Capítulo 8: Información
-¡Adelante!-
Al entrar en su oficina, la pelirosa hizo una reverencia. Hoy se había tomado un poco de tiempo por la mañana para ir a ver al sexto, debía pedirle algo.
-Kakashi-sensei, me gustaría pedirle un favor- dijo.
El sexto la miró y dejó los papeles que tenía en su mano sobre el escritorio y sonrió.
-¿Tiene que ver con la clínica o el hospital?- preguntó.
-De hecho no tiene que ver con ninguna- decía. -Es sobre Karin, me gustaría aprender más sobre su habilidad de curación- dijo.
Kakashi miró el rostro de la que fue su alumna y suspiró, conocía a la pelirosa e iba en serio.
-Creeme, Sakura, lo que leíste en su archivo es todo lo que sabemos sobre esa habilidad- decía. -No hay más registros, no hay más personas con esa habilidad- mencionó.
Sakura por un momento sintió que había sido un buen intento. En verdad esperaba ayudar a Karin con esas marcas que había visto el día anterior... aunque recordó algo.
-¿Y qué hay sobre su clan? ¿Konoha tiene registros sobre ello?- preguntó.
Lo había acorralado. Como Hokage, era obvio que tenía acceso a registros como esos.
-Lo poco que sé sobre el clan de Naruto y Karin es lo que he leído en la biblioteca, sé que tenían una alianza con Konoha, es por eso que llevamos el símbolo del remolino con nosotros ¿No es así?- preguntó.
El sexto suspiró, se lo debía, nunca le dijo sobre quien sería la persona a la que entrenaría.
-El clan Uzumaki, en efecto, fue un gran aliado de Konoha en sus inicios, pero se hicieron de una fama muy reconocida, lo que los llevó a su destrucción y, por consecuente, los pocos que sobrevivieron tuvieron que dispersarse por el mundo para evitar ser cazados- decía.
-¿Cazados?- preguntó.
Kakashi asintió.
-En su momento eran perseguidos por su gran vitalidad y resistencia, aunque supongo que eso es algo que ya deberías saber, no por nada es tan difícil que Naruto se agote por completo en un combate o sufra algún daño severo- decía. -Pero antes de continuar con nuestra clase de historia ¿por qué quieres saber más de los Uzumaki?- preguntó.
-Ayer, después del entrenamiento de Karin, cayó inconsciente debido a la fatiga y el cansancio de estar constantemente aplicando chakra sin descansar- decía. -Cuando la llevé a una habitación para recostarla, miré por error sus brazos y, bueno, estaban llenos de mordidas, después recordé cuando la curé en el puente samurái y era lo mismo con su pecho- dijo.
Kakashi la miró, sabía que Sakura no iba con malas intenciones al querer saber más sobre ello, pero era difícil conseguir información precisa, más que nada porque los archivos referentes al clan eran muy pocos.
-¿Ella te contó más sobre su habilidad?- preguntó.
La pelirosa asintió.
-Sé que el proceso curativo en alguien que la muerda es bastante superior al ninjutsu médico tradicional, pero eso agota sus reservas de chakra y también deja esas marcas de mordidas... no estoy segura como tal si son marcas de por vida, pero, bueno, pienso que podría eliminarlas- dijo.
Eso hizo abrir un poco los ojos en señal de clara sorpresa al sexto.
-¿Exactamente cómo piensas hacer eso, Sakura?- preguntaba. -Tú misma lo dijiste, no puedes estar segura si son marcas de por vida por usar su habilidad- dijo.
La pelirosa suspiró.
-Es por eso que necesito saber un poco más de información acerca de su clan, acerca de algo que se relacione con la habilidad de Karin- decía.
Kakashi solo volvió a tomar los papeles que había dejado sobre su escritorio y la miró.
-No te prometo que encontraré algo, Sakura, los archivos referente al país del remolino son muy viejos y algunos están incompletos- decía. -Pero buscaré por mi cuenta, si encuentro algo que te pueda ser útil o que este por lo menos completo, te mandaré a llamar ya que, como deberías saber, son archivos clasificados- dijo.
La pelirosa solamente sonrió en respuesta, eso era mejor que nada, era realmente mejor que nada.
...
Al estar mirando a Karin aplicando la palma mística, la pelirosa parecía perderse en sus pensamientos, debía de haber alguna forma de sanar todas esas marcas en el cuerpo de la pelirroja.
Cuando ayudó a Obito con su sello, bueno, eso pudo ser algo mucho más complicado por el hecho de que el kamui era una habilidad que requería demasiado chakra, eso generaba que el mangekyo desgastara su visión, pero al liberar completamente el sello de su frente podía contrarrestar eso y ayudarle a usar más el kamui gracias a la constante curación que le otorgaba.
¿Podía ser lo mismo con esto? debería depender de algunos factores, pero el que más parecía lógico era si las marcas se quedaban así por el constante consumo de chakra al succionar la sangre o, en el peor de los casos, el cuerpo de Karin no podía recuperarse del todo al succionar el chakra con una mordida.
-¡Sakura!-
La pelirosa sacudió su cabeza y miró frente a ella a Karin, parecía un poco confundida.
-¿Qué pasa?- preguntó Sakura.
-¿Qué pasa?- decía. -Llevo casi un minuto hablándote, parecías en trance ¿te sucede algo?- preguntó.
Sakura suspiró y se recargó un poco sobre su asiento, debía de buscar información, pero era casi imposible encontrar algo referente a ello, quizás Karin podría saber algo ya que, bueno, había nacido con ella.
-Sé que no te gusta hablar sobre tu habilidad, pero...- decía.
-¿Pero?- preguntó.
-Pienso y creo que podría haber una forma de, digamos, sanar esas marcas que tienes en el cuerpo- decía. -Pero necesito estudiar bien tu habilidad y, bueno, la única fuente de información que conozco eres tú- dijo.
La pelirroja quedó casi en shock, no por el saber que, quizás, había una forma de hacer desaparecer esas marcas, sino por el cómo alguien quien apenas la conoce, estaba dispuesta a ayudarla de esa manera.
-Yo... ¿por qué harías algo como eso?- preguntó.
La pelirosa la miró.
-Pienso que si tengo la posibilidad de ayudar a alguien, bueno, lo ayudaría sin problemas- decía. -Además, no nos conocemos mucho, pero creo que por tu reacción al hablar sobre tu habilidad... pienso que esas marcas no son de tu total agrado ¿o sí?- preguntó
Karin la miró, había sido descubierta, era verdad, eran marcas que había tenido con ella desde que era una niña... eran huellas de un pasado el cual había estado tratando de ocultar durante todos esos años pero que, bueno, al retraer sus mangas siempre estaba ahí.
-No te haré pensar que tengo mucho conocimiento de ella- decía. -Mi madre me heredó esta habilidad pero no sé si era algo que venía de generaciones atrás, pero conforme pasaba el tiempo, me di cuenta de que las marcas cicatrizaban pero sin curarse, debido a que mi chakra se drenaba constantemente con cada mordida- dijo.
Sakura pensó y era lo que había supuesto, las marcas se quedaban ahí después de succionar la sangre, algo que el chakra restante ayudaba a sanar, pero sin curarlo del todo, aunque aún había que estudiar un poco para aplicar correctamente el sello byakugo en Karin.
-No puedo decir con certeza si puede funcionar, podría ser una mínima probabilidad de que funcione, pero te daré todos los detalles mañana, justo después de la reunión- dijo.
La pelirroja asintió, con toda esa conversación incluso se le olvidó lo que iba a preguntarle a Sakura, así que solamente volvió a su puesto, pero justo antes de activar nuevamente la palma mística, preguntó.
-¿Exactamente dónde va a ser?- dijo.
La pelirosa la miró.
-Casi al centro de la villa, pregunta por la barbacoa de los Akimichi, creo que todos, o bueno, la mayoría conocen de ella- decía. -Nos reuniremos todos allí a las 8 p.m- dijo.
Karin sonrió, esperaba en verdad poder llevarse "bien" con más personas, o bueno, esperaba ganarse la confianza de más personas para que así no hubiese una desconfianza en ella por su pasado.
...
Bastante pasada la medianoche, la pelirosa se encontraba en la habitación que habían logrado hacer una pequeña oficina, espaciosa y muy práctica. Había bastantes libros y algunos pergaminos abiertos.
-¿Sakura-chan?- se escuchaba tras la puerta.
Al abrir y entrar a la habitación, el rubio pudo ver todo el desastre que había, no era comparado a lo que él hacía, pero se veía desordenado, mientras miraba a la pelirosa caminar de un lado hacía el otro con un libro en la mano. En una pequeña pizarra se encontraba dibujado un cuerpo humano con su red de chakra.
-Eh... Sakura-chan ¿no estás cansada? ya es muy tarde- decía.
Se quedó un poco extrañado por el hecho de que Sakura parecía no notar que estaba ahí. Parecía sumergida en sus propios pensamientos, hasta que la miró detenerse en seco y sonreír ampliamente.
-¡Lo tengo!- dijo.
El rubio no entendía lo que sucedía y, bueno, a juzgar por todo lo que se podía observar, era en relación con algo médico, y aunque la pelirosa tratara de explicarlo, sabía que iba a entender muy poco sobre ello.
-¿Qué has descubierto?- preguntó.
Sakura dió un pequeño saltó de sorpresa, sí, al parecer estaba tan sumergida en lo suyo que no se dió cuenta que el rubio había entrado.
-¡Naruto!- decía. -Que susto me has dado... pero acercate, ven, te lo explicaré- dijo.
Naruto se acercó a ella con una ligera sonrisa, parecía muy felíz y entusiasmada, aunque al mirar lo que estaba sobre el escritorio, quedó confundido.
-¿Células?- preguntó.
Sakura asintió.
-Estaba tratando de estudiar más a fondo sobre una habilidad bastante rara pero interesante- decía. -Al aplicarse esa habilidad, bueno, deja marcas que el propio cuerpo del usuario no cura del todo, entonces quedan ahí permanentemente... pero llegué a la conclusión de que mi sello puede ayudar a curarlo del todo- dijo.
El rubio la miró... y la miró. Definitivamente no había entendido casi nada de lo que dijo.
-Espera un momento a que entienda... tu sello puede curarte de lo que sea ¿no es así?- preguntó, la pelirosa solo asintió. -Eso quiere decir que puedes usar el sello y transferir esa habilidad de curación para sanar completamente a esa persona ¿cierto?- decía.
-¡Exacto!- respondió. -Al liberar el sello por completo, protege mi cuerpo de cualquier daño severo ya que mis células se regeneran bastante más rápido debido a que utilizo solamente el chakra almacenado, hace unos años descubrí que puedo lograr pasar un poco del sello a otra persona, solo que el desgaste es mucho... incluso puedo caer inconsciente– explicó.
El rubio se recargó un poco sobre el escritorio y la miró.
–¿Entonces estás segura de esto? ¿y estás completamente segura de que va a funcionar?– preguntó.
Sakura dejó el libro que había estado sosteniendo en su mano sobre el mismo escritorio y suspiró.
–No estoy del todo segura, pero es lo mejor que se me ha ocurrido, es lo mejor en lo que he podido pensar y si no resulta...– decía, antes de ser interrumpida.
–Resultará– decía el rubio. –Eres brillante en lo que haces, Sakura-chan, estoy seguro de que esto también va a resultar– dijo.
La pelirosa solamente pudo mirar la sonrisa que había en Naruto, había sido un largo día, bastante largo, pero ahí estaba, apoyándola como siempre.
Al acercarse a él, no pudo evitar darle un beso. El rubio simplemente ganó un sonrojo bastante enorme, no se esperaba eso.
–¿Y eso por qué fue, Sakura-chan?– preguntó.
La pelirosa bostezó, mientras lo abrazaba y acomodaba su rostro en el pecho del rubio.
–Creo que ya es hora de que vayamos a dormir– dijo.
Naruto solo sonrió y la atrajo más hacía su cuerpo.
Había sido un largo día.
...
Aún sin poder dormir, mirando hacía el techo, Karin se encontraba bastante pensante... había sido una total sorpresa lo que Sakura le comentó durante su entrenamiento. ¿Podría funcionar? no lo sabía del todo, no era en sí como que tuviera demasiada información acerca de esa habilidad, incluso para ser portadora de ella.
Pero algo dentro de ella le decía que debía de confíar en Sakura, no por nada era catalogada como la mejor ninja médico jóven que había y, bueno, si ella podía pensar en que su idea podía salir bien... entonces adelante.
Al acomodar su cuerpo, quedó mirando hacía su mesita de noche, aún conservaba con ella la carta de Sasuke, quizás durante estos días la respondería, aunque fuera más una excusa para saber cómo se encontraba el Uchiha.
Una pequeña sonrisa se escapó desde su boca.
Vaya cosas estaban sucediendo.
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