NARRADOR

¿Qué tan miserable tiene que haber sido tu vida para matar y robar la identidad de otra persona? Se preguntaba Brady observando el cuerpo mal herido del hombre quien le había quitado a sus dos hermanos. En ese punto no tenía idea con quien había hecho negocios, solo sabía que era un fraude y muy peligroso.

—Lo mataste—pregunta su hermana y niega.

—No.

Suelta a su hermana, regresa por el cuerpo y lo sienta en la silla que horas antes ocupaba Des quien mal herida corre hacia el baúl de dónde saca la libreta escondiéndola en su pantalón. Una rápida mirada al viejo baúl le hizo soltar una maldición. En el viejo objeto solo existían los documentos de Spike Roosevelt, muchos recortes de periódico de Gael Doyle, un diario, también los documentos de todos los hijos de Igor Swift.

—Es mentiras, todo lo que dijo ...—murmura y Brady observa el documento.

Toma el recorte de periódico que tiene la foto del Gerald Doyle y no se sorprende por lo que ve, ya ha tenido tiempo de acostumbrarse. Lo único que no se repone es que su jefe supo siempre que Cas estaba en peligro. El tipo no estaba bien de la cabeza y por años ha fingido ser quien no es, Hayden lo sabía y nunca lo alertó.

—No lo es —es todo lo que logra decir, porque en segundos, el apartamento se llena, un hombre trigueño alto de cabello largo recogido en una coleta entra a la vieja casa acompañado de cinco más.

—Llévenselo —solicita a dos de sus guardaespaldas y mira a Brady —¿Ibas a venderlo?

La tensión está en el ambiente, Brady hace a su hermana atrás suyo para protegerla, tres hombres lo rodean y esperan la orden de su jefe.

—Mató a mi hermana y a mi hermano... —le recuerda y le tira en a sus pies el registro de todos los Swift.

—Vivió con el cadáver de Cas por más de un año —habla Des en un intento de calmar la furia de Hayden detrás de su hermano.

Le había pedido a Brady la dirección de Cas una vez supo su hermana estaba teniendo problemas, pero se negó en darla. Debió creerle cuando le dijo que si alguien tenía problemas psiquiátricos era Charly y no su hermana, había convivido con él lo suficiente para darse cuenta que era un hombre peligroso y con problemas mentales. Constantemente le dijo a su hermana que lo dejara, pero siempre se negó, aseguraba Charly no era capaz de dañarla o hacer algo en su contra, porque la amaba.

—¿Qué estas diciendo? —pregunta dando un paso hacia la trigueña y su hermano vuelve a escudarla.

—Si vieras las noticias lo sabrías—le responde a quien está seguro en este instante no volverá a ser su jefe. —Des desapareció y aunque lo negara sabía que él estaba al tanto de donde estaba ¿Por qué no decirme la verdad? Mi hermana estuviera a salvo...

—Por qué no era tu asunto...

—¿No era mi asunto? Es mi hermana —insiste con los puños apretados —te he servido fielmente por años ¿No merecía de tu parte ese favor?

—¿Qué sucedió exactamente? —le pregunta a Des, ignorando los reclamos de su empleado al tiempo que, un hombre en bata blanca y con un maletín entra a la sala.

—¿No pretenderás...? —la pregunta queda inconclusa en los labios de Des, pues su hermano la mira y asiente.

—No pueden ir a la clínica porque llamaran a la policía—habla Hayden quien con eso les dice que no podrán hablar con las autoridades de nada — ambas heridas son superficiales.

Caminan hacia una habitación y agradece que la cama o por lo menos su cobija es limpia. Sostiene la mano de su hermano mientras del doctor rasga el jean y empieza a contarle.

Necesitaba ubicar a su hermana a como diera lugar, asi que se le ocurrió ir a la clínica en donde "supuestamente", estaban atendiendo a su sobrino. Allí recibió la noticia que el pequeño había muerto en una de las cirugías. El médico, le confesó que Charly tomó la noticia en una calma que asustaba, pidió verlo y luego solicitó estar solo con él, algo que le fue concedido en vista de las circunstancias.

