15. Te necesito
—¡WILLOW, ABRE TÚ LA PUERTA! —ordenó mi madre desde su habitación al escuchar el timbre.
Resoplé, deseando que llegara el día de independizarme de una maldita vez.
Al abrir la puerta, la cara a la que menos esperaba encontrar esbozó una sonrisa burlona.
—Yo también te quiero, Barbie escapista —hizo referencia a mi espontánea despedida unas horas atrás —Aunque no he venido a reprocharte que me dejaras tirado esta mañana, he venido por interés propio —anunció entrando a la casa.
—¿Y qué es eso que tanto te interesa, Halton?
—Saber como continúa tu plan. Si mal no recuerdo, dijiste que me ayudarías con Wanda, pero ¿Cómo, exactamente? No pongo en duda que sepas un mínimo de política... ¿Pero de Wanda De Biaggi? Esa mujer es un enigma incluso para mi padre.
—Estaba esperando este momento —sonreí tratando de aparentar normalidad. Avancé hasta la cocina y señalé la banqueta junto a la isla —Siéntate.
Obedeció mientras yo servía un par de vasos de jugo de naranja. Mi memoria muscular me hizo añadir a su vaso dos cucharadas de azúcar y una de miel. Detalles en los que alguna día me fijé cuando organizábamos picnic en el parque.
Me volteé, encontrándome con su mirada felina. Entonces me di cuenta de que me había estado observando durante todo el proceso.
Le ofrecí su zumo y yo di un trago al mío para después tomar asiento frente a él.
Puse mi mejor cara de póker. Podía pasar fácilmente por una empresaria o abogada de éxito si no fuera por el tic nervioso en mi pie, ese que me hacía golpear el suelo con tanta fuerza como frecuencia.
Realmente esta parte del plan había dejado de ser tan relevante ahora que había sucedido todo lo relacionado con William, simplemente serviría para comprobar que Bryce no desconfiaba de mí. Hacía falta asegurarnos, ya que sí él supiera sobre mi alianza con Wanda, pasaría a ser una grave amenaza para nuestro plan.
—Presta atención. No puedo desvelar mis fuentes, pero estoy enterada de que Wanda Garavani no es una mujer del todo legal. Alcanzar su posición como aspirante a presidenta le requirió jugar sucio en varias ocasiones. Esto hizo que ganara enemigos por todo el país, enemigos los cuales nos son de gran utilidad ahora que buscamos el punto débil en esa mujer...
—Los enemigos de mi enemigo son mis amigos —se anticipó Bryce siguiéndome el hilo.
—Uno de esos amigos ha filtrado su discurso para estas elecciones.
Encendí mi móvil, busqué en mi galería la foto que Wanda me envió el día que ideamos el plan, y la reenvié a Bryce.
Se trataba de su discurso, su boceto de debate contra los Halton. Uno falso, claro. Pero eso Bryce no lo sabría.
Los Halton se presentarían la semana que viene, confiados en que ganarán el debate y con en la presidencia. Lo que no se esperarán será un discurso totalmente distinto por parte de su adversaria, un discurso que les dejaría desnudos ante todas las cámaras y periodistas que habrá a su alrededor.
—Esto... ¡Esto es genial! Con su discurso en mi poder podré anticiparme a todos sus ataques y... ¡Willow, probablemente acabes de nombrarme presidente!
El chico rodeó la isla para enroscar sus brazos alrededor de mi cintura, alzarme y comenzar a dar vueltas sobre nuestro eje.
—Sí insistes en echarme flores... —sonreí con un exagerado egocentrismo.
Ahora Bryce estaba más esperanzado que nunca, más alegre.
Y yo... Bueno...
Yo me comportaba como una cabrona.
Hundí mis labios en el zumo, ignorando aquella fría sensación de culpa.
—De verás, no eres consciente de lo que me acabas de ayudar. De lo que me estás ayudando.
Me sentí a punto de expulsar el liquido por la nariz. Bryce, al notar que me atragantaba, llevó su mano a mi espalda y comenzó a repartir suaves golpes secos junto a mi columna.
Sospeché que no tenía idea de lo que hacía, aún así su buena intención fue lo único que valoré.
Bryce era tan... Perfecto. Casi parecía incapaz de haberle puesto los cuernos a una chica que sí que le quería.
¡Ja! Qué irónico.
—Bueno, ahora tengo que irme. Mi padre acaba de regresar a la casa y probablemente busque ayuda para desempacar. ¿Nos vemos mañana en clase, sí?
—Claro, hasta mañana —sonreí con simpatía.
Bryce se agachó un poco para alcanzar a robarme un beso lento y calmado que yo no tardé en corresponderle.
Noté un vacío sobre mis labios cuando él se alejó y me volvió a dejar sola en aquella casa.
—¿QUIEN ERA?
Cierto. Sola no. Con mi madre, lo cual era aún peor.
Choqué la cabeza contra la pared y volví a encender la pantalla de mi móvil.
~Tú
Todo marchando por aquí, ¿Qué tal tú con William?
14:02
~W
Hemos aprovechado su regreso para entrar a su oficina a robar lo que necesitábamos. Resulta que contrató vigilancia en las dos entradas del edificio, por lo que mi equipo tuvo que entrar por la chimenea a lo papá Noel. Ha sido un éxito rotundo, Willow, y todo gracias a tu ayuda.
14:03
~Tú
Entonces ya sabes que hacer...
14:04
~W
Sin problema. Hoy mismo me pongo en contacto con él.
14:04
Al fin mi vida volvía a ser la de antes.
O puede que no por completo, pero es que ese trocito de mí siempre le perteneció a Bryce y, por mucho que me doliera, ya no había lugar para un nosotros.
¿Acaso algún día lo hubo?
Inconsistentemente, las lágrimas comenzaron a brotar de mis ojos. Descendieron por mis mejillas hasta impactar contra la pantalla del teléfono.
~Tú
Te necesito conmigo. Sacame de aquí. No quiero que mi madre me vea llorar, por favor.
14:08
~Wynn
Estoy entrando a tu calle.
14:08
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro