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O3

Jimin estaba muy sereno y tibio entre las sabanas de su cama, estudiando con un libro de física entre sus manos y apuntes en las piernas. No tenía sentido estudiar ahora porque no iría durante toda la semana a la universidad, pero aún así Jimin no quería desperdiciar el tiempo.

Eran recién las 11 de la mañana y el Omega se estaba rindiendo ante los brazos de morfeo. Dejo los apuntes y libros a un lado, se acomodo en la cama e intento conciliar el sueño. Antes de rendirse completamente al mundo de los sueños, el rubio revisó su mesa de noche para sacar un par de supresores y tomarlos antes de disfrutar de una pequeña siesta.

—Mierda, anoche los deje en la cocina —Se quejó, el Omega dudo mucho si levantarse o no a buscar los supresores y un vaso de agua. Al final, decidió sólo cerrar el cajón de la mesa y volver a acomodarse entre sus sabanas. Cuando se levantara se tomaría un par de supresores.

Por otro lado, Jungkook se estaba preparando en su habitación para ir a la Universidad, iría a buscar unos apuntes de hace algunas semanas atrás que le prestaría un amigo

—¡Hyung, me juntaré en la universidad con Hwansoo para que me entregue los apuntes de literatura!, y aparte Taehyung me llamo ayer y- —El Alfa hablaba mientras caminaba al cuarto de Jimin, cuando entró a la habitación el azabache se percató de que el Omega se encontraba plácidamente dormido.

Al ver que Jimin yacía dormido, sólo apoyó su peso en el marco de la puerta disfrutando de lo que su vista le permitía ver, ¿Cómo un lobo que era en algunas ocasiones tan estresante se lograba ver como un verdadero ángel mientras dormía?

Jungkook no mentiría, Jimin era realmente precioso, tenía una cara fina que se acoplaba perfectamente con su baja estatura y su pequeña cintura, tenía unos labios carnosos perfectamente definidos, y unos ojos pequeños realmente encantadores que dominaban a la persona una mirada bastante afilada.

Decir que Jungkook quedó absorto por la belleza de Jimin era poco. No se engañaría a si mismo, si Jimin fuese una mujer, el Alfa ni siquiera dudaría antes de marcarlo como su Omega. El chico alto salió se su ensoñación y se acerco de forma muy lenta al chico rubio.

—Hyung... Hyung —Repetía mientras posaba una de sus manos en la cintura del Omega para menearlo un poco e intentar despertarlo. A los segundos, Jimin se quejó somnoliento mientras se acomodaba y sentaba en la cama.

El Omega sintió de la nada un escalofrío. Comenzó desde la punta de su espina dorsal y recorrió toda su espalda, el chico se abrazó a si mismo mientras dirigía su mirada al causante de las frías brisas. El Omega había dejado la ventana de su habitación abierta, recuerda que cuando se despertó la abrió para que el cuarto se ventilara. Cuando Jimin comenzó a estudiar debió haber olvidado cerrarla.

Jungkook se dio cuenta de los escalofríos de Jimin. Así que caminó directamente a la ventana y en movimientos ágiles de sus finos y largos dedos finalizó con el pequeño calvario.

—Hyung, deberías tener más cuidado, te puedes resfriar. —Él lo regañaba como si se tratase de un cachorro muy pequeño mientras cerraba bien la ventana para que no se filtrara ningún tipo de ventisca —Oh cierto, Vine a decirte que ahora me voy a la universidad para ir a buscar los apuntes de literatura, ¿Necesitas algo antes de que me vaya?

—Eh... no, nada. Y gracias por cerrar la ventana —Jimin sentía que cada célula de su cuerpo se encontraba muerta, helada, pero le daba muchísima pereza levantarse y buscar algo para abrigarse.

—Jungkook —Lo llamó antes de que saliera de la habitación.

—¿Dime?

—¿Me podrías prestar una sudadera tuya? —En situaciones como aquellas el Alfa se concentraba en los hábitos tan infantiles de Jimin, como por ejemplo, cuando los nervios lo dominaban y sus diminutos dedos se buscaban desesperadamente entre sí. Porque en esos momentos, las manos de Jimin no podían estar más inquietas. A pesar de conocerlo hace tantos años, nunca había puesto la atención suficiente en el Omega como para percatarse de aquello

Jungkook se despojó de la sudadera que vestía y se la entregó a Jimin. El Alfa fue de la manera rápida a su habitación y busco otra prenda para eliminar el frío, caminó rápidamente a la puerta del departamento mientras le gritaba a su Hyung un «adiós» acompañado de un «vuelvo pronto»

Jimin ahora estaba solo y con una sudadera del Alfa entre en las manos.

Mierda, huele a él...

Se la colocó rápidamente, la sudadera tenía esa maldita esencia que a la parte Omega de Jimin tanto le encantaba. El Omega se volvió a acomodar en su cama, el aroma del Alfa lo estaba relajando demasiado, y causa de eso, no le tomó mucho tiempo lograr ingresar al mundo de los sueños.



×🎈×



—J-Jungkook —Gimió, el Alfa estaba mordiendo y lamiendo su cuello de una forma lenta y tortuosa, mientras que con sus manos acariciaba suavemente sus muslos.

—Joder, eres tan hermoso —No fue muy audible, pero Jimin lo sintió gruñendo gravemente en su cuello

Él se encontraba a horcajadas de Jungkook en su cama. El Omega demoró unos cuantos segundos en espabilar, y cuando lo hizo, comenzó un vaivén lento de sus caderas. Sentía la gran erección de Jungkook contra su trasero.

Mierda, Jimin lo único que quería era que el Alfa lo despojara de las pocas prendas que tenía puestas y le partiera el culo de la forma más dura posible

—Mierda, Jimin —Roncos gemidos nacían segundo tras segundo de sus labios. Las manos del Alfa subieron lentamente por sus muslos hasta sujetar a Jimin fuertemente de sus caderas

Justo en el momento en el cual Jimin iba a tomar su duro pene entre una de sus manos para comenzar a masturbarse, sintió un dolor fuerte cerca de una de sus clavículas. Se inspeccionó la zona con una de sus manos, y cuando se dio cuenta de lo que Jungkook había hecho, sus ojos casi se salieron de sus cuencas por el susto y la sorpresa.

Jungkook lo había marcado.




×🎈×





Despertó de golpe y por la impresión se sentó rápidamente en la cama, su cuerpo se encontraba tapado en sudor. Se levantó rápidamente de su cama y fue corriendo a tropezones al cuarto de baño para mirarse en el espejo. Revisó muy bien sus clavículas y partes de su cuello, el Omega no portaba ni una sola cicatriz de alguna reciente marca.

Soltó un suspiro de alivio y tomó asiento en el inodoro, y recién en ese instante se percató de que tenía una enorme erección entre sus boxers, su pene pedía ser atendido a gritos.

A Jimin no le gustaba del todo la idea, pero no tenía otra opción, el Alfa dijo que regresaría pronto y no quería que al regresar lo primero que Jungkook viera fuera una vergonzosa erección

Liberó su miembro con pena y sus dedos comenzamos​ a rozarlo suavemente. Con su dedo índice dibujaba círculos en la punta de su pene para después con la yema del dedo tocar suavemente la corona y para finalizar tomar la extensión por completo.

—Ahh... —Un gemido, que sonaba más a un quejido, se le escapó de los ahora brillantes y definidos labios. Jimin echó su cabeza hacía atrás con los ojos cerrados, disfrutando de esa exquisita sensación que comenzaba en la parte baja de su abdomen. Mordía sus labios para evitar gemir, pero era algo ya inevitable.

De la nada el intenso aroma del Alfa volvió a aparecer. El Omega había olvidado completamente que poseía justamente es esos momentos una sudadera de Jungkook.

Jimin con una de sus manos bajaba y subía de forma rápida mientras que con la otra masajeaba sus testículos, ¿Cómo se sentiría si Jungkook lo masturbara mientras le hablaba al oído con una voz ronca debido a la excitación?

—Jungk-kook —Se imaginó a un Jungkook todo sudado, golpeando fuertemente su próstata a causa de la embestidas rápidas y descontroladas, mientras que el Alfa con una de sus manos lo masturbaba de una forma rápida.

Jimin se odiaría por hacer esto.

El Omega volvió a la posición bípeda para retirarse completamente los boxers, levantó un pie, lo puso en la tapa de el inodoro, acercó la mano que previamente masajeó sus testículo a su entrada auto lubricada a causa de la excitación y de golpe ingreso dos dedos. Hace muchísimo tiempo no se daba placer así, lo había dejado porque lo encontraba muy de Omegas «necesitados», pero a la mierda, a Jimin le encantaba meterse dedos.

—AHh... Jungkook —Jimin no podía dejar de imaginar al Alfa embistiéndolo. Tenía tres dedos dentro y ya sentía el calor del orgasmo abrazándolo en la parte baja. Él se veía a si mismo en el espejo grande del baño, y mierda, el chico era un desastre; cabello alborotado, ojos levemente abiertos, su cara completamente roja mientras que entre sus dientes sujetaba una parte de la sudadera de Jungkook para lograr tener el aroma mucho más cerca de su nariz. Veía a sus manos trabajar de forma rápida en su culo y miembro, y eso, lo lograba excitaba aún más

Mientras disfrutaba de su reflejo en el espejo su miembro no aguanto más y el orgasmo lo abrazó de pies a cabeza. Dejó el lavamanos hecho un desastre a causa del semen derramado, pero le importó una mierda, después limpiaría todo. Tomó su ropa interior, se la colocó de forma rápida y fue directamente a su habitación. Cuando el Omega se sentó en su cama cayó en cuenta de lo que había hecho.

Había tenido un sueño húmedo con Jungkook y se había masturbado pensando en él.

—¡Joder! —Gritó — ¿¡Por qué soñé esa mierda!?, ¿Por qué me toqué... pensando en él? —Jimin intentaba filtrar su reciente frustración peinando su cabellera con ambas manos. Lo único que fue capaz de hacer fue soltar un largo suspiro.

¿Cómo lo miraría a la cara ahora?, Jimin se sentía completamente avergonzado, ¡Lo había imaginado dándole por el culo!, Saludos era capaz tapar su rostro con sus manos. Dejó la vergüenza de lado y se levantó rápidamente para limpiar el desastre que había dejado en el baño




×🎈×




—¡Hyung, regresé! —Gritó emocionado el chico al entrar al departamento.

Jimin palideció

Él estaba buscando los supresores en los muebles de la cocina cuando escuchó el grito del recién llegado.

—Estoy en la c-cocina —Gritó de vuelta. El Omega encontró los supresores, tomó una de las cajas y sacó dos pastillas de una tira, se las echó a la boca mientras buscaba un vaso y lo llenaba de agua.

—Hyung —Lo llamó llegando a la cocina. Jimin casi se atragantó. El Alfa miró algo extrañado al Omega, pero sólo continuó hablando. —Había olvidado decirte antes de irme que Taehyung me había llamado en la mañana, me dijo que te dijera que si por favor podías llamarlo —Jungkook cargó su peso cómodamente en el marco de la cocina, pero al ver al Omega tomar los supresores le surgió una duda que no fue capaz de evitar preguntar —Hyung, ¿Por qué éstas tomando supresores hoy si tu celo comienza mañana?

—Ah, eso —Jimin intentaba no demostrar que se sentía completamente avergonzado por todo lo ocurrido mientras el azabache no se encontraba en casa. Se recargó en la encimera de la cocina manteniendo la cabeza baja. Él levantaría su mirada del suelo e intentaría tener una conversación natural con Jungkook —Los Omegas —Comenzó Jimin —el primer día del c-celo...

Muy bien Jimin, lo estas haciendo de puta madre tartamudeando y mirando el suelo.

Se acomodo la sudadera, levantó la cabeza decidído y miró directamente a los ojos al azabache.

Él podía mirarlo a la cara

—¿Pasó algo? —Preguntó Jungkook preocupado, pero al mismo tiempo el Alfa lo miró con curiosidad.

Jimin se congeló

No, no podía mirarlo a la cara

—N-No, nada... —Bajó su mirada sintiendo su cara arder. Y existió un momento en el cual la decepción lo invadió por completo, se sentía como un cobarde. —Yo, sólo iré a b-bañarme...

Comenzó a caminar en dirección al cuarto de baño. El Omega estaba pasando cerca de Jungkook cuando éste estiro un brazo, lo paso rápidamente por sus hombros, y de un tirón lo atrajo hacía él.

—¿Seguro que no pasa nada? —Cuando el Alfa sentía que Jimin tenía que contarle algo siempre acudía a esa técnica, pasaba un brazo por los hombros del Omega y lo acercaba hacía él. Al final siempre Jimin terminaba desahogándose sobre lo que le atormentaba y la conversación se sellaba con un cálido abrazo.

Jimin negó rápidamente con la cabeza y retiró el brazo de Jungkook de sus hombros. El Alfa miró a Jimin con el ceño fruncido, el Omega sólo siguió su camino y en lo que fueron segundos desapareció de su campo de visión.

Jungkook sabía que algo le pasaba a Jimin, pero no insistiría. Si Jimin continuaba con ese tipo de comportamiento tan raro definitivamente lo llevaría con un curandero.

¿Es normal que la personalidad de un Omega cambie tan drásticamente por un celo?

Ese era lo único pensamiento juguetón que disfrutaba pasear por su cabeza mientras se iba a sentar al sofá para ver un poco de televisión




×🎈×









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