Madelaine Petch
as
Rosebud Jean Granger Weasley

Para Rose, a diferencia de varios de sus primos,seguir los estandares impuestos nunca fue una carga. Ella era por naturaleza, igual a su madre.

A pesar de que ella siempre disfrutó los lujos que le brindaban sus apellidos su mundo fue desmoronandose poco a poco.

Rose Weasley era muy unida a su hermana mayor Janet. De pequeñas se llevaban muy bien, habían estudiado varios cursos juntas de cosas varias.

Por eso el día en el que sus cosas desaparecieron, a pesar de solo tener once años, Rose supo que algo andaba mal.

Intentó preguntar a sus padres, pero estos hacían como si Janet nunca hubiese existido, como si Rose fuera la mayor de los Granger-Weasley. Nunca nadie hablaba de Janet, como si en verdad nunca hubiera existido.

Durante años intentó localizarla o averiguar que había pasado, pero nada. Cuando a Rose le dieron su primer celular a sus trece años, el número de Janet había desaparecido de todo registro que haya en su casa.

Sin tener forma de contactarla ni de saber siquiera si estaba viva, una parte de Rose murió: no podía creer como sus padres fingían que su hermana mayor no existía. Con todo lo que los había cuidado toda la vida.

No tenía ni idea que eso era lo menos leve que sus padres habían hecho.

Recordaba como si hubiese sido ayer el día en el que había ido a San Mungo para un chequeo anual sola, porque sus padres estaban trabajando como siempre, y se encontró con una chica asiática a la que no le costó mucho reconocer.

—¿Ashley Kim?—había preguntado la pelirroja a la chica.

—Sí, ¿Quién eres?—preguntó la chica.

Rose la había reconocido de la foto que había dejado su hermana en su cuarto: una foto de Ashley y su hermano con una nota de "feliz cumpleaños, ven a visitarnos cuando quieras". Como no daba ninguna dirección no podía seguir investigando esa rama, pero siempre lo tenía en mente.

—Soy Rose... Rosebud Granger Weasley, la hermana menor de Janet—dijo la pelirroja.

—¿Rose? Jan me habló mucho de ti... ¿viniste sola?—la chica se mostraba nerviosa.

Ashley la había llevado a una de las habitaciones del hospital, y ahí estaba su hermana mayor inconsciente en su cama.

—¿Qué le pasó?—preguntó con horror la pelirroja.

—Se... ella se intentó sacar la vida— dijo Ashley con dolor.

Rose se quedó estatica, su hermana mayor... era imposible.

—¿Qué pasó durante estos años?—había preguntado.

La novia de su hermana le había explicado todo, como se sentía Janet y todo lo que había sufrido. Rose se quedó durante días en el hospital, y cuando Janet se despertó las dos pudieron reencontrarse.

Y después de escuchar todo, Rose habia decidido que ni bien tenga oportunidad se desharía de esa familia y, lo que es más importante, de ese apellido. Sus padres nunca supieron la razón por la cual su princesa se habia vuelto tan fría con ellos.

A sus dieciocho años y ni bien terminó el colegio, Rose se comprometió con Scorpius Malfoy y se mudó a con él a la mansión principal, en dónde vivían los abuelos Malfoy.

Ya estaba familiarizada con las costumbres de sangrepura, había leído y estudiado todo lo relacionado con ellos. Asique ser la que se encargaba de que todo esté en orden no fue difícil, era una lider nata.

Entró a trabajar al ministerio a sus veinte años en la oficina de Hermione. Tenía una relación estrictamente profesional con ella, pero nada más.

Ese día Rose llegaba a su trabajo como siempre.

—Señora Malfoy—dijo su secretaria—, su hermano la está esperando.

Rose se sorprendió, pero igual fue a su oficina.

—Hugo—saludó con elegancia la mujer.

—Hola Rosie—dijo el castaño.

—¿Qué paso?—preguntó la pelirroja.

—En una semana la abuela Molly cumple 100 años y quiere que estemos todos—dijo el castaño.

—Cuenten con nosotros.