Dos días habían pasado. Era momento de partir hacía lo que sería su nuevo "hogar", una palabra que no se podía relacionar con nada a la pelirroja, al menos por lo que podía recordar, nunca había tenido un hogar.

¿Quizás podría llamarlo así al acostumbrarse?

No lo descartaba del todo. Siempre había todo tipo de gente a cualquier lugar que iba, Konoha seguramente no era la excepción... gente buena, mala, tonta, de todo. Por las historias que había escuchado de Orochimaru, en esas ocasiones en que pudo preguntarle un poco de la villa, al menos antes de tomar una decisión, hubo algunas que eran interesantes.

Incluso después de saberlas, lo más impactante para ella fue, al menos, que la reputación de la cual se había hecho el sannin legendario no eran patrañas ni mucho menos.

La historia sobre la masacre del clan al que pertenecía Sasuke le pareció bastante interesante, triste e injusta también... aunque las injusticias ocurren muy a menudo. Ahora lo entendía del todo, por qué hizo lo que hizo. Ambos compartían el dolor de perder todo, incluso a sus más cercanos, pero mirar a tu propio hermano acabar con tus padres y con tu clan entero, mierda, eso era una marca de por vida.

Quizás ahora podía entender mejor el por qué la toma de misiones fuera de la aldea, incluso la actual que lo mantendría alejado de Konoha durante mucho tiempo... probablemente no era demasiado agradable volver al lugar en donde perdiste todo, no al menos después de haber sabido la historia completa de lo que en verdad sucedió, aunque, al menos en la actualidad, podía proteger a la villa mientras buscaba información.

El sexto le había dicho que iría personalmente por ella para llevarla a Konoha.

La pelirroja conocía a Kakashi. El antes "ninja copia" se había hecho de una fama global y muy temida. No por nada era uno de los shinobis más respetados que había. Pero también sabía que no era un imbécil, su actitud agradable con ella solo se debía a que era un favor que Sasuke le había pedido. Pero era mejor que fuese así.

...

-Creo que debo de ponerme en marcha para ir por Karin- dijo Kakashi.

Parte de la mañana había estado un poco ocupado arreglando algunos papeles referentes a algunas ramas de la aldea... y también para la clínica de Sakura. Habían buenas noticias respecto a ello y por fin la habían incluído de manera oficial como un departamento más del hospital de la villa.

-Sexto, ¿cree que incluir a esa chica sea una buena decisión?- preguntó Shikamaru.

El jóven Nara había permanecido al lado de Kakashi durante estos días. El trabajo se le había acumulado un poco a Shizune y no había podido estar presente con el Hokage.

-Pienso que sí, pero de igual forma siempre es bueno escuchar opiniones ajenas y, bueno, creo que una opinión viniendo de ti me daría otra perspectiva- decía. -¿Qué opinas de esta decisión, Shikamaru?- preguntó.

El jóven Nara dejó los papeles que tenía en su mano sobre el escritorio y habló.

-Leí el expediente de ella, parece que es un poco inestable y también ha servido a Orochimaru durante muchos años- decía. -Sexto, sé que conoce mi posición acerca sobre la confianza de la villa a Orochimaru pero...- mencionaba antes de ser interrumpido.

-Como shinobi, he visto muchos rostros a lo largo de mis misiones, rostros que te hacen leer mejor a una persona. Mentirosos, estafadores, asesinos, ladrones- decía. -Pero el rostro que vi en esa chica solo me decía una cosa: inseguridad- dijo.

Shikamaru lo miró con un poco de confusión.

-¿Inseguridad?- preguntó.

-Aprendes también a leer los ojos. Los ojos mayormente dicen la verdad todo el tiempo- decía. -Esa chica tiene bastante sufrimiento en esos ojos, y también he visto esa mirada en otra persona- comentó.

El jóven Nara tomó asiento frente al sexto y lo miró.

-Tengo entendido que el favor se lo pidió Sasuke- decía. -¿Esa mirada la ha visto en él?- preguntó.

El sexto solamente asintió en respuesta.

-Hace ya tiempo, el mismo día en que se convirtió en renegado- decía. -Esa misma mirada llena de dolor, sufrimiento e ira pero también tristeza y soledad... creo que esa podría ser la razón del por qué Sasuke me lo pidió, además de que, bueno, pienso que de alguna forma siente que se lo debe- dijo.

-¿Se lo debe?- preguntó.

Kakashi se reclino sobre su silla y miró hacía el techo.

-Después de la reunión de los kages en el país del Hierro y también después de la visita de Sakura al capitán Yamato, Naruto y yo, pude llegar al puente Samurái, justo antes de que Sasuke atravesara a Sakura con su chidori- decía, para después suspirar levemente. -Pero nos percatamos de una persona más...-

-¿La chica?- preguntó el jóven Nara.

El sexto solo asintió ante ello.

-Estaba mal herida, demasiado mal herida... no hacía falta ser un genio para saber que fue Sasuke quien le hizo aquella herida- decía. -Sakura le aplicó ninjutsu médico y la logró salvar, después de eso la trajimos hasta aquí- dijo.

Shikamaru lo miró.

-Supongo que Sasuke le pidió eso para, bueno, al menos tratar de enmendar el hecho de que casi acaba con su vida ¿no es así?- preguntó.

-Es bastante obvio si conoces los detalles, pero sí, yo también deduje lo mismo- comentó.

El jóven Nara suspiró al levantarse y tomó los papeles.

-Creo que tendrá mucho trabajo si quiere ganarse la confianza de la gente en la villa- concluyó.

El sexto solamente sonrió por debajo de su máscara.

-Sé que hay personas que están dispuestas a ayudar y a hacer eso más fácil-

...

La pelirroja se sobresalto un poco cuando sintió el chakra del sexto aproximándose. Había tomado una decisión y estaba lista para continuar, esperaba, y en verdad que sí, que no se arrepintiera de ello más adelante.

-Hola a todos- saludó el sexto.

De nuevo, silencio. Aunque la pelirroja se levantó de su asiento.

-Que animados están- pensó.

Aunque una pequeña risa por parte de Orochimaru despertó la curiosidad del sexto y también de Karin.

-Así que, Hokage-sama, la inclusión de Karin a Konoha no tiene nada que ver con política ¿cierto?- preguntó.

Kakashi pudo notar el 'veneno' que llevaba esa pregunta y solo se limitó a sonreír.

-Puedo asegurar, de nuevo, que no es nada de eso- respondió. -Además, yo mismo evalúe  y pensé bien esta decisión y apoyé la idea de Sasuke de incluirla como habitante de la villa, Orochimaru- dijo.

El legendario sannin solo soltó una ligera risa.

-Entonces es como lo pensé- dijo.

-¿Justo como lo pensaste?- preguntó el sexto.

Orochimaru lo miró.

-Sé que no eres un idiota, Kakashi, decisiones como estas, tomando en cuenta de que hablamos de una persona la cual fue mi secuaz, se evalúan mucho- decía. -Las decisiones que se toman en Konoha muchas veces funcionan para beneficiar a la villa... aunque algunas se hacen de buena fé, así como la situación actual o quizás un poco de ambas- concluyó.

El sexto solo sonrió debajo de su máscara. Orochimaru era quien era, pero también era un shinobi sin igual, deducir cosas como esas no serían algún problema.

–Que raro de ti el mostrar un poco de interés que no sean experimentos ¿no lo crees?– preguntó Kakashi.

La pelirroja se mantenía expectante y escuchaba con atención, cuando recibió una mirada de Orochimaru.

–Solo quería, digamos, asegurarme por mí mismo– concluyó.

El sexto suspiró y habló, mirando a Karin.

–Bueno, es hora–

La pelirroja solamente asintió ante ello.

...

–Bien, llegamos– dijo el sexto.

Frente a ellos se encontraban las puertas de la villa. Enormes y llamativas, como siempre.

Kakashi notó la mirada un poco preocupada de la pelirroja y habló.

–Sé que esto puede ser nuevo para ti, pero me encargué de unas cosas mientras te decidias en cuál opción elegir– decía. –Sabes que leí tu archivo y sé sobre tu "habilidad" especial... ¿has tenido algún tipo de entrenamiento como médico?– preguntó.

–No, ninguno. Solo usaba mi habilidad cuando era necesario– dijo.

–Entiendo. Bueno, me tomé la libertad de incluirte con el cuerpo médico en el hospital– decía. –Pero antes de que preguntes, no, no será necesario que uses esa habilidad, recibirás entrenamiento en ello, yo te mandaré a llamar para decirte quien te va a entrenar– dijo.

El sexto pudo notar el cambio sutil de la expresión en el rostro de la pelirroja. Parecía más relajada después de eso último.

–También me tomé la libertad de colocarte en un lugar para vivir, al menos momentáneamente, no puedo decir con certeza si después querrás mudarte– decía. –Vamos, caminemos, te daré un tour rápido hasta tu apartamento– concluyó.

...

Al estar caminando en dirección hacía su apartamento, el pensamiento que había tenido hace unos años cuando piso nuevamente Konoha había regresado. Era un lugar cálido y bastante agradable a decir verdad.

Quizás no sería tan malo después de todo y si se lo preguntaban, era mejor que estar en la guarida de Orochimaru. Aunque también estaba quedando maravillada por los diferentes aromas que podía percibir de los lugares que el sexto señalaba.

Sin duda había una variedad amplía de comida a lo largo de las calles.

...

–Bien, este es el lugar– mencionó Kakashi. –Fue desalojado hace poco tiempo, el antigüo dueño era un poco vago respecto a la limpieza, espero que tú cambies eso– decía. –Adentro está lo básico, el antigüo dueño decidió dejar algunas cosas que aún tienen funcionamiento, aunque toma la cama como un regalo de bienvenida– concluyó.

La pelirroja ingreso al sitio mientras el sexto espero en la puerta, prefería darle su espacio en ese aspecto. Era mejor que se sintiera comoda.

–Se ve bastante bien– dijo Karin.

Kakashi sonrió debajo de su máscara y saco un pequeño sobre de sus bolsillos.

–Toma, son unos cuantos ryo, lo suficientes como para durar hasta que comiences a ganar dinero– decía. –Oh, y sobre lo del hospital, en un par de días tendrás noticias sobre quien te va a instruir, hasta entonces, bienvenida a Konoha– concluyó.

–Antes de que te marches, yo, bueno, gracias por toda esta hospitalidad, en serio– dijo la pelirroja.

El sexto sonrió.

–Yo creo que las gracias deberían ser para otra persona en particular ¿no lo crees?– dijo el sexto mientras guiñaba un ojo. –¡Nos vemos!– concluyó.

Kakashi desapareció en una nube de humo, era una buena despedida la verdad.

–Yo... ¿supongo que sus despedidas son así?– pensó.

Después de esa impresión, la pelirroja ingreso al apartamento y cerró la puerta.

Un nuevo episodio había comenzado en su vida.