Parte seis
Valentine se fue, pero no se rindió. Estaba decidido a separar a Minos de Albafica y sobre todo dispuesto a hacer lo que fuera necesario para lograrlo.
Mientras caminaba por los pasillos del castillo, Valentine comenzó a pensar en cómo podría separar a la pareja. Y entonces, se le ocurrió una gran idea.
Recordó que Albafica había estado comprometido con alguien antes de conocer a Minos. Un hombre llamado Manigoldo, que era el príncipe de Eldrida.
Valentine sonrió para sí mismo. Si podía encontrar a Manigoldo y convencerlo de que se llevara a Albafica de regreso a Eldrida, entonces Minos y Albafica estarían separados.
Y con esa idea en mente, Valentine se dirigió a la biblioteca del castillo para buscar información sobre la ubicación exacta de Eldrida.
Después de horas de búsqueda, Valentine finalmente encontró lo que estaba buscando. Un documento que mencionaba el nombre de Manigoldo y su ubicación actual.
Valentine se rió para sí mismo. Ahora sabía exactamente dónde encontrar a Manigoldo. Y con esa información, estaba seguro de que podría separar a Minos y Albafica de una vez por todas.
Esa misma noche esperó que todos los miembros del castillo durmieran para emprender su malévolo plan.
Valentine viajó durante varios días para llegar al lugar donde se suponía que estaba Manigoldo. Finalmente, después de mucho esfuerzo, llegó a un pequeño castillo en el borde de un bosque.
Valentine se presentó ante el guardia del castillo y pidió ver a Manigoldo. El guardia lo miró con desconfianza, pero finalmente lo dejó pasar cuando le mencionó que traía un gran presente para el joven príncipe.
Se dirigió al salón principal del castillo, donde encontró a Manigoldo sentado en un trono muy llamativo, Manigoldo era un hombre alto, de cabellos azules cortos y con una sonrisa que desafía cualquier palabra que se le diga.
- ¿Quién eres? - Preguntó Manigoldo, mirando a Valentine con curiosidad, algo bueno debería tener ese sujeto para tener la osadía de visitarlo.
- Soy Valentine, un joven de Valtania - respondió con una reverencia - He venido a hablar contigo sobre un asunto importante.
Manigoldo se inclinó hacia adelante, interesado. - - ¿Qué asunto? - Inquirió curioso.
Valentine sonrió - Se trata de Albafica... Tu ex prometido. He descubierto que está en Valtania, y creo que deberías saberlo.
Manigoldo se sorprendió, y su rostro cambió un poco molesto - ¿Qué está haciendo allí? preguntó - Si no mal recuerdo huyó con un sujeto que le prometió mejor vida que la que yo le ofrecí.
Valentine se encogió de hombros - Se ha comprometido con el príncipe Minos de Valtania. Pero creo que deberías ir a buscarlo y llevarlo de regreso a Eldrida. Es lo mejor para todos... Además, si no lo haces, el rey de Valtania ha ordenado tomar tus tierras si te niegas a sua deseos.
Manigoldo se levantó de su trono, decidido. -Tienes razón... Voy a ir a buscarlo y llevarlo de regreso a mi lado, me hizo pasar vergüenzas cuánto se fue con el guerrero ese - Finalizó con desdén.
Valentine sonrió, satisfecho. Había logrado su objetivo, y pronto Albafica estaría lejos de Minos.
Mientras Manigoldo enviaba a sus hombres a Valtania para traer de regreso a Albafica, Shion, regresó al castillo después de una misión en busca de la Piedra Filosofal.
Shion había sido enviado por Minos para encontrar la Piedra Filosofal, un artefacto legendario que se decía tenía el poder de conceder deseos. Sin embargo, Shion había descubierto que la misión no era tan sencilla como parecía, y que había muchos peligros y obstáculos en el camino.
Al llegar al castillo, Shion se dirigió directamente a la habitación de Albafica, donde lo encontró estudiando algunos libros de medicina. Shion se acercó a él y le susurró al oído - Albafica, tengo noticias importantes. He descubierto que Manigoldo ha enviado a sus hombres a Valtania para traerte de regreso a Eldrida.
Albafica se sorprendió y se levantó de su asiento, alarmado - ¿Qué? - Preguntó nervioso - ¿Por qué haría eso Manigoldo? ¿Acaso mis padres saben realmente mi paradero?
Shion se encogió de hombros -No lo sé, pero creo que debes estar preparado para cualquier cosa. Manigoldo no es un hombre que se rinda fácilmente y eso bien lo sabes.
Albafica asintió, pensativo. Sabía que Manigoldo no era un enemigo que se pudiera subestimar. Pero también sabía que no podía dejar que lo llevaran de regreso a Eldrida sin luchar.
- Gracias, Shion, te debo una. Ahora, debemos encontrar una manera de detener a Manigoldo y sus hombres. Solo que... No quiero preocupar a Minos.
Shion sonrió intentando tranquilizarlo - No te preocupes, Albafica. Estoy contigo. Juntos, podemos detener a Manigoldo y protegerte.
Albafica y Shion comenzaron a planificar una estrategia para detener a Manigoldo y sus hombres. Sabían que no podían enfrentarlos solos, por lo que decidieron buscar la ayuda de Minos y sus guardias.
Mientras tanto, los hombres de Manigoldo llegaron al castillo de Valtania y exigieron que Albafica se entregara. Pero Minos, que había sido informado de la situación por Shion, se negó a entregar a su prometido, estaba decidido a protegerlo a cualquier costo, incluso defenderlo de su padre.
- Albafica es un miembro de esta familia ahora - dijo Minos en un tono altivo - Y no lo entregaremos a nadie, ni mucho menos a ti.
- Vaya, el guerrero misterioso que se robó a mi consorte resultó ser el principe de Valtania - Habló Manigoldo molesto.
Los hombres de Manigoldo se enfurecieron y amenazaron con atacar el castillo. Pero Minos y sus guardias estaban preparados y se defendieron valientemente en esa ardua batalla entre golpes y espadas.
Albafica y Shion se unieron a la batalla y lucharon junto a Minos y sus guardias. La lucha fue intensa, pero finalmente lograron derrotar a los hombres de Manigoldo.
Manigoldo mismo apareció en la escena, enfurecido y humillado - ¡Albafica, te vas a arrepentir de esto! - Gritó.
Pero Albafica se mantuvo firme y se enfrentó a Manigoldo. - No me vas a intimidar como antes. Estoy con Minos y no me voy a ir contigo de regreso.
Manigoldo se enfureció aún más y sacó su espada - Entonces, te vas a tener que enfrentarme a mí.
Minos se interpuso entre Albafica y Manigoldo, mostrando un rostro firme y decidido - No, Albafica... Esta es mi lucha. No te vas a enfrentar a él solo.
Albafica se sorprendió, pero no discutió con Minos. Sabía que era un guerrero habilidoso y que podía defenderse solo.
Minos se volvió hacia Manigoldo, con su espada en la mano - Vamos a terminar esto de una vez por todas.
Manigoldo sonrió, con un semblante cruel y despiadado - Estoy ansioso por ver cómo te desenvuelves en esta batalla verdadera.
La lucha comenzó una vez más, Minos y Manigoldo se enfrentaron en un duelo intenso. Sus espadas chocaban y se deslizaban, cada uno intentando superar al otro.
Albafica y Shion observaban la lucha, sintiéndose tensos y preocupados. Sabían que Minos era un guerrero habilidoso, pero también sabían que Manigoldo era un enemigo peligroso.
La lucha continuó, y Minos y Manigoldo se enfrentaron en un duelo cada vez más intenso, nadie sabía cómo terminaría esta batalla.
❤️❄️❤️❄️❤️❄️❤️❄️❤️❄️❤️❄️❤️❄️❤️❄️❤️❄️
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro