
VII. Dureza
Wei WuXian le acompañó hasta mitad del camino. Era tarde para llamar al chofer, y, se haría realmente tarde esperando que recorriera toda esa distancia de ida y vuelta, así que optaron por la opción más habitual.
El atardecer todavía era joven, el crepúsculo no amenazó con su llegada, pero, considerando el tiempo de viaje, los arañazos del anochecer se manifestarían en el exterior al momento de llegar a casa.
WangJi agradeció la hospitalidad, Wei WuXian resplandeció con la idea de invitarle de nuevo para hacer actividades juntas.
"Podemos dibujar, o ver una buena pelicula", comenzó.
WangJi se limitó a escuchar, sus manos se sujetaron durante todo el trayecto.
Tomaron sitio en una banca sobre la calle principal a espera del taxi que Wei WuXian llamó desde su teléfono.
"Lan Zhan, es peligroso que no tengas uno. Entiendo si tú tío odia la tecnología, pero ¿cómo podré saber que estas bien y llegaste a casa?".
WangJi asintió, estaba de acuerdo con su comentario, pero no tuvo manera de ir contra las opiniones de su tío. Por lo que reservó su punto de vista. "Llamaré a Wei Ying cuando llegue a casa".
"Oh, eso está bien".
Wei WuXian no abandonó pese a que WangJi le indicó que se las arreglaría por su cuenta, después de todo, no era poco frecuente para ella tomar algún transporte alternativo cuando el chofer se encontraba al servicio de su tío o hermano.
Además, el taxi solía dejarle directamente en su puerta, las veces que tomó el autobús, tuvo que caminar varias esquinas hasta su hogar.
Al bajar del auto, sintió la brisa fría golpearle el rostro. El viaje fue más corto que de costumbre. Sus pensamientos oscilaron entre la confusión y el aturdimiento, haciendo difícil lidiar con las emociones que burbujearon dentro.
Atravesó la reja principal, y caminó algunos metros del jardín en absoluta ensoñación, y al insertar la llave notó algo extraño, pero no pudo dar razón de ello.
Dio un paso, y una voz severa inquirió: "¿Se puede saber donde has estado?".
El juego de llaves cayó al suelo, emitiendo un tintineo que rompió la quietud.
"... Shufu".
"Te hice una pregunta", pronunció el hombre.
Lan QiRen le observó sin diversión en el rostro, sus cejas se fruncieron y una línea amarga se dibujó en las comisuras de la boca. Sus brazos se cruzaron en el pecho, y dio una mirada juiciosa sobre la apariencia de WangJi.
Fue inusual contar con su presencia tan temprano en fin de semana. Era inusual que lo hiciese. Ella acostumbraba cenar sola; su hermano ocasionalmente llamaba por ella o le llevaba a cenar. No hubo razón por la cual su tío estuviese en casa al ocaso.
"Que suerte que mi última reunión de la tarde se haya cancelado, ¿No crees, WangJi?".
Lan WangJi no tuvo palabras para añadir.
"Me pregunte a dónde podías haberte ido sin avisar. No es usual en ti".
"..."
Su tío se desplazó a paso mesurado por todo el recibidor, hasta quedar de frente. Se arrodilló con dignidad y recuperó sus llaves, depositándolas sobre su palma. "Tío, yo-..."
"Si no hiciste nada malo, ¿por qué estás temblando?".
WangJi bajó la mirada y descubrió que el puño que mantuvo agarrado en las llaves estaba temblando. Había perdido coloración en sus nudillos así que optó por esconderse.
"..."
"¿Dónde estabas?".
Su tío no se destacó por ser explosivo con ella, tampoco por alzar la voz, a pesar que su mal temperamento cuando hablaba de situaciones que le molestaban.
Nunca le trató con más dureza de la necesaria. Pero, tratándose de WangJi su tío fue más bien frío y cruel. No alzaba la voz, ni se alteraba. Pero si mantuvo un hablar severo, mesurado, lo que le hizo sentir diminuta.
Y causó gran ansiedad frente a la sensación de que le había molestado y ahora ya no sería bien vista.
Lan QiRen era capaz de aplicar la ley del hielo. No solo por días, sino por semanas.
En una ocasión se negó a presentar su número durante las celebraciones de cumpleaños del tío abuelo, ya que se sentía enferma del estómago e indispuesta.
Comentó su negativa, lo que hizo que su tío se sintiese avergonzado frente a toda la organización que se preparó para darle espacio a su número. Los tíos de la familia preguntaban emocionados, y otras tantas personas, que alguna vez elogiaron a Lan QiRen, inquirieron entre burlas, si depronto WangJi había desarrollado el temperamento indómito de su madre.
Lo que le enervó.
Su tío la tomó del brazo, y le llevó a un lugar apartado, donde le pregunto que ocurría, pero WangJi siguió exponiendo sus razones.
"WangJi, solo te estas poniendo en vergüenza. Tus tios aqui presentes vinieron a verte tocar. ¿Quieres arruinar la fiesta de cumpleaños de tú ancestro? ¿Deseas que quede en vergüenza? ¿Cómo de mal me haría ver eso WangJi? Soy tú tutor".
"Lo siento, shufu", añadió una voz queda.
"No quiero tus disculpas, quiero que vayas ahí y toques con tú tercer primo y tú prima, y le desees un feliz cumpleaños a tú tío abuelo".
"Shufu, en serio me duele el estomago", intentó ella.
Sin embargo, sus palabras fueron ignoradas.
De fondo se escucharon las palabras del maestro de ceremonias. Su quinto tío, de segunda generación, estaba dando un discurso sobre la piedad filial y el engrandecimiento del legado familiar.
Pero, todo en lo que pudo enfocarse WangJi, fueron las líneas duras en el rostro de su tío, que parecía más y más decepcionado por su indisposición de salir, y tocar durante una hora.
Ella conocía el programa, las melodías, canciones y se había preparado durante semanas y semanas, pero ese día se sintió mal del estómago, lo comentó a su niñera, y al ama de llaves, y le dieron medicamento para las náuseas.
Empero, siguió sin funcionar. Pensó que podría tratarse de una fiebre estomacal, pero ya era demasiado tarde para ir al médico, pues su tío ordenó que se preparara para la fiesta de esa noche y WangJi obedeció.
Se dijo que podría ignorarlo hasta después de la fiesta, pero, el paso de las horas solo acrecentó su dolor, e hizo difícil pararse erguida, pues tuvo calambres que la mantuvieron doblada en su silla.
"WangJi, ve ahí y prepárate para tocar antes de que te dejes más en vergüenza", ordenó. "Dudo que realmente te duela el estómago, ¿por qué estabas tan bien el dia de ayer que XiChen te llevó de paseo a comer esos pasteles? Solo estas dando excusas".
"..."
Hubo una serie de aplausos. Se dio paso a un nuevo orador, esta voz era más joven, se trató de un largo discurso a favor de las contribuciones del tío abuelo hacía la familia Lan, y WangJi supo que su número llegaría pronto.
Sintiendose resignada, asintió, y se dispusó a caminar en dirección del sitio donde sus primos ya estaban afinando sus instrumentos. Ella apretó la falda amplia de su vestido de fiesta y sintió que las uñas se enterraban en la carne.
"WangJi, deja de llorar, ¿cuál es la duodécima tercera regla?".
"Regular las emociones, shufu".
"¿Y qué es lo que harás?". La voz de su tío era suave, pero poco empática, como quien habla a un niño mal portado.
"Dejar de llorar". Ella buscó un pañuelo y se secó las lágrimas, y luchó por contener la humedad que se acumuló en los ojos.
"Entonces ve y preséntate".
"Si, Shufu".
Esa noche, WangJi tocó por lo que parecieron horas, y lo hizo con diligencia aunque sentía que estaba a punto de desmayarse por el dolor de estómago. Cerca del final, cuando restaban dos minutos de la última canción, el dolor fue tan insoportable que tuvo que romper la máscara de imperturbabilidad y se mordió el labio.
Buscó el rostro de su hermano entre la multitud, como gentil consuelo, solo atrapó la decepción de su tío.
Esto le hizo fallar un acorde, y perdió el ritmo durante un instante.
Su tío se había profesionalizado en la música, antes de hacerse con los negocios de la familia, así que no pudo pasar por alto el error. Las notas que siguieron fueron acertadas pero cargadas de titubeo y no fue una melodía orgánica y fluida. No era consciente de sí el resto de personas se dio cuenta de ello, pero su tío no pudo ignorarlo.
En los últimos segundos de la interpretación, WangJi sintió que la humedad le bajaba por las mejillas, tuvo suerte de que la distancia permitiese pasar por alto ese hecho.
Cuando el número concluyó, ella bajó primero, y no espero por las palabras de elogio de su familiar que hizo de maestro de ceremonias ni de su tío abuelo. Esto pudo ser visto como un acto irrespetuoso hacía sus ancestros, pero su tío se excuso diciendo que WangJi se sentía enferma.
Sin embargo, no todos ignoraron el hecho de que WangJi estuvo llorando cerca del final y su cierre fue deficiente a pesar de corregir el ritmo en la melodía.
Durante un par de días se habló dentro de la familia sobre el desastre en la fiesta del tío abuelo, y se criticó a Lan QiRen por el mal manejo de la situación.
Lan WangJi tuvo que ser llevada al médico al día siguiente, y su hermano tuvo una discusión fuerte con su tío. Se sintió culpable, aunque Lan Huan trató de tranquilizarla.
Cuando él volvió a la universidad, ella se quedó en casa con el tío, y experimentó su silencio abrumador. No habló con ella durante más de un mes.
Fue un periodo triste y desolador, tomando en cuenta que no tuvo más interacción que la proporcionada con su Lan QiRen, y algunos tutores privados que acudían a dar la clase de la semana.
Así que comenzó a sentir gran ansiedad por su indiferencia.
De vuelta al presente, reconoció las oleadas de frialdad que instaron a una atmósfera tensa y sofocante. WangJi luchó por contener el escalofrío, y bajó la vista.
"Lo siento, shufu".
"Yo no quiero tus disculpas, WangJi, quiero que me digas dónde estuviste".
Siendo incapaz de mentir, jugueteo con sus uñas en un movimiento nervioso que instó un sonido de castañeo, y respiró. "Con Wei Ying, Shufu".
"¿Saliste con esa alborotadora de Wei WuXian?".
"Mn".
"No murmures, WangJi. Verbaliza".
"Sí, tío".
"Sí, ¿qué?".
"Estaba con Wei Ying".
Lan QiRen resopló. No se aseguró de mantener los modales, la irritación se contuvo en su interior, pues, en ese punto golpearía la mesa y su presión arterial subiría hasta niveles poco saludables. "¿Aún cuando te advertí que no te acercaras más a ella?".
WangJi asintió, sus hombros se encogieron. No temía a ser golpeada, ni a que se le alzara la voz, pero no sabía cómo lidiar con el temperamento de su tío.
"¿A dónde te llevó esa descarriada?", le inquirió el anciano. WangJi tuvo deseos de defender a Wei Ying, su tío fue consciente de ello.
"Sube a tú habitación, WangJi. No quiero verte. Más tarde te dictaré el castigo por desobedecerme".
WangJi comprendió las palabras de su tío, se alejó presentando sus respetos, aunque en el fondo no hubo ni atisbo de arrepentimiento, porque no hubo nada de lo cual avergonzarse.
Trepo los escalones de la escalera que desviaban a su habitación, y cerró la puerta con un 'clic'.
Al otro lado de la puerta se deslizó sintiendo que las piernas se convirtieron en una masa gelatinosa, y aspiró el aroma de Wei Yng para tranquilizarse.
***
Cuando XiChen apareció para cenar con WangJi, se tranquilizó al notar las luces del interior encendidas. Supuso que la salida de su hermana con la señorita Wei había transcurrido sin inconvenientes.
Al entrar en la finca, WangJi se destacó por su ausencia, pero eso no fue nada extraño. Se encaminó a la segunda planta a fin de llamar a su puerta; sin embargo, una voz le llamó. "Si buscas a tú hermana, está castigada".
"Shufu", XiChen ya era un adulto, así que no temía al evidente disgusto de su tío, pero, WangJi aún era una adolescente, y estaba apegada a él. Por el mal humor, fue evidente que su tío llegó temprano a casa.
"¿Por qué no pareces sorprendido?".
Con solo una mirada, supo que su tío lo sabía todo, solo estaba probando terreno. La tranquilidad natural de XiChen pareció hastiar a su tio. Mostrándose furioso por actuar a sus espaldas.
"¿Así que ahora confabulan a escondidas?".
"Soy un adulto, tío, también puedo cuidar de WangJi".
"¡No sabes qué pudo ocurrirle fuera!".
Xichen pudo darle la razón en ello, pero, ¿no era lo mismo que ocurría cada vez que iba a la escuela?
WangJi apenas aprendió a vagar por su cuenta, y buscar su independencia en pequeñas acciones. El tío no podía mantenerla en una caja de cristal para siempre, o se rompería ahí dentro.
"No corría ningún riesgo, yo me asegure de que llegara a su destino bien".
"¿por qué mantenerlo en secreto, entonces?".
"Porque no le dejarías salir". Lan Huan escuchó a su tío rechinar los dientes, su respiración se engrosa debido a la frustración.
"Por supuesto que no, XiChen. No seas absurdo".
"Estoy siendo honesto". La mascara de imperturbabilidad se resquebrajó, hizo a un lado las formalidades y la civilidad, imitando el mal gesto de su tío; que Lan Huan sintiera afecto y gran respeto por su tío no le permitió ceder a situaciones donde era irrazonable. "¿Por qué shufu tiene que ser tan duro con WangJi?, ella solo está intentando hacer amigos, ¿ni siquiera se le permite eso?".
WangJi se había mostrado feliz, casi anhelante cuando pidió su permiso para ir a la casa de los Jiang y visitar a Wei WuXian.
XiChen, que había aprendido a leer las emociones de su hermana menor, reconoció que resplandecía como la luna que ilumina la noche.
WangJi parecía tan genuinamente esperanzada de su amistad con Wei WuXian que no tuvo corazón para prohibirle nada.
Por lo que investigó de MingJue y Huaisang, Wei WuXian era una buena joven. Amable y leal, sin embargo, su reputación en los grandes círculos sociales tenía una mancha imborrable, y su personalidad fue considerada desagradable y vulgar por los más conservadores.
Aunque era una muchacha de buen corazón, nadie veía eso, y era imposible limpiar una reputación así. Ninguno de los ancianos, ni siquiera su tío vería su verdadera cara, porque la reputación fue más valiosa que la verdad.
"WangJi tiene permitidas las amistades. El problema no es ese, el problema es que me ha desobedecido, y formó amistad con esa alborotadora de Wei WuXian. ¡Esa joven solo llevará a WangJi a la ruina con su pésima influencia!".
"WangJi no es mis padres".
"No. Es aún peor. Ella es ignorante del mundo, es tan impresionable a aquello que no conoce, por supuesto se dejaría iluminar por alguien tan radical y diferente como Wei WuXian".
"Shufu, los preceptos familiares señalan que no es adecuado asumir ni juzgar, estás siendo dura con una adolescente".
"He visto lo suficiente para tener mis preocupaciones. A la larga, Wei WuXian será una influencia para tú hermana, ¿Qué haremos por WangJi cuando su reputación quede enterrada y la gente no tenga respeto por ella? ¿Cruzarnos de brazos?".
Odió que en su sociedad el valor de la reputación lo fuera todo. Era tan frágil como caminar sobre hielo. Un mal paso y todo caería como una casa de naipes.
Había salvado a WangJi de una situación desagradable durante la exhibición de arte de su primo, pero solo porque llegó a tiempo. No dijo que él también temía a que WangJi pudiese ser vulnerada por su segundo género, o que alguien tratase de empañar su reputación, de nuevo.
"Lo que WangJi necesita es encontrar personas que aporten positivamente a su vida".
"¿Qué es lo que shufu intenta decir?".
Su tío comenzó caminar alrededor de la habitación como si hubiese orquestado un plan elaborado, acarició su barba, y hubo un brillo astuto que dio mal sabor de boca a XiChen.
"¿Cuál era el nombre de ese joven Qianyuan con buenos valores morales que tutoraste durante el verano?".
"Tío, no obligues a WangJi a hacer algo que no desea. No la presiones".
"¿Por qué estás tan reacio a decirlo? Solo dilo. Yo estoy a cargo de su educación, sé lo que es lo mejor para ella. Lo prometí a mí hermano".
Lan Huan contuvo el deseo de reñir. Señalar que su padre nunca tuvo interés en ninguno de ellos dos, que era indiferente a su pérdida y les abandonó.
XiChen no abandonaría a su hermana, pero no tenía el poder para valerse por él mismo y llevársela. WangJi aún era joven.
Su tío era capaz de poner trabas en su ascenso como líder de la familia. Apartara a WangJi de él si con eso podía mantenerla a salvo. Aunque la falsa promesa de seguridad que tendía era mantenerla aislada del mundo.
"Shufu, no seas malo con WangJi. Es joven e ingenua, pero inteligente. Sabe con quien involucrarse y respeta las reglas con las que fue inculcada. ¿Lo has notado? WangJi ha estado feliz y se muestra radiante tras incorporarse a la escuela, desde que establece amistad con Wei WuXian. Forzarle a socializar con quienes no le agradan podría afectar. ¿Realmente quieres que interactúe con Qianyuan? ¿No será que shufu desea encontrar un partido idóneo para ella a partir de las palabras de los ancianos?".
XiChen se dio cuenta de que estaba alzando la voz, y su respiración se engrosó.
La miseria llenaba su estómago.
Contuvo las opiniones sobre la calidad de los sentimientos de WangJi.
Aunque se nombró a Wei WuXian como amiga, XiChen fue consciente de los suspiros y ensoñaciones de su hermana menor sobre aquella joven Kunze que tendió una mano.
Si bien, le preocupó que WangJi estuviese confundiendo amistad con enamoramiento adolescente, le dio el beneficio de la duda. Espero que el corazón de su hermana no fuera herido.
Tras una serie de palabras severas aquí y allá, su tío dio su opinión final. "Es por el bien de WangJi. Cuando vea cuán deficiente es su dichosa amistad, se olvidara de esa alborotadora y se rodeará de personas que valen la pena".
"Las relaciones humanas no funcionan así".
La mención a la situacion de sus padres agito la atmósfera tensa. XiChen reconoció la presión en las sienes, los atisbos de una migraña se manifestaron y tuvo que modular la voz; ya que escucharse se volvió agotador. Necesitaba silencio, dejar de discutir.
"Tú mismo lo dijiste, XiChen. Las relaciones humanas no pueden forzarse, pero mira el desastre que cometieron tus padres. Se forzaron a estar juntos cuando todo el mundo supo que eso no era natural. Tarde o temprano llegaría el caos".
A palabras de su tío, todo lo que deseó fue evitar el dolor de WangJi en la elección de malas relaciones, malos emparejamientos. Por ello, decidió poner en marcha la recomendación de los ancianos. Para evitar el dolor de WangJi le encontraría un buen compañero.
La frialdad se manifestó, pero también la devastación. "Perdí un hermano y una mujer fue encerrada por sus circunstancias. El amor no trae nada bueno. Por ello es mejor si se controlan esos vínculos. Dime, XiChen, ¿no quieres la felicidad de tú hermana?".
"Shufu, esta conversación ha tomado otro rumbo. Tú problema no es que WangJi sea amiga de Wei WuXian. Sino que te has dado cuenta de que clase de sentimientos está formando ella".
"¡Por supuesto!, solo un ciego y un sordo serían incapaces de apreciarlo". Su tío contuvo los inicios de un ataque de tos, y se dobló. No parecía intento de manipulación. Su mal humor escaló hasta el punto de obtener un subidón en su presión arterial. "Sabes cuán accidentado es el camino al que se enfrenta tú hermana. ¿No quieres que viva en libertad y sin ser objeto de juicios? ¿Qué tiene de malo buscar una pareja aceptable, con modales íntegros, a la altura, que le respete y jamás trate de hacerle daño?".
XiChen guardó silencio, porque él quería que su hermana tuviese buena compañia, pero, aún era muy joven para que se angustiara por eso.
Lan QiRen: "No puedo permitir que la disciplina de WangJi flaquee, tampoco puedo que se enamorarse de cualquier persona".
"¿Qué harás entonces, tío? ¿Sacarle de la escuela?".
"No, los ancianos de la familia comenzarán a hacer preguntas. Solo quedan unos meses de curso, ¿cierto? La cambiaré de colegio al término del año escolar, y eso será todo".
Sintiéndose exhausto, Lan Huan reconoció que su tío no dejaría la necedad. Optó por hablar en otro momento. Ante su indisposición a seguir discutiendo, Lan QiRen se apartó primero, XiChen reflexionó por mucho tiempo al pie de la escalera.
Hasta que escuchó el 'clic' en la parte superior. Se aturdió, antes de ser consciente de que WangJi había mantenido abierta su puerta, escuchando su discusión sin sentido.
Contuvo el deseo de subir y consolarla.
Al final, solo que quedo observando escaleras arriba y la división de ambas plantas.
◆ ◈ ◆
Lan WangJi no volvió a la escuela durante el lunes, y continuó así durante el resto de la semana.
Wei WuXian esperaba cerca de la entrada hasta que el sonido de las campanas alertaba el inicio de las clases, le buscaba a la hora del almuerzo y también a la salida, interrogó a las compañeras de curso de Lan WangJi, pero ellas no comprendieron su inasistencia, empero, se dijo que hubo un justificante a sus faltas.
Le preocupó que algo hubiese ocurrido de camino a casa. Lan WangJi dijo que le llamaría, pero nunca lo hizo.
No al día siguiente o al siguiente.
Intentó llamar por teléfono, aunque Lan WangJi dijo que era para emergencias. La línea dirigió al buzón. Temió meter a Lan Zhan en problemas, así que se abstuvo de comentar nada.
Al sexto día sin tener noticias de Lan WangJi, llamó con insistencia, esperando por alguna noticia. Esta vez fue una voz anciana y femenina quien respondió a su llamado y esto la iluminó.
La anciana preguntó: "¿Quién busca a la joven maestra?".
"Soy su compañera de clase, me preguntaba si estaba bien. No ha venido a clase".
"¿Quién pregunta por ella?".
Wei WuXian mordió el interior de su mejilla con nerviosismo, y se apresuró a dar el nombre de una joven del aula de Lan Zhan, y con la cual, Wei WuXian habló en un par de ocasiones. Esto parece significar algo para la avejentada mujer, pues dijo: "La joven dama está fuera de la ciudad visitando a sus parientes".
Le preocupó que algo malo estuviese ocurriendo en su familia.
Deseo pedir más información, pero sería sospechoso, y dudó que la anciana la proporcionara. Lan WangJi no tenía teléfono celular, y tampoco correo electrónico así que restó esperar.
Agradeció y colgó.
La ansiedad permaneció en ella en los días posteriores.
Al término del día escolar, Wei WuXian decidió quedarse en la escuela durante un tiempo más. No tuvo prisa por volver a casa. Jiang Cheng se parecía a su madre con cada día que pasaba y no perdió el tiempo para lanzar comentarios maliciosos a su persona, debido a este u otro comportamiento fuera de lo esperado para una Kunze asociada a la familia Jiang. La señora Yu aún no podía verle ni en pintura, y después de la golpiza que le dio por arruinar la fiesta de compromiso de Jiang YanLi, se la excuso de la cena y tenía que comer en su habitación para evitar ganar su ira.
Esa tarde no tenía práctica de tenis, de hecho fue todo un milagro que se le permitiese continuar en el equipo, fue intervención del tío Jiang que ella puso continuar haciendo deporte. Aún así, se dio una canción y al término de la temporada tendría que abandonar esos sueños para concentrarse en los estudios, sin embargo, supo que el tío Jiang sólo consiguió retrasar el arrebato de la señora Yu por poco tiempo.
No tuvo practica de tesis esa tarde, o actividades de limpieza, así que decidió caminar hasta ese rincón especial donde se encontró con Lan WangJi por primera vez, y acostumbraba ver a los gazapos, que crecían poco a poco con el paso de los días. Sin embargo, ellos parecieron resentir la ausencia de Lan WangJi, los conejitos no salieron de su escondite.
Permaneció por tanto tiempo que el atardecer comenzó a hacerse presente, y decidió volver.
En su camino hacía la salida, escuchó a un grupo de chicas charlar entre ellas, cuando el nombre de Lan WangJi aterrizó en sus oídos, saltó para abordarlas y reconoció sus rostros como compañeras de curso.
"¿Qué dijiste?".
"Que Lan-guniang volvió a su casa. Yao Shi se encargó de recopilar los trabajos escolares de esta semana".
"¿Qué pasa con Lan Zhan? ¿Dijo cuándo volverá a la escuela?".
Las chicas se observaron entre sí y arrugaron la nariz en presencia de Wei WuXian por sus malos modales. "Creo que se quedará estudiando en casa una semana más".
Con esto dicho las jóvenes se apartaron de ella como si se tratase de un animal sarnoso y huyeron lejos de su presencia.
Le abrumó pensar en aguardar una semana más para encontrarse con ella, preguntar como estaba. Abrazarla. Le había extrañado cada día, solo quería verle, aunque fueran pocos minutos.
Con pesar, emprendió camino a casa de los Jiang.
Ese fin de semana fue el primer partido de tenis de Wei Ying, al menos el primero dentro de la competencia en la que estaba inscrita como parte de la escuela. Supo que era inútil tener esperanzas, pero aguardó por la presencia de Lan WangJi. Le había comentado sobre sus encuentros, y ella había hecho una promesa para apoyarle.
A pesar de haber ganado por una ligera diferencia en el puntaje, no pudo disfrutar el triunfo. Sus compañeros de equipo se acercaron para preguntar si todo estaba bien, pero no lo estuvo. No pudo estar bien porque no había tenido noticias de Lan WangJi y estaba preocupada por ella.
Estar incomunicada apestaba. Apestaba tanto que la preocupación pasó a convertirse en mal humor. Sintió que aquel acontecimiento pasado en el que Lan WangJi no llamó ni envió cartas cuando eran niñas se repetía, y se vio a punto llorar en el regazo de su hermana mayor para exponer su mortificación.
Entonces, transcurrió la semana, y Wei WuXian se forzó a pasar tiempo con sus amigos. Compró algo de la cafetería, mordisqueó un bollo dulce de la máquina expendedora mientras escuchaba chistes y anécdotas absurdas.
Hurgó dentro de su bandeja de almuerzo y masticó sin prisas sintiendo que era uno de esos días anormalmente cálidos, pese al cambio de temporada, y no tuvo energía para soportar los siguientes períodos de clase.
Fue un día perezoso, se preguntó si habría oportunidad de tomar una siesta antes del término del penúltimo periodo tras terminar sus asignaciones de matemáticas. Si posaba un libro como cubierta conseguiría dormitar diez minutos. Pensamiento le resultó espléndido.
"¿A que no adivinan a quién vi el fin de semana?", se pronunció Wang YuMing de la clase B. Algunos chicos en la mesa de Wei Ying comenzaron a lanzar nombres al azar, pero ella rio divertida hasta que el juego perdió gracias. "Vi a la joven dama de la familia Lan".
Los presentes emitieron murmullos de sorpresa seguido de un interrogatorio a favor del cotilleo. Wei WuXian también hizo su almuerzo a un lado, trató de ser discreta y desenfadada. Sin embargo, reconoció la mirada de esa chica Zhongyong y su amigo Qianyuan como esperando a que Wei Ying se dejara en verguenza alabando a Lan WangJi.
Lo haría, pero no tenían que esperarlo como si fuese objeto de su entretención.
Liu Hua, del mismo curso que Wei Ying, apoyó los codos sobre la mesa y comenzó a pinchar a su amiga para hacerle hablar. "¿Lan WangJi? ¿Estás segura?".
"Si, es tal como dije. Me sorprendió bastante porque hace mucho tiempo que no viene a clase".
El resto de comensales en la mesa asintieron de acuerdo, solo Xiao Mao sentado a su lado dio una sonrisa empática y tensa frente a la mención de Lan WangJi. No fue secreto para nadie que eran cercanas. Y resintió su ausencia.
¿Por qué otra razón estaría tomando su almuerzo con sus amigos?
"La señorita Lan estaba en ese cháguăn elegante con jardines y vista a los lagos de peces koi", inició la joven.
Un chico de la clase de C, que era un Zhongyong, comenzó a reírse, "¿Qué estabas haciendo ahí?".
"¡Fui a un almuerzo! ¡Mí hermana obtuvo un buen trabajo en la corte de justicia y estábamos celebrando!".
La cháchara vino de aquí a allá, esto irritó a Wei Ying, pero tragó su curiosidad llenando su boca con un bollo y luego con algo de sopa y verduras. Cuando Wang YuMing se recordó la razón por la cual sacó a relucir el tema, dijo: "La joven maestra Lan estaba compartiendo el té con un joven Qianyuan bastante atractivo, parecía de una gran familia de eruditos".
Su cucharón se quedó colgando en el aire y frunció el ceño frente a las palabras de la joven.
La chica sentada junto a Wang YuMing cuyo cabello se adornó con cintas, preguntó: "¿Sería su pariente?".
Wang YuMing negó con la cabeza. "Los observé por mucho tiempo porque se veían increíbles! Eran como una de esas parejas de ensueño de dramas, ¡parecía más una cita romántica!".
"Solo dices tonterías".
"¡Estoy segura de lo que he visto! ¡Es algún joven maestro, averiguaré quién es!", estas palabras fueron pronunciadas con fuerza y determinación.
Los murmullos viajaron entre sí,y las voces resonaron con fuerza en la mesa.
Alguien dijo: "¿Será acaso que la joven dama Lan está en aras de comprometerse?".
Estas palabras arruinaron su apetito. Wei Ying fue incapaz de terminar su almuerzo. La cuchara cayó contra el tazón sin hacer ruido, y fue ignorada. Estaban tan inmersos en toda clase de cotilleo picante y suposiciones de la vida de Lan WangJi que apenas se percataron de la ausencia de Wei WuXian, quien, había perdido cualquier rastro de buen humor.
Una sensación displacentera se asentó en su pecho hasta que fue doloroso respirar.
Entonces, ¿todo lo que ocurrió entre Lan Zhan y ella fue un malentendido?.
Ella pensó que eran cercanas. En realidad, solo eran amigas.
Wei Ying fue una estupida. Lo había confundido todo.
Dudó que Lan WangJi fuese una mala persona y ahora la estuviese ignorando a propósito. Asumió que podría ser una imposición de su familia, pero eso fue aún más doloroso. Confiaba en Lan Zhan, al menos creía conocerle. Era noble y cumplía su palabra. Pero, si fue obligada a atender aquella cita por petición de su familia, no hubo mucho que Wei WuXian pudiese hacer o cómo se debería sentir.
Pensó en lo difícil y cansada que debía estar Lan WangJi, en esforzarse por ser un perfecto referente de rectitud. Cuando el ardor en el pecho se calmó, también lo hizo su respiración engrosada. Esto trajo claridad a sus pensamientos. Permaneció en el cubículo en el área de baños, incapaz de enfrentarse al resto sin dejar al manifiesto su vulnerabilidad.
Lan WangJi regresó a sus pensamientos una y otra vez. Lo que resultó en un círculo vicioso. Pensó en lo injusto que era. Lan Zhan apenas podía divertirse, y era lo que la sociedad esperaba que fuera: Noble, elegante, y recatada dama Lan.
El tipo de persona que era adorada y anhelada, que tenía citas elegantes en casas de té finas, y bebida alguna mezcla de tés suaves importados con jóvenes maestros de familias prestigiosas.
No comprendió que hizo saliendo con alguien como Wei Ying.
Con gran desánimo abandono el lavabo cuando la campana alertó el término del descanso.
***
Al día siguiente, durante la clase del segundo periodo escuchó un rumor interesante por parte de sus compañeros de clase: Lan WangJi había regresado a la escuela.
Trago toda turbación y mostró una sonrisa. Esa sonrisa tonta que mostraba al mundo para decir que todo estaba genial aunque la hubieran molido a palos, o se estuviese hablando a sus espaldas sobre su reputación.
Subió las escaleras en dirección al edificio de Lan WangJi, evitó tropezar con los estudiantes que iban y venían. Finalmente, le noto. Ese día su cabello se mantuvo suelto de su cola de caballo y se adornó con una cinta de seda blanca.
Sintiendo que todo malestar anterior era lavado solo con vislumbrar su presencia, levantó la voz, y llamó: "¡Lan Zhan!".
Lan WangJi levantó su vista, reconociendo a Wei WuXian desde la distancia. No se detuvo en su andar, su semblante era serio, así que apartó la vista, y caminó rumbo al destino que tenía en mente.
Desconcertada, Wei WuXian sintió un pinchazo. Era imposible que Lan WangJi hubiese cambiado de opinión tan rápidamente y ahora le evitara.
Habían compartido un beso, ¡el primer beso de Wei WuXian!, que había atesorado recelosamente por más de quince años. Ella pensó que eso habría sido suficiente para unirlas. Por lo visto, no fue el caso, ya que antes, al menos se saludaban a la distancia.
Tuvo que dejar ir el asunto, debía volver a clases antes de que el profesor enviará una nota dirigida a la señora Yu por llegar tarde.
Durante el almuerzo, luchó por su vida en la cafetería para conseguir algo de comer, aunque se apresuró, llegó tarde al prado en el patio donde solía almorzar.
Fue un pensamiento tonto, y no tuvo esperanza de encontrar a Lan WangJi ahí, pero de todas maneras se encaminó con determnación. Las palmas de sus manos sudaban. El pan lleno de crema dulce se había aplastado pero a Wei WuXian no pudo importarle menos.
Observó una figura familiar, de piel pálida como el jade y labios rosados como la flor de melocotón. Cuando Lan WangJi fue consciente de su mirada, se detuvo en su sitio, y aunque una sonrisa se dibujó en sus labios, las palabras se atascaron en su garganta.
Lan WangJi ya había terminado su caja de almuerzo. No esperó por ella, lo más probable es que no deseara su compañía o algo por el estilo. Apartando la mirada, e inmersas en un silencio tenso de pocos segundos, Wei WuXian carraspeó, y dio una sonrisa elaborada.
"Yo-..."
Lan WangJi no le permitió continuar. Apartó la mirada y sus ojos dorados no la reconocieron más. Alisando las arrugas de su uniforme escolar, Lan WangJi dio una reverencia corta pero formal, sus palabras fueron: "Lo siento mucho, tengo que irme".
Estiró su mano en un deseo por contenerle. Estuvo a punto de sujetar el extremo de su chaqueta escolar, pero se detuvo. Formó un puño y lo protegió con su palma extendida.
"Esta bien", sintiendo que no estaba bien, Wei WuXian lo intentó de nuevo. "¡Lan Zhan!, espera".
Lan WangJi detuvo el paso que estaba a punto de dar, y escuchó, pero su rostro aún no se encontró con sus ojos.
"... ¿Nosotras estamos bien?", titubeó, aún cuando trató de disimular.
"Mn".
"¡Eso es genial!", exageró con una falsa sonrisa. "Entonces, nos veremos más tarde".
"Sí".
Con esto Lan WangJi desapareció entre los edificios y regresó a su aula.
La hora del almuerzo terminó, Wei WuXian ni siquiera fue consciente de cuánto tiempo permaneció en su sitio.
Inseguridad. Eso es lo que sentía Wei Ying.
Realmente intentó tranquilizarse, aclarar su mente y distraerse en el resto de sus clases, pero fue imposible sabiendo que Lan Zhan le evitaba de manera directa. Ella dijo que estaban bien, pero ni siquiera vio su rostro, entonces, ¿cómo creerlo?
La última lección fue un espacio en blanco en su mente, no escuchó una sola palabra del profesor, incluso su compañero de banca le golpeó con el codo para que prestara atención al docente a cargo.
En lugar de sumirse en una nube gris de tristeza optó por obtener respuestas, o no podría dormir tranquila esa noche. Cuando la campana sonó, empujó el contenido de su escritorio dentro de su mochila. Hizo la silla a un lado, determinada a emprender una carrera maratónica entre edificios.
"¿A dónde crees que vas, Wei WuXian?, hoy es día de aseo. Te corresponde ayudar en la limpieza". El bolso se deslizó por su hombro, cayendo con un ruido sordo. Su compañero arrugó la nariz por el espectáculo y un par de chicas contuvo la risita en sus labios.
"¿Es necesario? Tengo algo que hacer, debo irme ahora".
La chica frunció el ceño ante las palabras de Wei Ying, y apuntó en su dirección como una vieja tía gruñona. "¿Intentas evitar el día de limpieza por tercera vez? Te reportaré con el profesor".
Wei Ying estuvo a punto de gritar '¡Hazlo, no me importa!'.
Pero temía ser golpeada por la señora Yu si había más malas notas a su nombre. Así que mordió el interior de sus mejillas y contuvo la amargura.
"Meng Qing, ¿qué tal si cubro a Wei-mei? Ella puede hacer mi turno de la limpieza la próxima semana", dijo Cao Fang, el chico Zhongyong que era su vecino de escritorio. "Wen-mei ha estado distraída toda la mañana, ¿No lo han notado? Tal vez deberíamos dejarla irse, Meng-mei, te ayudare con los pupitres".
Wei WuXian contuvo el deseo de lanzarse y estrujarlo para agradecer la intervención. Al pensarlo detenidamente consideró comprarle algo de la máquina expendedora la próxima vez.
Tomando su bolso hizo una reverencia corta y salió corriendo.
A pesar de haber perdido una cantidad absurda de tiempo, consiguió llegar al edificio de Lan WangJi a tiempo. No lo suficiente, ya que estaba cerca del estacionamiento.
Lan WangJi estaba inmersa en sus propios pensamientos, ni siquiera era consciente de la presencia de Wei WuXian, que se acercó con sigilo, hasta que sus pasos se coordinaron y ambas caminaron a lado de la otra.
Acortó la distancia, haciendo que sus hombros rozaran con los de Lan Zhan, ella reaccionó pegando un respingo. Contuvo el aliento al ver a Wei WuXian.
Se detuvieron cerca de la entrada principal, y se hicieron a un lado para agilizar el tránsito local.
Por primera vez en todo ese día, Lan WangJi le miró a la cara. Sus ojos de un brillante ámbar, destellaron con reconocimiento y sus cejas se curvaron como si hubiese miles de palabras atascadas.
Parecía cansada, y un poco triste.
En todo ese tiempo sin verle, su belleza solo acrecentó. Todo lo que deseó fue estrecharla entre sus brazos, esconderla en su nido, para lidiar con la vulnerabilidad que expusó. Empero, no supo si aún lo tenía permitido.
'¿Hice algo mal?', se preguntó.
Lan WangJi dio una aspiración, su voz se suavizó al punto del arrullo. "Wei Ying, yo-..."
"¿Cómo lo descubriste? ¿Realmente la joven maestra Lan estaba en ese cháguăn con el joven maestro Xiao Xingchen?", dijo una estudiante mientras lanzaban miradita de asombro en dirección de Lan WangJi y Wei Ying. Había suficiente distancia para que pareciese un comentario casual lanzado al aire en una charla de amigas, pero atrapado por ellas. "¿Cómo obtuviste esa información?".
"Le pregunté a Wang YuMing, dijo que había investigado".
Xiao Xingchen era uno de los protegidos de la loable y acaudalada Baoshan Sanren. Un joven criado en una familia respetable, pero, consiguió éxito por mérito propio. Un estudiante modelo, que, aunque aún no concluía su educación, encontró puertas abiertas para él.
Era la clase de partido apropiado para alguien como Lan WangJi. No le extrañó en absoluto que ambos hubiesen tenido un encuentro en una prestigiosa casa de té.
Lan WangJi perdió el impulso para hablar. Sus labios se cerraron hasta formar una línea fina. Sus hombros cayeron, observó hacía sus zapatos con indisposición.
Sintió que había algo más, algo que le estaba deteniendo. Deseó preguntar qué era, pero las palmas de sus manos se acalambraron y hormiguearon. Incapaz de pronunciar sus inquietudes, aligeró el ambiente, y dijo: "Está bien, Lan Zhan. Hablemos mañana, ten cuidado de regreso a casa".
Wei WuXian buscó su rostro, aunque fuese para animarse con su semblante alexitímico mientras se consumía rumbo a la estación del tren. Ella no cumplió su silenciosa petición, y el corazón se rompió.
Al reflexionar de su lloriqueo, cayó en cuenta que Lan WangJi no era 'su Lan Zhan', sino amigas, a pesar de suponer que eran cercanas.
Lan WangJi zumbó un "Mn" en respuesta.
Entonces giró, y se fue.
Wei WuXian sintió una quemadura ardiente en el pecho, fue tan incontenible que el único pensamiento que llenó su cabeza fue 'huir'.
Tomó la dirección contraria a Lan WangJi y corrió por la avenida principal hasta llegar a la parada de autobús. Esa ni siquiera era la dirección correcta, simplemente se llenó del deseo intenso de escapar.
Cuando sus piernas se agotaron y la respiración se atascó en su pecho, Wei WuXian se dejó caer en una banca, y esperó el arribo.
Se enjuagó el rostro, para percatarse de la fina capa de sudor que perlaba su frente. Sus dientes rechinaron.
¡Por supuesto sabía quién era Xiao XingChen!
Baoshan Sanren era una altruista. Una acaudalada que vivía fuera del ojo público. Donaba mucho dinero en favor de la educación, y a veces tomaba niños de bajos recursos bajo su cuidado, y les matriculaba con becas para que pudiesen continuar su educación. Escucho de jóvenes que se instalaban en su casa por poco tiempo, y después abandonaban para convertirse en profesionistas, y talentosos.
La madre de Wei WuXian había sido uno de los tantos protegidos de Baoshan Sanren, esa fue la razón por la cual pudo desenvolverse en algunos de los círculos de alta esfera. Pero abandonó la pretensión demasiado pronto y se convirtió en una persona común, que vivió en sus propios términos y se enamoró.
Wei WuXian se encontró con Xiao XingChen en dos ocasiones durante algunos de los eventos sociales en los que tuvo que participar debido a la imagen de la familia Jiang. Normalmente no se interesaría mucho por jóvenes maestros o personalidades del mundo social, sin embargo, le notó debido a los vínculos de la anciana con su madre.
La opinión que pudo tener de él fue que era un joven educado y respetuoso.
En definitiva, si hubiese algún Qianyuan o Zhongyong apropiado para alguien tan increíble como Lan WangJi, ese podría ser Xiao XingChen. Wei WuXian solo estaba suponiendo. No sabía la naturaleza de ese encuentro, pero fue la incertidumbre la que le hizo elaborar complejos escenarios pesimistas.
Se abrazó a su mochila haciendo un desastre con el contenido. Se dijo que estaría bien en un minuto y se repondría. Contuvo el escurrimiento nasal y el ardor detrás de sus párpados.
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