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Limpieza y Trabajo

A la mañana siguiente, desperté temprano debido a que mis pokémons me despertaron al estar a un lado mío. Nana me lamió el rostro para comenzar el día. Solo que yo estaba durmiendo en el suelo con mi bolsa para dormir que había traído de mi casa, mientras que Sapphire seguía durmiendo en su cama tan tranquila y sus pokémons seguían durmiendo en sus pokeballs, por lo que mis compañeros me levantaron lo más temprano posible para que pudiera hacer algo de limpieza. Solo lo que pudiera después del desastre que dejo ayer Sapphire.

Baje sigilosamente por las escaleras y busque algo para dejar el pasillo algo limpio para que tuviera suficiente espacio y le pudiera preparar un buen desayuno para comenzar el día.

- Nana, ¿podrías ir con Zuzu a la tienda y conseguir los siguientes ingredientes? – Le dije a mi pokémon, mientras hacía una lista de compras que llevaría en su hocico y le diera al señor que atendía, para que le despachara. – Zuzu, ¿tú te podrías encargar de llevar el dinero?

- Swamp.

- Might.

Ambos respondieron con un buen gesto de confianza y salieron corriendo por la ventana, que era el único lugar por donde podían pasar a gran velocidad sin resbalarse de tanta espuma.

- Ahora bien chicos. Tenemos que dejar este lugar lo suficientemente decente para que cuando ellos lleguen, preparemos el desayuno. ¿Esta todo claro? – Les pregunte con optimismo a pesar de que todo esto se viera casi una misión imposible. Pero todos me dieron su apoyo a pesar de lo difícil que sea esta situación. – Bien en marcha.

Lo primero que tuvimos que hacer antes de comenzar a limpiar es el de organizarnos y separarnos las tareas para que fuera de lo más sencillo.

- Bien, solo estamos Mimi, Coco, Ruru, Plusle y yo. Así que Mimi y Ruru, ustedes de encargaran de limpiar el piso, para eso Mimi usaras algo de agua para que sea más sencillo el que Ruru pueda darle una pasada; Coco, Plusle y yo nos encargaremos de la cocina, ya que Sapphire dejo aún unos cuantos platos que uso para preparar la cena que no comimos sucios y el horno lo dejo humeando. Así que vamos.

Mimi y Ruru fueron al cuarto de limpieza y nos dieron los materiales para que limpiáramos la cocina, mientras que ellas dos hacían que se viera mejor el rastro de espuma que había dejado Sapphire al no saber usar bien la lavadora. Un par de minutos más tarde, y no avanzamos ni la mitad del desastre que se había dejado, y Nana y Zuzu aparecieron con todos los ingredientes para que preparara el desayuno.

Ahora me sentía un poco mejor de que ambos llegaran a tiempo con todo, solo le daba una mirada al reloj y seguía viendo que aún era lo suficientemente a tiempo como para que ella aún se despertara. Normalmente ella se despierta temprano, pero creo que tantos problemas que pasaron ayer la hicieron desfallecer hasta quedar profundamente dormida por otro rato más.

- Gracias chicos, ya los estaba esperando. Ahora veamos… si, esta todo. Solo comenzare con algo sencillo y dejare algo dulce para el final. ¿Qué les parece? – Pregunte, mientras revisaba los ingredientes, pero cuando los voltee a ver, note que todos tenían un rostro preocupado. - ¿Chicos? ¿Qué es lo que tienen?

Ellos no podían decirme, pero al verlos tan tensos, pude sentir un extraña aura de ira rodeando mi espalda. Podía sentir también una mirada que penetraba detrás mío y recorría por todo mi cuerpo, haciéndome sentir un fuerte escalofríos. Y en ese instante comprendí el porque su comportamiento. Tenía miedo en voltear y lo único que se me ocurrió decir fue.

- ¿Sapphire esta detrás de mi, no es así? – En eso todos asintieron y ella me tomo de mi camisa por la espalda y puso mi rostro frente al suyo con una mirada escalofriante.

- Ruby… ¿Qué era lo que estabas tramando hacer sin mí? – Me preguntaba, mientras me agitaba de un lado a otro sujetando con fuerza mi ropa. – Respóndeme, no seas cobarde. Anda dime. ¿Qué es lo que tenías pensado hacer?, tramposo.

La verdad era que no podía contestarle porque me sentía mareado de tanto ajetreo de un lado a otro, que al verme medio inconciente, me arrojo al piso. Luego con pasos pesados se acerco hacía mí y volvió a sujetarme de mi camisa, para que volviera a hacerme su interrogatorio.

- Anda. Responde. ¿Acaso pensabas que podría volver a hacer otro desastre como ayer? ¿Acaso es que no confías en mi Ruby? – Ahora su aura ya no se sentía molesto, sino que ahora era un aura triste, al mirarla bien bajo la sombra que cubría el cabello su rostro, note que le escurrían lágrimas de ella por sus dulces mejillas.

- No es por eso Sapphire. Estas toda mal. Malentiendes las cosas. – Le respondí, mientras intentaba sujetarla de sus hombros, pero ella me los quito de golpe y volvió a insultarme sin juzgarme bien.

- No mientas Ruby. Detesto que lo hagas.

- Te digo la verdad. Yo lo hice para recompensarte lo que habías hecho ayer, eso era todo. No tenía ningún motivo como para que te pusieras de esa forma Sapphire. Te lo juro. – Trataba de razonar con ella. No sabía que se iba a poner así de molesta conmigo, por lo que la sujete entre mis brazos y puse su cabeza en mi pecho con fuerza. Quería demostrarle que mis intenciones eran buenas.

- ¿Lo dices enserio Ruby? – Me preguntó entre suspiros, mientras se limpiaba sus lágrimas contra mi camisa.

- Lo digo enserio Sapphire. Ahora bien si es que quieres… bien… pues… – No sabía bien que decir, quería hacerla sentir mejor, pero me sentía muy apenado con lo que iba a decirle, que desviaba mi mirada hacía otra parte.

- ¿Pues… qué Ruby?

- Pues podrías ayudarme también con la limpieza de la casa. ¿Si es que tu quieres? – En eso, Sapphire se aferro fuertemente a mi y con un gran brillo en sus ojos puso su atención hacía mi y con entusiasmo me dijo.

- Gracias Ruby. Eso es todo lo que quería que me dijeras. Pero antes de que lo haga… ¿podrías… podrías... – No estaba del todo seguro de lo que quería a cambio, se veía demasiado nerviosa y contenta a la vez, pero de algo que estaba casi al 100% seguro era que quería que le diera un beso de inspiración, para que lo hiciera mejor que antes. Por lo que me acercaba lentamente a su rostro y de un salto alegre continuo diciendo. – … podrías enseñarme como usar estas cosas? – Pregunto, mientras sujetaba al revés la escoba y el estropajo.

- No me salgas que no sabes como usar eso. – Grite molesto, en verdad que no conocía a alguien que no supiera como usar los utensilios más básicos de limpieza.

- No te enojes conmigo de esa forma Ruby. – Respondió espantada, mientras se cubría la cabeza con ambas manos y se agachaba.

- Esta bien, te enseñare. Pero cuando sepas bien como se hace continuo con el desayuno. ¿Entendido?

- Entendido.

Como no sabía bien una buena forma de demostrarle como se debía sujetar la escoba y como ella era muy impulsiva y acelerada para hacer las cosas. La sostuve desde su espalda, para que se relajara y se dejara llevar con mis movimientos. Le demostraba como se tenía que sostener una escoba, mientras ponía mis manos sobre las suyas y le susurraba en su oído derecho lo constante que tenía que pasar el estropajo. Así como cuando tenía que enjuagarlo en un balde de agua y exprimirlo.

Todo estos pasos que le trataba de enseñar se sentía incómodo, y ambos estábamos temblando, podía sentir su calor de su cuerpo con cada movimiento que hacía al agitar el estropajo, como el temblor de sus piernas con cada paso que dábamos juntos. Pero cuando todo se sentía en un éxtasis de plena incomodidad, la solté y me aleje de ella, para continuar con mis deberes.

Y aunque eso estuviera viéndose mal, se sentía realmente bien, que no quería que eso se detuviera. Solo que tenía que hacerlo, sino ninguno de los dos avanzaría.

- Te dejo todo a ti Sapphire… Ahora voy a… preparar el desayuno.

Le respondí sonrojado y me retire corriendo a la cocina, para ir sacando los ingredientes de las bolsas y preparaba otro platillo suculento para ambos y otro más para nuestros pokémons quienes nos dejaron encargados los trabajadores del papá de Sapphire. Lo bueno es que tenía unos cuantos pokebloks para todos y pudieran llegar a mañana.

Tarde solo veinte minutos en preparar la mesa y los platillos. Y otros cinco minutos más para preparar pokechos con las bayas que Sapphire tenía guardados y algunos materiales que sobraban en la alacena.

- Sapphire a comer. El desayuno ya esta listo. – Grite para que se sentara a comer, mientras me iba quitando el delantal. Y como de rayo, ella apareció en su silla acorazando de su platillo que le prepare. – No te atragantes tan rápido. Aún ahí suficiente comida.

- Lo se…, pero… tu comida es… realmente deliciosa… es casi mágica. – Me decía mientras hablaba con el bocado en la boca.

- Me halagas mucho Sapphire, pero no es necesario. – Respondí sonrojado y alegre.

- Pero lo es. Tu comida es como si fuera mágica. Me hace sentir bien al probarla. – Me seguía halagando con más entusiasmo.

- ¿Si quieres acabando de limpiar la casa te enseño a cocinar Sapphire? – Pregunte casi en sentido de broma, pero no me esperaba cual sería su reacción.

- ¿Lo dices en serio? Yupi. – Me dijo saltando de alegría, mientras que me sujetaba con fuerza. Me traía como su fuera un muñeco de trapo.

- Tranquilízate, tranquilízate. Aún tenemos que limpiar la casa. Así que apresurémonos si es que quieres que te enseñe.

Tras varias horas de arduo trabajo, los dos junto con nuestros pokémons terminamos agotados y tirados al suelo. Si que habíamos dejado mucho desastre. Pero algo que aún me intrigaba después de que terminamos de limpiar la casa de toda esa espuma seca, era… ¿qué había pasado con la ropa? Seguro que nada bueno si la casa había quedado así de mal.

Así que me dirigí al cuarto de lavado junto con Sapphire para ver como había quedado toda la ropa. Aunque ya me esperaba lo peor.

Al sacar la ropa de la lavadora note que ella no sabía con exactitud como es que se debe de lavar la ropa blanca con la de color, pues cuando saque una de las batas de su padre, note que estaban todas de color rosa con manchas azules. Pues ella había metido su ropa y la mía a lavarse y dejo que se coloraran las batas blancas. Sapphire al ver que solo nuestras ropas estaban limpias y las de sus padres todas manchadas, se me ocurrio alegrarla un poco con una broma.

- Oye Sapphire. ¿A tu padre le gusta batear del otro lado o solo es mi imaginación? – Pregunte mientras me ponía una de las batas y se las lucía como pensaba que su padre lo haría si es que hiciera esas cosas.

- No digas cosas como esas Ruby. ¿Acaso estas loco? – Me grito Sapphire molesta pero a la vez se le veía alegre con esas mejillas sonrojadas.

- No te enfades, solo lo decía por como quedaron pintadas.

- Pero… ¿crees que se pueda arreglar esto? – Me pregunto nerviosa mientras veía que hizo muchos desastres por no pedirme ayuda desde un principio.

- De eso no te preocupes que ahorita me encargo. Solo observa y aprende. – Dije, mientras que la abrazaba por la espalda para darle ánimos. – Bien, lo primero que debemos de hacer es separar la ropa que quedo manchada. – Fui colocando de un lado las batas y del otro lado nuestras ropas que ya estaban limpias. – Ahora… Con esto servirá. – Respondí mientras les agregaba un poco de blanqueador en la lavadora. – Y ahora a esperar un par de minutos. Mientras tanto, tenemos que guardar las demás ropas. – Respondí mientras que subía un monto de ropa y Sapphire me seguía con otro monto.

- Ya esta todo aquí Ruby. ¿Ahora que falta?

- Bueno, yo me encargo de planchar la ropa y tú las iras doblando y viendo como se debe de planchar la ropa.

- Entendido Ruby.

Ambos estuvimos trabajando muy duro para terminar a tiempo para que bajáramos a guardar las batas del profesor Birch en otra parte y empezáramos a ver lo que le prometí a Sapphire.

- Ruby. ¿Ya me vas a enseñar a cocinar? – Pregunto Sapphire impaciente mientras se ponía un delantal azul.

- Si, no desesperes. Primero vamos a algo sencillo. Cortar las verduras. – Pero cuando lo dije, estaba cerrando los ojos y al abrirlos ella sostenía un cuchillo demasiado grande que parecía que iba a matarme con esa espada.

- ¿Este servirá para eso? – Pregunto contenta mientras me lo mostraba.

- Es más preferible uno más pequeño. – Empecé a buscar algo nervioso un cuchillo que no fuera tan peligroso en sus manos. – Bien ahora vamos a cortarlo en esta tabla… – Al sacar la tabla, ella me lo arrebato de las manos y comenzó a cortar trozos grandes y de forma rápida, mientras sujetaba el cuchillo como si fuera una navaja. – Detente, detente. Así no es como se hace.

- ¿Ha no? – Pregunto algo confundida.

- No, te mostrare. – En eso me coloque sobre su espalda, mientras tomaba el cuchillo entre sus manos y con mi otra mano tomaba su mano que sostenía la zanahoria. – Veras, se debe de cortar las verduras de forma delicada y de esta posición. Trata de sostener el cuchillo firme para que no te queden mal. – Cuando dije eso podía sentir como le temblaban las manos de los nervios que tenía. - ¿Estás comprendiendo?

- Si Ruby, pero quédate ahí por un tiempo más hasta que pueda hacerlo bien. – Respondió alegre mientras seguía cortando sin mi ayuda las demás verduras.

- Esta bien, tomate el tiempo que necesites. No tengas prisa. – A cada corte que daba, lo hacia con más seguridad y con más prisa. En realidad ya se estaba volviendo una experta, pero algo me incomodaba y era que ella parecía estar llorando. - ¿Sapphire? ¿Te sucede algo?

- No es nada. Creo que es por la cebolla.

- Pero aún no la haz cortado. – En eso Sapphire me quito de encima de ella y comenzó a cortar las cebollas por si misma.

- Bien. Ocúpate de ello mientras yo preparo el resto. – En eso prepare la carne y la empecé a suavizar, mientras que en una hoya grande le vaciaba el agua para hervirla preparara la sopa. – Con eso es suficiente Sapphire. Ahora ponlas todas en el agua y observa como se hace un estofado.

- Bien. – Sapphire afirmo y vacío todas las verduras que le pedí a la hoya y le mostraba como se debe de preparar lo demás.

Con todos los platillos preparados y servidos en la mesa, Sapphire se veía en realidad deslumbrante de su emoción por la primera vez que preparaba algo que comer. Se le podía notar en sus brillantes ojos lo feliz que se encontraba.

Terminando la cena, ella me dio un beso en la mejilla y me susurro al oído que si quería el resto de la recompensa que subiera a su habitación en un par de minutos. Yo no sabía lo que en realidad tramaba, pero me sentía muy tenso y nervioso de lo que pudiera pasar. Pues al subir por las escaleras, mis piernas empezaban a temblar.

- Ya llegue Sapphire. ¿Cuál era la sorpresa que me tenías? – Pero al abrir la puerta, ella se lanzo con su espalda contra mí, que ambos caímos al suelo.

- Perdón Ruby. Es que mi vestido se había quedado atorado con algo y no lo podía zafar. – Me dijo mientras estaba sentada arriba de mí. Preocupada del golpe que me dio sin querer, mientras que vestía el conjunto que le había arreglado el día que nos dejaron solos.

- No te preocupes. Estoy bien. Pero sabes una cosa… Luces muy bien en el. – En eso Sapphire se abalanzo sobre mí, intentando darme un beso, pero fuimos interrumpidos por culpa del timbre de la casa. El cual nos dio un susto y nos puso nerviosos al querer intentarlo. – Ha… veré quien es el que toca. – Le hable nervioso, mientras bajaba por las escaleras.

- S…si, mejor revisa quien es. – Me respondió con la cabeza agachada y con su cara completamente roja.

- ¿Diga, que quiere? – Pregunte aún rojo de la cara a la persona que estaba fuera.

- Disculpe, ¿no tendrá un poco de azúcar que me preste? – Pregunto un anciano vecino de enfrente de la casa de Sapphire.

- ¿Solo por eso vino a molestar? ¿Qué no ve que de tarde es? ¿Por qué es que viene a pedir algo como eso ahora? – Grite hecho fuego al sujeto de afuera que salio corriendo sin más que decir. – Sapphire. Ya paso todo, solo era alguien que solo vino a molestar. ¿Así que quieres continuar? – Pero cuando subí al hacer esa propuesta con lo que tuve que reunir todo mi valor como para decirlo, ella ya se encontraba recostada en su cama. – Parece que todo esto te dejo agotada. ¿No? En ese caso, será mejor que descanses. – Susurre entre silencio a Sapphire, mientras que la arropaba entre sus cobijas y le daba un suave beso en su frente. – Buenas noches. Mañana tendremos mucho que hacer.

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