Capítulo 1
Estrella de fuego se libro por los pelos. Ahora estava a la defensiva, procurando evitar las afiladas garras y a la vez manteniendose lo bastante cerca de azote para poder propinarle algún golpe. Consiguió agarrarlo cerca de la base de la cola, y los 2 gatos rodaron sobre la hierba en un aullador de colmillos y garras. Cuando estrella de fuego vio como su propia sangre salpicaba la hierba, supo que tenía que acabar lo antes posible con aquél enfrentamiento, antes de volver a debilitarse.
Recordó de pronto su viejo truco, aunque supuso que no funcionaría como un combatiente como azote. pero no se le ocurría nada más. Clavo sus garras delanteras en la hierva manchada de sangre y se encogió delante de su enemigo, como si estuviera dandose por vencido. Pero con todos sus músculos tensos y preparados.
Azote soltó un maullido de triunfo y saltó sobre él. En el mismo instante, estrella de fuego se impulsó hacia arriba, chocando contra la pansa de azote y lanzandolo al suelo de espaldas. Azote se volteó rápidamente y trato de ponerse de pié, pero estrella de fuego había saltado hacía él mordiendolo del lomo. Azote forsejeo para quitárse al gato rojizo de encima.
Cuando lo logró caminó tambaleante hacía la gran roca jadeando.
Estrella de fuego se levantó y lo atacó nuevamente proponindole un zarpado en la cara y en los omóplatos a su adversario.
Seguido de éso le dio un fuerte golpe al gato negro sin posiblidad de atacar, el golpe lo hizo chocar contra la gran roca.
El golpe que recibió de la dura superficie hizo que perdiera el conocimiento poco a poco. Mientras lo hacía pudo ver la borrosa y brillante silueta de una gata gris azulada, su hermoso pelaje brillaba como una estrella en la noche.
Abrió sus ojos, su vista al principio era algo borrosa pero se acostumbró rápido. Se dio cuenta de que se encontraba en un lugar extraño, al menos para él, miró hacía abajo encontrándose con algo verde y húmedo pero cómodo -¿ah?- soltó ante la confusión, tenía telarañas en sus heridas. No sabía donde se encontraba y tampoco entendía como fue que llego allí o quien había le aplicado ésas telarañas. -al fin despiertas- una voz con tono amable sonó a sus espaldas.
Giro la cabeza y se encontró cara a cara con una una gata gris oscuro de brillantes ojos azules. Por un momento la gata le pareció familiar. Los ojos de azote se iluminaron, pero ése brilló en sus ojos se apagó. No era quien pensaba. Azote fruncio el ceño y le mostró los dientes-¿quién eres tú?- preguntó con voz amenazante, la gata gris no pareció intimidada por el tono amenazador del gato negro, y si lo hizo no lo demostró -soy manto de carbonilla- caminó fuera del extraño lugar -no te muevas de aquí, alguien quiere verte- maullo esto último en voz alta.
Se levantó y miró a su alrededor observando todo detenidamente. Había unas cuantas hiervas y un poco más al fondo había una pequeña gruta con otras hiervas y algunas bayas. Se acercó a las hiervas, se agachó y las olfateo con curiosidad, tenían un olor extraño, se alejó.
Caminó hacía la gruta para olfatear también ésas hiervas y bayas, ésas también tenían un olor extraño. Alejó la cabeza, ¿para qué necesitaban todas ésas hiervas los gatos de bosque?, en el clan de la sangre no tenían nada éso.
El clan de la sangre. Por supuesto. Debía volver, sin él, el clan de la sangre podría desmoronarse, gruño, debía encontrar la manera de escapar de éste lugar y pronto.
Seguía siendo el líder del clan de la sangre mientras aún siguiera con vida -ahem- el llamado lo saco de sus pensamientos, volteó rápido hacía atrás -¿qué crees qué haces?- preguntó la gata gris entrando juntó a un gato rojizo, Azote se alejó de la gruta y los miró fijamente. -esté es estrella de fuego- lo presentó manto de carbonilla. Azote asintió con disgusto -lo sé- erizo el pelaje del cuello y tensiono los músculos listo para cualquier ataque del gato rojizo pero estrella de fuego se limitaba a mirarlo con una expresión extraña en su rostro, azote dejó de fruncir el ceño para reemplazarla por una expresión fría y sería, no movió ningún músculo de su cuerpo esperando alguna acción del gato rojizo.
Estrella de fuego respiró hondo y abrió la boca soltando unas palabras para azote
-hermano...- ante lo que dijo estrella de fuego, azote cambió su expresión primero a una de confusión y después a una de irá. Gruño y sacó sus garras -¿qué?- azotó la cola contra el piso -somos hermanos...- repitió estrella de fuego, azote nego con la cabeza -no lo somos ¿quién te dijo ésa idiotez?-
Manto de carbonilla movió la cola -recibí una visión del clan estelar en que...- azote la interrumpió en un gruñido -¿el clan estelar? Ésos son cuentos de gatos viejos- rasguño el suelo -no les creó nada a ninguno de los dos, yo no creó en el clan estelar-
-ninguno de nuestros antepasados nos ha mentido antes, de todos modos, ¿qué ganaríamos nosotros mintiendote?- manto de carbonilla permaneció firme. Azote entre cerro los ojos -probablemente quieren mantenerme para asegurarse de que el clan de la sangre no los ataque de nuevo-
-no, no te preocupes, no creó que se les ocurra aparecer por aquí después de su derrota- maullo con tono burlón manto de carbonilla. El gato negro le mostró los colmillos, estaba perdiendo la paciencia, miró a estrella de fuego -seamos hermanos o no, eso no cambia nada, seguimos siendo enemigos y ten por seguro que encontrare la forma de volver al clan de la sangre-
Estrella de fuego dio unos pasos hacía él y habló con calma -no tenemos porque ser enemigos azote, somos familia, tú y yo podemos...-
-¡NO ME INTERESA!- le bufo -no estoy interesado en ser hermano de un corazón débil- se plantó frente él de manera amenazante -si en verdad somos hermanos...realmente me das pena- le escupió con veneno -debiste haberme matado cuando tuviste la oportunidad-
Estrella de fuego retrocedió como si el gato le hubiera propinado un zarpazo, manto de carbonilla se interpuso entre los 2 gatos -es suficiente-
Estrella de fuego desvió la mirada, la gata gris oscuro le dio un pequeño empujón al gato rojizo -azote, serás tratado como prisionero- estrella de fuego se dio la vuelta -sigueme- le ordenó al gato negro. Azote puso los ojos en blanco sin moverse de donde estaba, -obedece- manto de carbonilla le dio un golpe con la cola al gato negro.
-bien- azote caminó detrás de estrella de fuego a regañadientes. Fuera del lugar extraño era todo más raro, había hoyos en en algunos lugares, una gran roca junto a una especie de cueva, un tronco viejo y quemado. Mientras caminaba juntó a estrella de fuego, notó varias miradas, algunas hostiles y otras temerosas. Las ignoró.
-estarás aquí de ahora en adelanté-
Azote miró el lugar -al menos se ve cómodo...- se sentó y miró hacía afuera, tenía mucho en que pensar. Sobre todo en como escapar, y cuando lo hiciera acabaría con todos y cada uno de ellos.
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