—Se escapó con el cadáver del niño, pero eso no fue lo peor. Mi hermana nunca estuvo durante esa cirugía y el doctor solo la vio en una sola ocasión...

—Esto le va a doler un poco —le dice el doctor con un escalpelo en las manos, no mira en ninguna dirección, está concentrado en su labor y parece ajeno a lo que dice los tres. —no me dijeron que era una bala...

—Haga lo que tenga que hacer —responde y Hayden le ínsita a seguir —fue justo el día del parto, Cas le dijo al doctor que no quería hijos, menos si estaban asi de deforme... —muerde sus labios con fuerza al sentir el frio del metal cortar su piel y su hermano no suelta su mano en ningún momento. —le llamé y le dije que iría a su casa, ya sabía que estaba buscándome, me dio la dirección y llegué.

No tuvo mucho tiempo para hurgar, porque encontró solo cajas por todos lados y el baúl. Asi que se concentró en el objeto, encontró un diario de su hermana, la última hoja estaba fechada días antes de la operación del niño.

—Empezó a escribir días después del parto, —comenta sacando la vieja libreta de su abdomen y entregándola al hombre —no escribió mucho, pero lo suficiente para saber, que Charly evadía la realidad.

Desvariaba y decia que su hijo tenía mejorías, incluso ya podía mover sus extremidades, cuando eso era imposible. No podía tener una conversación sana, porque ella le decia algo y él entendía otra cosa. La dejaba encerrada en la casa con llaves, insistía en cuidar el jardín de rosas, y decir que estaba hermoso.

—La ataba a la cama antes de irse y le dejaba la agenda, lápiz para que le escribiera los cuentos al niño, que él le leería en las noches. Si lee la última hoja... —comenta y traga fuerte, porque le dolor físico ha perdido importancia en ese instante —allí dice que lo va a enfrentar, le dirá que el hijo está muerto y que a quien le cuenta o hace cuidar es un muñeco de 5Us.

No logró esculcar más dentro de la casa, porque un fuerte golpe la hizo perder el conocimiento y cuando despertó estaba en su vehículo y con rumbo a la pocilga en que se encontraban. Para Brady lo que sigue es fácil de deducir, ella logró enfrentarlo y una vez más el no aceptó la realidad, empieza a recordar, "¿Estás preparado para ser un padre soltero? Te dejará en cualquier momento." Le había dicho esa vez que lo citó cerca de su casa y llega a su mente la respuesta del hombre "Ella no se irá".

—Tuvieron un fuerte enfrentamiento porque la encontró queriendo dañar al bebé, aceptó que se fueron a los golpes. No llegó a mayores y me dijo que ella estaba muy arrepentida —no podía decir aquello mirando a Des.

Si no fuera tan orgulloso, pudo haber ignorado que Cas lo odiaba e ir a verla. Hacerle entrar en razón, sin dudas de estar unidos los tres, Cas no hubiera estado a merced de alguien como Charly.

Por mucho tiempo quiso acercarse, pero nunca tuvo éxito, debió insistir un poco más. Cas pudo morir en ese incidente o días después desangrada sin recibir ayuda, él estaba muy ocupado intentando entender su realidad.

Era hijo del malnacido de Igor Swift...lo supo el día en que le dieron los restos de su hermano. Una vez lo recibió y tras darle cristiana sepultura fue a su casa, con rabia destruyó todas las cosas de su madre. Allí encontró todo lo que necesitaba saber sobre Brady Duffy (él) y la mujer que lo trajo al mundo, dentro de los pocos recuerdos que su hermana conservaba de su madre, como reliquias.

