Capítulo 31: Liberación
Habiendo reunido al pequeño equipo que acompañaría a Sasuke y Karin, todos se reunieron para saber el plan con el cual actuarían.
-Vamos a esperar por el ataque frontal, esa será nuestra señal para movernos... los pocos que queden resguardando la entrada trasera no serán problema alguno- explicó el Uchiha, mientras todos asentían ante sus palabras. -Deben tener en cuenta de que, a menos que sea necesario, derramar sangre no es prioridad- dijo
Eso solamente hizo ganarse otra mirada por parte de todos, incluso la de la pelirroja quien, fugazmente, le dedicó una ligera sonrisa.
Sasuke por su parte solo observó a Yuji quien solo asintió al choque de ambas miradas.
-Es hora- dijo el Uchiha.
...
Caminando hasta la locación en donde se les había indicado que podían comenzar el asedio a la ciudadela, la mente de la pelirroja solo podía llenarse de lo que sea que estuviera ocurriendo en casa.
Se preguntaba ¿cómo estaba Sakura? ¿cómo estaba llevando todo esto? pero más importante aún ¿cómo se encontraba Naruto actualmente de salud?
Al pensar en aquello último, observó al Uchiha.
-¿Cómo crees que se encuentre Naruto?- preguntó.
Karin solo pudo escuchar un pequeño suspiro proveniente de Sasuke.
-Se encuentra con vida, lo puedo sentir... todavía- dijo
Esa respuesta hizo que los ojos de la joven Uzumaki se agrandaran en clara sorpresa.
-No sabía que eras una especie de sensor- le dijo.
-Es una habilidad que mi ojo izquierdo me otorga- explicaba. -Naruto posee el chakra más poderoso en la actualidad y es fácil para mí sentirlo gracias a mi ojo- dijo.
Karin asintió.
-¿Y es solamente con él o puedes sentir a cualquier persona?- preguntó.
-Es solamente con él- dijo. -Tanto a él como a mí se nos otorgaron habilidades únicas... gracias a eso compartimos una especie de conexión, la cual, con mi ojo, me permite saber la posición de su chakra y también su estado vital- dijo.
Era, ciertamente, bastante información para procesar en el momento. Pero vaya que le había sorprendido la conexión que tenían ambos.
Aunque su duda se había aclarado, el rubio seguía con vida.
...
Ciertamente la ubicación trasera se encontraba bien resguardada, pero a juzgar por lo que ocurría al frente, estaba más vulnerable.
Eso les favorecía.
Esperando la señal, entre las sombras, el equipo de ambos se podía observar apenas con notoriedad... hasta que se podía escuchar progresivamente más y más cerca lo que parecía ser una turba de personas acercándose hasta la entrada del frente.
Con ello, la mayoría de guardias que había por donde debían entrar, habían ido a reforzar las defensas delanteras.
Aprovechando la confusión y actuando con rapidez, los pocos guardias que habían quedado fueron neutralizados rápidamente.
...
La revuelta del frente se hacía sentir con más y más fuerza de lo que alguna vez se habían podido imaginar. Entre la multitud de voces solo se podían escuchar quejidos y reclamos de "¡Ya no más!"
Los guardias apenas y podían controlar a toda la turba de personas que estaban por caer encima de ellos, era un total caos.
Aunque un par de ellos solamente pudieron escuchar unas ordenes que los hicieron quedarse helados.
-¡¿No me escucharon!?- se volvió a escuchar la voz entre los uniformados. -¡Ataquen a matar!-
La mayoría solo pudo mirarse entre sí, confundidos.
Es decir, la mayoría de ellos se habían unido a las fuerzas para obtener beneficios en términos de comida, agua, un poco más de libertad que el resto... ¿pero esto? ¿tratar de asesinar a sangre fría a personas que son o eran vecinos o amigos?
La mayoría no podía siquiera intentar un acto tan cobarde como ese, ocasionando que varias armas bajaran inmediatamente... salvo unos cuantos, aquellos que habían gozado del abusar de su poder, que habían gozado con el sufrimiento de los demás.
Eso solamente ocasiono que los ataques hacía los civiles comenzaran, aunque aquellos que atacaron, fueron rápidamente reducidos por la turba furiosa que se encontraba presente.
...
-Pues si que no mentían cuando dijeron que nos encontraríamos a unos cuantos- mencionó Karin.
Mirando hacía atrás, fácilmente se podían contar alrededor de veinte cuerpos inconscientes... los reclutas solo podían exhalar tratando de recomponer sus alientos después de lo que habían pasado.
Pero mirando a aquellos dos, ni siquiera una gota de sudor se les podía notar.
-Creo que por ahí podemos subir hasta el nivel dos- señaló la pelirroja.
Sasuke asintió en respuesta.
-Es mejor prepararse, puede que sepan ya de nuestra presencia aquí- dijo.
...
Era verdaderamente fascinante como lo exterior era tan... triste de observar, pero el lugar en donde estaban ahora parecía un mundo totalmente nuevo. Pantallas, material de laboratorio, era muy distinto. Todo era tecnología de primer nivel y, al parecer, limpiado hasta el más mínimo detalle. La higiene en el sitio era algo verdaderamente llamativo.
-Según esto, debe haber una subida hasta el siguiente nivel después de ese pasillo, hay que buscar la manera de subir al próximo- decía, señalando.
Pero justo terminando de mencionar eso, una de las tantas pantallas que había en el lugar se encendió, revelando a un hombre, de cabellera negra, pasados sus treinta y de piel blanca.
-Sinceramente me sorprendo del poco tiempo que les ha tomado llegar hasta aquí... me presento ya que es la primera vez que nos conocemos, me llamo Takeshi- dijo.
Todos solamente observaban.
-Claro que refiriéndome a ustedes dos- decía Takeshi a través de la pantalla mientras miraba a Sasuke y Karin, ganando aún más atención de ambos. -Seré breve... les ofrezco la cantidad de dinero que ustedes deseen, díganme una cifra y esa se les dará- mencionó. -Es más, si vamos más allá, incluso puedo concederles un puesto de alto rango en todo esto que estoy formando de forma rápida- dijo.
Al escuchar todo eso, la pelirroja cruzó ambos brazos por su pecho y levantó una ceja.
-¿Qué te hace creer, o bueno, siquiera pensar en que aceptaremos algo como eso?- preguntó.
Takeshi solo sonrió ante ello.
-Cualquier persona, al menos por una pequeña pizca de poder, querría aceptar una oferta como la que les estoy dando- dijo, confiado.
Todo esa palabrería solo hizo molestar a Sasuke quien, de manera imprevista, comenzó a caminar hacía el pasillo que Karin le había mencionado, dándole así su espalda a la pantalla.
-Es hora de que replantees tu visión de lo que es el poder y observa hacía el exterior... si ese es tu sentido de poder, entonces no tienes absolutamente nada- decía, mientras continuaba caminando.
Karin, junto a los demás, simplemente siguieron al joven de cabello negro, mientras que unos cuantos lanzaron algunos shuriken hacía la pantalla, rompiéndola al instante.
...
-Levantate- se escuchó decir al Uchiha.
Y así, un hombre que había sido reducido en la limpieza de lo que era el quinto nivel de la ciudadela, obedeció. Poniéndose de rodillas, mientras Sasuke colocaba de manera cercana su espada en el ojo de aquel hombre.
-El mineral... ¿en dónde se encuentra?- preguntó.
-Es la tercera vez que me preguntas eso y la respuesta sigue siendo la misma que las anteriores veces... ¡no lo sé, idiota!- le dijo.
El Uchiha lo observó fijamente, para después mirar a Karin y asentirle.
-Está mintiendo- dijo la pelirroja.
Eso solo pudo marcar una sonrisa en el hombre, una sonrisa que, en sí, parecía de confianza y algo de burla.
-Nos habría gustado que cooperaras de manera natural, esa falsa confianza es inútil ya que...- sonrió. -Yo puedo sentir si estás mintiendo o no- decía Karin, mirándolo, aún con la sonrisa en su rostro.
Esa información hizo que la sonrisa confiada de aquel hombre se borrara casi al instante.
-A través del chakra de una persona, ella puede saber si esa persona está mintiendo o no- le dijo Sasuke. -Así que esta es tu última oportunidad para cooperar... ¿en dónde está el mineral?- preguntó.
Habiendo sido descubierto, el hombre no hizo nadamás que agachar su mirada.
-Dos niveles más hacía arriba- dijo finalmente.
Karin observó a Sasuke. Este último a Karin. Asintiendo en sintonía.
Solo para, después, observar al Uchiha tomar por un hombro al tipo que se encontraba arrodillado.
-Camina-
...
En el exterior de la ciudadela, el caos era lo que reinaba, mientras se podía observar a todavía más gente ingresar por la entrada frontal.
La visión de lo que eran tanto bajas civiles como bajas del régimen... era algo triste. Aún había personas aferradas en no dejar la pequeña porción de poder que se les había otorgado.
-¡AHORA!- Se logró escuchar una voz.
Y así, comandados por Yuji y Daisuke, la turba de gente cargó en contra de la última defensa por parte del régimen, logrando así tomar control de la parte frontal de la ciudadela.
...
Buscando a sus compañeros, Akemi había logrado llegar hasta el lugar, ciertamente la situación en el hospital era todavía más controlada que en donde se encontraba ahora.
Estarían bien sin ella.
Y así, mientras curaba a los heridos que podía, entre ellos tanto civiles como algunos que pertenecieron al régimen, comenzó a curarlos con su sanación... hasta que llegó a uno, había recibido mucho daño físico y, al poner al descubierto su torso y abdomen, Akemi solo pudo observar las hemorragias internas que tenía.
Sin más, comenzó a sanarlo.
En un pequeño momento de lucidez, el hombre que se encontraba en el suelo, pudo mirar a la hermosa mujer que se encontraba curandolo... pero no traía su mismo uniforme que él, no pertenecía a ellos.
...
Para él, Daisuke, le alegraba mirar a Akemi haber llegado por fin a darles una mano con los heridos. Aunque en su opinión, los uniformados no merecían ese tipo de atención, no después de lo que habían hecho...
En un movimiento rápido, Daisuke observó como aquel hombre que estaba siendo sanado por Akemi, logró clavar en uno de sus costados lo que parecía ser una especie de daga.
Sin tiempo que perder, Daisuke se apresuró en su ayuda, propinando así una patada que noqueó al instante al agresor mientras que, apoyándose en el suelo, sostuvo a Akemi en sus brazos.
Esta solo lo podía sostener con fuerza.
El dolor era gigante en ese momento.
...
Habiendo llegado al séptimo y último nivel, la verdad es que llevar a un prisionero con ellos había sido una buena idea por parte del Uchiha.
La mayoría al mirar ese acto, solamente dudaron para bajar sus armas y rendirse. Otros como tal solo pudieron resistir poco, no duro mucho, ya que rápidamente fueron reducidos por Sasuke y compañía.
Aunque al mirar hasta el fondo, podían observar una puerta, parecía estar blindada, era probable que algo estuviera detrás de ello... o alguien.
Este nivel, como tal, era el más actualizado de todos los que habían visto con anterioridad. Las distintas habitaciones que había estaban más que preparadas con lo último en cuidados.
En una de ellas incluso se encontraban lo que parecían ser cápsulas llenas de agua, en la que, fácilmente además, podían caber cuerpos humanos sin problema alguno.
Aunque al fijar su vista hacía una habitación peculiar, Karin logró mirar una máquina. En ella estaba siendo sostenida lo que parecía ser una especie de... roca, que tenía, por lo menos, el tamaño de una cabeza humana, o eso era lo que podía suponer.
Al comenzar a leer las distintas notas que se encontraban regadas, la pelirroja solamente pudo soltar un pequeño suspiro.
Algo que llamó la atención del Uchiha.
-¿Pasa algo?- preguntó.
Karin solamente lo miró, con una sonrisa.
-Es este- dijo.
Sasuke asintió.
-Debemos sacar lo necesario para llevarlo de vuelta a la villa- dijo.
Pero al terminar de decir esas palabras, la puerta que habían observado al inicio, comenzó a abrirse... logrando así, poder divisar a lo que parecían ser veinte guardias quienes habían tomado posiciones defensivas y, detrás de ellos, miraron al hombre que les había hablado por la pantalla.
Aunque en un vistazo fugaz, la pelirroja pudo observar detrás de Takeshi, a tres mujeres. Una parecía ser la madre de ambas chicas adolescentes, a juzgar solamente por la vista, Karin podía intuir que ambas no pasaban de sus quince años.
Pero sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando el Uchiha se colocó frente a ella, cubriéndola parcialmente con su cuerpo, observando así a Takeshi.
-No me gusta suponer pero apuesto a que ahora piensan que si debió haber sido mejor tomar la oferta que les hice ¿cierto?- preguntaba.
El Uchiha ni siquiera hizo el esfuerzo por responder a una pregunta tan tonta... en cambio, pensaba en ¿cómo podría neutralizar a veinte de esos tipos de una forma rápida?
-Si utilizo algún jutsu de rango amplio, es probable que lastime a personas que no deseo lastimar... tendrá que ser mano a mano- pensaba.
La mirada pensante por parte de Sasuke solo pudo ser observada por la pelirroja quien, mirando nuevamente hacía el frente, observó a la familia de aquel tipo, con temor en ellas.
El Uchiha, por su parte, solamente se sorprendió cuando la observó colocándose frente a él, encarando a todas las personas hacía ellos.
...
El tiempo parecía comenzar a ralentizarse alrededor de Akemi, al menos eso era lo que su visión podía observar.
Los gritos, Daisuke sosteniendola, Yuji tratando de curarle su herida... todo aquello parecía solamente ser algo que estaba sucediendo en camara lenta.
-Está muy mal herida, no puedo sanarla del todo- decía Yuji.
...
-Ustedes, idiotas- decía, señalando a los veinte. -¿No se dan cuenta de lo que sucede? ¿de lo que pasa fuera de aquí?- preguntó.
-¿Qué piensas hacer?- preguntó Sasuke, a sus espaldas.
El Uchiha solo miro a la pelirroja girar levemente sobre uno de sus hombros, sonriéndole ligeramente, solo para regresar su mirada hacía el frente.
-Ustedes obtienen beneficios a costa del sacrificio y opresión de la gente de allá fuera... pero, en sí, lo único que han obtenido son unas cuantas porciones más de comida y unos uniformes limpios, es decir, ¿no les da vergüenza?- decía. -Ese imbécil solo está aprovechandose de su necesidad, ustedes realmente no son de importancia- dijo, señalando a Takeshi.
Los veinte, quienes hace un momento estaban listos para entrar en combate si era necesario, solamente se miraron entre ellos.
-No son mercenarios... puedo ver eso, sé que son gente honrada la cual solo ha sido engañada y maniñulada por ese bastardo- decía. -Incluso ellas- dijo, señalando hacía las tres mujeres que se encontraban al fondo. -Le temen, es hasta terrorífico que a él no le importe la seguridad de ninguno de ustedes ni de ellas, al final, tiene la posibilidad de curarlas de algo fatal... todo por conseguir su objetivo- dijo.
Tras decir eso, Sasuke comenzó a escuchar lo que parecían murmullos, provenían de los veinte que, hace unos instantes, habían titubeado en acatar sus ordenes... solo para, después, observarlos bajar sus armas.
Al observar eso, Takeshi no podía creer lo que estaba ocurriendo... al ser consumido por su rabia, logró tomar una de las espadas que portaba uno de los que alguna vez lo habían cuidado.
Sin más, y con su familia mirándolo horrizadas, el hombre de cabello negro cargó en contra de la pelirroja quien, al esperar esa reacción, se encontraba ya en una posición defensiva... pero el sonido de dos metales chocando inundo el lugar.
Sasuke había interrumpido el ataque con un movimiento rápido.
-¡No me arrebataran esto, yo lo hice todo... YO, NO USTEDES!- decía, aunque la mirada fría de Sasuke lo hacía enojar más. -¡Maldito!- gritó.
Al combatir, el Uchiha debía admitir que su oponente era bueno con el manejo de la espada. Sus movimientos eran casi precisos y su técnica era decente cuanto menos.
Pero Sasuke tenía la velocidad.
Los demás solo eran espectadores.
En un movimiento con suma rapidez por parte del Uchiha, el cual solamente pudo ser seguido por Karin, Sasuke logró desarmar a su oponente, haciendo que la espada contraria saliera volando, clavándose así en una de las paredes del lugar debido a la fuerza y velocidad con la que había sido arrebatada.
Lo único que pudieron observar todos después de ello fue al tirano, completamente indefenso y tirado en el suelo, mientras el pie del Uchiha se encontraba en su garganta, y su espada apuntaba hacía su rostro.
-Se acabo- dijo Sasuke.
...
En el exterior, las personas solamente podían observar con sumo cuidado cuando las puertas frontales que daban acceso a ls ciudadela comenzaron a abrirse y, de ellas, pudieron observar múltiples siluetas.
Tanto la pelirroja como el Uchiha solamente pudieron escuchar el gran sonido de festejos que provenían del exterior... los cuales se intensificaron cuando salieron por completo de la instalación.
Tras ellos se podía observar también a los reclutas que habían servido como apoyo, junto a la mayoría de guardias que se habían rendido desde el primer momento... mientras traían consigo a la mente detrás de todo lo que había ocurrido en Redaku y, junto a él, su familia.
Entre todo el cumulo de festejo y personas, Karin pudo divisar un pequeño circulo que había a varios pasos delante de ella y, al concentrarse más, no dudo un segundo en correr en su ayuda.
-¿Qué le ocurrió?- preguntó.
Tras eso, el festejo se había apagado por completo, ahora con las miradas centradas sobre la pelirroja y en lo que estaba ocurriendo.
Sasuke, al observar lo que ocurría, de igual manera se acercó.
Sin previo aviso, Akemi logró tomar ligeramente de la mano a Karin.
-No recuerdo haberte agradecido como tal... estas personas, cada una de ellas merecían esto- decía, mientras sentía las manos de la pelirroja sobre ella.
-Trata de no hablar, eso dificultará las cosas- le dijo, mientras comenzaba a aplicar su ninjutsu médico.
Pero al pasar un par de minutos, el resultado seguía siendo el mismo, todo el daño que había sufrido era grande, irreparable en sí para lograrlo solamente con la palma mística.
Cansada de la situación, Akemi retiró las manos de la pelirroja.
-No gastes tus fuerzas, querida... no hay nada que hacer- le dijo, mostrándole una sonrisa.
Eso solamente dejó en shock a la joven Uzumaki... ¿realmente no había nada que pudiera hacer?
Buscando respuestas, giró y miró a Sasuke. Este la miró también, conectando ambas miradas. Solo para, después, observar a Karin levantar una de sus mangas.
-¿Estás segura?- preguntó.
El Uchiha observó una ligera sonrisa en el rostro de Karin quien, girando nuevamente, lo observó.
-Solo no le digas a Sakura... seguramente me mataría- decía, girando su rostro nuevamente a Akemi. -Yuji, sostén su cabeza, por favor- le dijo, mientras podía observar como Akemi perdía fuerzas cada vez más y, a su vez, colocaba el brazo en la boca de Akemi. -Sé que te quedan pocas fuerzas... pero necesito que me muerdas lo más fuerte que puedas y chupes de mi sangre- dijo.
El Uchiha pudo observar a Akemi asentir ligeramente ante eso solo para, después, mirar el gesto de dolor en el rostro de la pelirroja.
La herida había comenzado a sanar a una velocidad bestial... Yuji, mientras observaba con lagrimas el suceso, solamente pudo quedar sorprendida por lo que había observado.
-Listo...- decía Karin, retirando su brazo. -Llevenla con cuidado a un lugar en donde pueda descansar apropiadamente- dijo.
Antes de poder bajar su manga, observó la mordida. Había cicatrizado... pero dejando una marca permanente. Bajando así su manga y poniéndose de pie.
Aunque al momento de dar algunos pasos, sintió la perdida de fuerza en sus piernas y antes de caer al suelo...
-Te tengo- le dijo Sasuke, mientras la sostenía con ligereza en su brazo.
La pelirroja solo sonrió ante ese gesto.
-Hace tiempo que no la usaba, eso realmente me agotó- dijo.
Y, así, el sonido del festejo se hizo presente una vez más.
Todo había salido bien.
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