Capítulo 23: Contrarreloj
Algunos días después...
La pelirroja se encontraba mirando algunos cuantos expedientes que había dejado sin terminar. Si era sincera, un trabajo como este era bueno, la paga era buena, pero era aburrido rellenar expedientes.
Aunque escuchó unos nudillos llamando hacía la puerta.
-¡Adelante!- dijo.
Una mirada un poco de sorpresa se pudo ver en el rostro de la joven Uzumaki. Era inusual mirar a Kakashi por ahí.
-¿Qué te trae por aquí? ¿cómo sigue Naruto?- preguntó.
El sexto solo sonrió.
-Naruto se encuentra todavía estable-respondió, algo que hizo sonreír a la pelirroja. -Pero respondiendo a tu primer pregunta, necesito que me hagas un favor- decía.
La joven Uzumaki alzó sus cejas en señal de sorpresa, no se esperaba eso y, a su vez, dejo los expediente de donde los había sacado.
-¿Qué necesitas que haga?- preguntó.
Kakashi solamente suspiró.
-Esto solamente lo saben pocas personas, seguramente sabrás de quienes estoy hablando- decía. -Hace unos días, después de que logré contactar con Tsunade-sama, también llamé a Sasuke- dijo.
Karin simplemente se mantuvo estática, si se lo preguntaban, realmente tenía algunas emociones encontradas ahora mismo.
-Contacté con algunos colegas de distintas villas y aceptaron que miraramos distintas medicinas para tratar de ayudar a Naruto, y Sasuke será parte de esa misión con un médico asignado.- decía. -Este tipo de misiones generalmente son de rutina, pero esta vez se trata de Naruto, por lo que necesitamos hacerlo lo mejor que podamos- mencionaba. -Llega esta noche... y necesito que lo recibas, hay todavía algo de gente que no se toma muy bien lo que hizo en el pasado, sabes que Sakura no puede y Naruto todavía menos, entonces, después de ellos, tú eres una de las personas más cercanas a él- dijo.
La pelirroja solo lo miró... y lo miró.
Es decir, ella sabía muy bien del pasado de Sasuke y, de alguna manera, entendía el sentir de las personas. Algunas veces había sentido a Sasuke entrar en la villa a altas horas de la noche para entregar reportes de misiones que hacía para Konoha... pero le alegraba saber que lo vería físicamente, claro que eso contando con que había pasado ya algo de tiempo desde la última vez que lo había visto.
Era, de cierta forma, triste que algunas personas siguieran con aquella imagen de un Sasuke corrompido de hace varios años... al menos en la actualidad, se podía decir que su misión más importante era proteger a Konoha desde la distancia.
-Acepto- dijo finalmente.
...
Ya había pasado casi una semana desde que Naruto había comenzado con su problema, se encontraba "dormido" en la habitación, mientras Sakura se encontraba con Ino, platicando en voz baja.
-¿Y cuándo piensas decirle?- preguntó la rubia.
Sakura solamente suspiró.
-Es una noticia que me tomó por sorpresa. No quiero estresarlo, aunque sé que se pondría felíz, pero también lo estresaría y lo menos que quiero ahora es que haga algo que le complique su condición- mencionó.
Aunque la joven Yamanaka solamente pudo sonreír e, incluso, hablar un poquito más fuerte de lo establecido.
-¡Seré tía!- decía.
-¡Ino!- regañó Sakura, mientras se ponía un dedo en sus labios, en señal de hacerla guardar silencio.
-Cierto, cierto, perdona- decía, sin poder ocultar su felicidad.
...
Aunque en otro plano, alguien había escuchado aquella pequeña conversación, y solo sonrió levemente, para después hablar.
-Mocoso-
El rubio abrió sus ojos y solamente giró para mirar hacía el imponente bijū.
-¿Qué pasa?- preguntó.
Kurama solamente lo observaba.
-Sabes muy bien que esto nos está afectando a ambos, pero es más peligroso para ti- decía, a lo que el rubio asintió. -Había pensado en alguna solución para esto, ya que si tú caes, yo lo hago contigo y no quiero que pase eso... el único problema es que, realmente, no sé si lo que necesitamos, aún existe- dijo.
Kurama podía decir, con suma confianza además, que esas palabras habían iluminado un poco más el rostro de Naruto.
-¡¿En serio!?- preguntaba. -¿Qué es lo que necesitamos? estoy seguro de que la abuela Tsunade y Sakura-chan pueden hacer lo que sea- dijo.
El noveno bijū suspiró. Realmente no iba a ser tan fácil como lo había planteado.
-Hace mucho tiempo, el sabio de los seis caminos había enfrentado una situación similar a la tuya- decía.