Avis Geraldo, vino de Alicante (España) bajo engaños e Igor Swift era el culpable, tuvo mellizos y uno de ellos enfermó de neumonía a quien, dejó en una clínica, con una nota que fuera cuidado. Regresó al bar y fingió la muerte de su hijo, huyó cuando tuvo oportunidad con el hijo que le quedaba. Fue encontraba por Igor y asesinada al no querer decirle en donde estaba el otro hijo.

Brady fue entregado a una de las mujeres del bar para cuidarlo, meses después el bar fue intervenido y todas fueron liberadas. Si su madre hubiera aguantando un par de meses más quizás otro hubiera sido su destino. Una vez fuera la mujer se encuentra a Luisa León, le entrega a Brady diciendo que no puede tenerlo, porque tiene otro niño y Luisa en ese instante no tenía hijos. Luisa León vivía escondiéndose de Igor por lo que había hecho con su hijo y solo salió a la luz cuando supo estaba tras las rejas. Sus supuestas hermanas nacieron tiempo después.

—¿Brady? —Hayden llama y sacude la cabeza alzando la vista hacia él —te pregunté si puedo hacer algo por ti...

—Déjame en paz... —su respuesta no parece agradar a su ex jefe, no obstante, no se molesta en excusarse —eres culpable de la muerte de Cas.

—Tú... eres culpable, era tu hermana y tu deber era cuidarla —corrige su jefe —yo solo le estaba pagando a un amigo una deuda de honor, hace años Spike Roosevelt, salvó mi vida. Yo ignoré que mató a ese miserable en aquella casa y no me arrepiento, tu hermano era una maldita escoria.

Ambos eran huérfanos, vivieron en las calles por mucho tiempo, Spike siempre le protegió. Compartían no solo la desgracia de no saber quiénes eran, la miseria o el pan, también el hombre que había asesinado Spike y el sitio en que fue enterrado.

—Estuvo incluso recluido en un centro psiquiátrico—murmura —no volví a saber de él en muchos años, hasta que lo encontré aquí, con un bar propio, casado con tu hermana y fingiendo ser Charly—dice encogiéndose de hombros —no me importaba y ella era feliz, el decia que fue declarado limpio de satanás y quise creerle.

Ninguno de los hermanos responde, se limitan a ver al doctor dar los últimos trazos a su herida, y vendar su pierna. En toda la plática a estado ajeno a la conversación que se teja en torno a él. Escribe algo en una hoja que extiende hacia Brady, luego mira a Des.

—Es usted una mujer valiente señora —comenta—eso le ayudará a combatir la inyección...

Ayuda a Des a bajar, se acerca a Hayden a quien le quita el diario de su hermana y ambos hermanos salen tomados de la mano, cruzan la apestosa sala ante la curiosa mirada de los escoltan y llegan hasta la calle.

—¿Crees que puedas montar la moto? —pregunta con algo de miedo en su voz y su hermana sonríe.

—Debemos ir a la policía Brady —dice.

—Ve a casa, mi abogado hará todo ... —saca algo de su chaqueta y se lo extiende. Es una tarjeta con el nombre del investigador privado que su hermana lee y alza la vista hacia él —no te preocupes, no es nada ilegal, pero él te ayudará mientras yo regreso.

Conduciendo a la estación, sabe que a Hayden no le gustará que el entregué a su amigo, pero no tiene otra opción. Simplemente no puede permitir que la persona que mató a su hermana y casi mata a la otra quede impune. No tiene por familia a Gerald Doyle, está completamente seguro que él tiene el mismo pensamiento.

Su secreto de quien es en realidad morirá con él, porque no desea más tragedia en su vida, tampoco confundir a las únicas personas que le quedan en este mundo, por quien ha luchado para que sean felices. Detiene la moto en la entrada de su casa y le ayuda a bajar la acompaña hasta la entrada, una vez allí la suelta.

—¿Por qué no puedo saber a dónde iras? —le pregunta con curiosidad, en respuesta le entrega la formula.

