Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

IX. Promesa


Wei WuXian no sabía qué hacer.

Estaba hecha un desastre, un verdadero caos mental. Sin duda alguna, aquella había sido la semana más tensa en todo el ciclo escolar. Incluso más desagradable que la vez que a Jiang Cheng le anularon una prueba de matemáticas porque la boca de Wei WuXian trabajó más rápido que su cerebro, y dijo: 'Jiang Cheng tienes un bolígrafo creo que me equivoque en la veinte'.

¡Wei WuXian había sido la despistada!

Pero Jiang Cheng fue quien recibió la anulación de su prueba al gritarle que cerrara la boca. Esto mantuvo a la señora Yu tan enojada que Wei WuXian durmió en el armario por más de una semana. Realmente pensaba que la señora Yu aparecería en su habitación y le arrastraría por los tobillos para arrojarle a la calle en una noche helada.

Consecuentemente, a Jiang WanYin se le matriculó en otra escuela.

Entonces, de regreso al presente, Wei WuXian estaba pasando una semana terrible.

No había conversado con Lan WangJi después de esa tarde. Ninguna de las dos trató de cruzar caminos. Wei WuXian se encontró buscando su rostro más allá del campo de entrenamiento, incluso en el jardín durante el trayecto a la cafetería.

Empero, Wei WuXian también tuvo su dosis de cobardía. Huyendo por las escaleras o regresando en sus pasos al advertir la presencia de Lan WangJi.

Se le invitó a una salida con sus compañeros del equipo de tenis, pasaron un buen tiempo comiendo en ese lugar de hot pot, y hubo bromas tontas, en un intento por animar su espíritu quebrantado.

Esto no le hizo sentir mejor; conflictuada por cómo habían terminado las cosas con Lan WangJi y la incomodidad que no cesaba cada vez que pensaba en su persona.

Wei WuXian había deseado decir algo esa tarde, pero al final contuvo sus palabras, y no preguntó.

Después de todo, ¿Qué haría si Lan WangJi le dijera que tenía un prometido?

¡Por supuesto la felicitaría!... probablemente. Pero sería doloroso porque habría asumido su cercanía de manera errónea.

Transcurrió otra semana, las cosas no mejoraron.

Los miembros del equipo de tenis perdieron toda motivación de ayudar a Wei WuXian, y no se sinceró con su hermana mayor ya que estaba en Meishan con su abuela materna.

Hubo momentos en los que deseó escribir un mensaje, y decir: ["Jiejie, ¿por qué te has ido ahora que necesito que me mimes? ¡Solo tengo tres!"].

Sin embargo, hacerlo preocuparía a YanLi. Incluso podría acortar su visita.

Wei WuXian no quería eso, deseó que su jiejie disfrutase del tiempo con sus tías y abuela.

La familia Yu despreciaba a Wei WuXian hasta la médula, y pocas fueron las ocasiones en que pisó la propiedad, pero mantuvieron un amor genuino por Jiang YanLi.

Cuando el fin de semana llegó, recibió un mensaje de Wen Ning. Recordó que habían hecho planes para ver alguna tonta serie del catálogo disponible.

Aunque no tuvo ánimos de salir de casa, se obligó a confirmar, debido al desazón que provocó quedarse encerrada con la señora Yu y Jiang Cheng.

Pese a acudir a la casa de los Wen con un plan en mente, pasó el resto de la noche lloriqueando su mala suerte, y haciendo queja de la situación actual con Lan Zhan.

"Si tanto te preocupa, ¿por qué no le preguntas y ya?".

"¡No estás escuchando lo que dije, Wen Qing!".

"¡Lo hice, Wei WuXian! No has dejado de hablar de tú novia en las últimas tres horas, ¡cambia el tema, soluciónalo o vete a casa!".

Wei WuXian contuvo la queja en voz alta.


"¡No es mí novia, Wen Qing!".

Antes de que Wei Ying tuviese oportunidad de llorar de nuevo, Wen Ning apareció de la cocina, y sostuvo una bandeja con algunos de los bocadillos que cocinó para animarla.

Wei WuXian arrebató uno de ellos bollos rellenos con cerdo, sintió que las lágrimas de cocodrilo se acumularon en las comisuras de los ojos. Y dio un mordisco con gran vigor, que terminó escupiendo en sus manos.

¡Wei WuXian se había quemado la boca por culpa de Wen Qing!

Inconsciente de sus divagaciones, Wen Qing tomó algunos bocadillos y se apartó primero para estudiar algunos ensayos de cirugía neumotórax.

Wei WuXian dio una mirada lastimera a Wen Ning, "¿También crees que estoy siendo quejumbrosa?".

El joven Qianyuan era lo bastante amable para mantener la boca cerrada. Ignoró la pregunta y ofreció bollos para animar su espíritu.

Después de eso, Wei WuXian hizo toda clase de actividades para mantener la mente ocupada. Molestó a Jiang Cheng para que abandonara el ostracismo y le acompañara a la jaula de bateo.

Eso fue bueno, golpear algunos lanzamientos le permitió lidiar con la frustración y la energía acumulada en el pecho.

Jiang Cheng tenía esa expresión perezosa en el rostro, parecía medir el tiempo de Wei WuXian antes de pedir el cambio de turno para golpear un poco.

"¿Finalmente dejaste de llorar?".

"No he estado llorando, Jiang Cheng".

"Sí, claro. Lo que tú digas".

Jiang Cheng contuvo la sonrisa presumida en el rostro e hizo un lanzamiento tramposo. Ella conectó el golpe, pero la dirección de la bola se desvió de su objetivo inicial.

"¡Hey, Wei WuXian! ¿Qué rayos intentas hacer? ¿Despegarme la cabeza del cuello?".

Aiya, eso no es verdad! Fue tú culpa, ChengCheng, ¿por qué haces lanzamientos tan malos?".

"Hmp, mí turno", expresó.

Jiang Cheng atrapó algunas de las pelotas dispersas cerca de sus pies y las arrojó en el cubo donde se almacenaron.

"Eso es demasiado pronto, ni siquiera he superado la marca anterior".

"No me importa, mi turno".

"Que mandon", murmuró WuXian.

Aquel era uno de esos días donde el estado de ánimo de Jiang Cheng era particularmente bueno. Y no replicaba el discurso de su madre como un medio para causarle dolor de cabeza.

Wei WuXian dejó el bate en su sitio y tomó posición. Si era sincera, hubiese preferido dejar que su hermana le hiciera algunas trenzas o le pintara las uñas; pero, tener la compañía de Jiang Cheng no fue tan malo.

"No hagas trampa, Wei WuXian".

"Yo no hago trampa", resopló.

La charla pareció reorientarse a Wei WuXian y sus asuntos, hasta que Jiang WanYin se irritó de sus divagaciones.

"¿Qué hiciste para que Lan WangJi te dejara de hablar?".

"¿Por qué tuve que hacer algo?".

"Porque siempre es tú culpa. Cuando hay problemas es porque algo hiciste, iniciaste o arruinaste".

"Wow, A-Cheng, estás siendo muy simpático conmigo", señaló con un tono seco.

"¿Ves? Ni siquiera te esfuerzas". Jiang Cheng tomó posición. Wei WuXian tomó una pelota entre sus manos. Vio la expresión agria en el semblante de su hermano, y arrugó la nariz. Jiang WangYin abanicó el bate por nada y la pelota se convirtió en un proyectil.

"¡Ey!, lanza en línea recta! ¿A qué tratas de darle?".

"¡A tú cara!".

"Mira Wei WuXian, accedí a venir contigo porque has estado desanimada todo el maldito mes y me estás empezando a deprimir".

El bate cayó al suelo y Wei WuXian contuvo el deseo de arrojarle una bola en la cara para que se callara. La idea de lastimar a Jiang Cheng la horrorizó, por lo que se limitó a rechinar los dientes.

Jiang WanYin retó: "No me mires así, yo te lo advertí primero, ¿no es así?".

"..."

Jiang Cheng reconoció que el buen humor de la tarde había llegado a su fin, tomó los palos de bateo para reorganizarlos en la bolsa de deporte. No se senvilibilozo de la expresión fría de Wei WuXian. "Es lo mismo que esas tontas cartas de hace un par de años, ¿no es así? ¿Y qué esperabas, Wei WuXian?".

Lo vio desplazarse en el espacio abierto, y ella solo permaneció en pie.

"Debes haberle cansado o algo".

"Jiang Cheng, comienzas a sonar como tú madre", advirtió con voz húmeda.

"¿Comienzo a sonar como ella porque te digo la verdad?", fastidiado de todo el asunto, Jiang WangJi lanzó un suspiro y apuntó en su dirección. "Demasiados problemas has causado ya. No solo a la familia, incluso a Jin ZiXuan, y los Nie. Alguien como Lan WangJi no querría manchar su reputación por un desastre como tu".

Wei WuXian: "Di, Jiang Cheng, ¿eso es lo que piensas de mi?".

Jiang Cheng cayó en cuenta de sus palabras, pero era demasiado tarde para arrepentirse, así que resoplo con la nariz y le resto importancia.

"No seas sensible, Wei WuXian".

Wei WuXian se fue primero.


***


El fin de semana llegó a su fin, Jiang Cheng y ella no aclararon sus diferencias. No se encontraron durante la cena, y tampoco en el desayuno.

Wei WuXian pensó que era lo mejor.

Aún no estaba lista para ver su fea cara.

Él había sido cruel, y sabía que no recibiría ninguna disculpa de su parte.

Subió las escaleras del edificio B, en dirección al tercer piso; donde se ubicó la máquina de sodas que vendía esas bebidas deportivas de un antinatural y brillante azul celeste. Trotó de dos en dos los peldaños y tarareó una canción que escuchó esa mañana en la estación del tren.

Wei WuXian estaba a punto de hacer su pedido, cuando un par de chicas tropezaron en el giro de la escalera y sacudieron su hombro.

"¡Lo siento!", se excusó una chica, pero no dejó de correr.

De su monedero escaparon docenas de monedas de cambio, así que se arrodilló para recuperarlas. Cazó una a una, cual mendigo que lucha por sobrevivir, y evitó que los transeúntes le pisaran los huesos de las manos.

"¿Qué carajos haces ahí abajo?", gruñó un chico Kunze del aula C, pero Wei WuXian lo ignoró.

Habiendo obtenido la mayoría, se puso en pie y sacudió sus rodillas. Entonces, notó una moneda brillante y solitaria cerca de la pared del pasillo exterior. Recogió la pieza de plata y vitoreó su suerte.

Wei WuXian cayó en cuenta de lo cerca que estaba de los cristales que apuntaban al patio.

No había salido al patio en mucho tiempo. Se acostumbró a almorzar en su aula, conversando con sus compañeros de curso, o en la cafetería, los días en que no trataba de sobrevivir en esa jungla de estudiantes hambrientos.

Entonces, por mera curiosidad, dirigió su atención al patio donde se sembró un ciruelo. Debajo de la sombra de un árbol de pagoda, sobre un poyo de piedra, estaba Lan WangJi almorzando en soledad.

Wei WuXian trató de ignorarlo, porque las palabras de Jiang Cheng calaron en su confianza, y avivó viejos pesares surgidos a partir de su comportamiento indómito. Sin embargo, no tuvo corazón para hacerlo.

Al verle, sintió que el corazón se le aplastaba contra las costillas y le estrujó los pulmones.

Aunque hermosa, Lan WangJi mantuvo un aura melancólica que fue evidente incluso a la distancia.

Wei WuXian se estremeció al darse cuenta de ello. Sus hombros se aplastaron hacía abajo, picoteando su comida, y no probando nada de su caja de almuerzo.

Recordó las palabras de Lan WangJi, acerca de no tener más amigos, y Wei WuXian había sido la única persona a la que le permitió entrar en su espacio.

'Encontrara a alguien, debe tener algunos compañeros que deseen ser sus amigos', se dijo.

