No sé muy bien por dónde empezar, supongo que por el principio, como me diría usted con su tono sarcástico.

Quizás nunca lea esta carta, o tal vez ni siquiera se la envíe, seguro ya no me recuerda, no soy de importancia ahora. Pase a ser nada para usted.

De un momento a otro, simplemente ya no era útil, no importaba ni significaba nada en lo más mínimo. No sé que pretendo con escribir esto, tal vez solo desahogarme de mi desastrosa vida. Calmar mis pensamientos al igual que mi ya podrido corazón, el cual busca algo de consuelo para seguir adelante sin tormentos. Aún que usted no lo crea, tengo remordimiento, poco, pero sigue allí.

Creo que aún sigo conservando algo de humanidad.

A veces siento que ya no tengo motivos para vivir, todos los días son iguales, aburridos, monótonos sin nada increíble u interesante. El único momento en el que me siento en calma es cuando cuidó de los niños, me hace sentir mejor conmigo mismo,pero es mi conciencia lo que me atormenta en las noches, es su recuerdo, es su culpa.

Si tan solo no tuviera esos ojos dorados tan brillantes, intrigantes y a la vez tan profundos, ¡Dios!, su solo recuerdo me hacer querer volver a verlo, esas facciones tan masculinas, su cabello tan oscuro como la noche misma, su piel blanca semejante a la nieve, incluso más blanca, ¿por qué sus recuerdos siguen tan frescos en mi memoria?, se siente como si lo hubiera visto este mismo día.

¿Soy patético, verdad?, si le hiciera esta pregunta se reiría en mi cara, no tengo dudas de ello.

Lo conozco demasiado bien, después de todo, usted me crió desde que era solo un niño. Siempre tuvo una fijación en mi ¿verdad?, al menos eso quiero pensar. Desde que nuestras miradas se toparon, ese día en el que lo sané cuando recién aprendí ninjutsu médico. Desde ese instante, usted quería llevarme. Me gusta fantasear y pensar que es así.

Le agradezco tanto por todos esos años, por decirme la verdad, quizás no fue la mejor forma de hacerlo, ese día había asesinado a la mujer que me trató como su hijo, con mis propias manos. Estas manos con las que sane y mate a gente inocente, solo por usted.

Oh my lord, ¿alguna vez me reconoció como un igual?, claro que no, no importaba cuanto me esforzará, siempre veía para otro lado. Lo único que obtenía de su parte era un "ya vamos, Kabuto" "haz esto, Kabuto", nunca me dijo lo que quería escuchar.

A pesar de mi ira, toda esa rabia acumulada por años, yo....me enamoré, pensé que solo se debía a mi devoción por usted, pero años más tardes me di cuenta de que no era así, créame esto me tomo por sorpresa, nunca imaginé ser gay, ciertamente hasta el día de hoy no se explicarlo con exactitud, todo fue bastante repentino. Sobre todo porque a lo largo de mi vida jamás me interesé de forma amorosa hacia alguna fémina ni varón. Nunca llamaron mi atención, ni sentimental, ni mucho menos sexualmente.

Mi vida se basó en usted, solamente usted mi señor. En hacer todo lo que usted me ordenara, lo cumplía sin emitir alguna queja, yo jamás tome una decisión ni hice nada por mi mismo, siempre viví al márgen, a su sombra. Nunca me molestó realmente, eso me daba motivos para vivir, me sentía útil.

Era útil para usted, esa era mi alegría más grande.

Dios...siempre viene a mi mente este recuerdo, ¿Recuerda cuando asesino al tercer Hokage?, maldito y bendito viejo. No sabe el placer que me dio atender de usted, cuidarlo en todo sentido, sin embargo, eso no se podía quedar así debido a su salud. Por mucho que quisiera seguir así, no había otra opción, estaba débil y no me arriesgaría a que algo le pasara. Pero maldita sea, se sintió tan extrañamente bien poder tocar su piel de porcelana, verlo desnudo y tener que vestirlo.

Oh mi señor, si supiera cuanto deseo volver a verlo, escuchar su voz ronca y seria, a veces irónica, ¡oh, como amo eso de usted!

Deseo tanto....pero tanto abrazarlo, mi señor, usted nunca me dio muestras de afecto ni verbal ni física. Si tan solo pudiera conceder mi único deseo, un simple abrazo. Tocarlo y sentir esa calidez la cual siempre deseé sentir en una persona. La última vez que recibí un abrazo fue hace años, años que pasaron volando, fue tan efímero.

Ni cuenta me di cuando mis deseos egoístas por obtener poder me obligaron a separarme de usted. Hacerle creer que estaba muerto u desaparecido creo que fue la mejor decisión que he tomado. Pero señor, si algún día lo volviera a ver tenga por seguro que no me contendre. Voy a correr directo a sus brazos, sin importar si llega a corresponder mi muestra de afecto. Oh my lord, de tan solo imaginar que me corresponde es tan...sublime, hace que mis mejillas y orejas ardan en un penoso bochorno.

Seguro piensa que soy un degenerado u algo así, oh mi señor, si supiera mis más oscuros deseos.

El sentir sus toques indecentes por mi cuerpo, su lengua recorriendo lugares jamás tocados ni por mi mismo. Sus labios atrapando los míos en un beso indecoroso cargado de lujuria, ¡Dios!, esa imagen mental me excita tanto.

No creo poder dormir bien esta noche, ¡Maldito sea my lord! ¡lo odio tanto!¡lo odio por enamorarme!, lo odio por ser mi último pensamiento cada noche antes de cerrar los ojos, por ser la primera persona en mi mente al despertar.

Me pregunto que será de usted ahora, ¿logró cumplir sus metas?¿es feliz?, siempre me hice esa pregunta, a pesar de su sonrisa..¿realmente usted es feliz?¿se siente conforme con su vida?¿cree que falto algo?

Según los chismes, usted tuvo un hijo...¡maldita sea!¿con quien?¿por que?¿cuando y como?, ¿qué mujer esta tan loca como para estar a su lado?, ¡maldita loca!, se supone que yo debía estar a su lado, ¡si! Díganme loco, pero sería un maldito loco feliz. Un bastardo feliz de estar al lado del hombre cual ama desde hace años.

¿Por qué nuestro tiempo juntos fue tan corto?¿de verdad fue tan corto?, se sintió tan fugaz.

No sé como terminar esta carta...supongo que nunca se la entregaré y la guardaré para mi. Quizás leerla antes de dormir calme un poco mi corazón,¿quien sabe?.....

Esto es tan difícil, yo realmente quería olvidarlo y dejarlo atrás, como un mal recuerdo u una pesadilla, pero usted, oh mi señor, usted jamás será una pesadilla para mi. Esto duele...me perfora el alma y me hace llorar a casi gritos.

Supongo que tendré que seguir con mi vida, llegar a mi vejez con su amargo recuerdo, con mi corazón lastimado y fragmentado. No, ya no deseo estar con nadie, no soy capaz de hacerlo, no soy capaz de amar de nuevo ni de olvidarlo.

Oh my lord, usted fue lo único bello en toda mi miserable vida. Gracias por ser parte de esta fugaz aventura, gracias por acompañar a este pequeño bastardo huérfano, y sobre todo, por hacerlo amar....supongo que enamorarme no fue tan malo después de todo. Mi señor, my lord, mi único y efímero amor...¿algún día nos veremos otra vez?¿usted también dirá que me ama?¿me extraña?

Supongo que no...jamás se tomó la molestia de buscarme o preguntar por mi, pero creo que esta mejor así, sin saber de la existencia del otro. Espero que con esta simple carta pueda descansar al fin.

Secó sus lágrimas antes de acomodar sus lentes, miro un par de veces el papel entre sus manos, donde habían caído pequeñas gotas saladas. Por alguna razón, leer esas palabras lo hacían sentir aliviado, como si un enorme peso se le hubiera quitado de encima.

Sonrio con amargura antes de guardar la carta en uno de los cajones de su escritorio. Se sentía satisfecho, de una forma extraña, estaba feliz.

- my lord...lo amo tanto..- suspiro con pesar, observando unos segundos más donde había guardado recientemente el sobre. Ahora una nueva duda surgía ¿debería enviársela?

~¿Fin?~

Uuuh final abierto, espero les haya gustado, es poquito pero le puse amor y esfuerzo.♡

Recuerden que los quiero, cuídense, chau.♡