Leonardo quedo completamente sorprendido, ¿raphael se estaba confesando?. Por una parte se sentia feliz y por la otra super sorprendido. Cuando por fin pudo recobrar el habla, miro a raphael con una sonrisa.

-yo......tambíen te amo raphael- comentó leonardo apenado

Raphael por tanta alegría, beso a leonardo tiernamente; ese era un momento especial para ellos dos, sentían que sus corazones estarían unidos para toda la eternidad.

El hecho de que ambos se conocieran en distintas circunstancias, los hacían amarse aún mas; raphael sería feliz con leonardo, y bueno.......leonardo tambíen lo sería.
Llegó un momento, en el cúal no pudieron mantenerlo oculto del padre de raphael. El cúal termino enterandose, al encontrarlos besandose; despúes de una larga charla de parte de raphael, termino por aceptarlo ya que sabía que leonardo lo haría feliz y lo apoyaría en su rehabilitación.

Aunque si había un temor en común entre el padre de raphael y leonardo, ya que no sabían cuanto podría durar leonardo vivo con esa enfermedad que lo mataba cada día más. El padre de raphael, el señor hamato sacó a leonardo de la habitación sin que raphael se percatara.

-leonardo, se que amas a mi hijo.....pero...-hablo el señor hamato- temo que no llegues a salir del hospital con el

-lo se señor, pero lo hare feliz y aguantaré hasta que raphael camine de nuevo-comento leonardo- y si díos me quiere llevar con el, cuidare de raphael en el cielo

-tienes un buen corazón leonardo-hablo el señor hamato poniendo una mano sobre el hombro del muchacho- te deseo mucha felicidad, y que logres vencer esa enfermedad

-muchas gracias señor

Desde ese día, leonardo se quedó pensando en lo que hablaron con el señor hamato; el tenia razón, podría no llegar a salir del hospital con vida esa idea le aterraba enormemente. Pero tenia algo en mente, y prometío que haría feliz a raphael hasta que su  enfermedad acabará con el.

Continúara......