Una taza de cafe
Narra la narradora
El Jazz resonaba por las hermosas y concurridas calles de New Orleans, la gente caminaba y hablaba entre si, los conocidos se saludaban y el sol brillaba en lo mas alto, era un dia perfecto según por donde lo vieran
La estación de radio más conocida de la ciudad estaba al aire, se escuchó la voz del más conocido locutor de toda la ciudad, dando la noticia más jugosa, otro asesinato cometido por él esquivó y astuto asesino de la zona, terminada la transmisión una suave risa salió de los labios del locutor, tomo su taza de café amargo de su escritorio mientras preparaba el libreto del dia siguiente. Un suave suspiro de satisfacción escapo de sus labios pensando un poco, el sabor de la carne seguía presente en su paladar, casi podía volver a escuchar, complacido, los gritos de su anterior víctima, había sido una cacería perfecta exitosa.
Salió de la cabina y se despidió de sus compañeros con calma, salió y se estiro un poco, complacido por la música jazz que se escuchaba en las calles, camino con calma contemplando las caras alegres de los ciudadanos, una leve risa escapo de lo mas profundo de su ser, recordando la cara de su víctima anterior, una chica de unos veintitantos, dulce y de hermosos ojos café con labios delicados y rosas, junto con un cabello color amarillo opaco. Su sonrisa se ensancho al recordar la expresión de terror de la chica junto antes de morir, sus patéticos intentos por apelar a su empatía lo divertían aun, aunque esa voz chillona no era algo que extrañaba para nada, pero bueno, no todas sus víctimas podrían ser de su agrado, por lo menos la mayoria tenia una buena carne. Ahora solo quedaba elegir a su próxima víctima, paso su mirada por la gente a su alrededor al mismo tiempo que compraba un periódico con las Noticias locales. Bufo en silencio al no encontrar a nadie de su agrado, siguió caminando hasta llegar a una cafetería cercana, entro y pidió un café sencillo mientras leía el periódico con calma
- "Excuse me, could you turn on the radio?"
Ese tono suave y tranquilo con ese asentó perfecto llegó a sus oídos, alzó la mirada y la dirigió hacia el hombre que ahora estaba frente al mostrador, una estatura promedió, cabello rubio brillante que combinaba y hacía resaltar esa piel pálida de aspecto suave. El locutor abrió suavemente la boca algo pasmado, no era alguien a quien le gustaran los hombres y jamas le paso la idea por la cabeza, pero era figura suave y delicada, esos pantalones blancos que eran lo suficientemente apretados como para darle un contorno no muy marcado a esos muslos de apariencia perfecta, subió más la mirada de forma discreta encontrándose con un trasero decente junto con unas caderas del tamaño perfecto para ser agarradas de forma cómoda, esa espalda promedio cubierta por una camisa color rojo con detalles negros lucía lo suficientemente bien, no era de hombros anchos, era más fino y delicado, era raro ver a un hombre así. Apretó suavemente el periódico que tenia en las manos arrugándolo un poco, necesitaba ver su cara, sentía la necesidad de hacerlo...
La música de la radio inundó el lugar después de unos segundos, aquel rubio agradeció y fue a sentarse a una mesa cercana, el locutor lo miró fijamente, ese rostro, ese maldito rostro era... era...
Jodidamente perfecto....
Esos labios pálidos pero con un suave toque de color melocotón, esos mejillas suaves adornadas con un leve rubor rojo, y esos ojos color dorado que brillaban sin importar que mirara...
