Capítulo 11: Fuerza de un centenar
Al abrir sus ojos, la pelirroja pudo observar un pequeño rayo de luz proveniente del sol atravesar su ventana. Era bastante temprano por la mañana.
Raramente había días en los que no podía dormir, ese era uno de ellos, en su cabeza, sus pensamientos se centraban más que nada en lo que Sakura había planeado.
Al tomar sus lentes de su mesita de noche, pudo escuchar llegar a un pájaro fuera de su ventana, al parecer ella había ganado esta vez al despertarse primero.
Eso de cierta forma la hizo sonreír, pasara lo que pasara, funcionase o no, el vivir ahí ya era, definitivamente, otra oportunidad para ella, la paz que se podía sentir por las mañanas, la brisa suave que se sentía al salir de su apartamento, los rostros amigables de las personas que la saludaban todos los días que llevaba caminando por las mismas calles... era algo que no podía describir en su totalidad, era algo que, al menos hasta ese momento, jamás había sentido en su vida.
La paz era algo que, al menos sin pensarlo tanto, ahnelaba a más no poder... aunque debía admitir que, al final de todo, era una paz que se mantenía a duras penas, pero funcionaba igual y eso estaba bien.
...
Por la mañana, la pelirosa se encontraba un poco cansada por la noche anterior. Era verdad que había sido una buena reunión, pero el trabajo se sentía y bastante, además de contar con el hecho de que, tanto ella como Naruto se quedaron un poco hasta tarde arreglando todo para lo que la pelirosa había hablado con Karin durante el día de ayer.
Al mirar hacía el techo, solo pudo pensar en ello, iba a ser todo un reto, pero Sakura había estado estudiando todo muy a fondo y no había algún riesgo latente al emplear el sello, bueno, salvo el desgaste de chakra, pero incluso eso no era tan alarmante ya que podía usarlo sin problemas durante un tiempo considerable y, al menos teniendo en cuenta de que ahora no estaban en guerra, parecía ser un poco más fácil de llevar.
Al mirar a su lado, solo pudo observar a Naruto aún durmiendo, una sonrisa se marcó en su rostro al mirarlo así, estaban llevando una buena vida. Al comienzo estaba decidida en despertarlo, pero era mejor dejarlo dormir, Kakashi no le había asignado misiones por el momento, así que era mejor dejarlo descansar.
Sin más, antes de salir de la cama para comenzar a arreglarse, la pelirosa dió un ligero beso en los labios del rubio, algo que, al menos en opinión de ella, fue bastante lindo de hacer, ya que la reacción natural de Naruto fue una sonrisa que se marcó en él, aún mientras dormía.
El día de hoy iba a ser todo un reto.
...
Camino hacía el hospital, a pesar de llevar ya unos cuantos días desde que ha vivido en Konoha, se podía decir que a la pelirroja aún le sorprendía el ambiente que se veía por las mañanas. Era algo bastante movido y bastante llamativo también.
Después de que su madre murió, no había tenido mucho tiempo de mirar las calles de su villa, aunque por lo poco que logró ver en aquellos años, no había mucho para destacar, salvo pobreza, hambruna y desgracia.
Konoha era muy diferente en ese sentido, bastante diferente.
–¡Karin, hola!–
La pelirroja solo miró a su costado y pudo observar una cabellera rubia y larga.
–¿Ino?– decía. –No esperaba encontrarte por aquí– dijo.
Aunque no se lo diría, debía admitir que la forma peculiar en como la jóven Yamanaka llamaba y saludaba a las personas era muy alta y llamaba bastante la atención.
–Voy de camino hacía inteligencia, tengo unas cuantas tareas pendientes– decía. –Supongo que tú te estabas dirigiendo hacía al hospital, ¿no?– preguntó.
–Sí, iba de camino hacia allá, aunque aún estoy con bastante tiempo de sobra para poder llegar– decía. –No sabía que trabajabas para inteligencia, anoche solamente mencionaste que a veces trabajabas con Sakura y, bueno, también como shinobi– dijo.
Ino solamente sonrió.
–No le vi el sentido en contar más sobre eso– decía. –Algo en lo que soy muy buena es en saber lo que piensan las personas con solo verlas, y tú, bueno, parece que no eres de esas personas a las que parezca interesarle mucho la vida de otra– dijo.
Karin solamente se quedó sin habla, eso de cierta forma era muy prejuicioso... pero tenía razón, aunque dependía bastante de la persona.
–En ello tienes razón– decía. –Pero no con todas las personas me comporto de la misma manera, así que... ¿cuál es tu trabajo en inteligencia?– preguntó.
–Interrogación– respondió. –Se me da bastante bien, viene de familia– dijo.
La primera impresión que tuvo de Ino fue bastante prejuiciosa también, y debía admitir que no daba un ryo por ella, pero la interrogación ya era un trabajo que no muchas personas podían hacer, eso es algo que, sinceramente, la sorprendió bastante.
–Nunca me imaginé que trabajaras interrogando– mencionó. –He escuchado algunas historias de varios métodos que se usan, algunos suelen ser muy...– decía, antes de ser interrumpida.
–En mi clan no usamos los métodos convencionales, aunque debo admitir que a muchos del cuerpo les han servido– decía. –Digamos que nosotros, los miembros de mi clan podemos buscar más a profundidad... en sus mentes– dijo.
Después de haber escuchado la mención al cuerpo de inteligencia, algo hizo click en la pelirroja, recordaba a aquel tipo lleno de cicatrices, alguien bastante imponente y amenazante también, recordaba la forma de intimidar, la calma y los ojos fríos que otorgaba, quizás ahora podía saber que el tipo había sido gentil con ella.
–¿En sus mentes?– preguntó.
Ino solamente asintió.
–Durante años hemos sido conocidos por nuestra manera de dominar la mente del enemigo, eso nos da un margen para leer la mente de personas a las cuales debemos sacar información valiosa– decía. –Y somos muy buenos sensores también– dijo.
Eso era... bastante genial, pero aterrador también. El tener a alguien buscando en los rincones de tu mente es algo que jamás querría que pasara, pero lo último le sorprendió un poco.
–¿En verdad lo eres? yo también soy sensor– mencionó.
Ino alzó sus cejas en clara señal de sorpresa, eso lo había omitido durante la noche anterior.
–Eso no lo sabía, creo que tú también decidiste omitir cosas– dijo.
Karin solamente mostró un rostro con vergüenza, se había olvidado de ello.
–¿Quieres que hagamos una competencia?– preguntó Ino.
La pelirroja solamente la observo, eso sonaba bastante interesante.
–Con gusto– dijo.
–Bien– decía. –Te dirigías hacía el hospital, entonces sugiero que busquemos el chakra de Sakura– dijo.
Karin solo asintió en respuesta a ello.
–Muy bien... entonces en 3, 2 y... 1–
Ambas cerraron sus ojos para lograr concentrarse lo más posible... hasta que Karin habló.
–Se encuentra hacía el este... quizás a un par de calles de llegar– dijo
La jóven Yamanaka torció un poco su boca y después de cuatro segundos... logró sentir lo mismo, había pocas personas que hoy en día podían superar el nivel de sensor que tenía Ino, algunos miembros veteranos de su clan, por ejemplo, la superaban por muy poco, pero Karin...
–Debo decir que la única persona de mi generación que me supera por un segundo es Naruto, pero tú me superas por cuatro segundos, eso es realmente genial– decía. –Esa habilidad es algo que no se ve todos los días... aunque espero puedas pasarte por el cuerpo de rastreo, vendría bien tenerte ahí– dijo.
Karin solamente sonrió.
–Me lo pensaré después de que mis lecciones con Sakura terminen por completo– dijo.
Aunque se sintió un poco extrañada cuando miró a la jóven Yamanaka extender su mano hacía ella.
–Ha sido una competencia justa– dijo.
Al principio le costó un poco captar lo que estaba sucediendo... pero aceptó el apretón de manos.
Una interesante competencia.
...
Después de media hora en la que había llegado al hospital, la pelirosa observó en un reloj que había en la pared, el 'entrenamiento', o bueno, la aplicación del sello más bien estaba por comenzar... y miró la puerta abrirse justo a tiempo.
–Llegas justo a tiempo– dijo.
Karin solamente se estiró un poco.
–Pude haber llegado un poco más temprano– decía. –Pero me encontré con Ino en el camino– dijo.
Eso le produjo curiosidad.
–¿Ino?– preguntó.
Karin solamente asintió.
–Estuvimos charlando sobre algunas cosas que omitimos anoche durante la reunión– decía. –No sabía que ella interrogaba para inteligencia, y más aún, no sabía que es una sensor– dijo
Sakura sonrió.
–Anoche se omitieron muchas cosas, más que nada porque lo único que queríamos era divertirnos entre todos– decía. –Pero realmente espero que conozcas a todos con más profundidad cuando sea tu reunión de bienvenida– dijo.
El recuerdo de ello vino instantáneamente a la mente de la pelirroja, se había olvidado de eso, aunque estaba de acuerdo con Sakura en lo último que mencionó.
–Bueno... realmente espero conocerlos mejor– dijo finalmente.
La pelirosa suspiró y se levantó de su asiento. Era momento de comenzar.
–Bien, anoche estuve dando unos últimos repasos a la aplicación del sello– decía. –Sugiero que comencémos– dijo.
Karin la miró y suspiró. En verdad quería eso, pero no conocía de nada sobre las habilidades de ese sello en la frente de Sakura, solo lo que la pelirosa le había explicado con anterioridad, no creía que fuera a hacerle mal, sin embargo, no quería que saliera herida o se forzara de más solamente por ayudarla.
–Sakura...– habló, mientras que la pelirosa solo la miró. –¿Estás segura de esto?– preguntó.
La jóven médico se recargo sobre su escritorio y tomó un pequeño pergamino que había traído con ella, al cual se dedico en dar un repaso antes de que Karin llegase. Nunca venía mal estudiar antes de hacer algo como eso.
–Nunca haría algo sin estar segura de que resultará o, bueno, si hablamos mínimamente, de que tenga algún pequeño resultado– decía. –Ten por seguro que no haré nada que nos ponga en riesgo– dijo.
La pelirroja alzó su mirada y pudo ver la sonrisa de Sakura, parecía una sonrisa... decidida, con determinación y con bastante seguridad.
Karin solamente suspiró.
–Comencemos entonces– dijo.
...
Habiendo pasado casi una hora arreglando el espacio para implementar el sello, la pelirroja procedió a sentarse en el suelo.
–Bien ¿puedes dejar un poco al descubierto tus hombros?, es necesario tocar tu piel– dijo.
Karin siguió la indicación de la pelirosa y dejó parte de sus hombros al descubierto... aunque al observar sus hombros, en su momento cuando miró por primera vez las marcas en Karin, la pelirosa pensaba que solamente se trataban de unas pocas en su pecho y brazos pero, bueno, abarcaban parte de sus hombros también, eso fue algo que la dejo un poco pensativa.
–¿Ocurre algo?– preguntó.
Sakura movió su cabeza hacía ambos lados y habló.
–No, no, no ocurre nada– decía. –Solo estaba pensando nuevamente en el proceso, es todo– dijo.
La pelirroja se sorprendió bastante cuando miró marcas negras saliendo del sello que tenía Sakura en su frente, abarcaban desde su rostro, brazos y hasta sus pantorrillas.
Era algo realmente sorprendente de ver.
–Muy bien, ahora tengo que tocarte y dejar fluir un poco de mi chakra en tu cuerpo– decía. –Lo que espero es que, tanto tu chakra como mi sello se complementen en curarte por completo y, bueno, esperemos que eso suceda– dijo.
La pelirroja solamente la miró y asintió. Sakura se colocó detrás de ella y colocó sus manos en cada hombro.
–Bien, aquí voy– dijo.
Al comenzar la implementación del sello, Karin pudo notar que debajo de su chaqueta, recorriendo su torso y abdomen, se habían formado líneas negras al igual que las de Sakura, el sello estaba funcionando... y era extremadamente raro, era como una ola de calor que invadía su cuerpo por dentro.
Al alzar su brazo izquierdo, pudo notar que una marca había comenzado a sanar, lento, pero había comenzado a hacerlo, eso era una excelente señal, aunque al paso que iba, la implementación del sello no estaba siendo tan rápida.
La pelirosa pudo notar el mismo hecho y decidió implementar un poco más del chakra almacenado, ya que estaba implementando un poco menos del que uso aquella vez con Obito, así que, al hacerlo, hizo expandir las marcas negras de Karin hasta sus brazos... si se le preguntaba a la pelirroja, ahora se sentía un poco más caliente, todo ese chakra que estaba recibiendo de golpe estaba surgiendo efecto, puesto que, al mirar su brazo izquierdo nuevamente, la misma marca que había comenzado a sanar, ahora lo hacía un poco más rápido.
–Aunque si todo esto continúa así... no será suficiente por hoy– pensó Sakura.
...
Al cabo de unas horas, el sello había logrado curar apenas cuatro marcas, era demasiado poco para lo que la pelirosa había teorizado días atrás.
Lamentablemente el cansancio de estarlo implementando constantemente se comenzó a hacer notar y, solo de repente, Karin miró las marcas de su cuerpo desaparecer... además de escuchar caer de rodillas a la pelirosa detrás de ella, lo cual la hizo levantarse de inmediato a ayudarla.
–¡Sakura!– decía. –¿Te encuentras bien? ¿necesitas ayuda?– preguntaba.
La pelirosa solamente se encontraba jadeando, con Obito alcanzó su límite bastante rápido, pero por alguna razón con Karin se sentía distinto, claro que había logrado sanar unas cuantas marcas, pero era demasiado lento y eso no le cuadraba en absoluto.
–Solo... necesito respirar y descansar un poco– decía.
Sakura pudo levantarse con ayuda de Karin y se sentó en la silla que ocupaba para observar el entrenamiento de la pelirroja.
–No sé por qué el proceso es tan lento– decía. –Miré hasta los más mínimos detalles y no esperé esto... no sé por qué el sello no está actuando como debería en tí– dijo.
La pelirroja solo observó, se recargo un poco sobre el escritorio y suspiro.
–Al final ha sido un buen intento de igual forma y te lo agradezco, Sakura... en verdad que sí– dijo finalmente.
La pelirosa mantenía su cabeza agachada y solo se pudo escuchar una pequeña risa, algo que extraño un poco a la pelirroja.
–¿Por qué te ríes?– preguntó.
Sakura solo alzó su mirada hacía ella.
–Jamás mencioné que dejaría de intentarlo– decía. –Pero realmente he gastado casi todo el chakra de reserva en el sello, tengo que dejar reponerlo para volver a utilizarlo... así que volveremos a empezar mañana, a la misma hora– dijo.
Karin solo la miró.
–¿Estás segura de ello?– preguntó.
La pelirosa solo se recargo un poco sobre su silla y suspiró.
–El sello funciona, lento, pero lo hace y eso es buena señal– decía. –Así que sí, estoy segura– dijo.
Ambas se sonrieron mutuamente después de lo dicho por la pelirosa.
–Aunque deberías comenzar a entrenar– decía. –Te falta mejorar bastante tu palma mística– dijo.
La pelirroja sonrió y rió un poco, después de todo lo que había estado en su cabeza hasta ese momento, su entrenamiento era lo menos que había recordado.
Le alegraba mucho haber conocido a Sakura, y también le alegraba mirar una futura amiga en ella.
Quizás algún día se lo diría.
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