La vida de Jeon Jungkook ha dado un giro de 180 grados. Una terrible enfermedad le ha arrebatado todo, dejándolo completamente solo y devastado, Jungkook no sabe cómo enfrentar su nueva realidad ya que ha perdido todo cuando la vida apenas comienza.

Pero ¿Todo habrá terminado? O tal vez será una segunda oportunidad para volver a vivir todo nuevamente. Una segunda oportunidad para volver a vivir, amar y ser feliz.

¿Las segundas oportunidades son posibles?

Como pude me puse su bata, aun tiene un poco de su aroma; jacintos y tabaco, y en lugar de hacerme sentir mejor, simplemente quiero llevar a cabo mi plan. Aprovechando el impulso me trepé en el coche que era de ambos, sigo teniendo sus cosas en él, creo que es más fácil que deshacerme de todo.

Ya en el camino puse el reproductor de música, su disco favorito comienza a sonar y emprendo mi camino hacia el Golden Gate, y claro como parte de la ironía está comenzando a llover, dando aun mas color a mi dramatismo, mi madre siempre me ha dicho que soy el rey del drama. Y ahora mismo se que es verdad. Amparado por el ruido de la lluvia estoy cantando como histérico sabiendo que esa canción jamás se la podré cantar y también sabiendo que mientras pude hacerlo jamás lo hice, porque soy un maldito estúpido.

A través de los limpia parabrisas ya se divisa el puente, es inmenso e imponente, rojo y atascado de automóviles. Sin importante absolutamente nada las groserías que me gritaban los demás, me afirmé al barandal y pasé hacia el otro lado.

─ ¡Ay madre! Si que esta bien alto, bien a lo que vine ─ un fuerte viento me azotó y por poco y me suelto ─ Jeff...te amo.

Le grité al viento y en mi interior al igual que una herida abierta y mortal sentó como me desgarré con cada silaba ─ si tan solo no te hubieras ido...─ Y soltando poco a poco el barandal y antes de que el vértigo llegara a mi cabeza, mi decisión estaba tomada y di un paso a la nada, el que sería mi último paso.

Y después de mucho tiempo sonreí.

─Ahora estaré contigo, ya nada más importa.

Y salté.