-¿El viejo sabio también pasó por lo mismo?- preguntó.
Kurama solamente asintió.
-Él también había tratado con todo lo que podía, aunque ya habiendo probado de todo, una viajera del país Redaku le otorgó un mineral proveniente de un asteroide que había caído en el planeta muchos años atrás- mencionó. -Al final de todo, ese peculiar mineral pudo fortalecer todo su cuerpo y curar por completo su red de chakra... incluso todavía más que esa habilidad de la chica pelirroja- dijo.
El rubio sonrió muy ampliamente.
Realmente podía haber una solución para todo esto.
-¿Crees que aún se encuentre en Redaku? ¿O dónde piensas que se podría encontrar?- preguntó.
Kurama solamente lo miró.
-Dejame tomar control de tu cuerpo, habrá que explicarles bien- dijo.
El rubio solamente asintió.
...
Volviendo al plano terrestre, la pelirosa pudo notar al rubio abrir sus ojos, aunque se llevó una sorpresa al mirar que no era él quien tenía el control.
-¿Kurama?- preguntó, sorprendida, al igual que Ino.
-Seré breve en esto, Sakura. Escucha con atención- decía, a lo que la pelirosa se levantó y asintió. -Pienso que hay una forma para ayudar a Naruto- dijo.
A través del rubio, Kurama solamente pudo ver un brillo en el rostro de Sakura al escuchar aquellas palabras.
-Dime de que se trata, por favor- dijo.
El bijū solamente sonrió levemente.
-Aunque, pensándolo bien, creo que el Hokage también debería escuchar esto, se necesitará un poco de su ayuda- dijo.
...
Los presentes solamente miraban con atención el cuerpo poseído de Naruto, mientras Kurama hablaba.
-Lo último que supe de Redaku es que no aceptaron formar parte de los pequeños comercios con la alianza- decía Kakashi. -Se han vuelto muy cerrados con respecto a la gente fuera de sus tierras. Será tardado entrar mediante la política- dijo.
El bijū solamente lo miró.
-No sugerí tu participación en esto para ingresar de manera política a ese lugar, Hokage-dijo, intrigando al sexto. -Tengo entendido que Sasuke hace misiones para la villa y su principal característica es el espionaje y la infiltración... creo que en estos momentos nos vendrá más que perfecto con esas habilidades- mencionó.
El sexto lo miró. Tenía razón, reunir todo lo necesario para viajar a ese lugar tomaría días, y eso solo contando que sería para pedir un permiso de ingreso, después sería todavía más tiempo para que se aprobará ese ingreso.
Kakashi solamente suspiró.
-Sasuke viene en camino y estará en Konoha dentro de poco tiempo- decía, mirando a Kurama. -Tenía la intención de enviarlo como intermediario junto a Karin hacía las demás villas para encontrar algo que pudiera ayudarnos, pero ahora sabiendo esto, la misión cambia por completo- dijo.
Sakura miró al sexto y habló.
-¿Cree que Karin está preparada para una misión así?- preguntó.
El sexto solamente sonrió por debajo de su máscara.
-La entrenaste tú y también ha aprendido mucho de varias personas de la villa, pienso que está más que preparada- respondió, mientras miraba a Ino y Sakura. -Aunque si te soy sincero, mi primera opción eras tú, Sakura, pero te necesitamos aquí junto a Tsunade-sama por si las cosas se complican- dijo.
Sakura solamente asintió.
-Una cosa más, Hokage- decía Kurama, mirando al sexto. -Hazle saber al niño Uchiha que esta es una misión con tiempo de caducidad- dijo. -Sakura solamente podrá estabilizar a Naruto, pero el deterioro de su red de chakra incrementará conforme pase el tiempo... es, verdaderamente, una misión a contrarreloj- mencionó.
El sexto asintió, mientras se levantaba y, a su vez, dejaba la habitación junto a Ino. Esta última debía informarle a Tsunade su parte en todo esto. Era primordial hacer equipo con Sakura.
La pelirosa se veía preocupada, triste. Era una situación que no sabía si la sobrepasaría.
-Eres fuerte, niña- decía el bijū, captando su atención. -Sinceramente, antes no me agradabas ni un poco, pero he visto de lo que eres capaz y confío en que Naruto está en buenas manos ya que, como seguramente sabes, si él se muere, yo me voy con él- dijo.
Sakura solamente sonrió, mientras adoptaba una postura firme.
-Haré todo lo que este en mis manos para cuidar de él, lo prometo- dijo.
Kurama solamente sonrió. Le agradaba esa convicción, lo veía en aquellos ojos verdes. No esperaba menos de ella.
-Les dejo el resto- dijo.
Sakura pudo observar como el azul de los ojos de Naruto volvía a tomar parte de su ser. Estaba de vuelta.
Por ahora solo había que esperar, y estar con él era todo lo que quería. Confiaba en Sasuke y Karin.
...
Pasada la medianoche, la pelirroja estaba lista para partir con todo lo necesario para el viaje. No sabía cómo sentirse respecto a la misión, sabía de su importancia, pero estar con Sasuke la distraía. Sobretodo cuando lo recibió hace un par de horas en la puerta de la villa.
...
Hace unas horas...
A lo lejos, la pelirroja podía observar una figura acercándose, sabía de quien se trataba. Por más que lo pudiera negar y, afortunadamente, nadie podía leer su mente, había estado al tanto del chakra de Sasuke.
Que cambiado se veía.
El Uchiha se detuvo frente a ella, se veía cambiada. Un poco mayor, con el cabello algo recortado, su ropa la había cambiado. Parecía una persona totalmente nueva, aunque desde la última vez que se vieron, ya parecía una persona totalmente nueva.
La pelirroja solamente aclaró su garganta.
-Me da gusto volver a verte, Sasuke. Creo que llegas justo a tiempo- dijo.
El joven Uchiha asintió en respuesta a ello y respondió.
-Pienso lo mismo, Karin- respondió.
...
Después de un rato de haber estado caminando juntos, la joven Uzumaki se había percatado de lo que mencionó Kakashi. Aquellas miradas se sentían, aunque sabía que no eran para ella. No podía saber con exactitud lo que Sasuke estaba pensando en ese momento. Quizás la misión, quizás el motivo por el cual se encontraba nuevamente en Konoha, pero esas miradas no parecían afectarle en lo absoluto.
La pelirroja lo miró, pensando en que, quizás, ella habría tenido esa misma reacción en la gente si se supiera cuál era su pasado.
Aunque una voz la sacó de sus pensamientos.
-No me molestan- mencionó Sasuke. -Sé que ellos, en algún punto, sintieron miedo... sus hogares fueron destruidos y yo me uní a la organización que hizo eso- decía. -Tengo una deuda con ellos y protegiéndolos la estoy pagando- dijo.
Karin lo miró, admirada. Para después mirar hacía el frente.
-A veces pienso que cargas mucho contigo... me gustaría que no fuera así- dijo.
Sasuke la miró y sonrió ligeramente, sin que ella lo notará. La vista al frente de la pelirroja se lo facilitó.
-Kakashi ya me ha informado del cambio de planes, iré a prepararme para la misión, será un largo viaje por lo que sé- mencionó Karin, al mirar la torre del Hokage cerca. Ambos se giraron, mirándose. -Yo... creo que te veré en la puerta en unas horas- dijo la pelirroja, mirando al joven Uchiha.
-Así será- respondió Sasuke.
Le alegraba verlo de nuevo, no podía negarlo ¿y lo peor de todo? que no podía ocultarlo.
Sin más, la pelirroja sonrió y caminó en dirección contraria al Uchiha.
Sasuke solamente la miró.
Vaya que había cambiado.
...
Volviendo en sí, tenía que dejar todo eso de lado de una vez por todas, la vida de Naruto estaba en juego y ella era la asignada de traer ese mineral hacía Konoha.
Karin solamente pudo darse un par de palmadas en sus mejillas y suspiró.
-Bien, en marcha- dijo, tomando sus cosas.
...
Al acercarse a la inmensa puerta de la villa, lo miró juntó al sexto. No se había percatado bien de los detalles cuando lo miró llegar, pero su cabello estaba más largo, había cambiado su ropa. Siempre con esa aura de misterio que le rodeaba.
-Ambos ya están informados de la situación y del cambio de planes con respecto a lo que está pasando- dijo Kakashi. -Ambos son las personas de más confianza para una misión así, sé que la cumplirán al pie de la letra... confío en que será así- mencionó.
Tanto Karin como Sasuke miraron al sexto y asintieron, comenzando así su rumbo hacía Redaku.
-Una cosa más- escucharon a sus espaldas, mirando nuevamente. -El tiempo es imprescindible para la misión, no fallen- dijo el sexto.
Karin solamente pudo observar el rostro de Sasuke ante esas palabras, la pelirroja sabía lo que había detrás de lo que había dicho el sexto y, al parecer, el Uchiha lo había entendido más que a la perfección también.
La vida de Naruto estaba sobre la mesa.
-No fallaremos- dijo con suma confianza la joven Uzumaki, ganando la mirada de Sasuke y una sonrisa por parte del Hokage.
Sin más, el sexto miró las siluetas de aquellos dos alejándose con velocidad en la oscuridad.
-Sé que no fallarán- dijo Kakashi, para él mismo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro