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Capítulo 9: Plan

Al llegar a la sala en donde recibía entrenamiento, Karin se sorprendió un poco al no mirar a Sakura por ningún lado, ¿quizás se le había hecho tarde? eso era lo más probable, los días que llevaba supervisandola, la pelirosa siempre llegaba primero, eso era bastante sorprendente, pero también hablaba de buena manera sobre Sakura.

¿Debía esperarla a que llegase? podía ser, era mejor hacerlo, o quizás era mejor comenzar ella misma el entrenamiento... pero era mejor esperar.

...

Veinte, treinta, una hora había pasado y la pelirosa no se presentó al entrenamiento, ¿quizás había surgido algún problema con su clínica? podía ser, pero podría ser buena idea ir a mirar, quizás allí podrían decirle en donde se encontraba, era, bastante además, muy raro el hecho de que la pelirosa no se haya presentado.

...

-Oye tú ¿sabes si se encuentra Sakura por aquí?- preguntó la pelirroja.

Un miembro de la clínica la miró.

-¡Oh! tú eres la chica que acompañaba al sexto la última vez que viniste ¿cierto?- preguntó, Karin solo se limitó a asentir. -Respondiendo a tu pregunta, no, Sakura-sama no vendrá hoy, es el único día en el que no se presenta en la clínica- dijo.

La pelirroja solamente mostró un rostro de incredulidad, podría haberle avisado que su día de descanso era exactamente hoy... pero algo, o más bien alguien, la sacó de sus pensamientos.

Una niña pequeña la estaba mirando desde su diminuta estatura.

-¿U-usted se lleva bien con Sakura-san?- preguntó.

-¿Eh?- pensó la pelirroja. -Yo... bueno, apenas nos estamos conociendo mejor, pero yo diría que me llevo bien con ella, o eso creo... ¿aunque no deberías conocerla ya?- preguntó.

La pequeña se mostraba un poco tímida, a comparación de los otros niños, parecía que a esa pequeña le costaba un poco hacer amigos.

-E-es que yo, bueno... es el primer día que asisto aquí y la escuché hablar sobre Sakura-san y que-quería saber un poco más de ella- dijo.

Una pequeña sonrisa escapó por los labios de la pelirroja, así que se agacho hasta quedar en la misma estatura de la pequeña y la miró.

-Sakura... eh, Sakura-san es una buena persona, he visto que muchos de los niños de por aquí la quieren mucho, creo que, cuando venga de su día libre, te gustará conocerla, además de que conmigo se ha portado muy amable- dijo.

Karin miró la sonrisa tímida, pero, a su vez, radiante de la pequeña, parecía que eso la había aliviado un poco... aunque una enorme sorpresa se llevó cuando la pequeña niña la abrazó y, por consecuente, ella hizo lo mismo.

Al levantarse nuevamente, la pequeña le habló nuevamente.

-¿Usted cómo se llama?- preguntó.

La pelirroja sonrió y sacudió un poco el cabello castaño de la pequeña.

-Mi nombre es Karin- dijo.

Al estar a punto de salir por la puerta, la pelirroja volteó y miró nuevamente a la pequeña.

-Un consejo... donde sea que vayas, sea un lugar nuevo o ya conocido, siempre ten confianza en ti misma, eso te mantendrá en pie contra todo y contra todos- dijo.

Los ojos de la pequeña se iluminaron después de haber escuchado eso.

-Y-yo... ¡seguiré ese consejo, Karin-san!- decía.

La pelirroja, sin pensarlo, le dió una sonrisa bastante amplía.

-Así se habla, pequeña- dijo.

Al cerrar la puerta detrás de ella, no pudo evitar sonreír nuevamente. Esa había sido una niña bastante agradable.

...

-¡Adelante!-

El sexto no podía negar que verla ahí era una sorpresa, no había visto a Karin desde la ocasión en que la dejó en manos de Sakura.

-Un poco de imprevisto ¿no lo crees?- preguntó.

-Afortunadamente aprendí que no es necesario avisar que vendré, eso lo tengo claro– dijo

El sexto suspiró un poco y la miró. Esa típica mirada.

-Mmm... en ello tienes razón, pero en fin, supongo que vienes porque necesitas algo, así que dime ¿en qué te puedo ayudar?- preguntó.

-Supones bien– decía. –¿Sabes dónde vive Sakura?- preguntó.

Una pregunta que no se esperaba del todo.

-¿Comenzarás a tomar el entrenamiento en casa de Sakura y Naruto? creo que es un lugar bastante reducido para entrenar- dijo.

-No voy a continuar los entrenamientos ahí, solamente quiero saber el lugar donde vive- decía. -Sé que ella y yo apenas nos conocemos, pero hoy me dejó esperando una hora y nunca se apareció... hasta que fuí a su clínica y me dijeron que hoy era su día de descanso, así que siento la pequeña necesidad de ir a reclamarle un poco- dijo.

El sexto solamente la miró con su cara habitual de aburrimiento, mientras recargaba su codo en el escritorio, y con su mano sostenía su mejilla. Esa había sido una petición peculiar.

-Bien, te ayudaré- dijo.

Karin solo observaba como Kakashi escribía lo que parecía ser una dirección en una pequeña hoja. Al dársela, el sexto habló.

-Esa es la dirección en donde ambos viven, si causas un alboroto, no me menciones para nada, tú nunca te pasaste por aquí- dijo.

La pelirroja solamente lo miró.

Vaya Hokage.

...

Era de esas ocasiones en las que se podía quedar dormida por unas horas más, como todo, siempre era bueno un descanso, y ese era el día en que podía faltar a la clínica y descansar un poco.

Al principio, la pelirosa se había rehusado a tomar ese día puesto que el descansar no se acomodaba del todo a las cosas que había por hacer, pero tanto Ino como Naruto la presionaron para que, al menos, tomase ese día para relajarse, pasarla en casa, o hacer cualquier otra actividad que le quitara un poco de estrés.

Un golpe... dos golpes, tres golpes.

Al abrir sus ojos poco a poco, pudo distinguir el sonido que provenía de la puerta principal, tenía que salir a mirar quién podía ser, eso le producía un pequeño enojo.

Sin más, movió con bastante delicadeza el brazo de Naruto que se encontraba en su abdomen, ese también era el único día en toda la semana en el cual ambos podían dormir juntos hasta un poco más tarde... pero se había tenido que interrumpir.

-¡Ya voy!- decía la pelirosa, al estar cerca de la puerta. -Día de descanso y tengo que levantarme temprano... menuda suerte- pensó.

Aunque al abrir la puerta, Sakura se llevó una clara sorpresa al mirar a Karin frente a ella.

-¿Karin?- preguntó.

La pelirroja la miró, a kilómetros podía decir que su llamado a la puerta la había despertado.

-¡Por supuesto que soy yo! ¡tuve que pedirle a Kakashi tu dirección para poder venir y reclamarte apropiadamente!- decía. -¿Sabes? tuve que esperar una hora para mirar si por fin aparecerías... ¡pero nunca lo hiciste!-

Era bastante temprano, aún estaba un poco deseando el regresar a la cama, pero la pelirosa no entendía la presencia de Karin en su puerta y, al menos si se lo preguntaban, no estaba poniendo demasiada atención a las palabras de la pelirroja, salvo por algo que dijo al inicio.

-Espera, ¿Kakashi-sensei te dió mi dirección?- preguntó.

La mirada de Karin se abrió un poco en clara sorpresa, la primera y única cosa que Kakashi le había pedido que no dijera ya la había dicho... bueno, ahora era su problema.

-En mi defensa y la de Kakashi, puedo decir que no tuve alguna otra opcion, así que le pedí ese favor- decía. -Pero eso no es lo importante en estos momentos- dijo.

Y entonces, una vez más, la pelirosa solamente podía ver los labios de Karin moviéndose, además de que claramente se podía notar un enojo leve en ella, pero ¿por qué?, no había motivos para...

-Oh...- decía. -Creo que se me pasó completamente decirte que hoy no iría ¿cierto?- dijo.

La pelirroja solo alzó una ceja en respuesta.

-Al menos ya lo recordaste... ¡pero sí, al parecer olvidaste decirme que hoy no irías al entrenamiento!- dijo.

Sakura solamente rascó su nuca con una sonrisa de clara vergüenza.

-Perdona por eso, en serio, todo el día de ayer estuve pensando en lo que te comenté y me olvidé por completo de avisarte, pero no va a volver a pasar, créeme- dijo.

En respuesta, la pelirroja cruzo sus brazos y miró hacía otro lado. Al menos Sakura había tenido la decencia de disculparse.

-¡Karin!-

La pelirroja dió un pequeño saltó de la sorpresa que el grito le provocó.

-¡¿Qué pasa?!- preguntaba. -Vaya susto me has metido- dijo.

La pelirosa solo miró a Karin recuperar un poco el aliento, quizás se había pasado un poco.

-Lo siento- decía. -Pero ven, pasa, necesito contarte algo sobre lo que hablamos ayer- dijo.

La verdad era que no esperaba a que Sakura la invitase a pasar, solo tenía planeado ir a reclamar, recibir una disculpa (sincera eso sí) y después marcharse, pero tampoco había por qué rechazar la oferta.

-Es... un bonito lugar- dijo.

-Gracias por eso, Naruto y yo hicimos nuestro mejor esfuerzo para mejorar el lugar- decía. -Ven, siéntate, iré a cambiarme de ropa, en un momento salgo- dijo.

La pelirroja solo observó a Sakura yendo hacía una habitación.

A decir verdad, si era un buen lugar, aunque, al menos a juzgar por todo lo que se veía, tuvieron que hacer un esfuerzo amplio para mejorarlo, pero eran solamente algunos pequeños detalles bastante escondidos, era cómodo para dos y también bastante espacioso.

Bien por ellos.

Al levantarse de su silla y salir de la cocina, no podía evitar mirar algunas cosas. Lo primero que sus ojos fijaron fueron algunas fotografías de lo que había sido su boda, ambos se veían muy bien juntos y, al solamente juzgar con la mirada, la pelirroja podía decir con suma honestidad que ambos se veían muy felices.

Pasando hacía otra fotografía que había justo al lado, pudo ver al equipo entero reunido, Kakashi, Naruto, Sakura y Sasuke... que diferente se veía en aquel entonces. Aún podía recordar claramente cuando la salvó en el bosque de la muerte, aún podía recordar esa sonrisa que le dedicó en esa ocasión... aunque ese momento siempre era cambiado por la sonrisa que le dedicó hace semanas cuando terminaron su misión.

-Esos eran buenos tiempos-

La pelirroja miró detrás de ella y vió al rubio, algo que la hizo dejar la fotografía en su lugar.

-Bueno, a juzgar por como salieron todos, parece que tú y Sasuke eran los únicos que no se llevaban bien- dijo.

Naruto solamente rió un poco.

-Eso es bastante cierto, durante esos años, él y yo no eramos los grandes amigos por decirlo así, pero eramos compañeros, y siempre podíamos contar el uno con el otro- dijo.

-Supongo que las cosas han cambiado durante todos estos años- decía.

Karin miró la sonrisa del rubio, reflejaba un poco de orgullo y nostalgia.

-Vaya que sí, demasiado diría yo... afortunadamente cambiaron para bien- concluyó.

Silencio un poco incómodo después de ello.

-Eh... ¿quieres algo de tomar? ¿un vaso de agua? ¿té?- preguntó.

-Un vaso de agua estaría bien- dijo.

Al mirar a Naruto yendo hacía la cocina, pudo observar otra fotografía, en ella se podían ver todas las personas cercanas a la pelirosa y el rubio, amigos al parecer, aunque podía reconocer a algunos, como al chico pálido, al de las marcas en las mejillas y el de cejas grandes que conoció yendo de vuelta a Konoha desde el puente samurái.

-Más tarde tendremos una reunión con amigos, y sé que Sakura-chan te está enseñando ninjutsu médico, deberías acompañarnos- dijo.

Al voltear, solo pudo observar al rubio con un vaso de agua en su mano derecha.

-Sakura ya me lo había comentado hace unos días, acepté ir- dijo.

-Eso no lo sabía, pero me alegro de que te nos unas, estoy seguro de que te hará bien conocer a algunas personas de por aquí- decía. -Aunque, pensandolo bien, ya conociste a algunos hace unos años- dijo.

Al tomar el vaso de agua, a la pelirroja le entró un poco de curiosidad por saber más de Naruto, aunque solo fuese relacionado al apellido en sí.

-¿Puedo preguntarte algo?- mencionó Karin.

El rubio asintió.

-Tú eres un Uzumaki, al igual que yo, pero debo suponer que tuviste un familiar que formó parte del clan... ¿tu madre o tu padre formaron parte del clan?- preguntó.

Y es que, en un principio, la pelirroja no sabía exactamente de donde provenía el apellido de Naruto, podía ser de su madre o de su padre, aunque al principio, intuyó que se podría tratar de su madre.

El rubio por su parte solamente sonrió.

-Mi madre formó parte de ese clan y fue por ella que yo llevo ese apellido también- decía. -No sé mucho sobre ello, nunca me interese realmente en qué sucedió o de donde provenían mis raíces más allá de mis padres... pero sé que tú también eres una Uzumaki y creo que no es tan común encontrar a otra persona con tu mismo apellido- dijo.

Una pequeña sonrisa se mostró en la boca de la pelirroja, era cierto, no todos los días encontrabas a una persona que llevaba tu mismo apellido... sobretodo si se hablaba de un clan ya casi erradicado, incluso aunque la pelirroja ya supiera desde mucho antes quién es Naruto Uzumaki.

...

Al salir de su habitación, la pelirosa podía escuchar a dos personas hablar, así que, sin más, se dirigió a la sala principal.

–Veo que ya se han conocido– dijo.

Ambos miraron hacía la pelirosa.

–Estabamos hablando sobre algunas cosas que sabemos de lo que fue nuestro clan, Sakura-chan– decía el Uzumaki.

–A decir verdad, lo que sabemos es muy poco– dijo la pelirroja.

Sakura suspiró, tampoco creía que Kakashi fuera a saber mucho, al final, todos esos archivos se volvían un poco inútiles si no estaban del todo completos, así que mencionarlo solo habrían sido palabras vacías.

Había que abstenerse de ello.

–Karin, me gustaría hablarte sobre lo que te mencioné cuando llegaste– dijo la pelirosa.

La pelirroja solamente asintió. Así ambas se pusieron en marcha hacía la habitación que habían convertido en oficina.

–Yo prepararé algo para desayunar mientras ustedes hablan, Sakura-chan, estoy realmente muriendo de hambre– decía

La pelirosa solo lo miró con una ceja levantada.

–Si no te conociera, diría que estoy de acuerdo, pero solo irás a Ichiraku a comer ramen– dijo.

El rubio sudó un poco ante eso. Karin solamente observaba.

–Eh, bueno, vamos Sakura-chan, puedes acompañarme ahí más tarde, te esperaré– dijo.

Sakura lo miró, pensó y suspiró.

–De acuerdo, pero solo por esta ocasión, nadie come ramen tan temprano, Naruto, eso no es para nada saludable– dijo.

Karin la miró con un rostro de incredulidad.

–Saludable o no... pero aceptaste comer ahí– pensó.

Al ir hacía la puerta, el rubio habló.

–¡Nos vemos allá entonces, Sakura-chan, te quiero!– decía.

–¡Y yo a tí!– respondió.

Al voltear su mirada hacía la pelirroja, solamente pudo observar una ceja levantada en su rostro.

–Vaya par...– dijo.

Sakura solo rió un poco.

Exacto, vaya par.

...

–Disculpa el desorden, estuve hasta tarde aquí y no limpié– dijo.

Al cruzar por la puerta, la pelirroja miró todo lo que había a su alrededor, los diferentes libros que había, algunos pergaminos que estaban abiertos por el suelo y, finalmente, pudo ver una pequeña pizarra en la que se encontraba aquel dibujo del cuerpo humano con su red de chakra.

Todo esto...– pensó. –Sakura– dijo.

La pelirosa la miró.

–¿Qué pasa?– preguntó.

Karin tomó un libro que se encontraba sobre el escritorio y lo miró: "Células".

–¿Todo este desorden es por lo que me dijiste?– preguntó.

La pelirosa solamente asintió.

–Y creo que he llegado a una posible solución– decía, mientras señalaba su sello en la frente. –Esta marca es un kinjutsu, un jutsu prohibido que solamente dos personas hemos podido completar– dijo.

La pelirroja asintió, sabía que hablaba de la quinta.

–Para liberarlo, tuve que almacenar chakra durante tres años consecutivos... pero al momento de liberarlo, mi fuerza y velocidad también aumentan– decía. –Aunque si decido liberarlo por completo, el sello abarcará todo mi cuerpo y me hará prácticamente invulnerable a cualquier daño o herida, ya que eso es producto de que, al liberar el sello en su totalidad, el chakra almacenado ayuda a regenerar mis células a un nivel mucho mayor– dijo.

–Creo que voy entendiendo– decía.

–Bien, entonces, hace unos años me di cuenta de que podía pasar, al menos parcialmente, este sello a otra persona para curarla– decía. –Solo lo he intentado una vez y debo decir que me agotó demasiado, pero pienso que eso fue porque estaba constantemente curando a esa persona... mi plan es liberar mi sello por completo y pasártelo, he llegado a la teoría de que tu chakra restante cura tus heridas después de que tu sangre es succionada con una mordida, pero no las desaparece del todo, entonces mi idea es que podría acelerar ese proceso y curarte por completo si implemento mi sello en tí– concluyó.

Hubo un silencio.

La pelirroja miró hacía la pizarra con el dibujo que había en ella y solamente la observó.

–¿Estás segura de que no te pondrás tú misma en riesgo o algo por el estilo?– preguntó.

La pelirosa suspiró.

–Realmente no estoy segura de qué tan agotador será, como te dije, la última vez resultó tan cansado porque era una curación constante y porque había estado utilizando el sello mucho antes de ello– decía.

Karin volteó y la miró.

–¿Y estás realmente segura de que va a funcionar?– preguntó.

Sakura solo la miró.

–Si quieres una respuesta exacta de que funcionará... eso no lo sé completamente– decía. –Pero, al final de todo, nunca lo sabremos si no lo intentamos primero... puedo empezar a preparar todo después de la reunión de hoy para la implementación del sello– dijo.

Después de escuchar eso, la pelirroja miró la sonrisa que se había formado el rostro de Sakura. Debía confiar en ella, al final, no había nada que perder... pero si no funcionaba, al menos quedaba la satisfacción de saber que hay alguien quien la quiso ayudar sin pedir nada a cambio.

Eso dejaba una gran sensación en cualquiera.

–Hagámoslo entonces–

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