Capítulo 6: Sorpresas
Casi terminando su día en la clínica, Sakura miró por la ventana hacía la villa. El sol comenzaba a alejarse y en su lugar, la luna se alzaba para iluminar un poco.
Vaya día había sido. Quizás por la mañana iría a hablar con Kakashi sobre el por qué no le dijo abiertamente que se trataba de Karin. No le molestaba en sí, pero el avisarle habría estado bien.
Una cosa que rondaba su mente era en lo que la pelirroja le había comentado cuando terminó de vendarle sus manos. ¿Sasuke pidiéndole a Kakashi algo así? la primera vez que vió a Karin, bueno, digamos que ojalá la hubiese conocido en mejores condiciones.
Al pensar un poco en ello, lo único que podía invadir la mente de la pelirosa era el que, tanto Sasuke como Karin habían compartido algún momento juntos antes de que ella viniera a la villa. ¿Quizás ella compartía un pasado como el de Sasuke? esa había sido una de las razones por las cuales Naruto logró abrirle los ojos.
Pero sea como haya sido, no podía negar que se alegraba por Sasuke. Ya era hora de que se abriese a más personas.
Al comenzar a arreglar sus cosas para irse, miró una foto de Naruto y ella, la cual se encontraba encima de su escritorio. Ese había sido un buen día, claro que quitando de encima el hecho de que ambos casi incendian su apartamento tratando de cocinar algo, pero valió la pena.
Sakura solo pudo reír un poco al recordarlo. Era bueno el como habían cambiado las cosas.
Aunque no se lo había dicho todavía, siempre encontraba reconfortante el llegar a casa después de un largo día y ser recibida con una sonrisa acompañada de un "Sakura-chan" que, por más que los años pasaran, seguía sonando igual de especial. Eran de esos momentos en donde encontraba un poco de paz y calma.
Todo iba avanzando bastante bien entre ambos.
...
El rubio se encontraba caminando de regreso a casa. Había pasado hace poco a la torre del Hokage debido a un llamado. Tenía que salir de misión por la mañana, era algo sencillo, así que solo tendría que estar fuera un par de días por lo mucho.
Habían sido unas semanas bastante movidas pero agradables también, quizás se había pasado un poco con la cantidad de invitados que él mismo invitó a su boda, pero había sido algo bastante agradable y muy controlado.
Las cosas estaban yendo bien en general. Sakura había pasado de lleno con su clínica y Naruto ayudaba cuando era requerido. De cierta forma eso le había dado un poco más de libertad a la pelirosa, los resultados eran buenos y la presión bajaba un poco.
Aún recordaba su primera noche durmiendo juntos, era algo prácticamente nuevo para ambos, pero la vergüenza la supieron sobrellevar. Ciertamente la vida del rubio se había acomodado un poco mejor con Sakura. Podía haber madurado bastante y mejorado en muchas cosas, pero aún era olvidadizo... y tener a la pelirosa ahí le ayudaba bastante.
...
En su apartamento, Karin se encontraba leyendo uno de los libros que Sakura le había dado para que la ayudase en la teoría del ninjutsu médico. Era bastante interesante si se lo preguntaban, el hecho de que se pudiera utilizar, tanto para curar como también para atacar hacían del ninjutsu médico algo bastante interesante.
Aunque hubo un tema en especial que le llamó un poco la atención. Los venenos podían ser bastante mortales cuando se hacían correctamente, podía recordar aquella ocasión en el puente samurái, donde Sakura envenenó a Naruto por accidente.
Quizás le preguntaría un poco más sobre ello cuando se volvieran a ver para comenzar sus lecciones.
Hablando de ello, bueno, sabía que la pelirosa había sido alumna de la quinta Hokage que, por palabras de Orochimaru, la quinta era alguien bastante ruda y muy temible cuando se lo proponía, la pelirroja nunca la vió en acción, pero si Orochimaru decía esa clase de cosas sobre alguien, bueno, habría que creerle.
Esperaba, de todo corazón, que ese par de actitudes no se le hayan pasado a Sakura también. Sería un total fastidio, pero quizás fructífero, ya que había escuchado hace un tiempo que a la pelirosa se le había catalogado como la mejor ninja médico más jóven. Al final no podría ser tan malo.
...
-Eso huele bastante bien- decía Sakura. -Aunque pensaba que íbamos a tratar de hacer la cena juntos- dijo.
El rubio río un poco ante ese comentario.
--Perdona por eso, Sakura-chan, es que, bueno, no quería que te ensuciaras después de que acabas de tomar un baño- mencionó.
La pelirosa miró por encima del hombro del rubio y no había señal de que alguien había cocinado, pero la comida en verdad olía bastante bien, quizás se lo diría cuando la cena terminase. Así que sin más, ambos se sentaron a cenar.
Al cabo de unos minutos en donde solamente se podían escuchar risas por parte de ambos, el rubio le informó sobre la misión que el sexto le había dado.
-Por cierto, Sakura-chan, tengo que salir de misión mañana- decía. -Creo que serán un par de días, no sonaba tan complicado- dijo.
La pelirosa solamente suspiró.
-Serán un par de días aburridos entonces- decía. -Aunque los aprovecharé para preparar mejor mis lecciones con Karin- dijo.
El rubio solamente alzó una ceja ante ese comentario.
-¿Karin?- preguntó.
-¿Recuerdas a la chica que Kakashi-sensei llevaba sobre su espalda el día que volvíamos desde el puente samurái?- preguntó.
Naruto comenzó a recordar y la miró.
-Ya lo recuerdo- decía. -Era la chica con gafas- dijo.
Sakura asintió.
-Kakashi-sensei me pidió entrenarla en ninjutsu médico, siendo sincera, tiene mucho potencial y también mucho chakra- dijo.
Aunque recordaba a Karin, una duda más surgió dentro del rubio. Había escuchado que Tsunade había ayudado a que se dejara libre al antigüo equipo de Sasuke, pero de ahí en más no supo mucho de ello.
-¿Pero por qué Kakashi-sensei la invitó a Konoha?- preguntó.
La pelirosa lo miró y sonrió, algo que confundió un poco al rubio.
-Recuerdas que ella era camarada de Sasuke ¿no?- preguntó, a lo que el rubio asintió. -Bueno, esta tarde que estuve probando un poco el como se podría desarrollar con el ninjutsu médico, ella me dijo que no pidió quedarse en Konoha- comentó.
-¿Entonces? la verdad es que sigo sin entender por qué Kakashi-sensei le pidió que viviera aquí- decía.
La pelirosa estaba a punto de hablar cuando Naruto la interrumpió.
-¡Ya entiendo!- decía, Sakura solo observaba. -¡Quizás es porque a Kakashi-sensei le gustó y le pidió que se quedara a vivir aquí!- dijo.
La pelirosa solamente lo observó con una ceja levantada. Siendo demasiado sincero, esa podría ser una suposición bastante normal si no se sabía la historia que había detrás. Había que darle crédito.
-Esa es realmente, bueno, una gran teoría- decía. -Pero Kakashi-sensei no es la verdadera razón de que ella viva actualmente en Konoha... fue Sasuke el que lo pidió- dijo.
El rubio la miró con una expresión de clara sorpresa, bastante sorpresa, pero con felicidad también.
-¿Entonces eso quiere decir que él y ella están juntos?- preguntó.
-No lo sé, la verdad lo dudo, cuando Karin me comentó sobre ello no sonaba como que ambos estuviesen juntos- dijo.
-Me hubiese divertido mucho molestar a Sasuke con ello si hubiese estado por aquí- comentó el rubio.
Sakura solamente sonrió y rió ante ello.
-Me habría gustado ver eso, sinceramente- decía. -Aunque también me hubiese gustado ver que la cena la prepararas tú en lugar de comprarla, Naruto- mencionó.
El rubio miró la ceja levantada de la pelirosa y no pudo evitar reír nerviosamente.
Vaya que había sido descubierto.
...
Cerca de la medianoche, la pelirroja se encontraba alistándose para dormír, habría que estudiar y prepararse.
Si se lo preguntaban, bueno, podría decirse que esta vida comenzaba a gustarle un poco más. Había un sentido en su vida, estaba a algunos días de aprender una de las ramas del ninjutsu que más complejidad y entrenamiento llevaban, era algo bastante bueno en verdad.
Le alegraba el haber tomado esa decisión. Y también le alegraba que una cara medianamente conocida fuera su maestra, Sakura parecía ser una buena persona, aunque la pelirroja no lo admitiría en voz alta, esperaba, y bastante en verdad, que se llevaran bien.
Aunque el sonido de algo picoteando la ventana que había al lado de su cama la saco de sus pensamientos. Era un halcón. Al abrir la ventana, se podía observar que el ave traía en su pico una carta la cual contenía un mensaje: "Ha sido una buena elección, me alegro que hayas aceptado".
Al alzar su mirada de nueva cuenta hacía el halcón, el ave ya se encontraba, de nuevo, volando sobre el cielo nocturno mientras la luz tenue de la luna iluminaba ligeramente sus plumas.
La pelirroja no pudo más que sonreír.
Era bueno el empezar a conocer de esa manera a Sasuke.
...
Un poco pasada ya la medianoche, Naruto se encontraba sentado en donde hace unas horas había cenado con la pelirosa.
Era una de esas noches en las que no podía conciliar el sueño, era bastante raro que le sucediera eso, pero lo estaba aprovechando para terminar de mirar los últimos detalles de su misión y de las cosas que llevaría a ella.
-¿No puedes dormir?- preguntó la pelirosa, mientras colocaba sus manos en los hombros del rubio.
-Es de esas noches en las que no puedo, aunque casi nunca me sucede, pero en su lugar estoy aprovechando en arreglar todo antes de salir por la mañana- dijo.
Sakura le dió un ligero beso en la mejilla derecha y se dirigió a la cocina por un poco de agua.
-Cuando era más pequeña, mi madre tenía algunos remedios caseros para conciliar el sueño- decía
Al volver hacía la mesa, el rubio preguntó.
-¿Y crees que puedan servir?- dijo.
La pelirosa solamente rascó un poco su nuca.
-Bueno, nunca utilicé ninguno como tal- dijo.
El rubio solo pudo mostrar un rostro de incredulidad. Era mejor esperar a que el sueño comenzara a hacer efecto en él.
Al ir de nueva cuenta al lado del rubio y antes de volver a su habitación para dormir, la pelirosa preguntó.
-¿Qué tal si cuando vuelvas de tu misión, tenemos una cita?- dijo.
El rubio la miró y sonrió.
-Creo que es una buena idea, además de que te hace falta relajarte un poco del trabajo- decía. -Bien, cuando vuelva de la misión, organizaré una cita para ambos- dijo, sonriendo.
La pelirosa solamente sonrió y nuevamente volvió a besar su mejilla.
-Perfecto, piensa en algo nuevo para hacer- dijo.
Al comenzar su camino de vuelta hacía la habitación de ambos, la pelirosa giró hasta mirar de nuevo la espalda del rubio y habló.
-¿Sabes? también hay un remedio casero y bastante natural para conciliar el sueño del que mi madre jamás me habló...- dijo.
Sakura solamente sonrió un poco y giró de nuevo para dirigirse hacía la habitación.
El rubio por su parte seguía concentrado en los detalles de la misión mientras leía un rollo con información de ella... pero algo dentro de su cerebro hizo que elevara su mirada, para después arreglar como pudo las cosas que tenía sobre la mesa y así dirigirse a la habitación.
Esperaba poder dormir después de eso.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro