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Capítulo 45 (Sin Editar)

Ellie daba vueltas como loca por toda la habitación.

Sabía que le había prometido a Liam mantenerse calmada pero era imposible, no después de lo que había dicho.

No comprendía del todo que estaba pasando, pero si sabía que tanto Will como su hermano estaban en peligro en ese momento. Y ella estaba ahí sin hacer nada.

Trato de repasar los hechos acontecidos recientemente.

James era el esposo de Elena Evans, una mujer a la que desde que cruzó palabras con ella la primera vez le pareció simpática y agradable.

¿Cómo podía ella ser la esposa de ese monstruo?

William y Liam andaban investigando a James sin ningún tipo de protección.

¿Se habían vuelto locos acaso?

Muchas cosas estaban calzando al fin en su mente.

El día de la fiesta en el restaurante nadie vio entrar ni salir a nadie sospechoso.

Recordó la expresión de pánico de Will cuando ella le dijo el nombre de James, ahí mismo su prometido debió empezar a atar cabos.

En varias ocasiones Will le había preguntado como recordaba físicamente a James y Ellie le describió seña tras seña de ese hombre pero el joven jamás le dio una explicación del porque de las preguntas.

-Vamos William, llámame -pedía observando la pantalla de su móvil y ver que no había ni un solo mensaje, ni siquiera de la compañía de telefonos.

Llevaba más de una hora sin tener noticias.

Ellie no era muy daba a la religión pero en ese momento necesitaba llegara a alguna especie de acuerdo con Dios para tanto William como Liam regresarán sanos y salvos a casa.

Se arrodilló al pie de la cama y junto sus manos.

-Dios, no sé ni por donde empezar, sé que jamás tuve una relación muy estrecha contigo y también sé que no existe excusa para eso pero por favor, te imploro que cuides a Will y a Liam...también a Elena, ellos son buenas personas que no merecen salir lastimados por mi culpa -Ellie dejó de hablar debido a que se le había formado un nudo en la garganta. Tomó aire y continuó-. Te prometo que de ahora en adelante haré bien las cosas, solo no dejes que les ocurra nada malo. Amén.

Se sentó en la cama a esperar noticias pero sentía que cada segundo que transcurría eran horas.

Su estómago rugió sonoramente y a pesar de que ella no quería comer se obligó a hacerlo, le había prometido a la doctora a comer adecuadamente sin importar que.

Estaba degustando un pedazo de pastel de pollo de la noche anterior cuando entró un mensaje a su buzón.

Dejó la comida a un lado y corrió a ver de quien se trataba.

Era de Will.

"Mi amor espérame en diez minutos en el estacionamiento."

Ellie sonrió y sintió que se le quitaba un enorme peso de encima. Will estaba bien y su hermano seguramente también.

"De acuerdo" contestó ella.

-Gracias a Dios.

Rápidamente se lavó los dientes y se arreglo, colocándose un abrigo bastante grueso, ya era tarde y afuera estaría haciendo un frío del demonio.

Tomó su móvil y lo guardo en la bolsa de su abrigo.

Bajó por el elevador muy a su pesar ya que era el único modo de llegar hasta el estacionamiento.

Cuando el aparato del demonio llegó al estacionamiento Ellie salió corriendo de ahí y se marchó hasta donde Will dejaba su auto aparcado.

Había calculado los diez minutos bien así que se preocupó cuando no lo vio aparecer por ningún lado.

Su cuerpo se puso alerta cuando un hombre de gran tamaño y musculatura se acercaba a ella.

Retrocedió para darle espacio, tal vez el hombre se dirigía al auto que estaba detrás de ella.

Cuando lo tuvo a una distancia mínima notó que habían varias manchas rojas en su camisa marrón, el vello de la nuca se le erizó y sintió pánico nuevamente.

Ellie se dispuso a irse de regreso al ático cuando el hombre la tomó del cuello y colocó un trapo húmedo en su nariz y boca.

El aroma dulce que desprendía el trapo le provocó nauseas de inmediato.

En ese momento miles de cosas pasaron por su mente pero lo principal que le gritaba su subconsciente era que contuviera la respiración que si llegaba a inhalar lo que sea que eso fuera estaría perdida.

Luchó con fuerza para quitar ese trapo de su nariz pero ese sujeto era mucho más fuerte que ella así que Ellie le clavó las uñas en las manos al tiempo que con su pie lanzaba un golpe en la espinilla del hombre.

-Hija de puta...

Funcionó, el hombre la soltó y Ellie comenzó a toser como loca mientras que corría desorientada en cualquier dirección.

¿Quién era ese hombre y qué quería con ella?

Estaba segura de que jamás en su vida lo había visto así que no entendía porque razón la había atacado.

De inmediato recordó el mensaje de William pidiéndole que lo esperara en el estacionamiento y sintió que su mundo caía a sus pies al darse cuentas de que su prometido jamás había escrito ese mensaje.

Will nunca le hubiese pedido que saliera a ningún lado sin él a la par de ella.

Había sido una trampa para hacerla salir del ático y ella había caído como una idiota.

-Ven aquí muchachita -Ellie volvió a sentir el trapo cubriendo su nariz otra vez pero esta vez la falta de aire la traicionó, gritó a todo pulmón pidiendo ayuda, incluso pateó varios autos para hacer ruido pero nadie llegaba a ayudarla y sin poder evitarlo perdió el conocimiento mientras pensaba en que le habían hecho a William.

******

Liam iba en la ambulancia en la que estaban trasladando a William hacia el hospital.

El hombre iba demasiado pálido y con una herida en el pecho que no se veía nada bien.

Los paramédicos que iba revisando las constantes vitales de William estaba demasiado serio para el gusto del ojiazul.

William no podía morirse. Eso sería algo más que agregar a la lista de cosas que jamás se perdonaría en la vida.

Desde que había hablado con él antes de ir a dejar a Kendall al edificio Liam supo que William no le haría caso de esperarlo a como él se lo había pedido así que apenas dejó a salvó a su hermana llamó a su amigo de la policía de New York y le pidió que refuerzos llegaran hasta el restaurante de Elena Evans.

Cuando llegó al restaurante todo hecho un desastre, las mesas tirada al suelo, varias piezas de la cristalería quebradas en el suelo, el lugar estaba en silencio pero su instinto le decía que eso no era nada bueno.

Tomó su arma y revisó toda la planta baja del restaurante, con mucho cuidado de no hacer ruido y al no ver a nadie se dirigió al la segunda planta, donde al parecer las cosas no pintaban nada bien tampoco.

Al subir el último escalón observó a dos figuras tiradas en el suelo y corrió al reconocer de quienes se trataban olvidándose así de cualquier peligro que pudiera haber en el lugar.

-William -dijo al observar a su cuñado inmóvil en el suelo. Tenía la cara inflamada, llena de golpes y sangre, andaba su uniforme de trabajo aun y estaba empapado de sangre-. Señora Evans

Liam necesitaba actuar con la cabeza fría, si entraba en pánico no podría ayudar a ninguno de los dos.

Llamó al servicio de emergencias y notificó la situación, le hicieron mil y un preguntas y estuvo a punto de mandarlos al diablo, pero los necesitaba con urgencia.

-Ya viene la ayuda -dijo Liam sin saber a quien le estaba hablando realmente. William estaba frío e inconsciente y Elena Evans estaba delirando y diciendo cosas sin sentido.

La policía no tardó en llegar y hacer una revisión exhaustiva y la primera conclusión a la que llegaron fue la de un robo, o eso creían hasta que Liam contó todo acerca de las sospechas en contra del marido de Elena y la llamada llena de preocupación que le había hecho William.

Su amigo le prometió encargarse personalmente de la investigación mientras él se ocupaba de William.

La ambulancia que transportaba a William llegó al hospital -al mismo tiempo que se retiraba la que había llevado a Elena-, y de inmediato los paramédicos comenzaron a hablar con un grupo de doctores que los esperaban en la entrada de emergencias. Liam no comprendió ni la cuarta parte de la que decían.

Se detuvo cuando los médicos ingresaron a una sala que tenía un letrero enorme que decía "Prohibido el paso. Acceso solo a personal médico".

-Señor, disculpe -alguien lo llamó por detrás y se encontró con una joven de cabello negro, delgada, bajita y con unos ojos marrones llenos de preocupación. Le calculaba la misma edad de Kendall -. ¿Ese hombre que acaba de ingresar al quirófano era el doctor Stewart?

-Si -apenas respondió Liam pensando en que diablos le diría a Ellie ahora. No podía mantenerla en la ignorancia de ese hecho tan grave, pero por el momento debía contactar a los padres de Will para que estuvieran al tanto de la condición de su hijo.

-¡Oh por Dios! -la chica morena se tapó la boca con una mano-¿Qué le ocurrió? No hace mucho que salió de aquí en excelente estado.

Liam no tenía tiempo para dar explicaciones.

-¿Qué tan bien conoces a William? -le preguntó a la chica mientras se frotaba la nuca, estaba demasiado tenso.

-Soy su asistente -respondió la joven mientras las lágrimas caían de sus ojos.

-Perfecto. Ve y llama a su familia e informales lo que esta pasando.

La mujer no lo dudo ni dos segundos y salió corriendo alejándose de su vista.

Liam se sentó en una de las sillas de la sala de espera mientras apoyaba las manos en sus rodillas.

Nunca debió permitir que William se involucrará en nada correspondiente a James, era solo un civil más y ahora por su error estaba pagando las consecuencias.

No sabía como enfrentaría a su hermana para decirle que su novio había sido atacado por ese malnacido que había abusado de ella de todas las maneras posibles.

Necesitaba saber primero que todo como estaba su condición y luego le daría la cara a Kendall.

Las horas pasaron y nadie salía a decir nada sobre el estado de William ni Elena.

-Natalie, ¿dónde está William? ¿Qué pasó?

Liam levantó la cabeza al escuchar una voz femenina mencionando a William.

Era una mujer que rondaba los cincuenta y tantos, cabello oscuro amarrado en una coleta alta. Era muy parecida a William.

-Barbara, los médicos aun están en el quirófano con el doctor Stewart -le informó la mujer del área de información -. Apenas haya alguna noticia ellos saldrán a informarlos.

-¿Y Elena? ¿Sabes algo de ella? -insistió la que debía ser la madre de William.

-Aun no tenemos información sobre ella tampoco, lo siento.

La mujer se dirigió hasta donde se encontraba Liam y se sentó en la silla aledaña a la de él.

Liam tomó la decisión de no presentarse ante la madre de su cuñado ya que no estaba en las condiciones para responder a las preguntas que sabía ella le haría.

Decidió esperar por noticias en silencio mientras observaba a la mujer al lado suyo rezar y temblar.

Verla a esa mujer le recordó mucho a su madre cuando Kendall desapareció de casa, solo sabía pedirle a Dios que le regresara a su hija sana y salva, y hasta la fecha lo seguía haciendo.

Unos minutos después un hombre de una edad similar a la madre de Will se acercó a la mujer y la abrazó para darle consuelo.

-¿Qué has sabido de nuestro hijo? -le preguntó mientras mantenía el abrazo y Liam vio como los ojos se le cristalizaban al hombre debido a las lágrimas que se estaban acumulando en ellos.

-Nada, no salen a decir nada -se quejó la mujer-. Esta agonía me esta matando. ¡Yo no puedo perder a mi otro hijo! -sollozó.

