Capítulo 35: Despedidas
Abriendo sus ojos poco a poco, la claridad que había ingresado por la ventana, y aquella que iluminaba gran parte del lugar, fue una de las cosas que pudo observar el Uchiha al abrir sus ojos por completo... aunque, sobre su pecho, pudo mirar un peculiar cabello rojizo.
Podía jurar que esta era la segunda vez que podía mirar a la pelirroja sin sus lentes y, al menos en opinión de él, se notaba distinta, no de alguna mala manera, era, en si, un pensamiento confuso... ¿o quizás él la notaba distinta? ¿más atractiva... mucho más?
Sasuke, de pronto, sintió a Karin moverse ligeramente, para después mirar como despertaba lentamente, recibiendo así una mirada por parte de ella, seguida también de una sonrisa, algo tímida en sí, junto a un sonrojo que abarcaba parte de sus mejillas.
Aunque, después de aquello, Karin volvió a ocultar su rostro en el pecho del Uchiha, cubriendo así su sonrojo.
Este solo pudo sonreír de manera muy ligera ante ese gesto.
...
Había pasado gran parte de la mañana sonriendo y saludando a cada persona que se le presentara o pasara cerca de ella. Eso, sin duda, había dado de qué hablar. Sobretodo por el hecho de que a la pelirroja no se le conocía por esa actitud tan... amigable hacía otros colegas.
Aunque nadie podía negar el hecho de que había estado radiante. ¿El por qué? se sentía felíz.
–Adelante– se escuchaba tras una puerta.
Al abrirse y dejando ver a la persona que llamaba, la pelirosa sonrió, sobretodo por mirar aquella sonrisa en el rostro de Karin... y dejando lo que había estado haciendo hasta que llegó la joven Uzumaki, Sakura habló.
–Cuéntamelo todo– dijo, algo emocionada.
...
Mirando con aquel rostro aburrido de siempre, Kakashi observaba al Uchiha.
–Pediste que viniera– decía Sasuke.
–Sobre eso, la Mizukage pidió tenerte en una misión para Kirigakure... te esperan tan pronto como puedas– dijo
Sasuke lo miró.
–Saldré por la mañana– dijo.
Estando justo por retirarse de la oficina del sexto, la voz de este último se escuchó.
–Gracias, Sasuke– decía, con una sonrisa bajo su máscara.
Al mirarlo, el Uchiha habló.
–Ahorratelas, Kakashi–decía. –Hago estas misiones a cambio de mi libertad... lo entiendo– dijo.
Aquellas palabras dejaron totalmente sin habla al sexto quien, mirando la puerta cerrarse tras Sasuke, solamente pudo suspirar.
...
Era verdad que, en su momento, Shikamaru "admiraba", de cierta manera, a Sasuke. Era un prodigio, venía de un clan sumamente alabado como el Uchiha y además era un genio para los combates.
Pero esa poca admiración que le tenía se fue por el caño cuando se enteró de su deserción y, aún más, cuando se enteró que formaba parte de Akatsuki.
Hoy en día podía decir que le agradaba... en una manera minúscula al menos, más que nada por el hecho de que protegía a Konoha en sus viajes que hacía, y más importante, después de haberles brindado la información que descubrió junto a Karin hace algunos años atrás.
No eran amigos, y al mirarlo salir de la torre del Hokage, ambas miradas y también sus pasos, solamente siguieron de largo, ignorandose.
Aunque tras unas cuantas pisadas detrás del joven Nara, pudo escuchar la voz de Sasuke.
–Cuída de él, Shikamaru– escuchó.
Eso marcó una sonrisa muy ligera en el rostro del Nara, ambos tenían un gran aprecio por el rubio y, de cierta manera, Sasuke sabía que Shikamaru estaría con Naruto en todo su camino para convertirse en Hokage.
–Así será– respondió.
Al girarse para mirar al Uchiha, no estaba por ningún lado.
Por como sonaban esas palabras, parecía que estaría fuera de Konoha durante algo de tiempo... mucho tiempo.
...
Habiendo escuchado todo lo que la pelirroja le comentó sobre la noche anterior, en el rostro se Sakura solo se podía marcar una sonrisa muy sincera.
Le parecía más que maravilloso el hecho de que alguien como Sasuke decidiera darse una oportunidad como esas, además de que se sentía sumamente felíz por Karin. En estos años que había podido conocerla de manera más cercana, podía decir con suma seguridad que la pelirroja le parecía una muy buena persona, alguien con un gran corazón, alguien amable... brusca algunas veces, pero amable.
–Me alegra mucho saber que las cosas han salido bien para ambos– dijo.
Ante esas palabras, la joven Uzumaki sonrió... pero por parte de Sakura, un pensamiento más llegó a su mente.
–Aunque... ¿qué va a pasar con la misión que tiene?– preguntó.
Otro golpe de realidad se hacía presente. Debía admitir que no había pensado en eso.
–Él... bueno, él continuará con su deber fuera de la villa– respondió.
Escuchando esas palabras, aunque la pelirroja tratara de ocultarlo tanto como podía, Sakura podía asegurar que iban con tristeza.
Aunque sonrió para ella, al menos para darle un poco de ánimos y mostrarle su apoyo.
–No te sientas mal, Karin– decía. –Sé que si hablan y concuerdan, él seguramente visitará Konoha más a menudo– dijo.
Después de escuchar aquellas palabras, la joven Uzumaki solo suspiró.
–Eso es algo que no puedo controlar, Sakura– decía. –Tú, él y yo sabemos que la vida de shinobi es así... aunque me alivia saber que estará bien, es decir, es Sasuke– dijo, sonriendo.
Esas palabras generaron una sonrisa en Sakura. Vaya que la pelirroja si quería al Uchiha. Se notaba en todo, en su forma de hablar sobre él, su manera de mirar cuando estaba hablando sobre él... se notaba, y mucho.
Pero aún así lamentaba que las cosas tuvieran que ser de esta manera.
...
Por la tarde
Observando el atardecer, el Uchiha se encontraba encima del monte de los Hokages.
Quería tener una última vista de Konoha antes de poder partir por la mañana... pasaría mucho tiempo antes de que pudiese observar otro atardecer como ese. Además, estar ahí liberaba un poco sus pensamientos.
Con naruto estando por recuperarse y teniendo a Sakura cuidando de él, eso realmente le aliviaba.
Cuando Karin llegaba a sus pensamientos, era algo... difícil en sí de describir. ¿Eso quería decir que le gustaba? si se lo preguntaban o si podía sincerarse, le gustaba, sí.
Ahora debía partir nuevamente y eso conllevaba el dejarla. Aunque, y esta vez aún más, la llevaría en sus pensamientos durante todo el tiempo que le fuera posible.
...
Estando a punto de caer la noche y habiendo terminado un día más, la pelirroja se encontraba arreglando sus cosas.
No había podido sacar al Uchiha de su cabeza durante la mayor parte del día, es decir, se la había pasado más que bien a su lado haciendo una misión de varios días... el como llego a conocerlo más y, sobretodo, el como por fin descubrió cuales eran sus sentimientos hacía ella.
Eso solo la hizo sonreír ligeramente.
Pero debía volver a irse por la mañana ¿y realmente le gustaba esa idea? verdaderamente no.
Al menos podía compartir una noche más a su lado, y ya no en el sentido íntimo, sino en aquellos pequeños momentos de compartir una cena juntos, poder charlar... o solamente mirarlo sin perder cada detalle.
Simplemente estar con él.
...
Debía admitir que aún le parecía raro el hecho de llegar hasta el apartamento donde vivía Karin, como tal, era la primera vez que dormía en la casa de alguien durante dos días seguidos... pero al llegar hasta la puerta, pudo notar la claridad tras esta.
Al abrirla y entrar, pudo observar a la pelirroja arreglando algunas cosas en la cocina.
Karin, ante su presencia, giró y sonrió.
–Por fin llegaste, hola– decía.
Sonriendo de una manera ligera, el Uchiha habló.
–Hola– dijo.
–¿Tienes hambre? apenas estaba preparando todo para comenzar a hacer la cena– dijo la pelirroja.
Ante aquellas palabras, y aún con aquella sonrisa en su rostro, Sasuke asintió en respuesta.
...
–Así que tu última noche aquí ¿eh?– habló la pelirroja.
El Uchiha la miró.
–Sí– respondió. –Partir por la mañana me hará avanzar más rápido, tengo que llegar a Kirigakure– dijo.
Eso sorprendió un poco a Karin.
–¿Kirigakure? ¿por qué? ¿no se supone que Konoha era la única villa en darte misiones?– preguntaba.
Sasuke solo pudo mover su cabeza hacía ambos lados, en señal de negación
–No– respondió. –Kakashi y Naruto abogaron por mi libertad... pero a cambio de eso, cualquier villa de la alianza podía pedirme para trabajar con ellos cuando se requiera– dijo.
Asintiendo, Karin habló.
–Entiendo, es una lástima– decía. –Me habría gustado tenerte más días aquí ¿sabes?– dijo, algo sonrojada, mientras apartaba su mirada.
Aquella confesión también logró sonrojar de una manera algo ligera a Sasuke, aunque de igual forma, logró hacerle sonreír.
–Me habría gustado también. Es una pena– respondió.
Y en verdad lo era.
Después... silencio. No era incómodo en sí.
Aunque un pensamiento llegó a la cabeza de Karin.
–Sasuke, tú... bueno ¿qué opinas sobre dormir juntos?– preguntó.
Eso solamente dejó sin habla al Uchiha, lo cual género un sonrojo en la pelirroja.
–N-no me refiero a como lo que paso anoche– explicaba. –Sino que, bueno, a solamente dormir juntos– dijo.
Expectante, Karin mantuvo su mirada hacía Sasuke solo para, después, observar como se formaba una sonrisa en el rostro del Uchiha.
–Yo... pienso que no estaría mal– dijo.
Aquella respuesta produjo una sonrisa casi instantánea en los labios de la pelirroja.
Vaya que esperaba una respuesta así.
...
La tranquilidad de la mañana podía observar, junto con el hecho de la aún presente oscuridad debido a la falta de luz solar, a dos almas justo en el borde de aquellas enormes puertas que daban la entrada a Konoha.
Pero conforme pasaron un par de minutos, en los labios de Sasuke se pudo observar una sonrisa, y girando para poder mirar lo que el Uchiha veía, la pelirroja pudo ver por igual.
Kakashi, Sakura y Naruto habían venido a despedirlo.
–Lamentamos un poco la tardanza, tuvimos que tomar el camino más largo– dijo el sexto.
Ante esas palabras, el rubio y la pelirosa solo mostraron un rostro de incredulidad.
–No sea mentiroso, en realidad se despertó tarde– mencionó el Uzumaki.
–Eh, oye, Naruto– habló Karin, haciendo que el rubio la mirase. –¿No se supone que deberías estar descansando en el hospital?– le preguntó.
Ante aquella incógnita por parte de la pelirroja, un rostro de leve enfado por parte de Sakura surgió, para después mirar al rubio.
–¿Ves? te dije que debías quedarte descansando– dijo.
Los presentes solo pudieron observar al Uzumaki sudar frío, mientras un rostro de temor le invadía.
–Kakashi-sensei nos dijo que Sasuke partía hoy, así q-que por eso decidí venir... además, lo hice porque también estaba un poco harto de la cama del hospital– respondió.
Ante aquellas palabras, Sakura solamente bufó, cruzando sus brazos.
–Con la suerte que tuvimos de que encontrasen el mineral ¡y aún así te niegas a descansar!– decía.
Aprovechando aquella discusión, Kakashi se acercó al Uchiha.
–Con respecto a lo de ayer... las gracias que te dije son sinceras porque son de mi parte– le decía. –No eres una herramienta para mí, eres mi antigüo alumno y siempre te estimaré por ello. Así que gracias nuevamente, Sasuke– le dijo.
Al mirar la sonrisa que se marcaba debajo de su máscara, Sasuke asintió.
–Ayudaré siempre en lo que pueda– dijo.
Y tras aquellas palabras (y tras aceptar las disculpas de su esposo), ambos se acercaron nuevamente.
–¿Por cuánto tiempo te irás, Sasuke?– preguntó Sakura.
El joven de cabello oscuro miró hacía la villa, en verdad no tenía respuesta como tal, no sabía cuanto tiempo le tomaría.
–Trataré de que no sea mucho– logró responder.
Con esas palabras, la pelirosa miró a Karin, quien la miró también, mientras ambas sonreían.
–Espero que sea así, se te extraña por aquí– mencionó Naruto.
Aquello hizo sonreír de una manera algo ligera al Uchiha.
–Me alejaré lo suficiente para no tener que escuchar lo molesto que eres– dijo.
Eso, definitivamente, había molestado de una manera algo ligera al Uzumaki.
–Si, si, claro– decía. –O tal vez es porque no quieres apestar todo el lugar con tu olor– dijo.
–Si que eres molesto– respondió el Uchiha.
Esa pequeña "platica" entre ambos solamente hizo sonreír al sexto y a las chicas. Sabían que nada de lo que ambos se decían iba en serio, eso era algo bueno a decir verdad.
–Pero da igual, trata de que no sea por mucho tiempo– dijo el Uzumaki.
Sasuke solo asintió en respuesta.
Al mirar la situación, el Hokage habló.
–Bueno, ya dije lo que tenía que decir, te deseo un buen viaje, Sasuke... nos vemos– mencionó, para después desaparecer en una nube de humo.
–Maldición, siempre igual– pensaron ambas chicas mientas alejaban el humo con sus manos.
Y comprendiendo por igual la situación, Sakura habló.
–Nosotros también nos retiramos– decía, para después darle un abrazo al Uchiha. –Mucho cuidado en tu viaje, Sasuke– le dijo.
–¿Eh? ¿tan rápido nos vamos? pensaba que nos quedaríamos hasta verlo partir– preguntaba el Uzumaki.
Mirando a Karin, Sakura asintió, pellizcando así un poco el brazo de su esposo.
–Tenemos cosas que hacer, además, se supone que tú deberías estar descansando– decía, mientras caminaba hacía el interior de la villa, aún pellizcando su brazo.
–¡Oye, Sakura-chan, eso duele, duele!– se escuchaba al rubio quejarse, mientras se alejaban más y más.
Ante eso, la pelirroja habló.
–Si que se complementan ¿no lo crees?– preguntó.
Sasuke asintió.
–Ambos son ellos mismos cuando están juntos– dijo.
Y tras verlos girar en una esquina, Karin miró al Uchiha.
–Espero que lo de "trataré de que no sea mucho tiempo" sea verdad– dijo.
Mirándola, Sasuke habló.
–Lo es– mencionó.
Ante eso, Karin solo sonrió.
–Confío en ti– dijo.
...
–¿Qué quieres ver antes de que Sasuke se vaya, Sakura-chan?– preguntó el rubio.
Y era que ambos estaban tratando de encontrar un perfecto escondite para observar a Sasuke y Karin.
–Trata de mirar y sabrás por qué– respondió.
Esas palabras solamente clavaron la espina en Naruto.
–Lo haré... pero no porque sea algo que me interese– dijo.
Aunque su estatura tapaba un poco la visión de la pelirosa, y jalando un poco aquellos cabellos rubios, lograron mirar perfectamente en dirección a esos dos... solo para, después, mirarse boquiabiertos.
–¡Así se hace, Karin!– decía la pelirosa, en una especie de grito ahogado para no ser escuchada, mientras tiraba de los cabellos a Naruto.
–¡Sa-Sakura-chan, eso duele!– le decía.
Dándose cuenta de lo que había hecho, la joven médico soltó el cabello de su esposo.
–Perdona, Naruto, me ganó la emoción– decía, mientras rascaba su nuca.
...
Después de haberse separado, la pelirroja lo miró, sonrojada.
–Fue un poco largo esta vez, lamento eso, es que no lo volveré a hacer en algo de tiempo– le dijo.
El Uchiha, mostrando aquella sonrisa que aparecía con ella, habló.
–No te disculpes– dijo.
Aunque un pequeño rayo de sol proveniente del horizonte cegó ligeramente a Karin.
Era hora de partir.
Y mirándola nuevamente, Sasuke habló.
–Gracias por dejar que me quedara en tu apartamento y también por la comida– dijo.
Sonriendo, Karin lo abrazó.
–Conmigo aquí, siempre tendrás un lugar donde volver... recuérdalo– dijo.
Tras esas palabras, la pelirroja sintió el brazo de Sasuke atrayendola más hacía él, tomándola ligeramente por su cadera.
–También te extrañaré– decía, recargando su rostro en el pecho del Uchiha. –Cuídate mucho y mucha suerte– dijo.
Separándose, Sasuke la miró, asintiendo en respuesta.
Comenzando así su viaje una vez más.
Al mirarlo de espaldas, y sin que él la pudiese ver esta vez, los ojos de la pelirroja se cristalizaron, dejando así derramar un par de lágrimas.
Definitivamente le extrañaría.
–Te estaré esperando–
Y con ese último pensamiento, Sasuke desapareció en el horizonte.
Suspirando, la pelirroja se dió la vuelta, encontrándose con las calles de Konoha un poco más habitadas que al inicio y, sin más, caminó hasta ellas.
Perdiendose así en la multitud.
...
Habiendo caminado el tiempo suficiente, Sasuke giró... ya no se podían observar las puertas gigantes, ni los muros que rodeaban a la villa.
Y ante el paisaje, el Uchiha recordó a la pelirroja.
Vaya que si cambiaban las personas, o quizás el tiempo y su entorno las hacía cambiar. Le alegraba que a ella le haya sucedido eso y, también, le alegraba que a él le haya sucedido lo mismo.
Haberse dado una oportunidad así, ambos... bueno, no había sido para nada malo después de todo.
Aquel pensamiento logró marcar una sonrisa en sus labios y, suspirando, partió nuevamente.
Perdiendose así en el inmenso bosque del país del fuego.
Esperando volver lo más pronto que pudiera.
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