelirosada que sigue sentada en el escenario, su mirada es fría, pero la mantiene en mí, ¿será esa su forma de expresar interés? Seguro que sí.

—Ruler— ¿Gravedad? —pregunta escéptica. —¿Cómo funciona? Es demasiado bueno para ser verdad...

—Yo— Puedo darle peso a las cosas, y restarlo también. Esto incluye personas.

—Ruler— ¿Y dónde está lo malo?

—Yo— ¿Lo malo?

—Ruler— Sus limitantes, ya. —dio varios chasquidos. Hice una mueca de molestia. —¿Cuánto alcance tiene?

Esta mujer no es tonta, quiere conocer a fondo mi habilidad, pero no voy a decírsela así como así.

—Yo— Tengo que tocar a otros para ejercer peso o alivianarlo. Es la única limitante. —le miento.

Ruler sonríe con petulancia.

—Ruler— Ja, no eres la gran cosa al parecer.

Ella se dio la vuelta.

—Ruler— Pero tal vez, sólo tal vez, pueda encontrar un lugar para un puberto de 15 años en el futuro.

Miserable. Te haré tragar tus palabras en ese futuro.

—Yo— ¿Qué es lo que necesitas...? —controlo la ira en mi voz.

—Ruler— Si vas a estar en mi grupo, necesitas conseguir candies. Si vas a estar en mi grupo sin ningún punto, sólo me vas a dar mala imagen. Consigue candies, pronto, antes que cambie de parecer.

Me puse de pie. Y asentí.

—Yo— Lo haré. Muchas gracias por darme la oportunidad.

—Ruler— Das vergüenza. Una semana y todavía ni un mísero candie. Estás igual que Tama. ¿Has oído de la recién llegada: Snow White?

—Yo— ¿Snow White? —primera vez que escucho ese nombre. —¿Otra chica mágica?

—Ruler— Sí, y está subiendo rápidamente en el Ranking. Pronto alcanzará el puesto número 1, y sólo lleva dos días.

Snow White, suertuda.

—Yo— Tal vez deba aprender una que otra cosa de ella.

—Ruler— Pues te serviría. Ella es el claro ejemplo de lo que tú no eres.

Me irrité más.

No me interesa conseguir candies, ni ayudar a las personas, o pasar tiempo con estas chicas. 

Pero todo sea por encontrar a esa supuesta chica mágica rubia y hacerla cavar su tumba, y puede que una para Ruler también.

Caminé con dirección afuera del templo. Pero no sin darle una última mirada a los senos de la pelirosada, otra razón por la cual volver.

—Tama— Adiós...

La perro pelirroja se despidió de mí.

—Yo— Adiós. —dije, sin ánimos de contestarle, pero que de todos modos hice.

El siguiente paso de mi operación es conseguir candies.

Pero para ello debo hacer buenas acciones.

¿Qué buenas acciones pueden hacer las chicas mágicas cuando la regla es no mostrarse en exceso frente a las personas? Más importante, ¿qué puedo hacer yo? ¿Se supone que debo jugar a ser bombero o policía?

Deambulé por lo que quedaba de la noche, luego regresé a casa.

Cuando regresé a casa, mi teléfono normal tenía varios mensajes de mi patrón. Ese idiota que me reclutó hace cinco años atrás, junto con otros niños, de los cuales no queda ninguno gracias a mí.

Sólo los más fuertes y fríos sobrevivirían en un entorno como este.

Todavía sigo en la escala más baja de esta jerarquía, según dicen "Aún eres un niño". Yo dejé de ser un niño el primer día de reclutamiento. Pocas veces me dan la oportunidad de ser la cabecilla de las misiones.

Cuando mucho me usan para jugar el papel del verdugo y enseñar a quienes se meten con nosotros el como una persona se puede partir en dos.

Volviendo mi atención al teléfono y sus mensajes. Mañana hay un atraco. Genial. Ya me estaba faltando dinero.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro