
IV. Confianza
Se marcó un acorde, otro y otro más. La canción fluyó y llegó a su fin en un pestañeo. Pero fue una melodía agradable y cautivadora.
Lan WangJi dejó ir un suspiro pesado, las clases habían concluido y fue otro día largo de situaciones confusas, e interacciones que no comprendía.
Sus dedos se arrugaron apretando las cuerdas. Midió la tensión de las mismas y reajustó. Quizá, más tarde en casa se dedicaría a dar mantenimiento al guqin para pulir la superficie. Aunque, no había pasado demasiado tiempo desde que se encargó de dar cuidados a su instrumento.
En el fondo hubo charlas, risas y pasos que resonaron por el corredor.
En interacciones y dinámicas de las cuales no estaba familiarizada.
Era como convertirse en espectadora de un programa a tiempo real. Donde ella era la única audiencia y nadie notaba su existencia sino para murmurar en nombre de su familia. Fue tan abrumador como pareció ser, de pronto, aunque su hermano dijo que la experiencia podría ser provechosa para ella, WangJi discrepó de sus palabras.
La tarde comenzó a caer frente a sus ojos, y se preguntó si debería partir temprano e irse a casa para evitar más contacto indeseado. No había ido al prado de los conejos desde aquella última vez con Wei WuXian, incluso le había advertido de no ir sola, y WangJi escuchó.
Ya habían transcurrido varios días y se sintió ansiosa. No solo por comprobar el estado de los gazapos, sino por la ausencia de Wei WuXian.
Le tomó más de tres días armarse de valor para preguntar por ella en su aula. Todos parecieron sorprendidos de verle al otro lado del edificio preguntando por ella, pero nadie fue lo suficientemente intrusivo para inquerir de vuelta.
Una joven sentada en el medio del salón de clase abandonó su sitio y le explicó la situación sin tomar demasiada importancia.
Ella dijo: "Debe estar enferma, o teniendo un periodo complicado. Tiene una nota médica, así que está de permiso para faltar a clases".
Lan WangJi agradeció el aporte de la joven, dio una reverencia formal y educada, y abandonó para terminar con sus asignaciones del día.
De vuelta a la realidad, Lan WangJi dio un suspiro bajo, y posó sus manos sobre las cuerdas para mitigar la vibración. Ya había sido más de una semana desde la ausencia de Wei WuXian, tal vez un poco más. Cualquier persona se tomaba tres o cuatro días de clase, pero Wei WuXian ya había estado fuera por el estimado de dos fines de semanas. Dio una mirada taciturna al magnolio fuera de la sala de música y se debatió en ir a comprobar el estado de los conejos o volver a casa.
"¿Qué estás tocando?", inquirió una voz suave y cantarina.
Sintiendo que era producto de su imaginación, Lan WangJi dio una mirada de soslayo, y encontró un rostro claro de sonroso natural por exposición al sol, y una sonrisa cálida como una bebida dulce en un día frío.
A diferencia de otros tantos días, Wei WuXian mantuvo el cabello en una cola de caballo alta y desordenada, pero sin las ondas naturales que evidenciaron marcas de almohada, y se colocó el saco del uniforme y medias negras completas.
Fue tan sorprendente que WangJi no pudo evitar preguntarse si acaso era el día de la fotografía y nadie le advirtió de antemano.
"..."
"Estabas tocando algo lindo, Lan Zhan. Lo acabo de escuchar".
La sonrisa no flaqueó. Dio trotes como quien pasea en los prados y finalmente la distancia se redujo al mínimo.
A WangJi le agrado la quietud que proporcionó la sala de música.
"Wei Ying no había venido a clases", reconoció.
"Estaba enferma".
"Mn".
Notó el curita circular del tamaño de una moneda cerca del punto de unión entre el pulgar y el índice. Por lo visto su periodo de reposo en casa no fue del todo tranquilo. No fue poco usual, hubo personas que tenían que ser internadas en el hospital por síntomas tediosos, mareos, e incluso altas fiebres. A WangJi ocasionalmente le suministraban vitaminas en una intravenosa cuando los síntomas eran molestos y su hermano XiChen decidió ceder a la sobreprotección.
"¿Wei Ying está mejor?".
"¡De maravilla!", sonrió.
No tuvo porqué dudar de su respuesta. Wei WuXian no tuvo un solo indicio de incomodidad, y su expresión fue brillante. Incluso sus ojos de un profundo plata, brillaron como linternas lanzadas al cielo.
Wei WuXian arrastró una silla desde el extremo de la puerta hasta la mesa de escritorio donde WanJi se instaló.
Ya le había confesado que practicaba el guqin, pero, no tuvo oportunidad de demostrarlo, ya que, sus encuentros fueron breves y efímeros.
Aún así, el poco tiempo juntas se sintió reparador y fue atesorado en el paso de días y semanas.
Apoyando los codos al borde del escritorio, Wei WuXian reposo sus mejillas contra las palmas extendidas y aguardó por una canción.
La piel se calentó, pero no fue desagradable
Una sensación bienvenida, aunque molesta en el estómago. Percibió un olor intenso en la punta de la nariz y contuvo el deseó de lanzar un estornudo. Wei Ying olía como canela picante, pero también a té con leche y especias.
"¿Qué canción vas a tocar para mi?".
"¿Wei Ying tiene alguna petición?".
Frunció el ceño tratando de recordar alguna melodía. Señaló que era habida en el uso del dizi, pero fue más una cuestión de etiqueta a cumplir, que algo realizado por interés genuino.
"No se me ocurre nada, toca lo que sea, lo escucharé".
Lan WangJi se inclinó sobre el instrumento, y lo tocó con reverencia. Inició con una pieza sencilla y sin demasiadas variaciones. Aunque no podía verla, sentía su sonrisa a lado de su mejilla. Y, solo bastó una breve exhalación para que el aliento le removiera el cabello.
Cuando la canción llegó a su fin, Wei WuXian se puso en pie cuál asistente de sala de conciertos y comenzó a aplaudir. Juntó sus manos de manera dramática e hizo oda a su talento como si estuviese frente a una concertista reconocida.
"Eres muy talentosa, Lan Zhan. Ahora me siento un poco avergonzada de decir que tocaba el dizi".
"Aún así, me gustaría escuchar a Wei Ying tocar alguna vez".
"¡No! Sería como escuchar a un par de gatos pelear. ¡Es demasiado vergonzoso!".
"..."
Lan WangJi no siempre era capaz de comprender los comentarios de Wei WuXian. Pero sabía que su intención era hacerla reír y aligerar el ambiente, por lo que, siempre que no fuera algo cruel seguiría la corriente y escuchaba atenta.
Wei WuXian lanzó otra ronda de aplausos y se mostró cálida, como un niño exigente.
Su mejilla se presionó contra el hombro de Lan WangJi y, aunque no eran así de cercanas ella hizo una voz cual puchero.
Asumió que era algo que las amigas podrían hacer, y no dio importancia pese a que su corazón golpeó con fuerza.
"Lan Zhan, toca otra canción".
Lan WangJi satisfizo la petición.
La siguiente pieza fue aún más compleja, y con tonos profundos que elogiaron la primavera.
Al término, Wei WuXian dio otra alabanza, esta vez, con un toque menos absurdo y más solemne. Orientado a la admiración genuina. Sus labios formaron una sonrisa cerrada y sus ojos pequeñas lunas.
La punta de sus orejas se enrojeció, y contuvo el deseo silencioso de llamar su nombre.
Los minutos pasaron, anunciando el final del día escolar. Sintiendo que su tiempo juntas había llegado a su fin, preguntó: "¿Wei Ying tiene práctica que atender?".
"¡Oh! ¿acaso quieres deshacerte de mí?".
"Yo [...] no, yo-...", trató de aclararse. Lan WangJi era mala para esa clase de situaciones, en general debido a la falta de socialización. Si algo era tedioso, aburrido o irritante cedería a favor el estoicismo. Pero, cuando se trató de Wei WuXian se esforzó en ser sincera aunque no supiese cómo actuar el noventa porciento del tiempo.
Afortunada, o desafortunadamente, Wei WuXian lanzó una risotada, y supo que le había tomado el pelo.
"Solo bromeaba". Tras un silencio prolongado, pero que no dio pie a malentendidos, Wei Ying carraspeó la garganta y se explicó. "Me lastimé la pierna el otro día. No iré a practicar hasta que esté bien".
"¿Wei Ying está herida?".
"Estoy bien, solo fue un pequeño golpe. Soy un poco torpe así que pasará rápidamente".
"Entiendo".
Wei WuXian se presionó contra su hombro, esta vez, las puntas irregulares de su flequillo cortado a mano, se rizaron en muchas direcciones, cuando WangJi se inclinó para hacer algo por los acordes sintió un cosquilleo en la piel por el tacto suave como una pluma.
Wei WuXian se dio cuenta de su falta de recato, se apartó. Pero, WangJi resintió la pérdida.
El viento sopló refrescando el aula.
Las notas en su estuche se agitaron.
Desde el rabillo del ojo, notó que la sonrisa flaqueó, y hubo abatimiento en ojos tristes y desolados.
Parpadeó como quien lucha por hacer a un lado la somnolencia y Wei WuXian arrugó la nariz con una sonrisa divertida.
"¿Escribes tus propias canciones?".
"Lo intento".
Lan WangJi había compuesto un puñado de canciones desde que comenzó a practicar el guqin. Pero, eso solo podía considerarse un pasatiempo.
Tarde o temprano tendría que apartarse de aquello que otros podrían considerar intrascendente, así que intentó no dar peso a su placer secreto para que, una vez que tuviese que olvidarlo para cumplir con las exigencias de otras áreas relevantes de su vida, la pérdida no doliese a profundidad.
"La próxima que escribas, ¿podría ser para mi?".
"..."
No supo qué responder, asumió que sería una buena manera de agradecer por el retrato que se le obsequio, y la guía en técnica de dibujo.
Empero, nunca había escrito nada para alguien, y temió que el trabajo no estuviera a la altura.
Wei Ying se apresuró a hablar. "¡Era un juego! Un comentario lanzado al azar, Lan Zhan. No tienes que darme nada".
Sintiendo la necesidad de pronunciarse, habló: "Me gustaría intentarlo".
De este modo, Lan WangJi comenzó a experimentar con algunos acordes, formando composiciones incompletas que podrían dar pie a una melodía. Al levantar la vista descubrió que Wei WuXian había dejado de prestar atención, y se ensimismo, dando una mirada nostálgica al magnolio. Ya no intentó escudarse con una sonrisa radiante, y, se mostró desanimada en su totalidad.
"¿No es una buena canción?", le preguntó.
Wei WuXian salió del estupor y negó con la cabeza. Sintiéndose nerviosa, aportó: "No es nada de eso, ¡la canción es perfecta! Lo que has estado tocando suena muy bien".
"..."
"..."
"¿Qué ocurre?".
Wei WuXian no dio una respuesta inicial. Se desvió en comentarios triviales o anécdotas para rellenar los espacios de silencio.
Al cabo de una hora, el cielo comenzó a desvanecer un azul puro, para dar paso a luces en rosa y naranja que anunciaron la llegada de la tarde.
Exhausta de charlar hasta perder el aliento, Wei WuXian se dejó caer en el escritorio, y arrugó la nariz frente a sus propios pensamientos.
"Los Qianyuan son realmente tontos".
No pudo afirmar o negar a dicha declaración.
Su hermano mayor era un Qianyuan, y era bastante decente; pese a la mala reputación que se le dio a los varones Qianyuan por su segundo género. También estaba Nie MingJue, que era educado, y dio un trato cordial en los múltiples encuentros. Inclusivo su madre había sido una Qianyang particularmente gentil.
Wei WuXian dio una sonrisa fría, aunque, miró directamente a sus ojos, y dijo: "Que afortunada".
WangJi no pudo hablar desde la perspectiva de Wei WuXian. Se desanimó al pensar que hubo personas desagradables a su alrededor que la hicieron pensar de esa manera.
"¿Estás bien?", preguntó sintiendo que era lo correcto.
Tras un silencio largo, en el que su único acompañante era el batir de las hojas y la brisa soplar, Wei WuXian se sinceró.
"En realidad, debería decirlo ahora. Escucharás los rumores tarde o temprano, preferiría ser yo quien te lo dijera".
Lan WangJi no comprendió sus palabras en un inicio. Los rumores estaban prohibidos en casa. Los preceptos familiares eran bien respetados, así que dudo que algo así llegase a sus oídos tal como se supuso.
Dio detalles al azar sobre una fiesta de jardín en la finca de la familia Jin que terminó en desastre. En un joven insatisfecho Jin ZiXuan que habló sin sentido de su prometida el día del anuncio del compromiso formal; y los problemas que acarreó su intervención.
Aunque el comportamiento de Wei WuXian pudo ser considerado descortés pensó en que, lo hizo a partir de un sentimiento de protección a su hermana mayor. Hubo algo noble en sus razones, pero empañó su reputación.
En un mundo tan dispar como el suyo, eso acarrearía ser señalada.
"No fue el método adecuado".
"¿Eso es todo?", le inquirió Wei WuXian.
Parpadeando con la lentitud de un gato doméstico, Lan WangJi giró la cabeza, y se extrañó.
Wei WuXian se mentalizó para obtener una reprimenda, pero Lan WangJi no tuvo razones para hacerlo.
No estaba en su potestad hacer o decir algo en relación al comportamiento de Wei WuXian.
No podía hacer mucho más allá de aconsejarle. Pero WangJi era nueva en eso de las amistades, por lo que iba a tientas en un bote a la deriva sin remos.
"¿Estás bien?".
Cediendo a un actuar infantil para disipar la tensión de un tema tan severo, Wei WuXian lloriqueó.
"¡Claro que no! Mira esto". Se le presentó un parche en tono piel, delgado y aprueba de agua.
Wei WuXian destacó el labio inferior, y su rostro presentó un sonroso natural.
"Soy una pobre y frágil Kunze, me han pinchado con un sin fin de agujas todos estos días como si fuese una rata de laboratorio".
Cedió al impulso que se arremolinaba en su interior, y sostuvo su palma con cuidado. Contorneó desde los nudillos pálidos, y cubiertos con viejos arañados desdibujados, hasta rozar el parche.
Pese a la impresión tosca, tenía una piel suave y elástica. Al ser consciente de ello trato de apartarse y carraspeo su vergüenza.
Era demasiado tarde. Wei WuXian se inclinó sobre el escritorio y aspiró su aroma con fuerza, en una acto inconsistente.
Lan WangJi no tuvo oportunidad de convivir con otros Kunze durante su infancia o adolescencia, por lo que, era bastante ignorante sobre los comportamientos que manejaban en grupo. Y, aunque aquel podía ser considerado una actuar amistoso y sociable, WangJi se consideraba incapaz de replicarla. Ya que, no le gustaba estar cerca del aroma de otras personas y tampoco tocarlas.
Al tratar de apartarse, Wei WuXian capturó su mano, ignorando la renuencia de WangJi.
Al levantar la mirada, la encontró sonreir.
***
Tras un par de minutos sosteniendo sus manos, decidieron irse.
"Deberíamos ver como están los conejitos".
Asintió con un 'Mn' plano, pero que contuvo la emoción en la boca del estómago.
Una vez en el prado secreto Wei WuXian se mostró desenfadada. "¿Tienes tú material de dibujo?".
Negó.
En ausencia de Wei WuXian comenzó a dejar la libreta de arte en casa, y se dedicó en pulir líneas rugosas y feas por algo más agradable a la vista antes de ir a dormir.
"Es una lastima".
"Mañana".
Wei WuXian: "Mañana".
Los conejitos reconocieron su presencia, y trotaron a su alrededor por un tiempo. Al cuarto de hora, se apartaron para dejar a las pequeñas criaturas descansar y se dirigieron a las puertas.
"¿Hoy no vienen por ti?", le preguntó Wei WuXian. Jugueteo con las correas largas y se meció como quien espera por el autobús con un tarareo, de alguna canción que WangJi no reconoció.
Negó.
"Eso es extraño".
"Tengo que ir a la oficina de shufu".
"Oh, eso es genial", dijo por mera cortesía. WangJi señaló la estación de taxis y Wei WuXian se mostró entusiasta por acompañarle para que su camino no fuese solitario.
"¿Wei Ying no va al otro lado?"
"No importa. Aún no quiero llegar a casa". La sonrisa se sintió tensa en los bordes. Lan WangJi pensó que, el asunto con los Jin mantuvo las cosas tensas en la finca Jiang, y por consiguiente justificó la indisposición de Wei Ying.
Se dirigieron al este por la avenida principal. Era larga y sin demasiadas elevaciones por lo que el paso mesurado fue bienvenido. Después de varios bloques de calles, se encontraron en lo que pareció un vecindario con establecimientos comerciales. Wei WuXian hizo pasar un brazo alrededor del brazo de WangJi y su andar se sincronizó.
"¿Ya habías estado por aquí?".
Lan WangJi negó.
Solía caminar sin prestar atención a su alrededor, más allá de la cautela obligatoria en una distancia corta hasta la estación de transporte.
Pero, Wei WuXian tomó un desvío. El camino más largo. Una caminata de cinco minutos, tomó veinte, pero tuvo la oportunidad de observar los alrededores con minucia.
"¡Mira, una tienda de mantou!", tras una consideración, giro en dirección a WangJi, e inquirió. "¿Te dejan comer mantou?".
"Si".
"Compremos algunos", Wei WuXian agitó una bolsita perfumada, aunque, debido al tintineo en su interior supo que el propósito de la misma era de ser un monedero.
Wei WuXian bajó la vista al bolso de tela en manos, y se animó. "Es bonita, ¿no?, mí jiejie la bordó para mi".
Lan WangJi dio un vistazo desde la distancia, pero pudo apreciar el talento y dedicación con la cual fue elaborada.
"No soy muy habilidosa, y no sé hacer mucho a excepción del dibujo y el deporte. Así que es realmente bueno que alguien tenga la capacidad de hacer estas cosas".
Estuvo de acuerdo.
Wei WuXian pago por cuatro bollos al vapor y le obsequió dos bastante simples.
"Pregunte, dijeron que el relleno era suave".
"Mn".
Debido a la incapacidad de WangJi de comer y caminar, Wei WuXian sugirió tomar sitio en una banca del parque al otro lado de la calle. Una vez ahí, Wei WuXian lo consideró demasiado aburrido, así que tomó su muñeca y guió en dirección de los columpios.
El calor se diseminó por toda su piel, enviando suaves descargas eléctricas que llegaron hasta la punta del cabello. El aroma de Wei WuXian cubrió el aire a su alrededor, y se estremeció con los sabores sosos del mantou.
Wei WuXian hizo un gesto servicial y ridículo, como el de un mayordomo pomposo a un joven maestro fanfarrón, y WangJi se sentó.
Wei WuXian fue aún más cautelosa, y se aferró a las cadenas del juego mientras sostenía el bollo restante entre sus manos. Cuando encontró sitio comenzó a mecerse y sus piernas subieron y bajaron en algo que fue particularmente impúdico, así que WangJi se cohibió ante su comportamiento infantil. Aún así, le resultó complicado apartar la vista.
Wei WuXian habló de esto y lo otro.
De viejas memorias de juventud.
En días en los que volver a casa no estaba en sus prioridades e iba al parque a perder el tiempo o comer algo. Pero era bueno tener un poco de compañía a su lado esa vez.
Al quedar saciada, guardó su mitad para más tarde, y se comprometió a comprar el almuerzo la próxima vez.
"No es necesario".
Wei WuXian dejó de columpiarse, y tomó los extremos para rotar en su propio espacio. WangJi solo pudo observarla conteniendo las náuseas, pero, asombrada por la libertad de una joven en condiciones semejantes.
Nunca imaginé que habría alguien tan libre orbitando en su mismo entorno.
Cuando la tarde se hizo presente y no tuvo manera de justificar su tiempo de retraso, caminaron hasta el punto donde tomar el transporte. Wei WuXian permaneció a su lado esperando. Se apoyó contra una estructura en forma de tubos unidos como parte de la decoración urbana, y meditó en su aburrimiento.
"Lan Zhan, cuando pueda volver a entrenar, ve a verme a mí partido de tenis".
"... ¿Partido?".
Wei WuXian se mostró atolondrada y feliz. "¡Si! Tienes que ir a animarme".
WangJi no podía hacer promesas, ya que estaba en contra de las reglas, pero se sinceró. "Hablaré con shufu".
"Entonces esperaré la respuesta".
◆ ◈ ◆
Después de una agradable tarde, llegó al sitio de su tío, y ser encaminada a casa para tener una cena familiar.
Debido a la apretada agenda de ambos hombres, era poco habitual tener la oportunidad de compartir mesa con su tío Lan QiRen, y con su hermano XiChen. Después de todo, Lan QiRen trabajó intensamente en los negocios familiares, dejado por su padre tras morir hace pocos años. Lo que terminó por reducir el tiempo de convivencia al mínimo.
XiChen se había mudado y dejó la casa familiar después de los veinte años. Había concluido sus estudios superiores hace tiempo. Se encontró haciendo pasantías de posgrado.
XiChen se encaminó a construir su propia vida, como Qianyuan y heredero, por lo que, se enfocó en prepararse para cubrir el papel que se le encomendó por nacimiento.
Los últimos dos años en los cuales su tío se encargó del negocio familiar, fueron particularmente solitarios. Pasaba semanas y meses sin tener atisbo de la presencia de su tío. Y con nada más que estudios complementarios que mantuvo por ella misma y las presentaciones para eventos de la familia extendida.
El año anterior, Lan Huan tuvo un receso, y volvió a casa para la celebración de año nuevo.
Su tío estaba al sur del continente cerrando un trato, de este modo se percató de la vida en quietud de WangJi y se horrorizó.
Luchó por convencer a su tío para que le inscribiese a una escuela común a fin de que hiciese amigos, pues, el tiempo en casa, el aislamiento impuesto y ninguna compañía podría ser perjudicial para su salud mental. Aunque WangJi no se sintió de esa manera.
De hecho, le resultó inquietante estar rodeada de tantas personas, al punto en que contuvo la falta de aliento por la sobreestimulación sensorial.
Su tío abogó por una academia para Kunze, cerca de LaoLing, pero, XiChen destacó que, la segregación por segundo género le privaría de conocer a toda clase de personas, y solo reduciría la alienación al mínimo.
WangJi había subido a su habitación y se encargó de airear su uniforme para el siguiente día. Organizó su material de estudio y tomó lecciones adicionales hasta que su hermano llamó informando de la cena.
Nadie habló. Cuando su tío colocó los cubiertos en la mesa, se supo que era hora de terminar de comer, y los sirvientes levantaron primero los tazones de su tío.
Lan Huan le observó con minucia, una sonrisa cordial decoró sus labios y llamó en un tono solemne: "Meimei parece feliz, ¿ha pasado algo bueno en la escuela?".
Sintiendo que era incapaz de ocultar nada, bajó la mirada y bebió el té de flores para lavar el sabor amargo de los vegetales salteados.
Incapaz de dejar ir al asunto, se forzó a afirmar un 'Mn'.
"¿Qué es, WangJi? ¿Hiciste alguna amistad?".
"Si".
Sintió las miradas de ambos hombres posarse sobre sus hombros, así que se obligó a hacer el té a un lado.
"¿Es alguien de tú clase?".
"No".
"¿Cual es su nombre?".
"Wei Ying", declaró.
Antes de que su hermano tuviese oportunidad de aportar algo, un golpe resonó en la mesa, sacudiendo la cubertería y vajilla posicionada. El tintineo del metal y el cristal terminó por llamar su atención, ambos hermanos contuvieron el aliento. El rostro de su tío se mostró púrpura y la vena en el cuello pulsó.
"Pense que habias dejado ese pensamiento absurdo en el pasado, ¿cómo es que lo mencionas de nuevo?".
Hace un par de años, Lan WangJi cometió la insensatez de mencionar el nombre de Wei WuXian cerca de la presencia de su tío. Lo que terminó por alterar su presión arterial.
Aunque se trató de un encuentro de una única noche, sintió que había compaginado bien con Wei WuXian, y, pese a los intentos infructuosos, le consideró una amistad efímera. Ahora que el tiempo había pasado y sus caminos se reencontraron, pudo aseverar que el peso de su amistad no se vio desgastada por la distancia.
"¿Wei WuXian estudia en tú escuela?".
Lan WangJi asintió.
Pudo observar como el buen humor en la habitación se enfriaba, hasta convertirse en una tensión sofocante e incómoda.
XiChen vaciló en su sonrisa, y su tío maldijo por lo bajo. Los rumores de los que Wei WuXian habló, llegaron a los oídos de sus familiares, pero no a los de Lan WangJi.
Así que la opinión que tenían sobre ella debió ser mala.
"¿Cómo no saberlo? Fue la noticia entre las grandes familias. Pensar que esa Wei WuXian heredó la salvajez de su madre y se lanzó como un chacal hambriento contra el joven maestro Jin".
Aunque WangJi deseó defender, al final no pudo decir nada.
Wei WuXian había comentado las razones detrás de su comportamiento incivilizado, pero, para el resto de personas sólo era una Kunze, una joven que iba en contra del sistema y se metía en problemas como toda una alborotadora.
"¿Esa es la amistad de la que te sientes tan orgullosa, WangJi? En tú lugar me sentiría avergonzado. Piensa en lo que su mala influencia haría a tú reputación".
"..."
"..."
Lan QiRen no se detuvo. "¿No escarmentaste, WangJi? Es lo mismo que hace un par de años. ¡Despareciste de esa fiesta sin decirle a nadie y se encerraron en esa habitación privada para comer esos estupidos dulces con licor! ¿Acaso no te valoras ni un poco?".
"Tío, no seas tan duro con WangJi", inició XiChen.
Pero el hombre no le permitió continuar.
"¡Has silencio, XiChen!", apuntó su dedo hacía Lan WangJi, quien, instintivamente apartó la mirada. "Te prohibo continuar con esa amistad. Terminará por convertirse en una mala influencia".
Ante su falta de respuesta, Lan QiRen amenazó con darle una larga y tediosa lección, pero, XiChen se interpuso entre la presencia de WangJi y su tío. Este pidió con una voz suave, casi suplicante que regresara a su habitación, y así lo hizo, siendo tan silenciosa como un ratón.
Su hermano tuvo esa mirada en el rostro que prometió interceder a su nombre, desafortunadamente, WangJi sabía a lo que se enfrentaba y comprendió que no sería tan afortunada.
Contuvo el aliento y cerró la puerta.
◆ ◈ ◆
Las palabras duras de su tío se quedaron en su mente.
Pero no se apartó de Wei WuXian.
Después de todo, y aunque hubo un precepto que dictó obedecer a sus mayores, Wei Ying no había hecho nada para molestarla, y tampoco le corrompió a actos que pudiesen arruinar su reputación.
Se dijo que toda la situación incómoda tuvo lugar porque su tío no conocía a Wei Ying y le juzgó como el resto del mundo.
A pesar de ello, el tiempo que logró compartir con Wei WuXian en el par de días consistió de pocos minutos y conversaciones aquietadas mientras compartían el almuerzo. Debido a las faltas de la semana anterior, Wei WuXian tuvo que asistir a clases de recuperación por las tardes,y ponerse al día con los contenidos, ya que se aplicaron exámenes a finales del mes.
WangJi no tuvo actividades adicionales a hacer, revisó a los conejos durante el almuerzo, en compañía de Wei WuXian, y se fue a casa para seguir estudiando.
De este modo, llegó el fin de semana.
Normalmente se dedicaba a estudiar por las mañanas, practicar para sus presentaciones, y limpiar su habitación a profundidad, para mitigar el tiempo libre.
Si había tiempo, leería un par de capítulos de un libro y se iría a dormir. Pero, en esta ocasión nada dentro de su rutina pudo ser seguido al pie de la letra, y se le advirtió prepararse ya que se estaría dando una exhibición de arte por parte de primo tercero.
Aún si lo quisiera, Lan WangJi no podía prescindir de aparecer en el sitio. Sus familiares estaban ahí, y sería vista como descortés excusarse por mero ocio.
Empero, encontró displacentero e incómodo verse rodeada en lugares concurridos, y llenos de personas. Era sensible a los ruidos, y a los aromas.
Aunque estuvo en sus planes apretarse en un rincón reservado para tener paz en sus pensamientos, su tío le mantuvo cerca, convirtiéndose en una sombra cernida sobre su persona.
Examinó la habitación con discreción. Se había convertido en una manía frecuente. Buscó por un rostro familiar, que jamás apareció entre los grandes eventos.
Pero, no sintió ningún desánimo, ya que vería a esa persona el lunes durante el descanso.
No pudo evitar dejar fluir el hilo de sus pensamientos en que hubiese sido agradable contar con la presencia de Wei WuXian para que el evento transcurriera más rápido. Pero era imposible, ya que a su tío no le agrado Wei WuXian. No le permitiría acercarse a decir hola.
Un anciano, allegado al grupo familiar Lan, elogió. "Ese Zheng You si que me dejó sorprendido".
Los ancianos estuvieron de acuerdo, y asintieron con la cabeza.
Su primo tercero era un Kunze como WangJi. Aunque tenía el apellido Zheng, era Lan por su lado materno. Siendo su madre una Qianyuan, siguió siendo respetado por los miembros de la familia Lan.
Hubo cierta consideración por los Kunze masculinos de las familias privilegiadas. Se los admiro a la distancia, se elogiaron sus talentos y se buscaron matrimonios ventajosos para ellos. Las Kunze femeninas quedaban en el rezago, y fueron los antecedentes familiares y el patrimonio de los padres lo que se tomó en consideración.
Su primo Zheng You era un Kunze con una vida acomodada debido a los negocios de su tío. Lo que le permitió enfocarse en áreas artísticas como el arte. Su padre, encontrando en ello un camino hacía el reconocimiento, pulió sus habilidades y pronto se le consideró un talentoso artista.
No era muy diferente del camino que se trazó a WangJi.
Aunque, en lugar de talento en la pintura o el dibujo, destacó en la música y hubo tantas presentaciones en las celebraciones familiares, que se le elogió por su talento.
En algún punto entre su apreciación por la última pintura de su primo y la disociación, WangJi escuchó su nombre ser pronunciado, y salió de su mente.
Lan CaoLing dijo: "¿Qué hay de WangJi? Es joven ahora, pero no lo será para siempre. ¿Ya han comenzado a buscar prospectos de pareja?".
Lan QiRen lanzó un resoplido con desdén, como si el tema resultase problemático y absurdo.
Xue QiFeng se acercó: "¿Que pasa con esa respuesta, primo QiRen? ¿Acaso te has convertido en un guardián protector?".
"¿No esperarías que WangJi se convierta en una de esas Kunze literatas que se quedan a cuidar a sus padres ancianos? ¿O si?".
"Por supuesto que no, que absurdez".
Lan WangJi sintió los hombros tensarse.
Aunque su hermano era mayor por muchos años, nadie le presionó a que se comprometiera pronto.
Por el contrario, elogiaron el hecho de que tomase sus estudios y el cargo del negocio familiar como su prioridad. Anteriormente, su tío abogó el asunto del prometido señalando que era demasiado joven para ello. Pero ese año sería considerada mayor, y en una buena edad para comenzar a plantearse opciones de matrimonio para ella.
Estaba al tanto de que hubo jóvenes que no tenían oportunidad de elegir su cónyuge, haciendo de su matrimonio un asunto de vínculo entre los padres. Aunque trataba de apartar los pensamientos de matrimonios y compromisos al fondo de su mente, supo que tarde o temprano el asunto debería tocarse y se veía impuesta por presión de los ancianos.
Su tío era un hombre de buenos valores y moral recta así que dudó que él intentase imponer una pareja. También hubo la posibilidad de que hermano mayor interviniera dándole la oportunidad de tomar la decisión final sobre cualquier prospecto. Pero, entonces se sintió asqueada por el pensamiento y se apartó para conseguir aire fresco.
Escuchó a su tío decir: "Ya se ha resulto eso. He pensado en lo que es mejor para WangJi, y lo que su padre hubiese querido".
Lan CaoLing: "Este tángxiōng es capaz, y admirable".
Su hermano mayor estaba al otro lado de la bodega, conversando con su quinta prima, una joven Zhongyong, que a su vez se destacó por trabajar en la misma compañía en la que XiChen estaba llevando a cabo sus prácticas.
Lan Huan no apartó la vista y apenas fue consciente de que WangJi estaba relativamente cerca observando. Sin lugar a donde ir, consideró oportuno encontrar un asiento disponible y esperar hasta que se le llamará para volver.
Hablaría con alguna de sus tías, pero ellas eran algo invasivas.
Tocaban y pinchaban las mejillas de WangJi en contra de su voluntad, algunas intentaron jugar de casamenteras o emparejarles con algún hijo de amiga; en situaciones más incómodas, hicieron preguntas íntimas que la molestaron bastante. Preguntas que normalmente contestaría a su doctor durante las visitas de rutina.
Ellas se excusaron diciendo que eran amables al interesarse por su condición, y el crecimiento de su cuerpo debido a que era una fémina en una casa de Qianyuan, además, de carecer de una madre que le explicara sobre el funcionamiento de su cuerpo.
Lan WangJi no necesitaba más de esas discusiones desagradables. Si tiene dudas lo preguntaba al médico, si deseaba saber algo, lo leía en algún libro o panfleto.
Encontró una banca de madera, con formas artísticas y bordes de acero. No era lo que esperaba pero le pareció un buen sitio para descansar. Los zapatos que había tomado para su conjunto no eran los más cómodos. Su hermano se los había obsequiado, antes de notar el inconveniente en el talón cuando daba cierta cantidad de pasos.
La galera mantuvo un tono sobrio en un blanco impoluto, con pilares de madera clara y recubrimiento en acero. Las luces tenían un filtro blanquecino, casi enceguecedor. Esto añadió una imagen más limpia a las pinturas e hizo que doliera de solo verlo.
Sintió un escalofrío recorrer su nuca, al girar su cabeza hacía la izquierda, encontró a un joven hombre, algunos años mayor, pero no lo suficiente para ser de la generación de su hermano. Tenía un traje simple en color gris y su rostro no se destacó por nada en particular. Debido a la insistente mirada, WangJi apartó la vista, volviendo a su posición inicial recobro el recato y aguardo paciente.
Pasó una gran cantidad de tiempo, y WangJi no pudo deshacerse de la sensación de acecho sobre la nuca.
Giró discretamente, para vislumbrar de reojo al mismo hombre, un poco más cerca, fuera del tránsito interior del recinto. No le resultó familiar de ningún sitio, así que era imposible que se tratara de un familiar cercano.
Su apariencia pasó de poco destacable a infavorable.
Lan WangJi no hizo mucho por la situación, estaba en un lugar público y hubo etiqueta que debió cumplir.
Tampoco fue extraño que fuese víctima de miradas indeseadas o curiosas. Pero el hombre no pareció rendirse, en menos de un cuarto de hora la distancia marcada se redujo a pocos metros.
Se sintió incómoda.
Se puso en pie tratando de parecer discreta y caminó hacía la multitud. Su hermano había dejado la charla con su prima. Estaba frente al anciano Shen, un antiguo tutor de matemáticas que dio clase a ambos durante la juventud. El anciano reconoció la presencia de Lan WangJi y le destacó debido a la buena imagen que dejó como pupila. Inmersa en una escucha activa, el tiempo fluyó, al punto en que olvidó la situación previa.
Al cabo de una hora, Lan WangJi encontró molesto el roce constante en sus talones, así que consideró la opción de ir al tocador y colocarse algunas bandas adhesivas para lidiar con el malestar hasta que fuera hora de volver a casa.
Tras excusarse, escuchó a su hermano preguntar a sus espaldas. "¿Esta todo en orden, WangJi?".
"Mn". Dando una reverencia al anciano, se dirigió al tocador.
El camino hacía los sanitarios constó de un pasillo delgado de paredes de textura en roca, y algunas macetas en las esquinas. Su paso fue aún más mesurado y lento de lo normal. Dio pequeños pasos para evitar manchar sus medias de sangre, y contuvo el deseo consciente de sacarse los zapatos para caminar los últimos diez metros.
Su andar fue interrumpido por una voz a sus espaldas que dijo: "Segunda joven maestra Lan, quería hablar con usted".
WangJi no reconoció a la persona, por lo que dio una miradita por encima del hombro antes de continuar, y tuvo un registro de la apariencia de la persona. Era el mismo hombre que intentó acercarse, el cual le resultó molesto.
Ahora, le persiguió en su camino al tocador, aunque no necesariamente en esa área aislada. Lan WangJi lo consideró irritante, así que su rostro alexitímico no ocultó el disgusto en sus cejas.
Le dio la espalda. Dio un paso corto y luego otro. Pero el hombre se apresuró a hablar, tropezando en sus propias palabras. "¡Soy Su She, Su MinShan! Mí padre administra una de las franquicias en Moling".
"Mn". El tono fue plano. Carente de emociones reales, fue mecánico y bien ensayado.
Aunque se tratara de un asociado al grupo familiar, su comportamiento fue espeluznante e insistente. Pero, cedió a favor de la educación y no abandonó dando desaires.
"No pude evitar notar su presencia esta noche. Había escuchado mucho de usted pero jamás tuve la oportunidad de conocer a la segunda joven maestra Lan hasta el día de hoy".
"Bien".
Lan WangJi retomó el paso, sus pasos de tortuga pasaron a convertirse en zancadas, pero esto la hizo sisear de dolor por lo que se detuvo a medio camino. Ignorando el malestar en su piel inflamada, hizo resonar sus zapatos contra la baldosa, pero, en un paso en falso, trastabilló y se vio a punto de torcerse un tobillo.
Y no fue por mal funcionamiento de su calzado, sino porque alguien se había aferrado a su codo y le detuvo.
"No se vaya, aún tengo cosas por decir", pidió el hombre, Su She, en un tono casi patético.
Aunque Su She tuviese cosas por decir, Lan WangJi no tenía porque escucharle. Así que tiró en pro de su libertad.
"Suéltame", finalmente dijo.
"Ha sido un malentendido. No quería tocarla así. Estaba aquí para hacer una declaración".
"No me interesa".
WangJi alisó los pliegues de su falda larga y contuvo los nervios. La opción de dejar sus zapatos atrás punzó dentro de su mente, pero de hacerlo podría verse en más problemas de lo que realmente pensaba. El calor quemó en sus talones y ardió con fuerza como una herida abierta.
"Considero que la joven dama Lan es sumamente hermosa. Mí familia está en problemas en este momento, pero siempre ha sido cercana a la familia Lan. Me atrevo a ser osado y le pido que considere casarse conmigo".
"No".
Los problemas de la familia Su no eran su problema. Tampoco el descarado hijo de la misma. No tenía porqué sentir un poco de simpatía por su difícil situación si no le conocía, y él no había hecho otra cosa que ser espeluznante.
WangJi fue sostenida en el húmero. Las huellas de impresión se marcaron sobre la piel magra. Pudo sentir la desesperación de Su She. Apenas notarlo, le golpeó en las costillas con el codo y se apartó dando trompicones.
"Hey, no puedes irte", rugió.
Las personas no podían liberar sus feromonas.
Iba en contra de las reglas.
Fue visto como un comportamiento vulgar y ofensivo.
Pero Su MinShan lo hizo.
Hubo Qianyuan, Zhongyong y Kunze que abusaron de otras personas utilizando sus feromonas para instar una reacción física en la otra persona. Lo que convertía al vulnerado en una criatura incapaz de consentir nada. Por ello, dicha conducta pudo ser hasta multada por la ley.
En el mundo donde Lan WangJi se manejó, el que un Kunze, Zhongyong joven y soltero se viese inmiscuido con otra persona, y compartieran olores, se vería como un acto vulgar y obsceno. En algunos casos, las personas asaltadas fueron obligadas a casarse con sus acosadores, a fin de mantener las apariencias.
De reaccionar con lentitud, Su She hubiese conseguido su objetivo.
Empujó la pesada puerta de acero con manos temblorosas, y colocó el pestillo doble para mantenerse segura. No hubo nadie en el enorme espacio, así que dejó la falsa seguridad y fortaleza y se derrumbó.
Lan WangJi liberó una respiración agitada por la incomodidad, como si se tratase de un dique para impedir que nadie tratara de abrir la puerta, pese a haber echado los dos pestillos. Salió de sus zapatos y caminó el extremo de los espejos y lavabos hasta una cabina disponible y vomitó incapaz de contener la repulsión que le provocó.
◆ ◈ ◆
Lan Huan no pudo evitar sentirse preocupado. Cuando WangJi se excusó para atender otros asuntos, se percató del sutil cojeo en su pierna derecha; el cual logró pasar desapercibido, pero no a ojos de XiChen.
Preocupado, dio una reverencia corta al anciano Shen y fue en búsqueda de su hermana.
Para entonces no habían pasado más de dos o tres minutos; sin embargo, no estaba familiarizado con la galería, tuvo que detenerse a pedir orientación.
Escuchó un par de voces sofocadas por el andador de concreto, así que la información fue sesgada para su entendimiento. Fue capaz de extraer lo suficiente a partir de la alarma en ojos de WangJi; y su encierro en lo que XiChen asumió era el tocador.
Identificó el hedor almizclado de feromonas de un Qianyuan joven.
Asqueado por el intento descarado del hombre que respondió al nombre de Su MinShan, contuvo el deseo de destrozarlo, y llamó con un tono frío y muerto: "¿Puedo saber qué estás haciendo siguiendo a mí hermana hasta el área de damas?".
Horrorizado de haber sido descubierto, Su MinShan pareció tentado a dejarse caer de rodillas y llorar su miseria. No hubo manera en que usara una excusa repugnante para manchar la reputación de su hermana.
"¿Ah? Joven líder Lan, ¿su hermana? ¿Qué? ¿De damas? No tenía ni idea, estaba buscando el área de caballeros". Lanzó una sonrisa titubeante, y Su She contuvo la ansiedad de ser observado por Lan Huan. "Por supuesto, fui tan distraído. Ahí está la señal, iré por este camino", añadió en un tono casual.
Lan XiChen contuvo los deseos de exponerlo, ya que, de hacerlo, la reputación de WangJi se vería comprometida. ¡Podría quedar mancillada!, y su imagen nunca podría ser lavada a ojo de los ancianos más conservadores.
Esto trajo gran dolor a XiChen.
Sus vidas no fueron sencillas, pero WangJi ciertamente se llevó la peor parte. Hubo bastantes calumnias en el nombre de su madre, y humillaciones debido a su pasado.
WangJi había nacido Kunze, algo que jamás ocurrió en las veinte generaciones de la línea principal desde el origen de la familia. Lo que le convirtió en un objeto de critica.
Su tío se aseguró de preparar a WangJi en todo lo que necesitara, y le convirtió en un referente perfecto de recato y buenos modales. Era talentosa en la música, la escritura y la poesía; y bastante filial a la familia.
Aún así, su vida se rigió de apariencias y buena reputación. XiChen deseó ayudar a su hermana. Prometer que haría hasta lo imposible para que tuviese una vida libre de toda clase de imposición. Pero aún era un heredero y no había tomado cargo del grupo familiar. Por lo que, todo lo que restó fue auxiliar en aquello a la mano.
Tomó el brazo de Su She y lo retorció hasta amenazar con romperlo debido al ángulo extraño. No hubo más simpatía en sus ojos fríos, tampoco una sonrisa cordial y conciliador, vio su reflejo en una de las estructuras de acero, y encontró el parecido habido con WangJi y su madre.
No se tentó el corazón y le susurró.
"¿Eres Su MinShan? ¿Tú padre es Su CangTong?".
Conteniendo la maldición en sus labios, Su She asintió.
"Ah", por supuesto.
Su CangTong estaba siendo investigado junto a un puñado de los ancianos de la rama secundaria de Moling debido a actos corruptos. Su She debía estar desesperado por salvar la reputación de su familia, a partir de la reputación de WangJi. Lo que resultó aún más repugnante. XiChen añadió: "Espero que hayas tenido una buena vida hasta ahora".
"¿Qué quiere decir?".
"No tengo porque dar explicaciones. Ahora largo. No quiero verte cerca de mí vista o la de WangJi".
Sorprendido por el cambio de temperamento en el siempre cordial e indulgente primer maestro Lan, Su She se apartó temiendo por su vida. Como si XiChen fuese capaz de arrancarle las glándulas de una mordida.
Bufó.
Esas eran historias viejas de siglos atrás. Aún así XiChen dudó que sus antepasados actuasen tan instintivamente. No eran tan primarios. Eso solo era especulación.
Cuando Su MinShan desapareció de su campo de visión, dejó ir el aliento y sus hombros cayeron. Sintió que ese encuentro drenó toda la energía restante por la noche.
Al otro lado de la puerta, una voz agitada se escuchó. Sofocada por las paredes y el metal, hasta convertirse en algo tan suave como un maullido.
No deseo exponerla, ni incomodarle, así que esperó.
Esperó que WangJi estuviera lista para salir.
Apoyándose contra un pilar, cerró los ojos y se preguntó qué hacer. Supuso que podría hablar de la situación con A-Yao, y esperar por su consejo.
◆ ◈ ◆
Después de vomitar por tercera vez, Lan WangJi sintió la garganta resentida, y su cabeza punzó enviando dolorosos pinchazos a las sienes.
Por suerte, nadie trató de llamar al aseo. Hubiese sido vergonzoso ser visto en un estado tan indigno y los rumores correrían rápidamente en contra de su voluntad. Eliminó la fina capa de sudor frío que le perló la frente. Lavó su boca con un poco de agua del grifo y se sintió mejor, aunque solo durante un segundo.
Notó los restos del maquillaje discreto que se colocó esa tarde, así que tuvo que limpiarlo todo hasta que se terminó su paquete de pañuelos desechables.
Lan WangJi solo había escuchado de esa clase de situaciones. Se dijo que eran infrecuentes. Se consideró sumamente ingenua al asumir que no podría ocurrirle a ella.
Aunque tuvo deseos de hacerse un ovillo y llamar a su hermano, se contuvo.
Aspiró con fuerza, y encontró un rociador de perfume del tamaño de un dedo. Aunque no le gustaba utilizar esa clase de productos, ya que causaba picazón en la nariz, lo hizo como medida precautoria; y le aterrorizó que cualquier otra cosa se hubiese aferrado a su cuerpo, cambiando su olor.
Al abrir la puerta, fue particularmente cautelosa. Vislumbró una figura de apariencia masculina cerca de la entrada y se tentó a empujar la puerta con tanta fuerza para colocar el pestillo de nuevo. Pero, al notar sus intenciones, alguien llamó. "Meimei, te estaba buscando".
Al reconocer que se trató de su hermano mayor, casi se desmaya. Sus piernas se volvieron suaves y tuvieron dificultades para sostenerla. Aún así cedió al estoicismo y coloco una falsa máscara de seguridad.
"Xiongzhang".
"WangJi, ¿estás bien?". Una expresión tibia y sin atisbo de emoción se manifestó. Lan Huan vio a través de ella y supo que algo ocurrió. Sin embargo, ambos prefirieron jugar la carta de la ignorancia. "Vi que tenías problema con tú calzado, ¿estas mejor?".
Lan WangJi olvido por completo la razón por la cual separó su camino de XiChen, bajo la mirada inocentemente hacía sus zapatos, y reconoció la calidez pegajosa en el talón; pero ni siquiera dolió, si dolió su cerebro solo anuló la sensación.
"¿Deberíamos irnos? Puedo decirle a shufu que estás cansada".
"Mn, es tarde".
Lan WangJi sintió una palpitación extraña en el pecho, y temió que un ataque de ansiedad tuviese lugar.
Sería desagradable, y desafortunado ya que no deseaba exponerse de esa manera. La otra opción fue que debido a la conmoción, sus feromonas se desequilibraran. Lo que explicaría su sentir enfermizo y debilitado; por lo que considero solicitar que la doctora de la clínica familiar le revisara.
Lan Huan dijo: "Este hermano mayor se hará cargo, no debes preocuparte por nada".
WangJi le creyó.
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