-Deja de decir eso Barbara, William es fuerte y resistirá lo que sea -dijo con vehemencia el hombre, tragando grueso-. Nuestro chico es fuerte.

Liam sentía que la culpa carcomía cada fibra de su ser. De no ser por su culpa William no estaría entre la vida y la muerte.

Su batalla interna fue interrumpida por una voz ronca y fuerte.

-Familiares de Elena Evans.

Los padres de Will se pusieron de pie en un brinco al escuchar el nombre de Elena. Liam solo prestó atención.

-Su esposo esta fuera de la cuidad por un viaje pero su sobrina ya fue avisada y esta en camino -dijo el padre de Will-, nosotros somos sus amigos. ¿Cómo esta ella?

La cara del médico no era muy alentadora.

-Lo lamento mucho pero no pudimos hacer mucho, la señora Evans ingreso al quirófano bastante delicada, varias de sus arterias fueron dañadas, hicimos todo lo que estaba en nuestras manos...

La señora Stewart lloró al recibir la noticia del fallecimiento de su amiga y Liam sentí mucho su muerte también pero a pesar de ello su mente estaba procesando lo que el padre de William había dicho.

James estaba fuera de la cuidad.

¿Cómo era eso posible? El día anterior lo había seguido como normalmente lo hacía y a no ser de que Liam se hubiese vuelto loco podía jurar sobre fuego que ese desgraciado estaba en New York. Él había sido quien mató a Elena.

Apretó la mandíbula con fuerza para no decir nada.

-Doctor, ¿y nuestro hijo cómo está? -Liam regresó a la realidad nuevamente al oír esa pregunta dirigida al médico.

-Aun sigue en el quirófano -se limitó a decir el hombre antes de dar media vuelta y marcharse.

Liam estaba agotado, desde hacia varias semanas atrás no dormía bien y estar sentado en una silla la hacia querer caer en la inconsciencia, pero tampoco se podía levantar y ponerse a dar vueltas por todos lados ya que eso lo ponía histérico .

Los padres de William hablaban entre ellos en voz queda y entre los dos se daban ánimos.

-Familiares de William Stewart.

Liam estuvo a punto de caerse debido al susto que se llevó al oír la voz del médico que había ingresado con William al quirófano.

-Somos sus padres -la señora Stewart se apresuró a decir.

El médico les sonrió con amabilidad.

-El Señor Stewart acaba de ser llevado a la unidad de cuidados intensivos, esta bastante delicado aun así que hay que esperar al menos veinticuatro horas a ver como reacciona a la operación a la que fue sometido. Fue un verdadero milagro que ningún órgano vital fue dañado.

Los familiares de Will se abrazaron con fuerza, festejando que su hijo estaba con vida a pesar de que eso no garantizaba que estaba fuera de peligro aun.

Liam quería seguir escuchando pero su móvil sonó y tuvo que verse obligado a salir.

Por un segundo creyó que se trataría de Kendall pero el identificador le decía que era su otra hermana, Quinn.

-¿Qué quieres, Quinn? -preguntó sin tomarse la molestia en saludar.

-¿Estás con Kendall? -le respondió ella con otra pregunta.

-No, ella esta en el piso de William, ¿por qué?

-Llevamos un buen rato tratando de comunicarnos con ella pero no contesta el móvil ni las videollamadas.

-Ya son casi las diez de la noche, debió quedarse dormida -trató de calmarla Liam.

-Lo sé -continuó Quinn-, pero llevo horas tratando de comunicarme con ella y con William, ninguno contesta. ¿Está todo bien por allá?

Liam necesitaba desahogarse con quien fuera y quien mejor que su hermana, además debía advertirle que tuviera cuidado con Leila y Chris ya que no tenía ni idea de donde estaba metido James.

-¿Estás sola? -no quería que ni sus padres ni Leila supieran lo que había ocurrido.

-Espera un segundo...

Liam aprovechó para subir a un taxi que acababa de dejar a una pareja en la entrada de emergencias y le indicó la dirección del edificio en el que vivía William.

... Ahora estoy sola -Quinn volvió a hablar-. ¿Que ocurre?

-William fue atacado y acaba de salir del quirófano -dijo soltando el aire que estaba reteniendo.

-¿Fue ese hombre? -Liam comprendió a quien se refería Quinn.

-Estoy seguro de que fue él pero se supone que no esta en la ciudad así que no tengo idea de que rayos esta pasando -se sentía tan frustrado en ese instante. No podía hacer nada hasta que Will reaccionara y le explicara que demonios había ocurrido en ese restaurante.

-¿Y Kendall cómo está tomando la noticia?

-No me atrevo a decirle -confesó Liam cuando el taxista estaba a punto de llegar al edificio.

-¿Otra vez estás culpándote de cosas sobre las que no tienes el control? -lo regañó Quinn.

-Me tengo que ir, te llamo luego -Liam no le dio oportunidad a Quinn de continuar.

Bajó del taxi y no se sorprendió de ver a su amigo Andy Larson al lado de su auto frente a la entrada del edificio de William.

-Andy -lo saludó Liam. No esperaba verlo ahí.

-Necesitamos hablar -su amigo estaba serio y eso no implicaba nada bueno.

-¿Qué sucede? -Liam vio al recepcionista del edificio hablando con un oficial de policía.

-Nos llamaron hace más de una hora debido a que creyeron que alguien había entrado a robar autos al estacionamiento ya que varias alarmas se activaron -comenzó a decir Andy mientras observaba el semblante de Liam-. Revisamos las cámaras de seguridad y deberías ver esto.

Liam siguió a su amigo hasta el cuarto de seguridad del hotel. Un escalofrío estaba empezando a recorrer por su columna ante la extraña sensación que se estaba apoderando de su mente.

Andy le ordenó a todos los que estaban en la habitación que salieran.

-Te prometo que haremos todo lo posible por encontrarla -le dijo el hombre mientras presionaba play al vídeo.

Lo primero que Liam observó fue la imágen del ascensor del piso de Will abrirse y ver a su hermana salir corriendo de este mientras observaba en todas las direcciones posibles.

Liam se puso alerta al instante.

¿Qué rayos hacía Kendall fuera del ático?

El vídeo saltó hasta ver a Kendall de pie por más de quince minutos en el lugar donde William estacionaba su auto, segundos después un hombre se acercó a ella lo cual la hizo retroceder.

Las siguientes imágenes dejaron a Liam con la boca abierta y con el corazón en la garganta.

Kendall, luchando para liberarse de ese hombre, golpeando todo a diestra y siniestra. Incluso los autos.

El sujeto la subió -ya inconsciente- a un auto negro y sin placas y salió del estacionamiento como si nada.

-Esto no puede estar pasando. Se la llevaron -murmuró aturdido por lo que sus ojos estaban viendo. Estaba temblando debido al ira, al enojo y sobre todo al miedo de saber que su hermana había sido secuestrada nuevamente estando bajo su responsabilidad.

-Tranquilízate Littleton -Andy le puso una mano en el hombro y Liam se la sacudió de inmediato.

-¿Cómo me voy a tranquilizar si se acaban de llevar a mi hermana nuevamente? -le gritó Liam presa del pánico.

Andy Larson conocía todo acerca del caso de Kendall, en realidad él había sido quien le informó a Liam la primera vez sobre Ellie Rainer y la remota posibilidad de que fuera su hermana.

-Tu hermana te necesita calmado y no en ese estado -lo regañó el hombre haciéndolo que se sentara en una de las sillas que habían en el cuarto-. No dudes ni por un segundo de que vamos a encontrarla -añadió para darle aliento.

Liam tenía que creer eso también. Encontraría a Kendall de una u otra manera. Y ese maldito lo mataría con sus propias manos.





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