—Llama a la tarjeta que te di y le dices que necesitas eso —le ordena señalando la formula, limpia su rostro manchado de tierra y sudor —voy a estar bien, mientras estoy ausente quiero que piensen muy bien... ¿Dónde vamos a vivir?

—¿Y Cas? —exige saber con la mano en el pomo de la puerta y negándose a entrar, sin antes obtener respuestas. —¿No estarás para el funeral?

—Estaré para el funeral... no te preocupes

—¿Sabes que mi hermano y ese tenían un lugar secreto? —le pregunta y niega confundido —Podríamos tener allí una fortuna ¿Sabes?

—Te equivocas, mi mayor fortuna está aquí frente a mí y se llama Desiré y Janeth...ahora entra —le dice empujándola dentro del apartamento—Janeth... cariño Des está aquí, por favor que no salga mientras estoy por fuera.

—¿Cuánto es esta vez Brady? —se escucha la voz en algún lugar del apartamento. —espero que sea la última...

—Lo prometo —responde haciéndole un guiño a su hermana sonriente.

—Te va a castrar —le advierte antes de cerrar la puerta.

(...)

Abre los ojos y se encuentra con un hombre de fríos ojos azules observándolo con detenimiento. Es un hombre joven por lo que puede ver alto y con mirada severa, lo recuerda como el jefe de los Doyle.

—Brady Duffy —dice. —mi nombre es Gino Doyle, pero creo que usted ya me conoce.

No puede responder, siente su cuerpo como si lo hubiera arrollado un tren. Lo observa revisar su ficha médica y luego corroborar algo en el monitor, durante unos minutos no dice nada, hasta que se sienta frente a él.

—Sé que no quiere ver a nadie de los Doyle o que su apellido se mezclé con el Swift —empieza a hablar, en ningún momento deja de verlo a los ojos y no hay como saber que está pensando en estos momentos. —tampoco nosotros en realidad, para todos usted fue un buen samaritano que nos ayudó.

—Tengo una familia, una hermana, esposa y un hijo en camino —se excusa — soy la única familia que les queda.

—El problema señor Duffy es que Gino Doyle, le gusta conocer el rostro a sus enemigos y a sus amigos —se cruza de piernas y Brady no puede pensar en otra cosa más que lo elegante que se ve. —y lo considero un amigo... No se parece a Gerald....

Brady sonríe buscando en su cerebro la respuesta adecuada y una vez la encuentra suelta el aire.

—No tendría porque, no somos nada, yo soy Duffy, él Doyle —la respuesta parece convencerlo porque asiente.

Realmente son mellizos, son producto de la fecundación de óvulos distintos, lo único que tienen en común es quizás es la estatura y o rubios. Aunque Gerald Doyle es mucho más rubio que Brady. Su visita se levanta y extiende la mano hacia él, que se queda viendo por unos instantes antes de tomarla.

—¿Él está ...?

—Lo estará —le interrumpe —y en cuanto a usted, un abogado lo está representando en estos momentos —saca algo de su bolsillo y lo deja en mitad de su vientre —no desconté de allí los honorarios de ese abogado.... Es un obsequio.

—Gracias —logra decir evitando mirar el contenido del cheque.

—A usted... siempre. No dude en tocar las puertas de mi empresa en cualquiera país en que se encuentre... ellas estarán abiertas para el hombre que le dio a mi hermano una segunda oportunidad. —responde antes de cerrar la puerta tras sí.

Ya solo en la habitación toma el pedazo de papel que gira hacia a él, una vez observa lo escrito sus ojos salen de sus orbitas al ver la cantidad de ceros que contiene esa cifra. ¿Qué clase de familia era esa?

—¿Qué mierdas? —murmura —¡joder!... aquí hay una fortuna. —exclama con una sonrisa.

Por fin puede montar un negocio legal, en donde su esposa, hermana y él puedan trabajar sin deberle un favor a nadie.