
VI. Encuentros parte II
WangJi había experimentado una serie de cenas familiares buenas en los últimos años, así que fue capaz de reconocer cuando estaba en presencia de un ambiente familiar acogedor.
Ayudó a preparar la mesa y posicionar los cubiertos mientras Wei WuXian sacaba el estofado del horno. A-Yuan se mantuvo tranquilo viendo un programa infantil que tenía criaturas marinas adorables, y recordaba ese otro programa que JingYi solía ver donde se seguían pistas.
Wei WuXian tomó sitio en el comedor. A-Yuan, que parecía estar en periodo de aprender a hacerse con los cubiertos y evitar desastres, manejó la situación sin la intervención constante de su madre. Pese a ello, Wei Ying le apoyó cuando lo encontró necesario; soplando vegetales, o cortando la carne en cubos.
La anciana era una mujer mayor, su cabello era blanco que se ato en nudo y utilizó un abrigo tejido de colores burdeos.
No mostró indisposición a la presencia de Lan WangJi, y Wei WuXian actuó como una niña, presumiendo de aquella vieja amistad de antaño. Dicho acto, ni siquiera tuvo razones por las cuales leer bajo intenciones de ningún tipo.
La abuela Wen, fue amable y hospitalaria con WangJi, incluso le preguntó si le gustaba el tejido a punto. Tarareo a medias, ya que lo había intentado en un par de ocasiones, empero necesitaba pulir su práctica ya que sus puntadas, solían soltarse. XiChen, por otro lado, era bastante bueno, desarrolló el talento después de su temporada en el hospital.
La abuela añadió comida a su plato, y sin mala intención, la llamó 'demasiado flaca', Sin embargo, WangJi agradeció por las hojas de verdura extra y las comió sin emitir palabra.
Cuando la cena terminó, Wei WuXian se encargó de los trastos, y la abuela tomó lugar en el sofá para hacerse con su bordado, mientras A-Yuan descansaba en su regazo. La mujer le contaba cuentos, manteniendo al niño fuera de la atención de su madre.
Lan WangJi reconoció al niño A-Yuan reírse, lanzando palabras que, a sus oídos, no eran más que un puñado de balbuceos poco claros. Se preguntó qué sería tan divertido. La anciana se enfocó en su tejido: una bufanda para el frío, dijo.
Se colocó a un lado de Wei Ying, que lidiaba con una cacerola pegada, y hablaron de todo y nada.
"Nunca imaginé que tú visita sería tan buena", reconoció WuXian.
"¿Es así?"
"¡Mucho! Siempre es interesante saber qué fue de la vida de mis amigos, y en especial personas a quienes no veía en años".
Lan WangJi asintió, comprendía ese sentimiento. Porque Wei WuXian se había casado, había tenido un niño y se estableció en la clase de vida que siempre deseó.
Ella alguna vez habló sobre tener una vida normal, libre de la pretensión de las altas esferas. En donde su única preocupación era no arrojar alguna calceta roja sobre los blancos de A-Yuan al hacer la colada, y pagar los servicios públicos.
Antes de abandonar la habitación, Wei WuXian tomó la caja de pasteles que recuperaron de la cafetería cercana y lo agitó frente a sus ojos.
"¿Quieres compartir?"
"Mn".
Se sirvió un cuenco de semillas tostadas para la abuela Wen y A-Yuan se resignó a un cuarto de porción de jugo de manzana sin endulzante.
Wei WuXian dijo: "Me niego a perder más noches de sueño, ¡mira estas marcas, Lan Zhan! El otro día lo olvide por completo. Le di un pequeño cubo de chocolate, y no fue a dormir hasta las cinco am, ¡Ni siquiera era del tamaño de una uña! La resistencia al azúcar de este niño es realmente baja. ¿Por que no es como tu? ¿Recuerdas esos chocolates en la fiesta de los Nie? Solo, pff, caíste dormida a los minutos", se burló.
WangJi contuvo la vergüenza, y reveló la verdad: "Esos dulces estaban llenos de licor, esa fue la razón".
"¡Oh! ¡No! ¡No puedo creerlo! Eso explica porque tú tío estaba tan enojado conmigo".
"..."
Después de un tiempo, decidió consolarle. En especial porque solo eran unas niñas. Wei WuXian dejó ir el asunto. No se quedó atrapada en el pasado, al menos no de manera poco saludable. Pronto lanzó una risotada.
"Lan Zhan, no puedo creerlo. Eso fue tan tonto".
Estuvo de acuerdo, tuvo que darle la razón.
El pastel tenía un buen sabor. Estaba frío y húmedo; la crema era ligera pero tenía un sabor contrastante, haciendo adictivo el buscar por dicha mezcla de texturas y dulzores.
A-Yuan lanzó balbuceos, y de su parte, destacó el tintineo, y roce de las cucharas de acero al golpear entre sí.
La anciana Wen terminó su taza de té, anunció sus intenciones de ir a recostarse y continuar con su lectura. Se despidió de WangJi pinchando su mejilla, y les deseó buenas noches.
Esta fue la señal que necesitaba para irse.
Wei WuXian tendría cosas que hacer. Bañar a A-Yuan o arroparlo para ir a la cama. WangJi había permanecido demasiado tiempo. Tarde fue consciente de ese egoísmo. Pero, tal vez no fue egoísmo si Wei WuXian pensó lo mismo.
'Me gustaría pasar tiempo contigo un poco más'.
No era consciente de lo valiosa que había sido su amistad, y lo cómoda que fue su presencia hasta ahora.
Pensó que las memorias de juventud añadieron esta capa de nostalgia e idealizaron a Wei WuXian.
Pero ella en realidad fue una persona muy transparente. Aunque maduró y se convirtió en un adulto, conservó la calidez de su corazón. Lo supo al escuchar su discurso, y contemplar el trato respetuoso a otros.
Incluso cuando bromeaba jamás fue cruel, carente de prudencia o descuidada.
"Tengo que irme".
"Oh, ¿dejaste tú auto cerca?", le preguntó WuXian mientras hacía girar a A-Yuan.
"No traje el auto".
Wei WuXian observó la hora, su boca se torció. "¿En qué hotel te hospedaste?".
"En ninguno", aclaró.
"¿Vas a regresar en tren hasta Jingmen?".
"No lo había considerado".
WangJi tomó su teléfono y encendió la aplicación de mapas, pero frunció el ceño al percatarse de que las opciones céntricas estaban a casi treinta y cinco minutos. Al preguntar a Wei WuXian por opciones cercanas, la mujer se forzó a hacer memoria.
"No conozco ninguna posada cerca. Lo siento, de haber sabido no te hubiese entretenido tanto".
"No lo hiciste, no tienes que preocuparte".
"Lo hago, porque es peligroso salir de noche". Las palabras de Wei WuXian no eran duras y tampoco ansiosas. Se pronunciaron con un tono suave y paciente, pero sus ojos guardaron una expresión complicada. "¿Por qué no te quedas? Si tienes que regresar a Jingmen puedes tomar el primer tren de la mañana".
Lan WangJi sopesó las opciones. Se recordó que Yiling no era Jinmeng. Si bien, no parecía tener problemas de criminalidad, no podia solo confiarse. Tampoco ir contra corriente, ya que acosadores había en todo sitio. Apretó los puños durante un instante antes de aflojar los músculos.
Observó a Wei WuXian y reconoció que, al igual que en el pasado, cuidó a las personas estimadas. Aunque WangJi podia cuidarse a sí misma, había puntos en los cuales debía ceder, como en este caso.
"¿No será un inconveniente que me quede? Me iré en la mañana".
"No es ningún inconveniente, Lan Zhan".
***
Aunque A-Yuan era un niño pequeño, era inteligente, al punto de mantenerse al pendiente de la conversación de los adultos a su alrededor.
Al escucharles hablar sobre quedarse, se aferró a su pierna y le llamó 'hermana bonita', pidiéndole que se quedara a jugar con él.
Pero Wei WuXian intervinó, intuyendo que era una actitud molesta, le desenganchó. No fue una actitud fastidiante, pero entendió el sistema de crianza que Wei Ying intentaba establecer, por lo que no obstaculizó. Aunque se acuclilló a altura del niño y confirmó su permanencia.
WangJi mantuvo conversación con su hermano para informarle que se encontraba bien. Señaló aspectos del viaje en tren y el cambio de planes. Estuvo de acuerdo en la sugerencia de Wei WuXian. Pese a todo, el mundo no terminaba de ser seguro, y era mejor si evitaba exponerse en una ciudad desconocida.
Acordó llamar a Lan Huan por la mañana. Enviaría un mensaje al abordar el tren, para ir a desayunar juntos una vez que llegase a su ciudad.
El plan fue satisfactorio.
Después de responder un par de mensajes de su tío, informando por más correspondencia acumulada, le deseó buenas noches, y apagó el teléfono. Apenas había gastado un cuarto de la carga, prefirió evitar quedarse incomunicada en orden de olvidar su cargador en casa.
Para entonces Wei WuXian ya había bañado a A-Yuan. El niño se mostró somnoliento mientras reposaba en la sala de estar con un pijama azul oscuro tapizado de estrellas, Wei WuXian le deshenredó el cabello y el bebé no protestó.
"Te preparé un pijama, Lan Zhan. Lo deje en la cama de la segunda habitación. Te dará frío con la ropa de calle que tienes", se burló sin malicia.
Yiling era frío durante la noche, pero no era recomendable utilizar la calefacción alta con un niño en casa. Ellos eran susceptibles a las alergias, e incluso a pescar resfriados por el cambio de temperaturas.
WangJi agradeció las atenciones con mucha humildad y se dirigió al lugar señalado.
La habitacion mantuvo colores claros, plantas reales en las esquinas; hubo un espejo, un tocador y la cama se sostuvo en un entarimado de madera.
El pijama era suave de vellón en granate y una sudadera de capucha de color gris. No eran los colores que acostumbraba usar, pero tampoco le importó.
Antes de hacer el cambio de prendas, buscó por toallitas desinfectantes para eliminar el maquillaje de su rostro. Al no encontrar nada en su bolso, preguntó a Wei Ying.
Apuntó al botiquín del baño; detrás de un espejo rectangular, divisó una colección variopinta de remedios simples.
Se destacó la solución micelar bifásica, pero también frascos con ansiolíticos. Reconoció los nombres ya que algunos de los mismos le fueron recetados a su hermano.
Al volver al área común, fue elogiada.
Wei WuXian enroscó su cabello en una pinza, y se hubo pegado parches de té bajo del párpado inferior.
A-Yuan no se encontró a la vista, frente a la pregunta no realizada, Wei WuXian dijo: "Estaba más dormido que despierto así que lo lleve a la habitación de su abuela".
"Oh".
"Ven, te mostraré un proyecto en el que estoy trabajando".
Se le guió por el pasillo, y se abrió una habitación de niños. Reconoció la pintura nueva, y una cama de madera baja; un baúl de juguetes, y un armario sin perchas ni ropa.
"¿Cómo está quedando?"
"Me gusta".
"¡Eso es genial! Lo he estado decorando lindo para A-Yuan".
"A él le gustará mucho".
"Espero que así sea, él también participa de vez en cuando. ¡Su opinión es muy valiosa! Él mismo dijo que quería el baúl de bloques junto a la cocina de juguetes. ¿Quién soy yo para comentar nada contra este pequeño decorador de interiores?"
La broma fue bien recibida, Wei WuXian habló de reparaciones, adaptaciones al tomacorrientes y tareas de bricolaje. WangJi estaba familiarizada con algunas cosas. Había armado la mayoría de los muebles en su departamento e incluso empotró el televisor a la habitación. Aunque aún llamaba por la ayuda de su hermano en tareas que requerían de dos personas.
"A-Yuan ya es un niño de jardín de niños, es necesario que tenga su propia cama y espacio. No siempre dormirá con su abuela o conmigo".
Wei WuXian se destacó como perezosa en la tarea de colgar y organizar la ropa de A-Yuan, y le consideró una actividad que había estado aplazando hasta tener el pinchazo maníaco por la limpieza.
En la habitación de invitados Wei WuXian señaló sábanas limpias y almohadas en el armario. Sus cosas permanecieron en un taburete frente a la cama, su teléfono descanso en la mesita de noche con una alarma que le permitiría levantarse temprano.
Cuando la conversación se acabó y el silencio inundó la habitación, sin que esto fuese incómodo, tomó lugar a orillas de la cama, y WangJi hizo lo mismo.
"¿Tú esposo trabaja lejos?"
"Oh, ¿lo preguntas porqué no está aquí?"
"Mn".
Wei WuXian dejó caer el cabello sobre su espalda y lo enroscó de nuevo en su pinza. Los codos pincharon sobre las rodillas, y la mujer a su lado dio una sonrisa indulgente. "No tienes porque preocuparte, Lan Zhan".
"Están... mn, ¿separados?", se animó a preguntar, su atención se clavó en la maceta de hojas verdes.
"Se puede decir que si, algo así", Wei WuXian se estiro como un gato domestico y tarareó. "Te contaré más tarde, ¡lo juro!"
Compartieron espacio por tanto tiempo que terminaron sobrepasando la hora de dormir de WangJi. Empero, ninguna de las dos tuvo urgencia por terminar con la cháchara.
Wei WuXian se hizo en el extremo izquierdo de la cama y Lan WangJi en el derecho. Cambiado los parches bajo los ojos por una mascarilla de tela, y ambas aguardaron los veinte minutos a que el reactivo hiciese efecto. Cuando el tiempo terminó, Wei WuXian arrojó los restos a la papelera y su piel se mostró resplandeciente.
Tras explicar sus circunstancias, Wei WuXian se dejó caer contra la almohada.
"¿Recuerdas esas viejas historias de príncipes y caballeros? ¿de Qianyuan y Kunzes?"
"Mn, lo recuerdo".
Imitó el actuar de la persona a su lado, y se dejó caer sobre las almohadas; enfocando su atención al techo, como si por mera fuerza de voluntad pudiese eliminar las barreras que le permitían contemplar el cielo estrellado.
Wei WuXian admitió que, en ese entonces, trató de verse a sí misma como un caballero. WangJi era tan ajena al mundo que deseó cuidarla. Habían elegido roles, y WangJi, mentalizada en el rol de un Kunze femenino, lo permitió. Permitió ser protegida, cuidada y defendida por otros. Ordenada sobre que hacer y como ser.
Al final, no hubo nada como caballeros y doncellas. WangJi había florecido por sí misma.
Solo se necesita a ella misma.
Pero Wei WuXian fue una gran experiencia. Le enseñó mucho. La apreció por eso.
WangJi giró sobre la almohada.
"¿Cómo es tú vida?"
"¿Cómo es tú vida?".
"Mí vida es muy buena, tengo una familia muy linda", confesó Wei WuXian.
Los minutos en el reloj se convirtieron en horas. No tenía idea de cuanto había pasado, pero los restos de somnolencia se desvanecieron en presencia de una lámpara de noche con un tono sepia.
"Extrañaba hablar contigo, Lan WangJi. Me hace recordar todos esos momentos felices de la adolescencia, cuando la vida era... diferente".
Lan WangJi: "Pero ya no somos adolescentes".
"Eso es verdad, somos adultas", le señaló WuXian, antes de sonreír. "Felicidades por eso".
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