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Capítulo 32 (Sin Editar)

William se encontraba buscando a Ellie por todo el Salón del restaurante, necesitaba hablar con ella y explicarle porque razón no había ido a buscarla aún y porque diablos había asistido al evento con Lori. La recepción ya había terminado, así que debía estar por algún lado.

Se llevo una sorpresa enorme al verla como la host en el lugar, pero se sorprendió aun más el verla tan decaída, podía incluso jurar que estaba más delgada.

Su corazón palpitaba a cada segundo con más rapidez al saber que ella estaba cerca, solo era cuestión de buscarla y estaría frente a ella nuevamente.

Pero Lori estaba empeñada en no dejarlo en paz ni un segundo.

-Lori, basta --Will trato de ser cordial, pero al parecer eso no iba a funcionar con la pelirroja -. Acepte a venir aquí hoy contigo porque prometiste que si lo hacia no dirías nada acerca de Ellie a las autoridades, y ya cumplí.

-William, yo te amo, siempre te he amado -sollozo la mujer detrás de él.

William dejo de buscar a Ellie y le dedico una mirada de fastidio a su amiga.

-Yo te quiero, Lori, pero nada más como un amigo, siempre he sido honesto contigo.

Las lágrimas se derramaron de los ojos de Lori y William se sintió mal de inmediato. No quería hacerle daño a Lori a pesar de todo.

-Te vas a arrepentir de esto que me estas haciendo, William -Lori le dio la espalda y se marchó.

William nunca tuvo la intención de lastimar a Lori, era su amiga y la quería mucho, pero más como una hermana que como pareja.

-William -Elena lo interceptó cuando se dirigía a la cocina a buscar a Ellie.

-¿Lena, has visto a Ellie?

-Es exactamente lo que te iba a preguntar a ti. No hace ni cinco minutos estaba aquí conmigo.

Ambos ingresaron a la cocina y se quedaron inmóviles al ver la escena que había en el lugar.

James, el esposo de Elena esta acariciando el rostro de una mujer inconsciente que estaba tirada en el suelo, y no era cualquier mujer, era Ellie.

-James.

El hombre, al escuchar la voz de su mujer se apartó y se volteo hacia ellos.
Will pudo ver una sombra oscura debajo de la mirada azul de James y de inmediato sintió que debía acudir en ayuda de Ellie.

-Ellie -William se acercó a la joven y con esto hizo que James retrocediera.

Observó detenidamente a Ellie, estaba muy pálida, y respiraba con dificultad. Le tomó el pulso y este estaba acelerado.

-Elena llama al servicio de emergencias -la petición de Will sonó más bien como una orden.

-¿Ella está bien? -preguntó Elena, bastante afectada mientras marcaba el nueve uno uno.

Will apenas movió la cabeza de Ellie y se percato de dos cosas, la ojiazul tenía un corte no muy grande en la parte posterior de la cabeza, pero si lo suficiente como para que este sangrara y estuviera inconsciente. Y lo segundo era que tenía una de sus mejillas golpeada y se le había inflamado. La misma mejilla que James había estado acariciando.

¿Quién diablos la había pegado?

-¿James, sabes que fue lo que ocurrió?-preguntó, no le quito la mirada de encima al hombre que también lo estaba encarando.

-Entre a la cocina segundos antes que ustedes y me encontré con la chica ya en ese estado -James le respondió mientras se agachaba y le volvía a acariciar la mejilla a Ellie -. Tiene un golpe muy feo en la cara.

William no entendía por qué, pero no se fiaba de la respuesta de James, parecía muy calmado ante el hallazgo de una persona desmayada en la cocina de su restaurante.

-¿No viste a nadie salir antes de que tu la encontraras? -prosiguió William, James negó con la cabeza -. Ellie, cariño , todo va a estar bien -Will le susurro al oído, le acarició la mejilla que tenía golpeada.

La puerta de la cocina se abrió nuevamente y Will vio por el rabillo del ojo que se trataba de la compañera de Ellie, Rose, quien pegó un grito debido a la impresión de ver a esta en el suelo.

-Oh por Dios, Ellie -la chica se agacho hasta quedar de rodillas en el suelo junto a su amiga.

-¿Podrías llamar a Leila? -le pidió Will a la joven.

-Leila se marchó hace rato y se fue por Chris donde lo estaban cuidando -respondió Rose, Will notó que estaba viendo a James con bastante curiosidad.

-¿Quién son Leila y Chris? -preguntó James, evidentemente intrigado.

-Son la hermana y el pequeño hijo de Ellie -le respondió Elena. James abrió mucho los ojos evidentemente sorprendido -. Deberían avisarle cuando ya este en el hospital -agregó la mujer acercándose a Will para reconfortarlo -. Ella va a estar bien.

-Rose -Will se dirigió a la joven morena y esta lo volteó a ver asustada -. Cálmate, Ellie estará bien. Necesito que me respondas lo que te voy a preguntar -la chica asintió con la cabeza -. ¿Ellie se ha desmayado con anterioridad?

-No. Pero, últimamente no ha estado comiendo como es debido -respondió la joven poniéndose colorada de repente.

Will se sintió culpable de inmediato y supo que eso se debía a él.

Suspiro frustrado y paso las manos por la nuca para calmar la tensión que se estaba empezando a apoderar de él. Ellie lo necesitaba calmado.

Pocos minutos después la ambulancia llego y William insistió en ir con Ellie y que la llevaran hasta el hospital en el que él trabajaba. Ahí podría tener mejor control de la situación.

Cuando llegaron, una de sus colega, la doctora Ries, se encargo de suturar la cortada en la cabeza de Ellie y de proporcionarle todos los cuidados adecuados. Incluso le hicieron una prueba de sangre para descartar alguna anemia o cualquier otro mal.

La doctora le dijo que Ellie estaba bien, que solo necesitaba descansar.

Observó a la chica dormir en esa camilla y de inmediato quiso golpearse por su estupidez.

Había decidido alejarse por su bien personal, Ellie ya tenía al padre de su hijo junto a ella, ¿por qué razón querría estar con él?, pero por más que había intentado no ponía sacarse a esa mujer de su mente ni mucho menos de su corazón, estaba irremediablemente enamorado de ella, no importaba si se llamaba Ellie o Kendall, él estaba enamorado de la mujer que le sonreía cuando lo veía llegar, que le tomaba la mano sin que él se lo esperara cuando iban por la calle, de la mujer que lo esperaba con los brazos abiertos cuando él llegaba a verla después de largas jornadas de trabajo, de la dulce madre y hermana que era.

-Perdóname, linda -susurró, le besó las manos heladas.

Tocaron la puerta de la habitación y la cabeza de Elena se asomó detrás de ella.

La mujer le ofreció una sonrisa apenada.

-¿Cuál fue el diagnóstico? -preguntó en voz baja, sentándose en la camilla, justo al otro lado de Will. Apartó unos mechones de cabellos del rostro de Ellie.

William siempre sintió pena por Elena, cuando se enteró de que no podía ser madre prácticamente enloqueció y James, su esposo nunca la dejo sola, cosa que Will aún le agradecía. Elena era una gran mujer y amiga. Con el pasar de los años, Elena se fue haciendo a la idea de que no sería madre así que ponía todo su amor y empeño en su esposo, su sobrina, su trabajo y las asociaciones benéficas en las que estaba involucrada.

-Esta bien, nada de mucho cuidado -William volvió a examinar el golpe en la mejilla de Ellie. La inflamación había bajado un poco

-¿Y por qué sigue sin despertar?

-Solo esta durmiendo, debe estar muy agotada -la calmó William.

-Me agrada esta chica -confesó Elena -. No me malinterpretes, adoro a Lori, es como mi hija, pero Ellie es... siento una paz cuando estoy cerca de ella...

Will comprendía a que se refería Elena con eso.

... Ella es la mujer adecuada para ti.

-Disculpen.

James ingreso a la habitación y se acercó a su mujer.

-Cariño es hora de que vayamos a casa -le susurró a Elena, pero sin apartar la mirada de Ellie.

-De acuerdo - dijo Elena, ajena a la extraña expresión de su marido -. Avísame como sigue por favor.

-Claro que si Lena -Will se despidió de su amiga con una tenue sonrisa -. James -se despidió del marido de esta.

-Hasta pronto William -se despidió James con una sonrisa que le provocó un escalofrío.

William se olvidó del hombre apenas salió por la puerta y se concentró en Ellie y en que le diría cuando esta despertara.

Salió un momento de la habitación para ver si podía contactarse con Leila y se topó de frente con Rose.

-Doctor Stewart -murmuró ella volteando a ver a todos lados.

-Rose,¿has podido hablar con Leila?

-Sí, viene para acá, dejará a Chris con su novio -se apresuró a decir la chica -. Pero no es por eso que lo estoy buscando.

-¿Qué pasa entonces? -Will estudio la expresión dudosa de la chica.

-Ese hombre, el que estaba con la señora Evans... él llego a buscar a Ellie al trabajo hace casi dos semanas -Rose tenía los ojos llenos de lágrimas y se escuchaba molesta -. Después de la ambulancia se fuera del restaurante ese sujeto me amenazó, me dijo que no dijera nada acerca de su visita el otro día o me iba a ir mal. Nunca me han gustado las amenazas y ese hombre no me agrada, y no creo que a Ellie le agrade tampoco.

William frunció el ceño al escuchar semejante cosa.

¿Por qué demonios James había buscado a Ellie? ¿Y, por qué rayos amenazó a esa chica para que no hablara?

Si William había desconfiado antes de la actitud extraña de James, ahora con lo que le estaba contando Rose sus sospechas estaban claras. James conocía a Ellie de algún lado y al parecer el hombre no quería que nadie se diera cuanta de eso.

No importaba como, pero William iba a llegar hasta el fondo de ese asunto.

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