~Amarte fue fácil, olvidarte será imposible~

Ese día también era la primera vez que alguien le daba una cachetada a Alexander y le dolió tanto como la única vez que dieron una trompada. En otras circunstancias la hubiera felicitado; bajo las circunstancias al sentir la fuerza de su mano, agradecido en silencio que no le hay dado con el puño. Quizás se lo merecía, aun así, ese momento le hervía la sangre del coraje y porque muy a su pesar; se llevó la mano a la mejilla que le ardía como los mil diablos.

La joven rubia de vestido azul se acercó a ellos, interrumpiendo el momento en que ambos se fulminaban con la mirada.

–Te estaba buscando. ¿Está todo bien cariño? –preguntó desconcertada al ver la cara que tenían ellos y al ver a Alexander sobar su mejilla derecha.

Él volteo para verla y la abrazo.

–Sí mi amor, no es nada de importancia. Vamos te quiero presentar con el resto de la familia y amigos como mi prometida. –le respondió y comenzó a caminar con ella después de darle un beso en los labios; para que le quedara claro a Neyra a quien quería.

Neyra los vio marcharse abrazados, no supo cuánto tiempo estuvo ahí mientras sus ojos se llenaron de lágrimas y comenzaron a rodar por sus mejillas pálidas. Por suerte Neyra estaba muy cerca de una banca, en la que se sentó mientras su cuerpo, su mente y sus sentidos volvían a conectarse y le permitían levantarse. Estaba destrozada, si tuviera que describir lo que sentía en esos momentos, no lo hubiera podido hacer.

Alexander no solo le rompió el corazón, se lo pulverizo; era como si el espacio de todo el amor que sentía por él se hubiera quedado vacío, y a la vez lleno de una masa de infinidad. Era tanto el dolor físico que era como si cada uno de sus huesos se le hubieran quebrado en pequeñas partes y solo la piel los mantuviera en su lugar. Preferiría no tener piel, que Alexander se hubiera llevado con él esa piel que el recorrió con sus manos y algunas veces cubrió de besos. Para que así, sus huesos y todo el vacío que tenía dentro se perdieran en la tierra que estaba pisando.

Cuando Neyra tuvo las fuerza para levantarse, comenzó a caminar rumbo a su casa. Le pareció una eternidad llegar, poco antes de llegar sus piernas finalmente se desplomaron y comenzó a llorar desconsoladamente, lloraba de coraje, de impotencia y de desamor.

Minutos después, cuando Neyra entro a la casa cerró la puerta para después lentamente caer al piso. Quería gritar del dolor tan fuerte que sentía, pero ni siquiera de eso tenía fuerzas; solo pudo llorar y en esos momentos sintió que ni, aunque llorara todo un mes, todo un año de día y noche, ni así podrían las lágrimas sacar tanto dolor que sentía por dentro en ese momento.

El resto del fin de semana Neyra se la paso en su recamara, cuando se llegó el lunes les dijo a sus padres que no sentía bien y la dejaron quedarse todo el día en la cama. Llego el martes y ella simplemente no se levantó para ir a la escuela, no tenía ganas de darle explicaciones a nadie ni de escuchar a nadie; por lo tanto, apago su celular. El resto de la semana ya no les dijo nada a sus padres, solo se reusó a cambiarse sus pijamas o a bañarse; solo salía de su habitación para ir al baño. Nadie le dijo nada ya que toda su familia sabía que Alexander había estado con otra mujer en la boda de su hermano, cuando se suponía que Neyra era su novia.

Su hermano Luis una noche cuando llego de trabajar entro a su habitación para platicar con ella.

–¿Quieres que le parte la cara a ese idiota?

–No vale la pena. –contestó y sin poder evitarlo comenzó a llorar.

–Tú lo acabas de decir, no vale la pena que te pongas así por él. Te aseguro que ha a haber una lista de muchachos que quieren salir contigo; y tu aquí llorando por alguien que no te merece.

–Pero yo lo quería a él. –dijo abrazándolo.

–No se que paso, yo también creí que el te quería a ti; pero ya nos demostró a todos que no es así. Ahora es tiempo de dejar de llorar por el, y de demostrarle lo mucho que se perdió.

–No puedo... me duele mucho.

–Esto va a pasar, ya verás. ¿Chiquita porque no has ido a la escuela? A ti te gusta mucho y eres la más estudiosa de los cuatro. Tienes que regresar, los días están pasando y solo se te van a acumular más las tareas. Hazte el ánimo y ve, aunque no tengas ganas, además te va a servir para que te distraigas.

–No quiero regresar a la escuela. –respondió, omitiendo que lo que quería era morirse.

–No digas tonterías chiquita, ¿cómo que no vas a ir? ¿Qué vas a hacer entonces?

–No lo sé.

–Tu siempre has dicho que vas a ser la primera de la familia que se gradué de la universidad y la que tenga un buen trabajo con un buen sueldo. No me puedo imaginar verte trabajando de cajera, o de mesera o detrás de un aparador. Eso no es para ti.

–Eso era antes, ahora ya no se que va a ser de mi vida.

Luis trato de contener la risa por lo dramática que estaba siendo Neyra, era una exageración, pero lo entendía; después de todo era su primer amor y estaba loquita por él. Si no fuera su hermana le diría que se buscara a alguien más, pero siendo su hermana menor no podía darle ese mal consejo.

–Vas a continuar con tu vida y le vas a demostrarte a ese cabron lo que perdió.

–Gracias Luis, te quiero mucho. –dijo ella y lo abrazo hasta que se cansó. Poco después su hermano se fue a su habitación y la dejo sola nuevamente.

Manuel le había pedido a Neyra que termina su relación con Alexander porque no quería tener problemas con su patrón. Esa petición se la había hecho un par de semanas antes y cuando vio que ella no tenía intenciones de terminar su relación, le toco hablar directamente con él.

Todos los días Manuel veía como seguía Neyra, ya no quería verla triste; le dio unos días, pero creyó que ya era tiempo de saliera de la cama y de que retomara sus actividades.

–Mi niña hermosa, ya no estés triste por ese joven. Tú tienes una lista de muchachos que quieren salir contigo, ¿que estas llorando por alguien que no te conviene?

–Yo lo quiero a él y lo quiero mucho papá, no tienes idea de cuánto.

–Así siente uno cuando termina con su primer amor, pero vas a ver que después vas a conocer a alguien más y te vas a reír por lo que ahorita estas sintiendo; ya verás.

–Si no puedo estar con Alex, entonces no tiene caso que yo siga aquí.

–¿Qué tonterías estas diciendo? – pregunto temeroso de haberla obligado a tomar una decisión que lamentaría el resto de su vida.

–Ya no quiero vivir aquí, me quiero ir a vivir a otra parte a estudiar en una escuela que sea mejor.

–Eso no va a pasar, sácate esa idea de la cabeza. Tu eres mi niña, eres mi consentida, tú de aquí no te vas hasta que yo te entregue en el altar a la mano de un hombre que te merezca y que te quiera como lo mereces. –dijo Manuel y le dio varios besos.

Había pasado un mes y Neyra continuaba con la misma actitud; con eso Manuel se dio cuenta que no se trataba solo de un berrinche o capricho de su hija. Esta vez fue diferente, todo dejo de importarle: salir a correr por las mañanas, o montar a caballo por las tardes, inclusive ni siquiera le importo que era fin de año escolar y que perdería todo ese semestre y todos los reconocimientos académicos que llevaba ganados hasta ese momento. Únicamente se la pasaba encerrada en su recamara, todo el tiempo triste y sin ganas de comer. Sobre todo, ya no soporto escucharla decir que odiaba ese lugar y que prefería morirse antes de continuar viviendo ahí. Él sabía que ella era necia y que no habría poder humano que la hiciera cambiar de opinión. Ella ya estaba decidida a irse y él sabía que terminaría haciéndolo con o sin su autorización. Si ni el amor o el respeto que ella sentía por él, la había hecho cambiar de parecer, entonces ya nada ni nadie la haría desistir de irse.

Con el alma rota, Manuel se resignó aceptar la partida de la que fue su niña dulce y encantadora. Muy dentro de sí, siempre supo que Neyra no pertenecía ahí, sabía que tarde que temprano ella terminaría yéndose, pero no esperaba que fuera a ser tan pronto ni de esa manera. Él pensó que Neyra estaba así porque le había prohibido que siguiera saliendo con Alexander. Como su padre, sólo quería lo mejor para ella y por ello y a pesar de le dolía, prefirió dejarla ir, antes que dejarla regresar con él. Manuel sabía que Alexander la quería tanto como ella a él, pero también sabía que el padre de él tenía otros planes para su hijo; se lo dijo el día que lo amenazo con despedirlo si no hacia algo para que Neyra se alejara de su hijo.

Finalmente, un día Manuel le dijo a Neyra que arreglara sus cosas porque en ese mismo momento la llevaría a la casa de sus padrinos. De la única persona que se despidió fue de su mamá, sus hermanos se enteraron cuando encontraron a Linda llorando desconsolada. Les tomo por sorpresa su repentina partida. Ninguno de ellos sabía que había pasado en realidad, lo único que sabían era que su hermana menor, quien adora a sus padres, se había ido a vivir a otro estado.

Sería una mentira decir que no paso por la mente de Neyra encontrar la manera de hacer pagar a Alexander por todo el dolor y el sufrimiento que le estaba causando, o negar que ella tuvo la esperanza de que la buscara. Sin embargo, los días pasaron y con ellos se desvaneció la posibilidad de que todo volviera a ser como antes o que tan solo le aclarara que había pasado en realidad. En todos esos días Neyra no logro recopilar algún momento en el que Alex le hubiera demostrado indiferencia o desinterés. Por lo cual no podía creer la hubiera engañado todo ese tiempo y que ella hubiera sido tan tonta como para no darse cuenta de las verdaderas intenciones de él.

Neyra pudo aceptar salir con alguien más y tratar de olvidarlo, pero no pudo soportar la idea de que Alexander la viera con indiferencia o peor aún, volver a ver desprecio y odio en sus ojos. Sabía que no podría tolerar su frialdad o saber que él estaba con alguien más, mientras ella trataba de sobrevivir día a día sin él. El amor de Neyra por Alexander era tan grande como lo era su orgullo, el cual no le permitió quedarse. Prefirió abandonar a su familia y sufrir por estar lejos de todos ellos, antes de permitir que Alex la viera sufrir por él.

Neyra se fue dispuesta a olvidarse de Alexander y a salir adelante. A ser la mejor en lo que hiciera y a no defraudar a sus padre más de lo que ya lo había hecho. La mejor forma de hacerlo fue dedicándose en cuerpo y alma al estudio, al deporte y a su trabajo. Mientras cursaba el segundo semestre, se integró al equipo de atletismo y para el tercer semestre estaba compitiendo a nivel estatal. Meses después un día mientras corría en una de las playas locales, la vio Chris, un cantante del momento de música country y le pido que filmará con él su siguiente video musical. Al principio ella pensó que solo era una excusa para acercarse a ella, y decidió no llamarle.

Una semana después, al terminar la ruta que solía correr; encontró Chris con una gran sonrisa y con un contrato en mano; para que se diera cuenta que habla en serio y que la quería en su siguiente video musical. Lo que le ofrecían en el contrato era casi lo que ganaría en un ano en su trabajo. Sin dudarlo acepto hacer el video con él y al hacerlo se abrió una puerta de oportunidades de trabajo que ni ella podía creer. Ya que el minuto que ella salió en el video, sin buscarlo, ni pensarlo le empezaron llamar agentes interesados en ella porque sabía de su potencial e interés que algunos directores.

Simultáneamente cuando el video se dio a conocer en los canales de música y programas de internet, Neyra gano la medalla de oro en atletismo a nivel estatal y meses después gano plata a nivel nacional. Unos meses después, le ofrecieron el patrocinio de una de las marcas deportivas más importantes del país. Como si todo eso no fuera suficiente, ese mismo año también fue contratada como modelo exclusiva de una nueva marca de maquillaje.

De ahí en adelante Neyra comenzó a ser más conocida, al punto de que termino siendo el rostro en la promoción de un famoso perfume. De ahí la invitaron a participar en un programa televisivo de baile.

El rostro de Neyra comenzó a aparecer poco a poco, tanto en televisión como en revistas. No solo tenía una cara hermosa, también tenía un cuerpo envidiable y atlético. Además, tenía un carisma y una personalidad que le agradaba a cualquiera. Esto sin mencionar el encanto que tenía con las cámaras, razón por la cual la adoraban los fotógrafos y los camarógrafos.

Neyra entro al mundo del espectáculo, por lo que conoció personalidades del medio artístico y de la televisión. En más de una ocasión publicaron o mencionaron un posible romance entre ella y algún cantante o actor, pero con quien más la relacionaban sentimentalmente era con el cantante con quien grabó el video musical. Después de realizar el video, ellos se mantuvieron en contacto, y así creció una bonita amistad entre ello; la cual se fortaleció con el tiempo. Cada vez que sabían que iban a estar en el misma área, hacían todo le intento para reunirse y pasar un rato ameno.

Por azares del destino o por intereses ajenos a ellos, Neyra y Chris participaron en un concurso televisivo de baile. Ninguno de ellos gano la final, pero el programa sirvió para que ellos se interesaran en ayudar a una de las fundaciones que podían ganar el premio del concurso de baile y que no lo hicieron. A partir de ese entonces los dos dedicaban parte de su tiempo y de sus recursos para ayudar a personas necesitadas.

Por esa razón los rumores del romance entre Neyra y Chris se hicieron más fuertes después de que ella lo acompañó a una entrega de premios de música. Varios conductores de radio y de televisión coincidían en que Neyra y el cantante hacían muy bonita pareja, pero ella siempre aseguró que solo eran muy buenos amigos y nunca se le pudo comprobar que hubiera algo más. Dado los varios rumores que había del su supuesto romance y por ser uno de los rostros más vistos durante los últimos años, un programa televisivo de espectáculos la invito para hacerle una entrevista.

Poco después de comentar sobre su éxito y sus obras de beneficencia, comenzaron las preguntas personales.

–Tienes pareja o una relación seria con alguien?

–No.

–¿Qué hay de uno de los participantes de un programa televisivo de baile, con quien por cierto también hiciste un video?

Ella suelta la carcajada, ya que sabía perfectamente a quien se referían. –No hay más que una bonita amistad.

–¿No te parece atractivo? –pregunto la conductora del programa.

–Lo es, es muy guapo y varonil; además es un encanto de hombre. Pero no hay nada más que una hermosa amistad, como amigo es el mejor y quiero continuar contando con su amistad por siempre.

–Tenemos una entrevista donde él dijo algo diferente. –aseguro la conductora para ver si la agarraba en curva.

–No sé qué haya dicho él, pero estoy segura de que confirmo lo que acabo de decir.

–Muchas veces en este medio cuidan con celo algunas relaciones. ¿Ese es su caso?

Neyra se vuelve reír por la pregunta. –No, no es el caso. Créemelo, si hubiera algo ya lo sabrían, yo no me lo callaría; al contrario, lo gritaría a los cuatro vientos y lo presumirá.

–Vamos a ver que dijo él, te vamos a poner la entrevista para que veas lo que dijo sobre ti. –sugirió la conductora.

Neyra puso atención al programa pregrabado que tenían y el cual ella no había visto.

–¿Te gusta Neyra? –le preguntaron a él.

–¿Y a quien no? es un encanto de mujer y una persona maravillosa...pero solo somos amigos.

–No crees que algún día podrían llegar a ser algo más?

–A mí me encantaría, sería tan fácil enamorarme de ella.

–¿Qué hace falta?

–Que se deje querer. – soltó la carcajada. –Hace falta que ella quite esa coraza de su corazón. –dijo con un profundo y sincero pesar.

–¿Pero si eres uno de los hombres más atractivos del país de acuerdo con la publicación de una de las revistas más populares del país, no te sientes capaz?

–No se deja. No da ni la más mínima oportunidad de demostrarle que alguien más puede amarla como ella se lo merece. –confeso sincero y sin ocultar la frustración que sentía.

–¿Le compusiste a ella la canción Pensando en ti?

–Me vas a meter en problemas con ella –contesto riéndose. –Solo te voy a decir que he compuesto varias canciones pensando en ella.

–¿No crees que después de esta declaración, te va a aceptar?

–No. No lo creo, hace mucho que perdí las esperanzas y deje de hacer la lucha porque no la quiero perder como amiga. Sabes ella es de esa mujeres que al verlas sabes que las quieres tener en tu vida por siempre, y si solo puedo tenerla como amiga ya salí ganando, créemelo.

La entrevista de él termino y apagaron la televisión para continuar entrevistando a Neyra quien se quedó pensativa y segundos después de que la cámara estaba enfocada en ella, volteo y sonrió al tiempo que suspiro.

–¿Neyra qué piensas, ahora que sabes que eres su musa de inspiración?

–No tenía ni idea, no lo puedo creer. –confeso alagada y sorprendida.

–Ahora que lo sabes ¿te vas a dar la oportunidad de salir con él?

–No. Para empezar el hablo en pasado, es un hombre encantador y se merece solo lo mejor y en este momento no creo poder corresponderle. Además, en una cosa estoy de acuerdo con él: no vale la pena perder una amistad tan hermosa.

–Neyra cuántas veces te has enamorado?

–Una vez.

–Platícanos ¿cómo fue? ¿cómo se dio?

–Fue hermoso e intenso; la química que había entre nosotros era increíble, era casi mágica. Bueno para mí lo fue hasta el momento en que termino. –dijo ella, quedándose seria por unos segundos y después se rio nerviosa.

–¿Porque terminaron?

–Porque yo era muy poca cosa para él. Termino conmigo para casarse con alguien más. –dijo entre risas y con un poco de melancolía a la vez.

–¿Hablas en serio, te despreciaron a ti?, que eres una de las mujeres más hermosas.

–Si, eso fue hace años, cuando ni siquiera me pasaba por la mente que iba a terminar dedicándome a esto.

–¿Te arrepientes de haberlo amarlo?

–No, yo me quede con un bonito recuerdo de ese amor. El que salió perdiendo fue él, porque nadie lo va a querer como yo lo quise. –aseguro tranquila y pensativa, pues estaba convencida de que así era.

–¿Fue tu primer amor?

Neyra se carcajeo y después contesto –Si lo fue.

–¿No te gustaría volverte a enamorar?

El silencio y la sonrisa de ella al recordar a alguien los hizo pensar que ella confesaría que sí, pero no fue así.

–No siento que me haga falta, ahorita estoy bien así. –dijo sonriendo.

–Neyra no te encontramos en ninguna de las redes sociales. ¿No tienes cuenta en Twitter o de Instagram?

–No.

–¿Como es posible eso?

–Simplemente porque me gusta mantener mi vida personal en privado. Además, creo que es suficiente con todos los anuncios donde salgo. –dijo riéndose.

–Muchas gracias Neyra por tu tiempo, fue un placer tenerte en el programa.

–Alcontrario, el placer fue mío. Gracias por invitarme –respondió y se despidiócon un abrazo y un beso de los conductores. Cuando la entrevista terminoconverso por un momento con la conductora y poco después se fue porque teníaotra entrevista en un par de horas.

Hasta aquí llego el capítulo de hoy.

Espero que les haya gustado.

Muchas gracias por continuar leyendo.

¡Saludos y bendiciones!