El de cabello castaño rasguño la mesa de forma discreta y volvió su mirada al periódico, jalo su cabello suavemente mientras su sonrisa se ensanchaba mas, casi podía saborear esa pálida piel en sus labios, podía verse perfectamente devorando sus entrañas mientras el rubio seguía con vida, casi podía oír esa voz, rota y en agonía mientras le suplicaba parar, podía ver ya esos ojos dorados sin ningun brillo, mirandolo en sus últimos momentos y ser presencia de su último suspiro en ese mundo, se mordió el labio inferior con algo de fuerza tratando de no babear sobre la mesa, casi podía oír la sangre de ese rubio bombear. Alzó su mirada una vez mas mirando a aquel hombre mientras el camarero le entregaba una taza de café con un tazón con una docena de cubitos de azúcar, miro como el rubio le ponía tres cubos de azucar al cafe y luego lo probaba, podía imaginarse a si mismo arrancando esos labios directamente de su cara.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por un suave toque en la madera de su mesa, miro un poco molesto al dueño de esa mano pero su expresión se suavizo al ver a aquel rubio frente a su mesa justo a unos centímetros de distancia con una sonrisa amigable
-"Sorry for interrupting... whatever you were doing, but would you be so kind as to tell me where to get a newspaper?"
El castaño se quedo sin aliento un segundo, podía oler una fragancia de vainilla viniendo desde el cabello de aquel hombre tan peculiar, su sonrisa se tensó y su piel se erizo un poco cuando se pregunto si ese olor seguiría aun después de haberlo matado, podía decapitarlo y quedarse con la cabeza como adorno aunque seria dificil no comerse esa cara, pero podria hacer el esfuerzo por la satisfacción de descubrir la respuesta a su pregunta, un carraspeo de parte del rubio lo sacó de sus pensamientos de nuevo
- Perdón, usted habla español?
Pregunto con una voz suave aun con el marcado acento inglés haciendo estremecer al locutor, suspiro en silencio tratando de calmar sus ansias de clavar sus dientes en esa pálida piel
- Perdone usted mi distracción, nunca había visto a alguien como usted por aquí
Aclaro manteniendo su sonrisa de siempre, vio con satisfacción como el rubio también sonreía
- Es entendible, me acabo de mudar desde un lugar lejos de aquí
Explicó con calma, sus ojos parecían brillar más con cada palabra que salía de sus labios color melocotón
- Suena interesante, y sobre lo del periodo, que tal si charlamos un poco y compartimos una agradable taza de café mientras lo leemos juntos? Ya que el puesto esta algo lejos de aqui, asi usted se ahorra el viaje tan largo y ambos obtenemos compañía
Ofreció con su impecable sonrisa de siempre, el Rubio aceptó y se sentó frente al pelirrojo, ambos tomaron café y hablaron por un rato de las Noticias locales, el locutor veía con algo de confusión mientras el Rubio le ponía más azúcar a su café
- A usted parece gustarle mucho la azucar, no?
Le pregunto con cierta confusión pero tratando de mantener su tono calmado y alegre como siempre, no le gustaba para nada la azúcar o lo dulce. El Rubio asintio con una sonrisa de oreja a oreja que casi llegaba a opacar la del locutor
- Bastante! siempre eh pensado que algo dulce por la mañana puede endulzar tu dia
Dijo con una radiante sonrisa, el locutor se quedó mirándolo por unos largos segundos antes de hablar
-Oh! Esa es una ideología adorable, a mi también me gusta lo dulce
Claramente mintió, pero mantuvo la compostura con su sonrisa de siempre, de algún modo tenía que acercarse a su nueva presa, mentir era tan normal como respirar para él y esa pequeña mentira pareció encontentar mas al rubio
[...]
Jamas se habia tardado tanto en cazar a su presa, cinco meses con la incertidumbre de que si mataba al rubio no podria escuchar mas su voz, pero esa carne ya lo estaba tentando de todos modos. Sostenía la cabeza decapitada en sus manos, apretando sus mejillas y haciendo que sonriera. Quizás su falta de cordura lo estaba haciendo imaginar cosas pero ese encanto no se había perdido cuando lo mató, había adquirido más de hecho, la sangre quizás le daba un buen toque, lamió la sangre que manchaba la mejilla de la cabeza y sonrió un poco, temblando de profundo gozo
Se encontraban ambos en la cama con el Rubio totalmente desnudo ante él, con marcas de mordidas, cortes y chupones en su pálida piel, aunque el locutor tampoco estaba en el mejor estado, estaba igualmente desnudo con marcas de arañazos en la espalda y mordidas en su cintura, jamás se había acostado con ninguna de sus otras víctimas, solo aparentaba que si, no sabia que habia pasado para que terminaran ambos en la cama...
oh pero eso era mentira, una horrible mentira que sus sombras sabían, se burlaban de él, inquietas a sus espaldas, susurrando cosas mientras el locutor admiraba el cadáver decapitado y aun desnudo sobre su cama, tendido bajo su propio y sudoroso cuerpo
si que sabia que habia ocurrido...
[Flashback]
Había sido hace una semana atrás, un dia de sol soleado y perfecto, recordaba que a las dos de la tarde estaba en su pórtico leyendo el periódico mientras tomaba una taza de café sin azúcar, suspiro sonriendo mientras disfrutaba de su tranquilidad y soledad por al menos un rato. Para su desgracia su tranquilidad fue interrumpida por una suave risa a sus espaldas, se jiro un poco y encontró una perfecta cabellera rubia ante él, a ese punto ya le estaba molestando no resaltar tanto cuando el rubio estaba cerca, esa sonrisa perfecta y sincera era algo dificil de pasar por alto, aun mas si venia con tan buen empaque
Miro con curiosidad como el rubio tenia una canasta tejida en sus manos, podia oler el dulce olor a pastel de manzana, hizo una leve mueca para sus adentros, esa pequeña mentira sobre lo dulce le habia salido mas caro de lo que esperaba, esos pasteles habian estado llegando a su cada todas las semanas, uno cada semana y siempre se los comia bajo la atenta mirada del de ojos dorados, suspiro en silencio y ensancho mas su sonrisa
- buenos dias mi estimado amigo, que placer verte en esta mañana
Dijo con su tono alegre de siempre mirando atento el rostro del rubio, olia a miedo y temor, conocia bien ese olor, pero la pregunta era porque olia asi, el locutor no tenia sangre en la boca, de eso estaba seguro, entonces porque?
Lo habia descubierto acaso?...
Un escalofrío recorrió su espalda ante esa sola idea lanzada al aire, apreto un poco los puños rasguñando la perfecta mesa de madera recien tallada hacia una semana por ellos dos. No, no era posible, no creia que el rubio hubiera descubierto todo, quizas solo estaba sacando conclusiones apresuradas, pero de igual manera quizas debería silenciarlo solo por si acaso como debia de haber hecho ya desde hacia un mes...
- Buena tarde Al, solo queria taerte un pastel que hice, es de manzana, y... queria hablar de algo contigo
Dijo mientras su mirada se mantenía abajo, nervioso pasando sus dedos por la agarradera de la canasta, suspiro tratando de calmarse un poco y pensar en si estaba haciendo bien en querer hablarle de aquel tema en lugar de quedarse callado
La sonrisa del pelirrojo flequeo unos momentos antes de volver a la normalidad, se levanto un poco tenso y se acerco a la puerta
-En ese caso y asumiendo que sea un tema importante, que te parece si entramos y platicamos sobre ese tema que te tiene tan nervioso?
Propuso con una sonrisa fria, visiblemente tenso, abrio la puerta y le hizo un elegante ademán al rubio para dejarlo entrar, le ayudo a cargar la canasta y ambos entraron a la acogedora pero fria casa del castaño
Dejo la delicada canasta en la mesita de café con calma, el rubio estaba sentado con la espalda recta, jugando con sus dedos de forma inquieta
A sus espaldas el locutor tenia un cuchillo guardado en la parte trasera del sofa, lo tomo con discreción mirando fijamente cada uno de los movimientos del rubio, la carne era mas dulce cuando la presa estaba tan tensa...
- Yo no estoy seguro de como te vallas a tomar esto pero...
Suspiro y apreto sus manos entre si para darse un poco de valor, saco el pastel de la canasta y lo dejo en la mesita de cafe, tenía forma de corazón. El pelirrojo abrio los ojos un poco mas y su sonrisa bajo un poco, confundido ante aquello
-Yo vine aqui buscando una nueva vida, algún lugar donde poder estar sin tantas preocupaciones y estar tranquilo... pero ahora creo que encontre algo mas, y- yo no soy considerado normal haya en el lugar de donde vengo, soy... diferente por mis gustos en ciertas cosas y nadie se me queria acercar, solo tengo recuerdos amargos de ese lugar, golpes, insultos, abusos...
Murmuro bajo comenzando a narrar bajo la atenta y confusa mirada del pelirrojo quien paseaba sus dedos discretamente por el filo del cuchillo
- Aqui encontre no solo un hogar sino a alguien que parece quererme, alguien dulce y atentó con cada detalle, ese alguien eres tú... siempre que nos cruzamos me preguntas sobre mi dia y yo sobre el tuyo, me escuchas como si yo fuera el centro de todo, te preocupas por si eh comido bien, si eh tenido un bien dia... y e- eso me hace sentir especial, jamas habia sentido esto por alguien en concreto pero estoy seguro de lo que siento...
Comenzó a explicar llendo un poco mas al grano del asusto, jugando con sus dedos de forma aun mas nerviosa sin querer mirar al locutor a la cara
-S- se que no tengo el derecho de siquiera soñar con que sientas esto también pero para mi es inevitable... te has vuelto para mi la razon por la que sonrio en las mañanas y una razon mas para vivir... se que alguien como tu ya debe tener mil pretendientes y no pido que me consideres uno mas porque se que nisiquiera eso merezco... pero no puedo evitar soñar con esto una y otra vez, estos dias eh querido decírtelo pero no habia encontrado el valor... se que no sientes la mismo y que seguro te doy Ascó pero porfavor te pido que esto no dañe nada entre nosotros...
"M- mi pobre corazon no soportaría si tu te alejas, soy capaz de todo solo para que consideres esto que estoy diciendo, por favor...
Si tu Ascó supera mas que todo este tiempo conviviendo te pido que almenos me dejes tomar tu mano unos momentos, solo pido eso como consuelo a mi pobre corazon impuro y roto de pecado por amar a alguien de mi mismo sexo, por amar a un hombre, por amarte a ti..."
Lagrimas cristalinas bajaban las mejillas rojas del joven rubio, temblaba un poco con su mirada enterrada en el suelo, una de sus manos estaba extendida hacia el pelirrojo, esperando una respuesta de su parte ante aquellas palabras
El pelirrojo estaba estatico en su sitio, su sonrisa de siempre se habia desvanecido casi por completo ante tal declaración....
Que decir?...
Que pensar?...
Que hacer?...
Estaba tan metido en sus propios y confusos pensamientos que dejo caer el cuchillo al suelo, el sonido de escucho haciendo un eco en toda la habitación, rompiendo el silencio y haciendo que el rubio levantara la mirada un momento, confundido y aun con lagrimas en los ojos por aquel sonido del metal golpeando el suelo
- A-al? Que fue es-?
Su pregunta fue interrumpida por un inesperado beso de parte del pelirrojo, sus sombras se quedaron a sus espaldas, atónitas y confundidas por tal acción impulsada por el mas puro pánico y en un intento de evitar la horrible, bochornosa eh incómoda conversación del porque habia ahora un cuchillo sobre la limpia madera del suelo
Los ojos del rubio brillaron suavemente mientras las lagrimas dejaban de fluir, correspondio de forma algo torpe a aquel sorpresivo beso, claramente tomandolo como que el locutor correspondía a sus sentimientos, olvidando por completo eh ignorando el cuchillo que estaba en el suelo de su lado opuesto del sofá. El avergonzado y apanicado castaño no tuvo otra opcion que seguir aquel besó para seguir con la horrible y mala mentira que el mismo acababa de crear por el maldito panico y tal horrible descuido de aficionado
Sus labios se despegaron un momento por la falta de aire, el Rubio estaba sonrojado mirando con ojos esperanzados al locutor, se sorprendio cuando este mismo bajo a su cuello y mordio la zona descubierta
Mhg!~
[...]
Gemidos y gruñidos inundaban la habitación mientras la cama hacia suaves crujidos debido al movimiento, el locutor penso para si mismo, avergonzado y algo segado por el pecado carnal de la lujuria, que esos labios suaves estaban mejor al rededor de su hombria que en un plato
Veia con satisfacción al rubio entre sus piernas, quien le daba un oral. Podia sentir su propia hombria llegando hasta esa estrecha garganta, por el momento no se estaba arrepintiendo de haber aceptado hacer aquel acto que tanto asco le producía, se estaba sintiendo bien, escuchaba con satisfacción esos sonidos sucios que el de ojos dorados hacia cada vez que las manos del pelirrojo jalaban su cabello rubio y luego lo empujaban para que volviera a tragar, marcandole un ritmo algo acelerado
El cuello del de piel palida estaba lleno de mordiscos y chupones, no portaba su camisa pero una parte de su hombro sangraba luego de una mordida progunda de parte del locutor, lo miraba fijamente sin detener sus movimientos, queria hacerlo bien, queria complacerlo y que no se arrepentirá, después de todo le habia estado insistiendo toda la semana solo por hacer aquello, tomaba aire cada vez que podia mientras tragaba cada centímetro de la hombría del castaño, caliente, dura y algo salada, podia sentirla palpitar en su boca
Ahogo un sonido de sorpresa cuando sin aviso el semen del locutor fue bombeado directamente a su garganta, su cabeza estaba siendo empujada para que tragara cada gota, sin excepción y sin dejarlo respirar. Tosio cuando porfin el castaño le solto la cabeza, algunas gotas de semen escaparon por la comisura de sus labios color melocotón, reguló su respiración poco a poco y suspiro
El locutor tenia la cabeza echada hacia atras, jadeando de satisfacción, ese habia sido su primer orgasmo...
Y habia sido asombroso, apreto con algo de fuerza las sabanas al sentir su miembro volver a estar erecto, queria mas...
Miro de reojo al rubio y sonrio aun mas, quizas podia porfin terminar con ese juego del gato y el raton y satisfacer su apetito de carne en el proceso. Paseó sus dedos por los hombros del rubio y lo rasguño un poco, ansioso por enterrar sus dedos en esa suave carné
- Mi querido amigo, si seguimos con esto un poco mas?
Pregunto con una voz grave, tranquilo, sonrio satisfecho al sentir al rubio temblar. Se besaron de forma apasionada y se tumbaron ambos en la cama. Rasguños, mordidas y chupones cubrieron el cuerpo del Rubio mientras el ambiente subía de temperatura
Ahh~ haa~ ugg AHHHH!
Un grito interrumpio el ambiente junto al sonido de los dientes del locutor desgarrar la carne del hombro del Rubio, el llanto de dolor inundó la habitación mientras el castaño satisfacía su apetito. Levanto la mirada queriendo encontrar esos ojos dorados llenos de miedo y terror, pero solo recibió una mirada cariñosa y con lagrimas de dolor fisico
- A-antes de que sigas comiendo, puedo tener un ultimo deseo?
Pidio con una voz suave aunque algo adolorido mientras poco a poco se desangraba. El castaño lo miro fijamente antes de asentir aun con la boca manchada de sangre, aun masticando, el rubio suspiro en silencio y abrio suavemente las piernas
- Puedes cumplir mi unico deseo de irme de este mundo mientras hago el amor con la persona que amo?...
Pidio mirandolo a los ojos, con una expresión tranquila apesar de toda la situación, sonreia suavemente mientras lagrimas cristalinas bajaban por sus mejillas coloradas, jadeo cuando el locutor le alzo las piernas
- jamas eh hecho esto antes, estas seguro de que no quieres algo mas?
Pregunto mirandolo a los ojos, quería al menos darle un poco de paz en honor a los sentimientos que sabia que el rubio tenia hacia él pero que no eran correspondidos, quizas también en honor a ese tiempo que pasaron juntos y por darle aunque sea un poco mas de alegría a su vida por esos cortos meses, el rubio solo lo abrazo débilmente del cuello y le sonrio
- No me importa en este momento si me partes el trasero o si me comes mientras lo haces, solo... q- quiero irme sabiendo que no solo deje de ser virgen, sino que le di mi virginidad a la persona q- que amé y que me hizo sentir tan amado y especial...
Se mordio el labio inferior cuando el castaño comenzo a penetrarlo tratando en vano de ser gentil, gimio de dolor en la primera embestida mientras su entrada sangraba, sonrio apesar de todo mientras miraba al castaño
- N- no queda mucho tiempo y lo se, pero solo quiero que me recuerdes como e- el hombre que te amo hasta el final, s- si?
El locutor no contesto, solo siguio devorando la carne de su cuello, y comiendola, los gemidos de dolor del rubio cesaron tras unos minutos dejando solo el ruido de sus pieles chocando entre sí, el castaño desprendió la cabeza del ahora cadáver con sus dientes y lamio la sangre, una pequeña lagrima resbaló por su mejilla mientras seguia sosteniendo las piernas del fallecido sin dejar de embestirlo, sentia un remolino de emociones en ese momento...
Excitación...
Tristeza...
Ira...
Culpa?...
[...]
.
.
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.
.
.
.
Cuanto tiempo habia pasado desde aquella vez? No lo sabia exactamente, Solo podia caminar por las calles de aquel podrido lugar admirando el cielo mientras los pecadores se apartaban de su camino y corrían despavoridos para no acabar como otra de sus víctimas, suspiro para si mismo mientras recordaba por milésima vez en todo ese tiempo aquel recuerdo, sonaría estupido pero aun podia saborear la sangre de aquel hombre rubio...
Quizas se habia obsesionado con su mirada, su sonrisa, su piel, su sangre... su dulce y tentadora carne...
Lo habia buscado, eso habia sido lo primero que habia hecho al caer alli abajo, recordaba algunas de las palabras que aquel hombre que alguna vez considero un padre le decía amenudo
"Damn faggots are going to hell!"
Cuanto habia deseado que por primera vez aquel hombre, al que tanto odio le tenia, tuviera razon en eso al menos...
Mentiría si dijera que se habia rendido, pero ya estaba considerando que aquel hombre hubiera ido al cielo al morir, despues de todo, su unico pecado habia sido amar... amar a un hombre tan horrible como él, pero amor era amor a fin de cuentas...
Volvio al hotel a pasos tranquilos, lento y perdido en sus propios pensamientos, casi podia escuchar esa voz y oler esa suave fragancia que desprendía su cabello...
"Ya sabes lo que siempre digo; Algo dulce en la mañana puede endulzar tu dia!"
El pelirrojo abrio los ojos como platos y apreto su micrófono con fuerza, no podia ser... verdad?...
Trago grueso y a pasos acelerados se apresuró a ir hacia donde habia escuchado esa voz tan familiar, tenia el corazon en la mano mientras sentia que se acercaba más
Y entonces lo vio...
Parado frente a el estaba el Rey del infierno, estaba hablando con Charlie cuando el pelirrojo llego abruptamente interrumpiendo la amena conversación, se quedo petrificado al verlo, esa piel, esos ojos, esa voz...
- Oh pero a quien tenemos aqui? Tu debes ser el demonio de la radio, no? Charlie me ah hablado maravillas de ti!
Exclamó sonriendo mientras se acercaba a extenderle la mano, el pelirrojo solo lo miraba en silencio con la estatica a su alrededor
- P- papá! Ah Alastor no le gusta mucho el contacto fisico
Comento la princesa como dato para que su padre no se molestará, este solo rio y bajo su mano aun mirando al pelirrojo
- Oh~ al lindo cervantillo no le gusta el contacto fisico? Que pena, yo tenia entendido otra cosa
Dijo con un tono un poco burlon haciendo que el pelirrojo frunciera el seño con enojo apretando los puños tras su espalda, esas palabras venían con doble filo y lo sabia
....
Todo ese tiempo buscandolo...
Anhelando encontrarlo en ese otra vida...
Solo para que todo hubiera sido un jodido engaño, suspiro frustrado perdiendose entre las sombras, se jalo en cabello suavemente, él lo sabia, sabia que el Rubio sabria que probablemente se habia estado volviendo loco por buscarlo, por encontrarlo y reiniciar todo de cero, sabia que poco a poco se estaba obsecionando con la idea de que tal vez despues de todo le podria corresponder. Gruño con frustración golpeando una de las paredes de su cabina de radio y se dejo caer a su silla, impotente...
"Que pasa cervantillo? Algo te molesta?"
Se puso en guardia al escuchar esa voz burlona a sus espaldas, frunsio el seño al ver al rubio emerger de las sombras sin su chaqueta, sombrero, ni bastón, asegurándose mas, y burlandose, de la apariencia humana que llevo por un tiempo y con la que paso mayormente con el locutor
- Que pasa? No te alegra verme?
Pregunto fingiendo dolor en su voz, imitando la cara de dolor que puso en sus ultimos momentos de "vida" en la tierra, eso solo hizo enfurecer mas al pelirrojo
-... No se de que habla, su Majestad...
Fue su unica respuesta, frio y cortante, que mas iba a decir? Iba a reprocharle por haberlo engañado cuando él habia querido hacer lo mismo? Iba a reprocharle por mentirle y fingir que le gustaba cuando él mismo habia hecho lo mismo? No, no podia hacerlo, pero tampoco podia ignorar el hecho de que quizas si se habia, luego de tanto tiempo, hecho la ilusión de volver a ver ese rostro tan perfecto sonriendole y escuchar esa voz dulce diciéndole tonterías mientras le enseñaba a tallar patitos de goma en la madera... y que enserio le dolia que esa persona a la que tanto habia buscado simplemente hubiera sido solo un engaño, un espejismos, un veneno disfrazado del mas dulce néctar...
- Oh entonces no quieres hablarme? Pense que estarías feliz de verme, porque... yo si estoy feliz de verte~
Le susurro al oido mientras lo abrazaba por la espalda, acariciandole el pecho con un dedo, tranquilo haciendo que el pelirrojo se sobresaltara
- Se lo que piensas, "Oh! Este bastardo me engaño! Luego de buscarlo por tanto tiempo resulta que nisiquiera era un pecador y nisiquiera me amaba como dijo!"
Imito de forma teatral una voz rota y enojada, decepcionada incluso, rio suavemente y suspiro recostando su mejilla contra la del de tez oscura
- Para ser justos, tu tampoco eras el dulce angel que querias decirme que eras, pero sabes? Me encanto nuestro pequeño juego y no sabes lo gracioso que fue cuando dejaste caer el cuchillo y entraste en panico luego de mi pequeña "confesión" hacia ti
Dijo con voz algo acaramelada, Frotando su mejilla contra la del pelirrojo con suavidad, sonrio cuando este comenzo a corresponder a las suaves acaricias
- No me espera que fueras tan rapido de convencer, y para alguien que dice ser asexual... tienes una polla decente~
Le susurro con calma como si fuera la confesion mas importante de su vida, podia escuchar el acelerado y muerto corazon del pelirrojo latir como si fuera un tren desbocado, sonrio enternecido y le solto la corbata de moño suavemente
- mnm ya dime, no seas malo, enserio te decepciona que no sea la dulce alma que pensabas que era?~
Le susurro al oido con un voz cargada de veneno y falsa tristeza, su tono era tan seductor y delicado al mismo tiempo, esperaba ansioso una respuesta de parte del pelirrojo, este trago grueso y suspiro suavemente
- honestamente.... No...
El rubio sonrio ampliamente mostrando su afilados dientes mientras la tensión se instalaba en el ambiente.
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