Escena 6
Prem POV
En la mañana despierto frente a este chico, con mi cabeza sobre su brazo derecho. Es lindo hasta dormido. Trato de levantarme pero él me abraza todavía así que me quedé para mirarlo un poco más, recorro con mis dedos sus ojos cerrados, su nariz y sus labios... De pronto, suena su móvil despertándolo, retiré mi mano y contesta sin separarse mucho de mí. Luego cuelga.
-Buenos días Pao.- Sonríe y me besa en la frente.
-Igual P´.
-¿Dormiste bien?- Su lado protector no demora en salir. -Vamos a darnos una ducha y a desayunar. Ayer no comiste nada. Tienes que cuidarte....
-Aww P´, basta. No soy un niño.
-Está bien. Eres precioso hasta cuando te enojas.
Hia tuvo que irse a trabajar en cuanto salió de la cafetería, es modelo en una agencia. Es un chico muy independiente y resalta en lo que hace. Hay muchas cosas que quiero saber de su vida, sobre su familia y otros gustos, pero la verdad no tengo idea de cómo preguntarlo. Estuvimos saliendo por una semana a citas; al cine, a comer, al centro comercial o simplemente nos quedábamos en mi departamento. Pero aún así, siento que hay más cosas que quiero saber.
Boun POV
Después de tres días de no poder ver a Prem por el trabajo y la escuela, llamé a Jay, se me había ocurrido ir a la playa y quería que me ayudara. Los días habían mejorado mientras Lu estaba en el hospital. Todavía tengo que ponerla en su lugar por enviarle mensajes a Prem con amenazas sobre hacerle daño. Tengo que relajarme un poco, pero no podré aguantar más tiempo. Si tan solo pudiera cogerla del cuello y desaparecerla de mi vida.
En la noche llamé a Pao, le dije que pasaría a buscarlo en la mañana.
Al día siguiente, mientras íbamos en el carro, Prem no dejaba de preguntar sobre a dónde nos dirigíamos y por qué la salida repentina, pero a pesar de sus adorables pucheros, no respondí, no iba a aruinar la sorpresa. Luego de unas horas de viaje llegamos, se alegró mucho de ver a sus amigos allí y yo de ver su sonrisa. Quería pasar tiempo a solas con él pero no que se sintiera incómodo, así que invité a sus amigos de la universidad Ken y Thani, a su hermana menor Pin que había llevado los ducles preferidos de Pao y a Jay, no quería quedarse atrás en la celebración. Luego de instalar el equipaje en las cabañas, fuimos a almorzar. Jay parecía fascinado con Ken, no dejaba de mirarlo cuando hablaba y tampoco dejaba de babear. Pin y Thani le prestaban atención a todo lo que pasaba entre los chicos. Según Prem, ellas son adictas a las novelas de amor entre chicos.
-¿Qué eres novio de P´Jay? Espera, Thani ¿Lo sabías y no dijiste nada?- Dijo Prem sorprendido.
-Aww. Eres el único que no lo sabía.- Gritó Thani.
-Boun, ¿Tú también sabías?- Se giró hacia mí.
-Claro, Ai´Jay es mi mejor amigo. Además tú tampoco has dicho todo.- De pronto las miradas se concentraron en Prem.
-No sé de qué hablas.- Dijo desviándo la mirada.
-P´Prem, deberías concentrarte en el chico que está a tu lado o me lo llevaré conmigo.- Dijo Pin mirándolo mientras reía.
-Oii Nong ¿por qué intentas quitármelo?, es mío.- Cuando notó las miradas de sorpresa de todos incluyendo la mía. Cambió de tema. -Deberíamos ir a la playa antes de que llegue la noche.
Después de eso, Prem solo sonreía y hablaba con sus amigos. No le di importancia al principio pero luego me sentí ignorado, sentí que quiso retirar sus palabras. Todo el tiempo estuvieron disfrutando del sol y otros casi no salían del agua, por mi parte estuve casi todo el tiempo bajo la sombrilla, mi trabajo no me permite ciertas cosas.
Prem POV
Después de cenar fuimos a la habitación, estaba solo con P´Boun pero no le hablaba más de lo necesario, solo respondía si o no a sus preguntas. P´ salió de la ducha sin camisa, solo con un pantalón negro y secando su cabello con una toalla. Casi me lo trago con la mirada. Inmediatamente entré al baño, aunque me demorara, en algún momento tendría que salir. Me vestí y en cuanto salí se detuvo frente a mí, se acercó tomándome de la cintura apretando mi cuerpo al suyo.
-¿Qué pasa Pao, por qué me has evitado todo el día? Si es por lo de antes, no hay problema. No tienes que decirle que estamos saliendo.
-P´. Tal vez no estoy listo para decírselo a ellos.
Sonrió -No pasa nada, no hay prisa. Pero cuando estemos solos no puedes evitarme.
-A veces siento vergüenza estando contigo.
-Vamos a quitarte la timidez ahora.- Me empujó y caí sobre la cama. Se colocó sobre mí, sin dejarse caer por completo. Y comenzaron los besos. -Quiero arrancar tus labios de una mordida.- Dijo susurrando contra mis labios.
-Hia... Yo...- Su boca bloqueaba cualquier palabra que tratara de decir. Se apartó de mi cara -Quiero estar contigo.- Dije mirándolo. Sentía como mi cara se enrojecía por haber soltado esas palabras.
-Pao, no hay prisa, no voy a presionarte a que hagas algo de lo que te puedes arrepentir mañana.
Yo no quería parar ahí, quería más, lo quería a él. -Entonces, haz que no me arrepienta. Hazme tuyo hoy.
-Lo que me pidas, Pao.- Bajó su rostro cerca del mío y en voz baja me dijo. -Si algo no te gusta, me dices y me detengo ¿Okay?- Tenía esa deliciosa manera de mirar. Que me hacía derretir.
Asentí. Hia me daba besos llenos de deseo. -Hi...Hia... - Dije cuando empezó a besar a mi cuello presionando y succionando.
-¿Sí Pao?- Preguntó mientras me quitaba la playera con prisa para continuar pegado a mi cuerpo.
-Si me haces marcas, la verán mañana en la playa.
-Lo siento Pao. Haré mía cada zona erógena que descubra en ti. Quiero ponerte rojo hasta en los lugares que solo puedas ver en un espejo.- Pasó su lengua por uno de mis pezones mientras pelliscaba el otro con sus dedos. Dejé escapar un gemido tras otro, los cuales traté de ocultar poniendo una mano sobre mi boca. Él comenzó a quitarse la ropa y la tiró al suelo.
-Gime tanto como quieras Pao, pero solo hazlo conmigo.- Se iba cada vez más y más abajo con su boca, hasta que comenzó a bajarme el short junto a mi bóxer, dejando al descubierto mi miembro, el cual agarró con una mano y se lo llevó a la boca. Sentía como mi piel ardía cuando succionaba mi presemen y, cada vez que pasaba su lengua, eso me descontrolaba más. Solo agarré las sábanas y soltaba gemidos cada vez más altos. Después de un tiempo mis piernas comenzaban a temblar en señal de que no aguantaría mucho antes de correrme. Él pareció notarlo porque se detuvo. Separó mis piernas y se colocó en medio de ellas. Me indicó que mojara tres de sus dedos con saliva.
-Ahh... Hia- Metió un dedo en mi agujero. Grité, era la primera vez que alguien me tocaba así. Aunque lo hizo con delicadeza, no podía evitar que doliera.
-Relájate y disfruta Pao.- Se pasó la lengua por su labio inferior mientras sostenía una mirada codiciosa. Dios, como le encantaba hacer eso. Después fue introduciendo sus dos dedos con cuidado, haciendo un vaivén mientras alteranaba besos entre mi boca y mi cuello. Cunado sintió que estaba dilatando sacó sus dedos. -Pao, si no quieres que siga tienes que decírmelo.
Obviamente no quería que se detuviera. Se acercó a besarme. Introdujo su pene en mi intimidad quedándose quieto hasta que me acostumbrara. Yo gritaba por la cantidad de sensaciones que me daba tenerlo dentro de mí. Comenzó a moverse mientras aumentaba la velocidad y se aferraba a mis caderas.
-Por dios, Prem, sigues apretado.- Dijo susurrando en mi oído, cosa que me hacían estremecer. Me aferré a su espalda enterrando mis uñas en ella mientras mordisqueaba y besaba mi cuello. Luego aumentó el ritmo de cada embestida, profundizando en ellas. Sentí que no podía más de la excitación, mis paredes apretaban su miembro, mi orgasmo estaba cerca. Unas embestidas más y grité su nombre cuando me corrí sobre mi abdomen y él me llenaba con su liberación.
Nuestras respiraciones aún estaban inestables, eufóricas. Boun siguió respartiendo besos por mi cuerpo y pocos minutos después estábamos duros como rocas de nuevo.
-Hia... quiero...- Mi respiración agitada no dejaba que mi voz saliera.
-Necesito escucharte Pao.
-Quiero más.
-Pide ¨por favor¨.- No respondí -No te escucho. ¿Quieres que pare?
-No Hia, por... por favor, más. Quiero más, por favor.
-Así Pao, quiero que te sometas solo a mí.- Se separó y llevó mis piernas a sus hombros y se introdujo de una estocada. Esta vez mis gritos eran de placer. Intentaba mantenerme quieto pero mi cuerpo reaccionaba de otra forma. Aumentó las embestidas, cada vez eran más fuertes, haciendo que en la habitación solo se escucharan jadeos y el sonido de nuestros cuerpos sudados chocando. Sentía que hacía con mi cuerpo lo que quería y eso me gustaba. Sentí cosquillas en mi espalda y aunque casi no salía mi voz, volvía a gemir su nombre como si fuera la única palabra que conocía para dejarle saber que etstaba cerca mi orgasmo, una vez más.
-Hia... ahh.... ya ca...si...
-Córrete para mí Pao.- Como si sus palabras fueran magia, de un momento a otro me corrí nuevamente y luego, él dentro de mí. Lentamente fue deteniéndose y volvió a besarme en los labios, era como sellar un pacto entre ambos.
-Te quiero, Hia.
-Yo también te quiero, Pao.
Luego del placer, era hora de limpiarse. Fui hacia el baño tratando de no caerme porque mis piernas aún temblaban. P´ se duchó después de mí y salió bóxer, claro que yo salí vestido, aún con lo que acababa de pasar mi timidez se asomaba y eso se notaba en mis mejillas que nunca dejaban de delatarme frente a él. Me acosté en la cama de espaldas a él y me abrazó.
-¿Te duele mucho?
-¡Hia, no preguntes!
-Prem, tengo que saber si te lastimé. ¿Te gustó?
-¡Hia!
-Al menos respóndeme eso ¿Si?
-Sí.- Sentía su mirada sobre mi nuca y su silencio me decía que no estaba satisfecho con la respuesta. -Sí, me gustó, me sentí en el cielo, pero no lo diré de nuevo.- Mis mejillas no tenían espacio para otro color. Esas preguntas me regresaban la timidez. Besaba y respiraba en mi cuelo haciendo que me erizara y me giré.
-Hia basta, no tengo energía para más.
-Calma Pao, solo es un beso de buenas noches.- Dio un beso en mi frente y me vovlió a abrazar.
-Si dejas de abrazarme amanecerás en el suelo.- Hice un puchero. Sé cuánto a él le gustan. Solo sonrió y siguió abrazándome.
Al siguiente día, sentí una mano quitando los cabellos de mi cara y abrí los ojos -Buenos días mi Pao.-
Quise detener el tiempo y que este momento durara la eternidad, abrir los ojos y verlo junto a mí, era la mejor mañana de mi vida. Pero era hora de desayunar. Mi cuerpo pedía a gritos recuperar la energía perdida. Para él tal vez no fue mucho lo de anoche, pero para mí, era más que mi primera vez con un chico.
-¿Dormiste bien?- Asentí
-Tengo hambre pero no quiero levantarme.- Dije escondiendo mi rostro en su cuello.
-Si nos quedamos en la cama será peor para ti, créeme.- Miré su cara. Me sentí como una presa a punto de ser devorada nuevamente. Me levanté de la cama de un saltó y me dirigí hacia el baño, no sin antes ver su cara, tenía su ceja levantada y su habitual paso de lengua por su labio inferior.
-¡Hia!- grité cuando me detuve frente al espejo. Veía sus marcas de posesión en mi cuello, mi espalda y..., por todo mi cuerpo.
Una hora después salimos a encontrarnos con los demás para desayunar. En la noche habría que regresar a casa así que el día entero estuvimos todos en la playa a ecepción de la hora de almuerzo, esa no me la iba a perder. Sentía que en la noche iba a necesitar mis fuerzas otra vez.
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