Alguien estrelló una puerta con fuerza, Wei WuXian pegó un respingo, y su corazón latió con fuerza. Giró sobre sus hombros y encontró a un par de adolescentes tontos jugando a robar la lapicera de otro compañero. No era su problema, pensó. Dio una mirada a Lan WangJi una última vez, y comenzó a bajar los peldaños de uno en uno con una canción menos radiante en labios.

Reconoció que no tenía el corazón para dejarla sola sola. Su amistad se había tensado hasta el punto de lo irreparable debido a los malos entendidos, pero aun se preocupaba por ella.

'Si Lan Zhan no quiere verme, entonces yo-...', cortó el pensamiento de raíz.

Lan WangJi apenas reconoció su presencia cuando se acercó. No alzó la vista, y se perdió en sus pensamientos. Lanzó un carraspeo, y la joven Kunze levantó la mirada con cautela, y hubo sorpresa al comprender de quién se trataba.

"¿Puedo sentarme aquí?".

Wei WuXian agitó la botella de jugo barato cerca de su cara. Lan WangJi apartó la mirada, pero con menor intensidad que en días anteriores. Volvió a su almuerzo sin comer, solo para colocar la tapa. Wei Ying se preparó para el rechazo. Esperó que Lan Zhan se pusiese en pie y le dejara sola en esa banca.

"Mn", murmuró. "Puedes".

Pese al tono informal, Wei WuXian permaneció y no hizo comentarios.

El silencio que les rodeó fue menos tenso e incómodo, y pasó a ser melancólico. Esto hizo que su bebida tuviera un regusto amargo, la terminó de puro nerviosismo.

De fondo hubo charlas triviales y árboles meciendo sus hojas al ritmo del viento. Wei WuXian también sintió bastante frío, pero no se debió a las temperaturas que alertaron al cambio de estación.

Al aburrirse de la naturaleza a su alrededor, su mirada cayó. Lan WangJi tenía una expresión de muñeca de porcelana. No hubo una sola emoción humana ahí, pero el agarre en su caja de almuerzo fue tan intenso que los dedos palidecieron y esto le preocupó.

"¿Estás bien?"

No hubo respuesta, sólo silencio.

Wei WuXian pensó que no hablaría, hasta que lo hizo.

"... Sobre... los rumores...", Lan Zhan comenzó.

Wei WuXian se tensó, los músculos del cuerpo se pusieron rígidos de inmediato. Esto instó una risa nerviosa, casi maníaca. Pronto se sintió enferma, reconoció el absurdo de terminar su bebida de un solo golpe, y trató de no tocarse el abdomen donde la presión fue más desagradable.

"Ah, no lo digas. Está bien", mintió. Ansío exigir que no se le dijese.

Mientras viviera en la feliz y agridulce ignorancia podría sobrevivir. No deseaba saber, no ansío siquiera imaginar los detalles.

"No tienes porque decirme, Lan Zhan".

Wei WuXian trató de ignorar; como había hecho con el resto de sus sentimientos. Intentarlo solo intensificó el malestar en el pecho.

"Yo... considero que Wei Ying merece una explicación, es mí culpa".

Esta era la primera vez en la que Lan WangJi mencionaba su nombre, y le observó de soslayo.

"¿Porqué sería tú culpa?".

Lan WangJi arrugó la nariz, y formó puños. Wei WuXian fue consciente de lo difícil que era para ella poner en manifiesto sus palabras y no le presionó. Su mano viajó de norte a sur y se depositó sobre la pálida piel fría. Wei WuXian dio una gentil caricia, y aguardó ser rechazada. No fue el caso. Lan WangJi dejó ir el aliento, y comenzó a hablar.

No era una oradora fluida, y tampoco desperdició el tiempo con floridos detalles; lo cual agradeció.

Si Wei WuXian tenía alguna duda, se le daría una respuesta breve. Esto le permitió formar una una historia sólida y completa.

Sus hombros se relajaron, Lan WangJi mantuvo el semblante alexitímico, aunque sus ojos se humedecieron.

Comprendió el porqué de su abatimiento.

"... ¿Aún te agrado?", le preguntó con ansiedad disimulada.

"Wei Ying me agrada".

Fueron palabras sinceras, no tuvo porqué dudar de ella.

En su comprensión, a Lan WangJi aún le gustaba Wei WuXian.

Sin embargo, su familia era estricta y llena de reglas.

Pensó en que era absurdo que el viejo Lan castigase a su sobrina solo por salir de casa sin notificarle, cuando Lan XiChen había sido informado de su ubicación. Un pinchazo de culpabilidad le provocó dolor. Si la joven se metió en problemas, fue por el egoísmo de WuXian.

Lan Zhan escuchó sus desvaríos. El toque gentil, pero dubitativo se detuvo cerca de los nudillos.

"Wei Ying no hizo nada. Shufu es algo severo. No es tú culpa".

Aceptó a regañadientes.

Pensó conveniente preguntar por el asunto a profundidad en otro momento.

El espacio entre ellas era incómodo al punto en que no sabían cómo manejarse, al menos ya no hubo malentendidos.

El aparente golpe de rebeldía de Lan WangJi provocó el disgusto del viejo Lan, quien le envió con sus parientes como castigo. Al volver, Lan QiRen presentó una larga lista de partidos elegibles entre los jóvenes Qianyuan de las altas esferas y se buscó por un candidato para que se comprometa a futuro.

Wei WuXian se ahogó en su bilis cuando su amiga lo expusó.

A la segunda joven maestra Lan no le agradaba la idea de reunirse con otros Qianyuan ni Zhongyong. Su tío la obligó a hacer cosas en contra de sus deseos.

"Lan Zhan, esto no es tú culpa", suavizó. "Estoy segura de que tú hermano podrá hacer algo para detener al viejo Lan. Mira lo triste que estas".

Al susurrar aquellas palabras una delgada lágrima se derramó de sus ojos claros, aterrizando sobre el pulgar de Wei WuXian. La adolescente no lloró más que eso. Ni se evidenció vulnerable.

Todo en lo que pensó fue en lo triste, solitaria y angustiada que Lan WangJi debió sentirse. Preguntandose si Wei WuXian le odiaba, ya que ambas fueron tontas y decidieron huir intencionalmente en lugar de aclararse.

Ella tenía a los chicos del equipo de tenis, a sus hermanos y amigos como los Wen y Huaisang para distraerse en sus días sombríos. Hizo un montón de actividades absurdas y pasó un buen rato hasta que se forzó a olvidar el problema entre manos, pero Lan WangJi solo se tenía a sí misma y nadie para acompañarla.

Sintiendo que todo era demasiado serio, dio un pinchazo en la mejilla, tiró ligeramente hasta que Lan Zhan emitió un mohín y la apartó.

Lan WangJi lanzó mirada de muerte, pero Wei WuXian solo pudo contener la risa porque era una expresión bastante llena de vida.

"¿Estás mejor?".

"..."

"¿Mn?", imitó.

"Sí, mejor".

Se puso en pie, consciente de que el almuerzo terminaría pronto y trató de animarla.

"Quita esa expresión tan desolada, Lan Zhan. Ya no lo pienses tanto. Si algo te molesta, dilo. Preferiría que no hubiera más malentendidos".

Lan WangJi asintió.

Estiró su mano, Lan WangJi la posó. De pronto se sentía como esas ficciones de damas y caballeros. Lan WangJi no esquivó su mirada, el brillo fue tan cálido como el sol, y reflejo la luz detrás de Wei Ying.

"Podemos seguir siendo amigas... si quieres".

Hubo algo en la expresión de Lan WangJi que no logró comprender, aún así, asintió con alivio.

"Lan Zhan, tuve mí juego de tenis hace un tiempo, gané y no estabas ahí para animarme".

"Lo lamento, no cumplí mí promesa".

Wei WuXian no buscó martirizar, ni herirla. Por el contrario, se trató de una broma al aire. Así que se apresuró a hablar y tropezó con sus palabras. "¡No te preocupes! Te perdonaré si vienes a verme durante la práctica".

"De acuerdo".

Wei WuXian atrapó sus dedos pálidos con cuidado, y decidieron no volver a hablar del tema.

No intentaron besarse.

Siguieron siendo amigas.

El recuerdo de aquel primer beso se convirtió en un sueño, una memoria distante.


◆ ◈ ◆


Lan WangJi se sintió renovada después de hablar.

Tuvo que aceptar que fue difícil lidiar con la distancia. Estaba tan avergonzada de toda la situación que era incapaz de verle a los ojos. Porque Wei Ying era importante para ella. Querida, valorada y atesorada. Le hizo miserable pensar en que había traicionado su confianza; que se burló de sus sentimientos, cuando jamás fue el caso.

Sin embargo, esto afectó los cimientos de una relación en etapa de formación.

Wei WuXian siguió llamándole 'una amiga', y aunque tomaba su muñeca o la abrazaba ocasionalmente, nunca intentó hacerlo de manera íntima como alguna vez ocurrió. Manteniéndose en los límites respetuosos.

No se besaron, tampoco se tomaron de la mano como harían dos amantes. Lan WangJi no pudo evitar resentir tal cambio con tristeza. Se preguntó si acaso los sentimientos de Wei WuXian pasaron al plano platónico, mientras su sentir se acrecentaba con cada día, minuto y segundo compartido.

Aunque su tío ya no le monitoreó todo el tiempo, permaneció como una presencia contra su nuca. Se le obligó a salir con algún joven maestro casi cada fin de semana, y se sentía tan miserable al volver a casa que decidía recluirse hasta la mañana siguiente.

Al cerrar los ojos pensaba en Wei WuXian, y sus deseos de verle, almorzar juntas, y caminar de regreso a casa.

Tal vez quedarse un poco más. Visitar a los conejos, intentar concluir el dibujo de la madre conejo cuyas líneas aún eran espantosas.

Una noche, su hermano intentó acercarse a consolar. Él noto su espíritu quebrantado y la antipatía de conversar sobre él o la heredera que correspondió conocer.

Hubo un Zhongyong de Hue; y la dama Qianyuan de Zhai. Había tantos rostros y personas. El máximo de tiempo que podía permanecer en un sitio se redujó hasta los cinco o diez minutos, cuando la persona fue en extremo desagradable.

Lan Huan dijo: "Lo siento, meimei".

"Xiongzhang no tiene porque disculparse".

"Soy tú hermano mayor, y aún así he fallado en cuidar de ti".

Las palabras se pronunciaron con gran pesar, y su boca formó una línea tensa e infeliz.

No era culpa de su hermano mayor, que su tío o cualquier anciano de la familia impusieran sus reglas.

De hecho, WangJi sintió que era una molestia en su propio hogar.

Lan Huan discutió con Lan QiRen con tanta frecuencia que la tensión hizo difícil compartir espacio. Corrección, no discutía, su hermano trataba de hacer entrar en razón al anciano. Era shufu quien se mostró desagradable e inició varias riñas.

Ambos hermanos cedieron al estado de salud de su pariente. En especial, Lan WangJi que se resignó a sus órdenes y su corazón fue aplastado en pedazos.

"Xiongzhang no ha fallado".

"Quiero que seas feliz, hermanita. No creo que el camino que está forzando shufu sea el correcto".

Lan Huan tomó lugar en su cama. Lan WangJi le observó desde su mesa de estudio.

Rompió su postura perfecta, y se evidenció como un hombre vulnerable. Apoyó sus codos sobre las rodillas y suspiró.

Era difícil ser heredero y no tener control en absoluto sobre nada.

Pensó en que su hermano debía sentirse como un peón para llenar el lugar de su padre.

Ya que, cuando intentaba abogar en favor de ella, se le señaló joven e inexperto. Las cargas de ser un heredero lo consumían, y Lan WangJi se culpabilizó de su situación. Le hubiese gustado apoyarlo en su pesar.

Ninguno de los dos habló primero.

Era consciente de que su hermano mayor no podía hacer promesas en relación a arreglos ventajosos.

La indisposición de ambos hermanos retrasó la toma de cualquier decisión precipitada. Y su tío estaba demasiado ocupado para terminar de dar seguimiento en el caso de WangJi.

Lan XiChen temía que, cuando llegara al poder dentro del grupo familiar, Lan WangJi ya estuviese instalada en algún arreglo matrimonial, y que sus sueños fueran arrancados.

Pese a ser herederos, los adultos los tomaron por niños. La fortuna de sus padres ni siquiera parecía suya, y vivían a expensas del manejo de su tío.

Cuando la melancolía abandonó, XiChen inhaló una bocanada de aire, y dio una sonrisa benigna.

Supo que, así como ocultaba sus emociones en una máscara de imperturbabilidad, su hermano lo hizo con una sonrisa. Pero, ese espacio liminal, fue el único punto donde se permitieron ser humanos.

"Ese parece un libro nuevo, ¿sobre qué estudias?".

WangJi bajó la vista al manual en manos, y elaboró una respuesta.

Después del encuentro con Xiao XingChen, uno de los jóvenes más decentes y amables que conoció, comenzó a pensar las palabras: '¿Ya has considerado tus opciones de educación superior?'.

En realidad, antes de la educación preparatoria no consideró tener ninguna clase de estudio convencional. Se dedicó a aprender de tutores privados y aprendizaje autónomo. Se le dijo que se casaría algún día, y tendría que ser hábil en temas variados, como artes, y ciencias.

Pero no demasiado, ya que hubo a quienes no les gustaban los Kunze inteligentes.

Lan WangJi ya había expresado su deseo de no casarse nunca, pero dichas palabras cayeron en oídos sordos.

Su hermano hizo esfuerzos para respetar su decisión, pero pronto, el resto de la familia se enteró de las intenciones de su tío, y no hubo manera de que Lan Huan tomase parte en las discusiones de sus superiores.

Los preceptos de la familia señalaron que los mayores merecían respeto. Sería visto como inadecuado si comenzaba a revelarse en cuanto a obediencia absoluta.

Alguna vez reflexiono en que las personas no podrían aspirar más allá del destino. Pero había conocido a toda clase de individuos a lo largo del último año, así que su visión del mundo se amplió lejos de las cuatro paredes que la contenían.

Conoció a un Qianyuan de familia sin legado construido, el cual avanzó en las jerarquías debido a su inteligencia y buen manejo de sus relaciones; a una joven incomprendida que vivía en libertad haciendo lo que deseaba a costa de su reputación. Incluso en su aula hubo personas que le trataron como a alguien más, y no usaron tonos armoniosos cuando le llamaron.

Es por ello que mantuvo la pregunta de Xiao XingChen en sus pensamientos.

No sabía la clase de persona que podía ser, tampoco pensó en que pudiese ser buena en algo más allá de la música que se le enseñó y los conocimientos generales que absorbió.

Sin duda era diferente a sus compañeros de clase, pero la barrera se elevó cuando se trató de establecer interacciones sociales, o pensar en su futuro.

Escuchó sobre un estudiante que iniciaría un curso de ingeniería espacial al concluir la escuela, y una chica que aspiraba a convertirse en periodista. Hubo una joven que se destacó en matemáticas, y un chico que era bueno en el tejido y ansió dedicarse a ello pese a su condición de Qianyuan.

WangJi se mantuvo en la biblioteca después de clases y tomó toda clase de libros a fin de estudiar contenidos variados.

Supuso que podría encontrar algo que pudiese gustarle.

No se mostró optimista sobre sus oportunidades después del colegio, pero mantendría ese conocimiento para sí misma como una especie de victoria personal.

Fue consciente de la mirada de Lan Huan, y estiró el pesado libro de encuadernado de piel, y este hojeó con una sonrisa triste.

"¿Ahora estás interesada en estos temas?".

"Estudio toda clase de contenidos, xiongzhang".

"Tienes tantos libros aquí, ¿los estás leyendo todos?".

"Mn".

"Eso es impresionante". Se le devolvió el libro, y XiChen revisó los títulos. Ningún libro se repitió en temática. Fueron disciplinas variadas y algunos tomos se abandonaron por falta de interés. "Has montado una enorme biblioteca aquí, WangJi".

"Si".

XiChen contuvo una sonrisa divertida, preguntó: "¿Has pensado en seguir estudiando después de la preparatoria?".

"No lo sé".

Lan Huan acarició su cabeza, aunque no lo hizo con frecuencia. Solo en el luto de su madre, cuando WangJi se enfermó y frente a la ley del hielo del tío.

"No deberías contener tus deseos, WangJi. Si hay algo que este hermano pueda hacer por ti, puedes decirlo. Yo siempre apoyaré tus planes".

Eso aligero su corazón.

No tuvo ánimos de hablar del futuro incierto, ni hacer suposiciones. Así que, aprovecho la oportunidad y se desvió. "Wei Ying tiene un juego de tenis".

"¿Es por eso que pareces tan tranquila?".

"Mn".

"Eso es un alivio. Me preocupaba tú salud, sé que la señorita Wei y tú no estaban en buenos términos". Hubo un débil pellizco en su mejilla. Aunque podría interpretarse como un gesto tierno entre hermanos, no fue el caso, fue un pinchazo superficial en el área donde perdió grasa.

"Esta WangJi es responsable, no he descuidado mí salud de ninguna manera".

"Eso lo sé", tras un suspiro, se corrigió. "A veces el cuerpo manifiesta lo que la mente no; lo que nos aqueja, lo que no decimos".

WangJi tarareó en respuesta.

Su hermano era curioso, él siempre hablaba de cuestiones sobre la mente. Incluso, cuando abogó con su tío sobre inscribir a WangJi en la escuela convencional, se justificó, señalando que el aislamiento podría hacer estragos en WangJi durante su vida adulta.

"Entiendo".

"Me alegra que se hayan reconciliado, no me gusta verte triste ". Xichen contuvo la sonrisa tensa, y su boca formó una línea tensa e incómoda. "¿Quieres ir a verle? ¿Cuándo es su juego?".

"En unos días".

Sus dedos tamborilearon contra la superficie rígida. "Veré que se me ocurre".

Después de esto, la conversación se desvió a otros asuntos y no volvieron a hablar del tema.

Lan WangJi había olvidado el asunto, y se excusó con Wei WuXian de no poder atender. Ella no se enojó, tampoco hizo reclamo alguno.

Ella se limitó a desear un buen fin de semana y las palabras calaron en su corazón.

Le hubiese gustado ir y apoyarla.

Después de retomar su amistad, a Lan WangJi se le proporcionó el horario de entrenamientos de Wei WuXian. La primera vez que vio dicho horario de prácticas, ella dijo: "¿Qué debo hacer con esto?".

"¿No es obvio?, son los días que estoy aquí después de clases".

"..."

"Si estás libre, entonces ven a hacerme compañía y mírame practicar un rato, incluso reservaré un lugar cerca de la sombra para que no te moleste en los ojos".

Lan WangJi no tuvo oportunidad de argumentar nada, ya que Wei WuXian golpeó el trozo de papel con su dedo, y dio toquecitos.

"¡No hagas esa cara, Lan Zhan! Solo ven y ya. Te dejaré cuidar mis cosas".

"No es correcto, no puedes entrar al área de entrenamiento sin permiso".

"Yo te estoy dando permiso. Además, nadie se toma en serio esa regla".

"..."

Aunque WangJi lo consideró una acción intrusiva, que podría molestar al resto de estudiantes que estaba en su práctica deportiva, Wei WuXian no le permitió de negarse, y se carcajeó antes de pincharle la mejilla.

"No seas así, Lan Zhan. Estoy siendo buena amiga, y me preocupo por ti. ¿No quieres tener un lugar fresco y agradable? Sé que siempre te detienes en la colina de allí por un buen tiempo", señaló hacía el enrejado al otro lado del campo.

"¡No es cierto!".

"Aiya, Lan Zhan no puedes negarlo cuando te he visto cuando corro en la pista". Trató de irse, debido a la vergüenza, Wei WuXian sostuvo su muñeca y se ablandó. "No tiene nada de malo que lo hagas, por favor, ven a verme más seguido".

Ese fin de semana, se agendó una clase con su tutora durante la mañana. Fue una sesión habitual, sin inconvenientes. Hasta que XiChen apareció por la puerta. Ambas personas hablaron fuera del estudio por un estimado de tres minutos. Cuando la conversación terminó, la mujer hizo una reverencia respetuosa y asignó los deberes para el próximo fin de semana.

Lan Huan acompañó a la mujer hasta la puerta principal.

Al regresar al estudio, dio a WangJi una sonrisa tierna y observó la hora.

"En realidad, venía a pedirte un favor, meimei. Tengo que encontrarme con Nie-xiong en una hora, y estaré ocupado por el resto de la semana".

Lan WangJi parpadeó con lentitud. No entendió el ritmo de la conversación pero se encontró atenta a los detalles.

"Tengo que irme en cinco minutos, así que seré rápido. ¿Podrías ir y comprar el regalo de shufu para la próxima semana?".

WangJi sintió que su mirada se ampliaba frente a lo que deseaba decir.

Era un pretexto, y al mismo tiempo no lo era.

Cada año Lan Huan y ella salían a conseguir el regalo de cumpleaños de su tío. Empero, muchas cosas cambiaron,. El año anterior, su hermano compró un traje mientras se encontraba en Lanling, y lo firmaron con el nombre de ambos.

Ese año no sería diferente.

Lo que WangJi no esperó es que se le encomendaría el asunto.

"Mn, puedo ayudar a xiongzhang ya que tiene compromisos por atender".

"Si shufu pregunta dónde estabas, solo di la verdad. No tienes porque mentir, estabas comprando su regalo de cumpleaños. Yo personalmente te pedí que lo hicieras".

Lan Huan buscó en su billetera y le entregó el medio para hacer el pago. WangJi tenía su propio dinero, y era una asignación mensual bastante buena, más no protestó.

Lan WangJi observó la hora, mientras ambos se dirigían a la primera planta. Su hermano advirtió del frío exterior y ella regresó por un abrigo.

"El chofer te llevará a donde necesites. Puedes confiar en él, no le dirá nada al tío". WangJi sintió que sus ojos se llenaban de esperanza y brillaron difuminando la imagen pura. Al otro lado de la calle, un auto oscuro de la familia Nie que aguardaba. "¿Estarás bien yendo a comprar tú sola? ¿por qué no le pides a alguien que te acompañe? Podrías pedir alguna recomendación para elegir un buen obsequio".

"Mn, está WangJi entiende".

"Ve con cuidado", pidió.

Lan Huan hizo un saludo con la mano para despedirla, y se apresuró a subir al auto. Lan WangJi hizo la promesa de conseguir la factura, y sintió su corazón aligerarse.

Cuando WangJi llegó al sitio, notó que los partidos ya había tomado lugar, y temió haber perdido la oportunidad de ver a Wei Ying. Pero, no fue el caso, y consiguió observar a su amiga, y los últimos sets de su juego.

Algunos minutos más tarde, el partido llegó a su fin, así como el resto de actividades por el día. Lan WangJi no entendía mucho, pero entendió que Wei Ying había mantenido ventaja y ganó su encuentro por poca diferencia.

Cuando se acercó a su bolsa de deporte, y alzó la vista, se encontró con el rostro de WangJi por encima de las gradas. Wei WuXian lanzó una maldición. Y dijo: "¡Aiya, Lan Zhan, me asustaste! Ya me preguntaba quién era la chica bonita del otro extremo del campo".

"..."

"Es broma, ¿viste mí juego?".

"Mn, lo hice".

"Gane ¿verdad?, ¿no soy increible?".

"Si".

El ataque de sinceridad pareció conmocionar a Wei WuXian, ya que se mostró rígida en su sonrisa y sus hombros se tensaron. WangJi bajó por la escalera. Su mirada plata brilló, y le recordó a las estrellas.

Wei Ying sonrió al verle, pero, dio uno, dos pasos hacía atrás, y marcó distancia. Dio otro paso discreto, y entonces se relajó.

Lan WangJi: "Lo lamento, llegué tarde".

"¿Bromeas, Lan Zhan?, estoy muy feliz de que estés aquí", cantó. "¿Tuviste problemas para venir aquí?".

"No", dijo, y se abstuvo de dar detalles. Wei WuXian no le presionó a añadir más.

Wei WuXian dio un paso atrás y otro más, Lan WangJi frunció el ceño: "¿Ocurre algo malo?".

"¡No! ¡Claro que no! Pero sudé y es incómodo". Lan WangJi se encontró comprensible y lo respetó. "Me limpiaré rápido y regresaré contigo, ¿eso estaría bien?"

Wei Wuxian no tardó más de cinco minutos en ir y volver, para entonces, su cuerpo tenía un olor fresco.

Vestía uno de esos pantalones rasgados y desgastados en los talones, una sudadera que parecía haber sido cortada por el medio, y expusó el estimado de un dedo de piel del estómago.

Con un trote feliz como el de un conejo, Wei Ying rodeó el brazo de WangJi con el suyo y se animó.

"Lan Zhan, ¿estás libre o tienes que volver a tú casa?".

"Estoy libre".

"¡Genial! ¿Quiere decir que podemos hacer algo? ¿Ir a comer juntas?".

"Mn", WangJi se satisfizo con el calor que le proporcionó el cuerpo suave de Wei Ying. Tenía un olor a limpio y ropa limpia, así como su esencia natural que hizo cosquillas en la nariz. Su cabello erizado en puntas la hizo cosquillas cuando ella se apoyó para juntar sus cabezas, antes de ser consciente de lo que estaba haciendo.

"¡Ah, que alegría!... ¿que quieres hacer?, escuche que hay una tienda de arcade cerca y-..."

"Yo...", interrumpió con torpeza.

"¿Oh? ¿Que es Lan Zhan? Puedes decirle a tú buena amiga Wei Ying".

"Necesito comprar el regalo de shufu".

"¿Un regalo?".

WangJi se sintió inspirada a explicar la situación actual junto a la promesa hecha a su hermano, Wei WuXian no mostró tener ningún problema con el cambio de planes y se mostró accesible de ayudar.

Terminaron en el centro comercial, de nuevo. Estaba más apartado de la escuela. Y estaba familiarizada con algunas de las tiendas donde su hermano y tío compraban.

Wei WuXian tambien pertenecia a una familia acaudalada, así que estaba reconoció ciertas prendas y tiendas de prestigio, aunque no se mostraba emocionada.

Wei Ying le tomó del brazo y guió el camino la primera mitad del paseo.

Debido a que Wei WuXian tenía hambre, se desviaron a una tienda de sodas.

La bebida de Wei Ying siempre eran excesivamente dulces y tenían colores extraños como lila brillantes y rosados con brillos. WangJi iba por opciones clásicas sin demasiados añadidos. Sin embargo, no pudo negarse cuando Wei Ying acercaba la pajilla a sus labios y le pedía que probara el sabor.

WeiYing era esa clase de personas. Si compraba bocadillos, intentaba que WangJi los probase. Excepto la comida picante, no volvió a lastimarla con ello de nuevo.

Lo agradeció.

WangJi observó la pajilla con cierto nerviosismo. Tras un suspiro, dio un trago a la bebida y sintió que su boca se convertía en almíbar con algún sabor artificial a galleta suave. Contuvo su reacción, y tragó.

"Es bueno, ¿verdad?".

El rostro de Wei WuXian era tan brillante como un día soleado, que le dio la razón. Tal vez, el sabor era demasiado, pero la sonrisa de Wei Ying valía el intento.

"Entonces deberías probar un poco más, yo probaré el tuyo".

Así intercambiaron bebidas como si aquello fuese natural y no hubiera ningún problema con compartir las pajitas.

Tal vez fue la melancolía de su enamoramiento, y por un momento fue como si pudiese probar los labios de Wei Ying, pero eso solo era asunto de sus pensamientos.

En el tercer piso, observaron una tienda de mascotas, Wei WuXian apuntó hacía los conejitos visibles desde una vitrina de cristal. Las pequeñas bolas de algodón se acurrucaron entre sí y dormitaron. Wei Ying cantó alabanzas a ellos y sonrió.

"Realmente te gustan los conejos, ¿No es verdad, Lan Zhan?"

"... ¿Mn?".

"Estabas sonriendo, ¡Tenías una sonrisa tan bonita! ¡Vamos sonríe otra vez!". Lan WangJi contuvo los nervios y trago. Aunque lo intentó, no hubo ninguna sonrisa natural. "Aiya, Lan Zhan, ¡estoy comenzando a tener envidia a un par de conejitos! ¡Quiero que me sonrías así!".

"No sé cómo".

Pareciendo recuperada, se encogió de hombros y abandonó el lamentable espectáculo. "Oh, bueno, lo intente. Supongo que tendré que pensar en algo bueno para que sonrías así", confesó como si nada.

"Entiendo".

Wei WuXian le tomó por la muñeca y guió el camino a la sección sur. "Vamos por algo de comer".

WangJi estuvo de acuerdo.

Esa tarde, mientras Wei Ying se comía sus papas, hablaron sobre la familia. Wei WuXian no ahondó en su relación con los Jiang, pero sabía que era mala. WangJi mencionó a su madre en un par de ocasiones. Wei Ying, que había perdido a ambos padres, colocó su palma sobre la mano de WangJi y dio una gentil caricia contra los nudillos a fin de proporcionar consuelo.

Después de todo, no fue fácil perder a tus padres. WangJi imitó su gesto cuando Wei Ying habló sobre viejas memorias que mantenía de sus padres.

"¿Has pensado cómo será tú vida adulta, Lan Zhan?".

Lan WangJi no lo había hecho, al menos no a profundidad. Se había trazado una ruta sobre su destino, un camino a seguir y expectativas que se apoyaron contra sus hombros, en relación a la clase de persona que se esperaba que fuese. Por ello mismo trató de no pensar en la vida adulta.

Negó.

Wei WuXian abrió la boca y formó una pequeña 'O' de sorpresa.

"¿Tienes algún pensamiento en mente?", tarareó.

"Prefiero no pensar en eso".

"Es verdad, apesta. ¿Qué otro destino podemos tener?". La resignación fue casi dolorosa. WangJi giró en su dirección, solo para apreciar la manera en que se aligeraba su semblante. "¿Sabes? Creo que me gustaría ser dueña de mí propio futuro. De esa manera no tendría que preocuparme por tonterías como la imagen o la reputación".

'Eso es imposible', deseó decir.

Al final sus labios se sellaron en una línea fina.

Apretó en puños, instando a que la tela se arrugara entre sus dedos y los nudillos palidecieron.

"Si tuviera padres sería la clase de persona que se queda a cuidar de ellos. Tal vez estudiaría y ayudaría a pagar las cuentas con algún trabajo sencillo".

Aquello parecía bastante mundano, ordinario, cuando WangJi trató de imaginarse a sí misma en esa clase de escenarios, los descartó por completo.

Quedarse con su tío no sonaba como lo más saludable, y la familia empujaría por un matrimonio provechoso sin importar cuantas veces pudiese en manifiesto su indisposición. Así que prefirió ahorrar pensamientos infructuosos y sin sentido. Aunque se dijo esto, su propia mente barajó una serie de imágenes domésticas; de Wei WuXian con una cola de caballo sucia y un rostro sin grasa de bebé en las mejillas, sobre una mesa del comedor mientras hacía las cuentas y el gasto de impuestos.

Algo tan cotidiano, tan ordinario parecía agradable, ni siquiera sabía que podía tener tales divagaciones.

Wei WuXian sintió que el ritmo de la conversación no fluía de manera idónea, así que trató de disculparse.

"No hay nada de malo. No había pensado en el estilo de vida que Wei Ying describe".

Esto enterneció a Wei WuXian.

Aunque las circunstancias de vida variaron y no podían compararse, el panorama a enfrentar no era muy diferente. Como Kunze se tenía una única aspiración en la clase alta.

Wei Ying veía a través de las barreras de las clases sociales y se percibió como ordinaria.

Aunque fue todo lo contrario. Deseó que sus sueños fueran una realidad sin importar lo difícil que era salir del cuadro marcado en el que se les posicionó.

Antes de darse cuenta de que estaba ocurriendo, se encontró inmersa en un juego de miradas suaves. La plata pura brilló como el reflejo de la luna llena, y se encantó.

Las palpitaciones en el pecho retumbaron como el ritmo de un metrónomo, y la respiración se aligeró en un intento burdo por contener sus propias emociones.

Esta vez fue Wei WuXian quién se inclinó sobre su boca. Rompió la barrera que habían erigido y se permitió dar un toque suave con sus labios. Eran dulces como ese batido. Cálidas como un pastelillo salido del horno.

Ansió seguir haciendo esto durante mucho tiempo.

Wei WuXian apartó la vista primero, pero no evidenció arrepentimiento en su semblante.

WangJi tampoco.

Tras un par de exhalaciones, Lan WangJi aconsejo continuar su camino, para hacerse con el obsequio de su tío.

Wei WuXian resplandeció ante la sugerencia, y el asunto quedó en el olvido.

Lan WangJi aún sentía la presión suave contra sus labios, y el calor diseminarse por toda la piel y hasta el cuello. Los pasos resonaron contra la baldosa del tercer piso, nadie prestó atención a su presencia.

En un descanso, Wei WuXian observó la vitrina de una tienda de teléfonos. Le preguntó si deseaba comprar algún complemento, pero negó.

Cuando reveló sus deseos por conseguir algo para Lan WangJi, a fin de mandar mensajes y llamarle, tuvo que negarse. No deseaba que Wei Ying gastara dinero así, teniendo su propio dinero. Sino, porque era ir contra las reglas de su tío. Y ser apartada de Wei Ying debido a la desobediencia, dolió bastante.

Para su decepción, no encontró lo que su hermano mayor sugirió como obsequio de su parte. Wei WuXian se mantuvo a su lado al momento de pagar en caja, WangJi apenas prestó atención al total de los artículos.

La visita concluyó con Lan WangJi haciéndose con un libro en la librería de la segunda planta. Wei WuXian le mostró una camiseta con una frase absurda, y alabó la misma como si desease poseerla para usarla de ropa de dormir.

WangJi dijo que era absurdo, y su amiga río.

"Jiang Cheng se irá a LanLing después de la escuela para estudiar la universidad", se comentó en camino hacía el subterráneo más cercano. El chofer había accedido a esperar por WangJi cerca de dicha dirección para que le llevase de regreso a casa.

Las hojas cayeron en forma de lluvia. Cambiaron de color, anunciando la proxima estación.

"¿Wei Ying ha pensado en la universidad?", inquirió por mera indulgencia.

"¿Algo así? En realidad no tengo nada claro. Hay muchas cosas que me gusta, otras en las que soy buena, pero no tengo nada claro. Ni siquiera sé si puedo costearlo. Así que intento dejar que todo fluya. Pensaré en eso después".

Pero solo había algún tiempo antes de que comenzase la 'preparación para el examen de ingreso'. Y Wei WuXian debía comenzar a estudiar con meses de antelación si deseaba considerarlo.

Leyó el hilo de sus pensamientos, pues se desperezó como un gato doméstico. "No te angusties, Lan Zhan. Aún queda mucho tiempo. ¡Es más, estoy estudiando para mis exámenes de grado! Este año romperé mí marca anterior".

"¿Marca?".

"Claro, este año tendré un buen puntaje al final del año escolar".

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro