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Capítulo 27: Akemi

Otro día más en la mierda había terminado... aunque al estar por salir, Akemi pudo observar a la pelirroja sentada, con una de sus manos sosteniendo parte de su barbilla. Se había quedado dormida.

-Oye, esa no es una posición muy cómoda para dormir- dijo.

Karin solamente pudo reaccionar con sorpresa ante eso. Ni siquiera se había dado cuenta cuando cayó dormida, al menos le alegraba que fuera Akemi quien la despertó.

Esta última tomó también un asiento y la acompaño un momento.

Hablaban sobre los pacientes, el trato que estaban recibiendo, las buenas opiniones que Karin tuvo... sobre lo que había pasado también por la mañana.

Esto, al menos en opinión de Karin, provocó un cambio en la expresión de Akemi. Podía notar... tristeza, lo entendía en sí. Era su hogar, esta era su gente, y que aquellos dos tuvieran una muerte así, aún con lo que habían hecho, bueno, no lo merecían en su opinión.

-¿Sabes? lo peor de todo es que, lamentablemente, esto ocurre desde los primeros días que comenzaron los abusos de poder- mencionaba Akemi.

La pelirroja solo pudo apretar sus puños al escuchar eso, si se lo podían preguntar en ese momento, podía jurar que, quien sea la persona que estuviera en el poder de ese lugar hoy en día, si lo llegaba a tener de frente, lo molería a golpes sin dudarlo ni un segundo.

-A todo esto, Akane, mencionaste que tu compañero y tú son viajeros ¿cierto?- mencionó, mientras la pelirroja asentía. -¿Tienen un lugar en donde quedarse?- preguntó.

Esto sorprendió a Karin, sin duda.

-Eh, la verdad es que no... llegamos recientemente y no tenemos en donde quedarnos- respondió.

Akemi solamente pudo sonreír ante eso.

-En donde vivo tengo un cuarto extra, solía ser ocupado por...- dijo, deteniendose antes de terminar lo que iba a decir. -En fin, tengo una habitación extra, no es muy amplia debo decir, pero caben perfectamente dos personas- mencionó.

La pelirroja debía admitir que la amabilidad que estaba recibiendo por parte de Akemi le estaba sorprendiendo. Además de que no notaba ninguna discrepancia en su chakra, no mentía en nada que le hubiese contado hasta el momento.

Karin solo sonrió.

-En verdad agradezco tu amabilidad... pero seguramente encontraremos algún lugar donde quedarnos, no nos gustaría incomodarte- dijo.

Akemi solamente la miró.

-Pienso que eso será difícil- decía, obteniendo una mirada de curiosidad por parte de Karin. -Desde que las cosas han ido mal, prácticamente ese tipo de negocios han dejado de existir por aquí- dijo.

Karin solamente suspiró ante eso.

-Bueno, mirándolo de esa forma, creo que lo diré a mi compañero, siendo sincera, es una buena oferta- dijo.

Akemi asintió en respuesta a eso solo para, después, sacar un papel del bolso que traía consigo, además de algo con lo que escribir.

-Mira, esta es la dirección de donde vivo- decía, entregando el papel. -No hay mucho por donde perderse, así que llegaran fácilmente, está a unas cinco cuadras de aquí... si aceptan la propuesta, pueden ir a la dirección que escribí- dijo.

Karin miró el papel, para después sonreírle.

-Gracias por esto, en serio- dijo.

Akemi solamente asintió, levantándose de su lugar, marchandose.

...

Al Uchiha le parecía un poco raro el notar que la mañana era, por lo que parecía, mucho más tranquila que la noche. Había menos pacientes y no muchos reclutas o ayudantes.

Eso le daba la ventana perfecta para poder ingresar a la oficina de Akemi, tratando de buscar los expedientes de los hombres que habían sido asesinados frente al hospital.

Aunque, habiendo buscado ya en todos los sitios...

-No están- pensó.

Eso era, definitivamente, raro. Más que nada por tener en cuenta de que recordaba claramente como Karin había entregado esos expedientes personalmente, y era todavía más raro porque todos los expedientes de los habitantes que habían sido tratados esa noche estaban ahí, menos ese par.

Aunque no hubo tiempo de pensar mucho más, puesto que la puerta de la oficina comenzó a abrirse, haciendo que el Uchiha se apresurara a esconderse como buenamente podía.

-Vamos, soy yo, no es necesario que te escondas- logró escuchar. Menos mal que era Karin. -¿Qué estás haciendo aquí?- preguntó la pelirroja.

Sasuke la miró, cerrando también el cajón que había dejado abierto.

-Los expedientes de aquel par de hombres, no están... trataba de buscarlos- dijo.

Eso sorprendió a la joven Uzumaki.

-Pero, es decir, recuerdo que Akemi los metió en ese mismo cajón - decía. -¿Tú crees que ella...?- mencionaba.

Sasuke solamente suspiró.

-Debemos investigarla más, hay algo raro en su actitud, algo que no me cuadra del todo- dijo.

Karin simplemente asintió en respuesta, para después mirarlo.

-Pienso que el investigarla no será un problema como tal- dijo.

Eso intrigó al Uchiha.

-¿A qué te refieres?- preguntó.

Karin procedió a comentarle sobre la oferta que Akemi les había hecho a ambos. ¿Por qué esa amabilidad con un par de extraños? eso la volvía aún más misteriosa. Pero era una oportunidad única para saber más.

-Si hay todavía una resistencia teniendo en cuenta de que ese par formaba parte de ella y sus expedientes ahora no están por ningún lado...- pensaba. -Tomemosla- dijo finalmente.

...

Al ir caminando por las calles, ambos podían observar con más detalle como se encontraba todo. La oscuridad de la noche no se los había permitido en primer lugar... todo lucía demacrado. Descuidado. Locales cerrados por donde se mirase, la poca cantidad de personas que se encontraba en las calles. Era algo... triste.

Al girar en una esquina, ambos pudieron observar una escena que, al menos para Karin, la llenaba de rabia. Se trataba de un grupo de seis uniformados abusando de su poder, mientras empujaban a un hombre que lucía mayor. Al menos en la vista de Sasuke, probablemente pasaba de sus sesenta años.

-Sigamos- dijo finalmente el Uchiha.

No podían hacer nada realmente.

...

-Creo que aquí es- mencionó la pelirroja.

Al mirar la casa, vaya que lucía muy descuidada. Los años no estaban siendo justos con el lugar, y teniendo en cuenta todo lo que estaba ocurriendo, bueno, era de esperarse si se pensaba mejor.

Al tocar la puerta, esperaron un par de minutos hasta que comenzó a abrirse.

-Veo que aceptaron, me alegra- dijo Akemi, obteniendo una sonrisa por parte de la pelirroja. -Pero pasen, no se queden mucho tiempo en las calles- dijo.

Ambos ingresaron a la casa, realmente por dentro no se veía del todo mal. A juzgar por la vista, parecía que Akemi hacía todo lo posible por mantenerla presentable, ero era bueno en sí.

-Vengan, acompañenme, les daré algo de beber- dijo, mientras los guiaba hacía su cocina.

Ambos solo pudieron sentarse alrededor de una mesa que se encontraba ahí.

Al traer un par de vasos de agua, vaya que los tomaron con rapidez, era normal puesto que habían pasado unas cuantas horas sin haber ingerido nada de agua. Hacía falta.

Akemi solamente observó eso, sonriendo ligeramente.

-Me sorprende que hayan aceptado la oferta, sobretodo tú- decía, mirando a Sasuke. -Sé acerca de los viajes, Akane me lo comentó... siento mucho también contigo la impresión de Redaku actualmente, no solía verse así- dijo.

El Uchiha solamente asintió en respuesta.

-No te preocupes- dijo.

...

Al estar dándole un tour por la casa a ambos, les explicaba donde estaba cada cosa. Aunque al estar cerca de la habitación donde ambos se quedarían, señaló un baño.

-Yo tengo el mío, pero lamento que ese sea compartido, no había pensado en ese detallé cuando los invité- dijo, apenada.

Karin, un poco sonrojada por ello, solamente sonrió.

-No te preocupes por eso- decía.

Y, así, por fin llegaron a la habitación que se les tenía preparada.

-Es esta, lamento el hecho de que no sea tan espaciosa, pero sientanse como en casa y descansen- decía. -Oh, y saldré un momento también, por si no me ven en un rato- dijo.

Ambos asintieron ante eso.

-Gracias por eso- dijo la pelirroja.

Akemi solamente asintió y sonrió en respuesta, para después, cerrar la puerta tras de sí.

En sí, la habitación no era grande, pero ambos cabían perfectamente, era acogedor en sí. Eso era lo único que se necesitaba.

Sin más, Karin se sentó sobre la cama.

-Estoy exhausta- dijo, suspirando.

El Uchiha la miró.

-Deberías descansar si así lo deseas, yo haré guardia- dijo.

Hace unos días habría objetado en decir que no, que él descansara. Pero seguía un poco molesta por lo que había sucedido en la mañana, claro que el Uchiha tenía razón en ese aspecto, pero aún así seguía enojada.

Aunque al momento de que su cabeza todo lo suave del colchón, no pasó mucho tiempo antes de que cayera perdidamente en el mundo de los sueños. Vaya que si le hacía falta descansar.

Sasuke solamente la observó, mientras una sonrisa ligera se marcaba en su rostro... que rápidamente se desvaneció cuando escuchó a Akemi salir finalmente de la casa.

Había que revisar el lugar.

El Uchiha hizo un par de sellos con sus dedos, dejando salir así una pequeña nube de humo y, junto a ello, un clon de sombra.

-Cuida de ella- dijo, para después salir de la habitación.

...

Caminando por el pasillo del primer piso y prestando más atención, pudo notar que las paredes estaban comenzando a deteriorarse por el paso del tiempo. Había humedad. Además de haber un par de lo que parecían ser formas de marcos que hubo alguna vez colgados en la pared.

Pero al llegar hasta la parte trasera de la escalera por donde subieron, el Uchiha pudo observar una puerta que no se les había presentado.

Intentando abrirla, Sasuke rápidamente se dió cuenta de que estaba cerrada totalmente con llave, eso era un problema, debía buscar algo con que poder abrirla sin hacer un gran escándalo.

Sin más, comenzó a buscar en cada rincón del hogar... hasta que se topó con lo que parecía ser la habitación de Akemi.

Buscando entre algunas cosas que estaban a simple vista, pudo divisar lo que parecía ser una caja que había debajo de su cama, sin más, el Uchiha la sacó y revisó.

Estaba llena de lo que parecían ser recuerdos, fotografías.

Aunque hubo un par que llamó su atención. En una se encontraba Akemi, junto a una niña pequeña y un hombre, ambos sin identificar. Parecían ser su familia. Y en la segunda, se encontraba la misma niña pequeña que acompañaba a Akemi en la primer fotografía... salvo que esta traía consigo una carta.

"Hemos llegado, sabes que nunca fuí de la idea de que tú te quedaras y yo no... no sé si esta carta te llegara, pero debes saber que ambos estamos bien. Si hay alguna forma de poder sacarte de ese lugar, lo haré. Solo confía en mí y ten paciencia. Pronto estaremos juntos de nuevo."

No había alguna firma que acompañase la carta, salvo la fecha. Hacía casi dos años que la carta se había escrito.

Sin más, Sasuke comenzó a arreglar todo en su lugar hasta que pareció que nada ni nadie había estado en el lugar. Aunque el joven Uchiha pudo divisar, sobre un tocador, un pequeño seguro para cabello que se encontraba sobre el mueble, tomándolo.

Y así, sin más, se dirigió hasta la puerta que se encontraba con llave.

Tratando de abrirla, escucho ruidos provenientes de la entrada solo para, después, observar que alguien iba a entrar en la casa.

Akemi había llegado.

...

Al observarla más cuidadosamente, miraba cuidadosamente cualquier gesto o movimiento que ella pudiera hacer. No le daba confianza en lo absoluto, aunque, de pronto, pudo mirar a Akemi dirigirse hacía la puerta que él había tratado de abrir.

Al abrirla, el Uchiha pudo notar, fugazmente eso sí, estanterías y una habitación casi vacía en opinión de él.

Aunque Akemi, agarrando una de esas estanterías pareció haber activado algún tipo de mecanismo que la podía convertir en, al menos lo que parecía, una especie de pasadizo secreto.

Sabía que no podía ir más allá por el riesgo a ser descubierto, entonces y haciendo uso de su velocidad, Sasuke salió de la habitación, dejando simplemente una pequeña brisa tras de él gracias a lo rápido que pudo moverse.

Eso hizo girar rápidamente a Akemi, dándose cuenta que se encontraba, en efecto, sola. Mientras una sonrisa se marcaba en su rostro.

...

Un par de horas después

La pelirroja había comenzado a abrir sus ojos, solamente para observar el techo de la habitación.

Levantándose en sus codos, pudo observar a Sasuke, mientras este se encontraba en el suelo, arreglando lo que parecían ser los pergaminos que había utilizado para guardar las cosas de ambos.

-Lamento haber dormido tanto tiempo- dijo la pelirroja.

El Uchiha la miró.

-No tengas problema con eso, debías descansar- dijo.

Karin solamente pudo mostrar una sonrisa ante ello, un poco ligera eso sí. Para después sentarse apropiadamente en la cama... aunque la vista de Sasuke le llamó la atención, lucía, bueno, pensativo.

-¿En qué piensas?- preguntó.

El Uchiha, aún con su mirada puesta en el suelo, habló, contándole así lo que había visto en ese par de horas que ella durmió. La carta hacía Akemi, lo que parecía ser su familia, la habitación detrás de la escalera... lo que parecía ser un pasaje secreto.

Karin solo pudo mostrar un rostro en el cual había mucha sorpresa. Aunque le platicó de igual manera sobre la conversación que había tenido con Akemi por la mañana.

Los gestos que pudo observar en ella.

-Aquellos dos hombres que fueron asesinados frente al hospital, pertenecían a lo que parece ser una especie de resistencia- dijo el Uchiha, girando su cabeza para mirarla. -No lo admitieron abiertamente, pero estoy seguro de que formaban parte de ello- dijo.

Al escuchar eso, Karin logró recordar los gestos de Akemi cuando habían hablado de eso. La tristeza, el enojo. Si se juntaba todo, bueno, daba sospechas a algo.

-¿Crees que...?- decía la pelirroja, aunque la cabeza de Sasuke mientras asentía, la detuvo.

-Pienso que forma parte de algo más- dijo finalmente.

Karin solamente suspiró.

Aunque sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando, fuera de la habitación, por el pasillo, lograron escuchar pisadas acercándose. Hasta que la puerta de la habitación se abrió.

-Preparé un poco de comer, no sé si tengan hambre, pero pueden bajar si gustan- mencionó Akemi.

Había que aceptar.

...

-Mejor que nada la verdad es que si es- pensó la joven Uzumaki.

Sasuke solamente mantenía su compostura, comiendo lo mínimo que podía. Había algo en Akemi que alertaba al Uchiha, no podía decir con seguridad si era bueno o malo en sí.

Aunque ese pensamiento se aclaró cuando la mujer lo miró, justamente a él.

-¿Y encontraste lo que buscabas?- preguntó, mirándolo.

Karin solo pudo detenerse ante esa pregunta, mirándola, al igual que Sasuke.

El silencio de ambos le había aclarado las cosas.

-Sabía que no eran gente normal- dijo

Akemi solo pudo mirar el cambio de expresión en el rostro de la pelirroja, ahora lucía más seria.

-¿Qué quieres decir con eso?- preguntó Karin.

Aún mirándola, Akemi habló.

-No soy tonta, Akane- decía. -Sé que no son viajeros, unos simples viajeros no habrían podido pasar la seguridad del lugar... ese par de guardias son solamente un señuelo- dijo.

Eso había sorprendido a ambos.

-Entonces, vayamos al grano, ¿de dónde vienen realmente?- preguntó.

Ambos, roja y negro se miraron con sus visiones periféricas. Se entendieron a la perfección.

-Venimos de una villa formada por shinobis- respondió el Uchiha.

Karin podía jurar que las palabras de Sasuke habían llevado un brillo especial al rostro de Akemi. Como algún tipo de... esperanza, haciéndola sonreír ligeramente.

-¿Y qué es lo que están buscando hasta este lado del mundo?- decía, recibiendo así una respuesta nula por parte de ambos. -Bueno, entonces pongamoslo de esta manera... si me ayudan, yo los ayudaré en lo que deseen. Tener a un par de su clase por aquí puede ser un talismán para lograr la victoria- dijo.

Karin, sorprendida, habló.

-¿lograr la victoria? ¿a qué te refieres con eso?- preguntó.

En ese momento, las dudas de Sasuke se despejaron completamente.

-Estás con la resistencia de este lugar ¿no es así?- le preguntó.

Era lo que Akemi había sospechado, definitivamente habían reunido la suficiente información para saber de ello.

Aunque, mostrando una sonrisa, respondió.

-Justo en el blanco-






















































































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