Isabella, amante de los buenos libros, las flores y los animales. (Diseña en secreto vestidos para princesas que jamás los usarán).
Con su madre muerta, un padre viejo, una Gwendolynn que no existe, el rechazo del pueblo y un amor perfecto imposible de encontrar, la pequeña Griffin siente que su vida es una desgracia... ¡Ah! Y para completar es un hada mestiza, aquellas criaturas cuyas vidas no les permite reír a carcajadas.

Zachary, se cree el mejor de los guerreros sin haber ido a una sola batalla, ama pasar noches enteras en las fiestas y los bares del pueblo. (Disfruta en secreto de uno que otro libro escrito exclusivamente para él).
Le desagrada su propio padre y está cansado de que todos los días su madre le diga que está decepcionada de él.

Ambos tienen algo en común que va a unir sus destinos: la búsqueda del amor.

Pero él quiere una mujer perfecta y ella un amor perfecto.

Bella volverá a reír después de mucho tiempo... y también a llorar como jamás lo había hecho.

Zach aprenderá a amar de verdad (aunque será hechizado para lograrlo).

Un verano como cualquier otro se encuentran y ese verano basta para que su historia empiece, el otoño para que se complique, el invierno para que se complique aún más y una primavera para que termine.

Aprender a amar es lo difícil de todo.

La Bella puede en realidad ser la Bestia y la Bestia ser la Bella.